"¿Han ido ustedes al Saladillo? Pues bien, un paseo a
esos hermosos sitios es algo delicioso. El N° 8 corre, corre pesadamente. ¡Es
claro!
No
se sabe si lo que pesa más son los pasajeros o los despojos, detritus, polvo,
cáscaras, etcétera, etcétera... Pero eso no es nada. Se toma el tranvía a las 4
p.m. Ha llovido la semana última. En algunos sitios del tránsito hay pantanos.
Es una una familia entera que quiere bajar. Se contravienen las ordenanzas. Se
para a mitad de la cuadra y lo que es más desolador, la pobre familia desciende
del tranvía al barro. Se protesta. Es inútil. En fin: como la pileta está
cerca...
Son
las 7 a.m. ¡3 horas de viaje de Rosario al Saladillo! Cómo que ha habido
empalmes, cambios de tranvías, dos o tres veces, etcétera. ¡Oh, qué delicioso
es un viaje al Saladillo!".
Extractado
de la Revista "Monos y Monadas" -
3
de diciembre de 1911, por
Julio
C. Zalazar.