Es conocido que el capitán Luis Romero
de Pineda fue el primer poblador propietario del territorio que hoy ocupa
Rosario, el que le fuera entregado por el gobernador José de Herrera y
Sotomayor, por decreto del 29 de agosto de 1689, bajo la forma de una merced de
ocupación, por sus méritos y servicios a la Corona española.
Le correspondieron, por ello, todas
las tierras disponibles sobre el río Paraná, desde unas 27 leguas al sur de la
ciudad de Santa Fe —el llamado Paraje de Salinas, hoy arroyo Ludueña— hasta el
Arroyo de las Hermanas, ocho leguas al sur del Arroyo del Medio, y hacia el
Oeste, sin fijar límites precisos, hasta "los fondos que hubiere vacuos".
El capitán tomó posesión de ellas el
27 de diciembre de 1869. conociéndoselas desde entonces como Estancia la Concepción. Al norte
del arroyo Ludueña, por su
parte, los terrenos pertenecerían a
Antonio Vera Mujica y luego, en 1719.a los jesuitas, siendo su denominación la
de Estancia San Miguel del Carcaraña, la que a su vez seria subdividida luego
hasta su desaparición como tal en 1742.
Al fallecimiento de Romero de Pineda,
y a la muerte inmediata de su esposa, heredaron aquellas tierras sus hijas
Francisca y Juana, casadas a su vez con los hermanos Cristóbal González Recio y
Juan Gómez Recio, cuyo descendiente Luis González Recio, al heredar, comenzó a
dividir y a vender el predio, en base a lonjas que arrancaban desde el río
Paraná hacia el oeste. Posteriormente, se volvieron a dividir en quintas,
chacras, tambos y chiqueros, espaciados y separados por zonas sin cultivos,
yuyales, basurales y pantanos. El paso del tiempo y el progreso ulterior, el
crecimiento demográfico, convertirían a estas tierras del oeste en un
brillante negocio inmobiliario, por lo que se lotearían luego para su
urbanización.
La zona de los barrios del oeste,
ubicada en la llamada franja de Correa, formó parte de lo que correspondiera a
Domingo Gómez Recio dentro de la primitiva Estancia La Concepción. En
junio de 1742 la recibe en herencia su hijo Isidro Gómez Recio, quien a su vez
hereda a su hija Josefa Gómez Recio, la que contrae matrimonio con el maestro
de campo Domingo Correa, de donde tomará su nombre la mencionada lonja, que a
su vez heredarían sus cuatro hijas.
Lonjas paralelas corresponderían a
Mercedes Correa, cuyos herederos las vendieron luego a los hermanos Ibarlucea,
a Exequiel Paz y a Francisco Zubelzú, los que hicieron lo propio con Guiííermo
Wheelwñght. Los sucesores del pionero del ferrocarril las cederían a su vez a
nuevos compradores: los hermanos Carlos y Eduardo Jewell, Juan Ortiz, Domingo Arrülaga. Juan Bezossi y Ricardo Maldo-nado
Parte de la lonja sur la adquiere en
1854 el doctor Marcos Paz (luego vicepresidente de la Nación), quien lotea y
vende entre 1856 y 1857. Otra parte es adquirida por Pascual Rosas, que en
1853, luego de reservar un sector para su quinta, subdivide y lotea también el
resto. La lonja norte, de Magdalena Correa, es comprada en 1849 por Celestino
Araya, quien declara su mitad en favor de Gregorio Funes, figurando como otros
de los adquirentes Judas Palacios y Ramón Casas.
Finalmente, la parte de la zona
rural, más al oeste todavía, adquirida por Palacios, fue también parcelada y
vendida a Pedro Antonio Echagüe, Enrique Nepp y Jacoba Cueto Paz, dividiéndose
el resto entre sus hijos y herederos Albina, Flora, Germán. Cecilia y Eloy Palacios,
de quien tomaría el nombre el pueblo homónimo, luego denominado Barrio Vila y
hoy Barrio Belgrano.
Esta un tanto exhaustiva y minuciosa
cronología de sucesivos dueños de la tierra sirve, sin embargo, para historiar
la cesión de los predios sobre los que, con el paso del tiempo, se levantarían,
uno tras otro, los llamados barrios del Oeste rosarino, y a la vez, para
mencionar apellidos que tienen estrecha relación con el origen de los mismos y
con buena parte de la vida política, social y económica de la ciudad, desde
finales del siglo XIX hasta las primeras décadas del presente.
Fuente: extraído de la revista
“Rosario, Historia de aquí a la vuelta Fascículo Nº 18 . De Enero 1992. Autor: Alberto Campazas