De
capilla de huérfanos a imponente parroquia
Por
Silvina N. Balma
Ante
el expansivo desarrollo que la ciudad de Rosario experimentó en la segunda
mitad del siglo XIX, el primitivo casco histórico fue ampliándose con la
incorporación de nuevos terrenos donde fueron asentándose los pobladores
recién llegados. La mayoría de éstos eran inmigrantes provenientes de Italia y
España y le dieron peculiares connotaciones a las zonas que iban ocupando,
conocidas en ese entonces como pertenecientes a los extramuros. Dentro de esas
particulares características, un dato no menor es que, dentro de los núcleos
barriales que se iban erigiendo en esos nuevos asentamientos, un lugar
preponderante estaba ocupado por la creación de Asociaciones de Caridad y la
erección de templos vinculados a la Iglesia Católica, las que en algunos casos, eran
acompañadas por la difusión del culto a algún santo protector de sus lugares de
origen con las respectivas devociones y rituales a éstos vinculados y con el
tiempo se irían constituyendo en verdaderos focos de la identidad barrial.
En el
caso de la barriada que actualmente conocemos como República de la Sexta, el primer templo que
fuera levantado en sus solares fue la primitiva Capilla de la Corte de María en el lejano
año 1862, la que se encontraba emplazada en la esquina de las actuales calles
San Martín y Cochabamba y que, treinta y siete años después, se transformara en
la Parroquia San
José, siendo éste el primer asentamiento vinculado a la Iglesia Católica
que se radicara en ese entonces aislado paraje ciudadano. Sin embargo, a poco
de levantada la Capilla
mencionada, se decidió construir - a iniciativa de la Sociedad de Damas de
Caridad -un asilo para la guarda y el cuidado de los niños desvalidos de la
ciudad, lo que se constituyó en 1879 en el Hospicio de Huérfanos, el que se
emplazó en terrenos no muy lejanos del entonces denominado Hospital de
Caridad (actual Hospital Provincial), ubicándose concretamente en terrenos de
las actuales calles Cerrito (donde en esos tiempos existía un importante
pantano al que los vecinos de la ciudad habían solicitado a la Municipalidad su
drenaje para poder abrir la traza de la mencionada calle) y Laprida (conocida
entonces como calle Comercio)1 , en los solares que había donado el
matrimonio de María de los Ángeles Rodríguez de Rosas y Juan Antonio Rosas. El
flamante Hospicio fue puesto bajo la atención de las Hijas de María Santísima
del Huerto (las que ya atendían su establecimiento escolar y el Hospital de
Caridad) siendo consagrado bajo el patrocinio de San Vicente de Paul, mas la Sociedad de Damas que lo
había erigido decidió poner su asociación bajo el patronazgo del Santo del Pan
y el Trabajo - San Cayetano - y , en virtud del convenio realizado con las
religiosas huertanas, se decidió que d Asilo tuviera una Capilla donde fuera
venerado Nuestro Señor y se administraran los Santos Sacramentos, además de un
capellán que allí pudiera eje su Sagrado Ministerio. De esta man y en una forma
provisoria y a inicia^" de la benemérita dama Tomasa Gó de Guillón, en una
sala consagrada la Virgen
del Huerto, en 1878 se im guró dicha Capilla siendo celebrada primera misa por
el padre José Ri done (que pertenecía a Santa Rosa) quien posteriormente fuera
nom^ como primer capellán fue el padre Felix Cavallieri (agosto 1882-julio
1884), luego sucedido por los padres ~ Domingo Lozno (julio 1884-abril 1892)
y José María Sánchez
(abril 1892)2, siendo este último el que se encargó de transformar la humilde Capilla del Hogar
del Huérfano en el monumental templo de San Cayetano que hoy conocemos. El
caritativo matrimonio Rodríguez -Rosas que fuera el donador de los terrenos
donde se levantó el orfanato también fue el que otorgara a la Sociedad Damas de
Caridad un solar contiguo a dicha institución para que se pudiera construir un
templo católico, el que sería ".. .costeado por la misma Sociedad, por
suscripciones públicas y por otros medios permitidos para estas obras que
estuvieran a su alcance..."3. Con ese objetivo, comenzaron a
producirse los primeros trabajos en el terreno situado en la calle Buenos Aires
entre Cerrito y Riobamba, siendo el director general de la obra el afamado
constructor italiano Ulises Lazzari y presidenta de la Sociedad de Damas de
Caridad la distinguida Fidela Ortiz de Somoza, siendo éstos los que tuvieron
el honor de colocar la piedra fundamental del Templo el 29 de junio de 1893
bendecida por el padre Sánchez en una nutrida y emotiva ceremonia, en la que -
una vez concluida - se dio inicio a la construcción de la iglesia prometida,
la que iba erigiéndose sin recurrir a subsidios oficiales sino que lo iba
haciendo gracias a la generosidad ilimitada de los fieles a ella vinculados,
como oportunamente lo resaltaran las crónicas de la época.
