Por Felipe Demauro*
Lo que voy a narrar ocurrió en una noche de carnaval en el Barrio Las Delicias.
Recién despuntaba el segundo mes del año 1958, donde la plenitud de las lamparitas multicolores iluminaban de vereda a vereda, una calzada colmada de serpentinas y papel picado, sobre la que se desplazaba toda una troupe de grotescos personajes contorneándose entre soplidos de cornetas y chirriantes matracas, en acciones individuales o colectivas, integrando murgas o carrozas delirantes de júbilo y felicidad. La fiesta era sobre el tramo que la avenida Manuel Arijón pergeñaba desde la calle Juan Martín de Pueyrredón, hasta las vías del por entonces Ferrocarril General Bartolomé Mitre, en su intercesión con la calle Paraguay.
El festejo del carnaval accedía al almanaque como un día feriado y a mis padres se les ocurrió compartir la felicidad de aquellas pintorescas horas junto a sus hijos. En agosto yo cumpliría los once años. Veníamos caminando por la vereda de los números pares, vereda norte de la avenida mencionada, por supuesto en medio del regocijo y el bullicio de las risotadas, que por instantes hacían volar una imaginaria bandada de globos conteniendo agua que al estallar salpicaban en modo especial a muchas jovencitas que se desplazaban por dicho lugar.
Traspuesto entonces el Boulevard Nicasio Oroño y su legendario "monolito", donde en una de las ochavas de enfrente se hallaba la "Comisaría 25", y cruzando en diagonal la "Agencia de Loterías y cigarrería" de mi tío don José Demauro, se produjo el comienzo de la escena que derivaría en un hecho sangriento. Delante nuestro, caminando de manera natural y aparentemente gozando de la brillante maravilla del entorno, y de una luna llena gigante que se colgaba a lo lejos cerca de esa hora veintitrés, se desplazaba una pareja que estimo de novios. Y por detrás venían unos muchachos esgrimiendo pomos de goma, y otros de plomo conteniendo agua perfumada. Sus intenciones puestas a la vista, eran las de mojar a la mujer, ante la insistencia del novio que les advertía que aquella no podía mojarse por alguna enigmática razón. A todo esto el paso de unos y otros se apresuraba hasta el sitio exacto donde habría de ocurrir el drama. Pero vayamos de lleno a la descripción de los hechos, unos metros más allá de la calle Balcarce. Allí estaba ubicado el despacho de bebidas, conocido boliche llamado "Los Amigos" de Don Luis Gioiosa, que como todos los días había desplegado sus mesas sobre la vereda. Algunas estaban ocupadas por circunstanciales comensales, y otras no, aunque continuaran estas últimas con algunas botellas vacías o semivacías generalmente de cerveza y gaseosa sobre las mismas.
Desde mi contemplación de chico siempre retorna aquel instante en el cual el novio al mirar de reojo una de las mesas, se muestra girando imprevistamente sobre uno de sus tacos y empuña uno de los porrones "marca Schlau", quebrándolo al medio en el borde del tapete, y con la velocidad de un rayo lo inserta en la frente del joven que tenía más cerca. Imaginemos entonces aquella escena dantesca, donde la sangre que fluía de aquella herida era como una cascada desintegrándose y salpicando lodo con su rojo carmesí, junto a todo el horror, el griterío y el estupor de la gente que se agolpaba en medio de una confusión generalizada. Yo simplemente los invito a cerrar este relato con las imágenes más tenebrosas que invadan vuestro pensamiento.
*felipedemauro47@gmail.com
El autor del Relato "Carnaval Sangriento", nació en Rosario el 2 de Agosto de 1947. Su obra literaria publicada es la siguiente. En Poesía: A los Infiernos nuevos (¡971): Los Atardeceres del Anochecer (1972); La Fragata Depotiva-Vedette (1980); 2003-Poemas en Super 8 (1983); Postales Poéticas de Rosario (1985 y 1990) y la Antología Más allá de la Noche (2011). Libros de Relatos: Instantánea'.- en Sepia (2003), Postales en la Vidriera (2004) y Embrujos que ya no son (Compendio de relatos del Sudoeste de Rosario. Las Delicias v sus adyacencias - 2008). Posee dos blogs en internet a los cuales se puede aceder del siguiente modo: clarín - blogs de la gente - postales en la vidriera y felipedemauro.blogspot.com. Además desde 1995 difunde su obra literaria en un programa radial llamado "Postales en la Vidriera" que se difunde los días lunes y viernes de 19 a 20,30 horas por la emisora FMSOL-ROSARIO-89.1 mhz.
FUENTE: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región. Fascículo Nº 112 de Octubre de 2012