La
zona, sobre todo en el sector que comprende los barrios La
República, Azcuénaga y Belgrano, de gran conformación obrera,
se caracterizó por la intensidad de la acción política, y de allí
surgieron importantes luchadores de la llamada "causa social".
Una muestra clara de ello lo constituye, todavía hoy, el nombre
de los clubes
deportivos
del oeste rosarino, que reflejan en general la inquietud política y
el signo de sus impulsores, en gran medida alentados por convicciones
revolucionarias de cambios sociales.
Era
aquella —primeras décadas de este siglo—
la etapa
de aparición de organizaciones sindicales como la FORA
(Federación Obrera de la República Argentina); de la difusión
del ideario anarquista; de la llegada de ideólogos anarquistas como
Pietro Gori y Enrico Malatesta; del paso del dramaturgo Florencio
Sánchez, también de ideas libertarias, por la ciudad
y sus cajetines; de la
revolución
rusa;
de
la
elección
de Alfredo L. Palacios como diputado nacional por el socialismo:
época de fermentos.
No
porque sí aquellos clubes tomaron nombres como Centro
Progresista, Unión y Progreso, Ideal, Juventud Unida.
Libertad. Nueva Era o
El
Luchador (que
en un principio
se llamó Club Deportivo Obrero El Luchador), que en sus
estatutos
iniciales no designaba presidente de la institución, al estilo
de las organizaciones obreras, y que fuera fundado como homenaje al
1 de mayo, celebración cara a la clase trabajadora. Nombres todos
que encierran, en sí mismos, un propósito ideal de reivindicación
social.
Fuente.
Extraído de revista “ Rosario aquí a la vuelta” Fascículo Nº
18. Autor: Alberto Campazas . De Enero 1992