No
obstante las obras de construcción del nuevo templo y la posterior primera
inauguración de la
Capilla Mayor en septiembre de 1898 sufrieron una considerable
detención cuando, al crearse la
Diócesis de Santa Fe en 1897 y la consiguiente reestructuración
de la organización eclesiástica de la provincia a cargo de su primer Obispo, Monseñor Juan A. Boneo, se le otorgó a San
Cayetano el rango de Parroquia, lo que fuera rechazado por la Sociedad Damas de
Caridad por prohibírselo las disposiciones testamentarias de los donadores del
terreno y, por otra parte, este hecho implicaba dejar sin atención religiosa al Asilo de Huérfanos al no contar con su
capellán,
ya que éste debía hacerse cargo de la nueva parroquia de San José. Por lo que la obra del templo
de San Cayetano entró en una etapa de postración y abandono desde abril de 1901 hasta
la llegada a la presidencia de la
Sociedad de Damas de Caridad de la señora
Mercedes Virasoro de Vila tu 1912, siendo esta ilustre dama la que decidirá la reanudación de las
paralizadas obras, poniendo al frente de la Comisión Pro
Construcción del templo a la no menos benemérita Fidela Ortiz de Somoza. Ambas
damas, impulsadas por el noble deseo de cumplir con lo establecido por el
matrimonio Rosas y contando con la inestimable ayuda de los Padres José María
Sánchez y Félix Dutari Rodríguez y las otras distinguidas damas que las
acompañaron, fueron las artífices de que la Iglesia puesta bajo la advocación del Santo de
Thiene fuera prestamente concluida y el 19 de octubre de 1919 fuera solemnemente
bendecida e inaugurada – en nombre del Obispo Boneo - por su delegado,
Monseñor Rafael Canale Oberti.
Una vez inaugurada la estructura básica del
templo, se procedió a la construcción de la torre y a equiparlo con el
mobiliario y los diferentes grupos escultóricos; vitrales y tallas en madera
que resaltaban significativamente en la iglesia, la que se podría enmarcar en
un estilo cercano al renacer del gótico medieval siendo los más significativos
el deslumbrante pulpito tallado en madera (obra del escultor español Diego
Masa-na Majó, actualmente sito en el Museo Histórico Provincial de Rosario y
donado por la distinguida dama Clara Alber-di de Correa) y las magníficas
puertas de acceso que, con sus relieves, recuerdan a "La Porta del Paraíso"
elaborada por Lorenzo Ghiberti para el Baptisterio de Florencia (Italia). Esta
fue diseñada por el ingeniero Valentín Gron-dona y fuera generoso donativo de
la señora Joaquina Vilariño de Soaje en el año 1927. Un dato importante a tener
en cuenta es que, con motivo de la terrible crisis de la década del treinta en
nuestro país, la devoción a San Cayetano creció en forma notoria ya que éste es
considerado un poderoso intercesor ante el Señor para solicitar el Pan y el Trabajo
que en esos duros años escaseaban4, por lo que se decidió esculpir
en agosto de 1945 la solemne imagen de San Cayetano que será utilizada para
las procesiones realizadas en su honor, constituyendo a partir de ese momento
la festividad más importante de la zona y otorgando a la Iglesia de Buenos Aires y
Cerrito el papel de indiscutible hito referencial de la barriada República de la Sexta.
Asimismo, en torno al templo, fueron
estableciéndose numerosas asociaciones piadosas en procura de aliviar los
padecimientos de los más necesitados, así como también otras vinculadas a las
diferentes celebraciones litúrgicas que pudieran tener lugar en su sede. Dentro
de estas últimas sobresalen por méritos propios, el Apostolado de la Oración (fundado en 1913)
y la Guardia
de Honor de San Cayetano (creada en 1941).
Esta
última es a quien le cabe el honor de organizar todos los años la Novena en homenaje a San
Cayetano, la que tiene como epílogo la imponente manifestación de fe que se
produce todos los 7 de Agosto, donde confluyen nutridas multitudes en procura
de agradecer e implorar al santo veneciano por Paz, Pan y Trabajo, siendo una
de las más recordadas la que se realizó en ocasión del cincuenta aniversario de
la inauguración del templo (octubre de 1969).
Con el
tiempo, la Iglesia
Cayetanense no sufrió significativas modificaciones en su
estructura pero, al hacerse cargo de la misma el presbítero Ernesto Longhi en
1982, fueron reacondicionados parte de su mobiliario, altares y esculturas,
destacándose - entre éstas últimas - la incorporación de un par de templetes
interiores ubicados en los laterales del templo: Uno a la izquierda, que
alberga la imponente escultura de su santo patrono y otro, localizado a la
derecha, que contiene la imagen de San Expedito donada por las religiosas de la Capilla del Buen Pastor,
localizada en las cercanías de la Iglesia. Para finalizar esta breve reseña, nos
basta señalar que el 7 de Agosto de este año 2010, este templo diocesano
rosarino fue elevado al rango de Santuario por el Arzobispo de la ciudad, Monseñor
José Luis Mollaghan, hecho que congregó a una fervorosa multitud y el 5 de
diciembre de este mismo año, se le otorgará a la ya centenaria Iglesia la categoría
de Parroquia quedando a cargo del Padre Marcelo Olivera (sucesor del padre
Longhi), hecho que no dudamos contribuirá a seguir expandiendo la devoción al
Santo de la Divina Providencia
y a seguir resaltando al templo a él consagrado como uno de los más
significativos núcleos de religiosidad y piedad populares de nuestra ciudad.
Bibliografía
1HEREDIA, Elina: "San Cayetano. Iglesia:
Calle Buenos Aires entre Cerrito y Riobamba: 1893-1919" (en FACULTAD DE
ARQUITECTURA, PLANEAMIENTO Y DISEÑO UNR Y OTROS: "Conocer y cuidar la
ciudad en que vivimos", Rosario, Municipalidad de Rosario, 1997, p.86)
2Véase VIDAURRETA, José: "Libro de Oro de San
Cayetano. Cincuentenario de la bendición del templo: 1919-19/X/1969",
Rosario, Guardia de Honor de San Cayetano, 1969, ps. 8 y 9.
3Ibídem, p.ll.
Véase BAGGIO, Fabio:
"La Chiesa
Argentina di fronte all'immigrazione italiana tra il 1870 ed
il 1915", Roma, Instituto Storico Scalabrinia-no, 2000, p. 334 (Traducción
propia)
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, su Historia
y Región Fascículo Nº 92 . de Diciembre de 2010.