Desde 1950, el emprendimiento de Don Martín Coppa ha crecido atravesando décadase cambios y desarrollo. Hoy, 63 años después, su legado familiar y empresarial da testimonio de la labor de un adelantado en materia industrial.
Familia, deporte y Armada,
Martín Coppa nació un 15 de enero de 1910, en Capital Federal, en una familia numerosa, que provenía de Italia. Todavía siendo muy joven, su familia se trasladó a la vecina localidad de Pérez y, pocos años después, definitivamente a la ciudad de Rosario.
Martín fue un apasionado cultor del deporte, y en su juventud brilló en el mundo del ciclismo. A lo largo de toda su vida, destacó con alegría y orgullo sus experiencias y el reconocimiento recibido al cumplir con sus obligaciones en el servicio militar. Destacado en la Armada Argentina, integró la primera clase que juró nuestra enseña patria en Ushuaia.
Sus primeros pasos en el mundo del trabajo los desarrolló con particular destreza en el ejercicio de la herrería artística.
De "Talleres Balco" a "Martín Coppa S.A."
Instalado en la casa familiar del Barrio Arroyito,- y con la ayuda de su esposa, Josefina Filotti— fundó en 1950, los talleres metalúrgicos "Balco", dedicado a la fabricación dé implementos contra incendio: matafuegos a soda ácido, tetracloruro de carbono y los primeros en el país a gas carbónico.
Se suma luego, la fabricación de resortes, de todo tipo y diseño y piezas y conjuntos metálicos. La producción crecía y el negocio prosperaba. Don Martín entonces decidió que era tiempo de pensar en ampliar la empresa.
De este modo, adquirió un terreno en la zona de Capitán Bermúdez. El 9 de Julio de 1964, se hace la mudanza al predio actual, sito en la Ruta nacional N° 11-km 318. La nueva localización resultó totalmente estratégica. Ubicada en lo que se conoce como "cordón industrial", esta zona fue asentamiento de importantes empresas metalúrgicas, petroquímicas, etcétera.
Durante esta etapa de crecimiento y consolidación del desarrollo obtenido, se abandona la figura de empresa unipersonal, y se constituye formalmente "Martín Coppa S.A."
Años de crecimiento.
Por entonces, Argentina estaba pasando por un período de "sustitución de importaciones". La disminución de la demanda internacional de los productos que nuestro país exportaba, la notable caída de los precios de los productos agropecuarios, el incremento de los productos industriales y el techo alcanzado en la frontera agropecuaria en la región pampeana, constituyeron las causas de una importante transformación en la actividad económica. Al no poder garantizar el nivel de importaciones, se obligó a reemplazar productos e insumos internacionales con producción nacional y el negocio prosperaba. Don Martín entonces decidió que era tiempo de pensar en ampliar la empresa.
De este modo, adquirió un terreno en la zona de Capitán Bermúdez. El 9 de Julio de 1964, se hace la mudanza al predio actual, sito en la Ruta nacional N° 11-km 318. La nueva localización resultó totalmente estratégica. Ubicada en lo que se conoce como "cordón industrial", esta zona fue asentamiento de importantes empresas metalúrgicas, petroquímicas, etcétera.
Durante esta etapa de crecimiento y consolidación del desarrollo obtenido, se abandona la figura de empresa unipersonal, y se constituye formalmente "Martín Coppa S.A."
La empresa se convierte entonces en uno de los abastecedores principales de resortes y piezas estampadas para el ferrocarril de cargas y forma parte importantísima de la construcción de una industria nacional. Se estaba gestando una pléyade de los denominados "Hombres de Acero", que pusieron en ebullición la industria argentina. Martín Coppa SA acompañó la instalación en nuestro país, de empresas internacionales como J. Deere, Massey Ferguson, Grupo FIAT, y otras.
Cuando la fabricación de piezas para máquinas agrícolas empieza a tomar mayor envergadura, se construye una nueva nave de iguales dimensiones a la original, separándose las dos unidades de producción (Fabricación de piezas en chapas y Resortes). Esta ampliación se inicia a partir de 1983, donde se incorporan prensas, guillotinas, plegadoras y puentes grúas para el manejo de piezas de gran porte.
Nuevamente en el año 2004, la dirección de la empresa, decide una importante inversión en su estructura fabril. Fundamentalmente referida a la construcción de nuevas oficinas técnicas, ubicadas directamente en planta. También realiza mejoras en los laboratorios de ensayo y metalografia en planta y hace una restauración completa de vestuarios, baños, comedor de personal de fábrica y administración y áreas de descanso.
Durante el año 2006, se inicia un nuevo proyecto: la construcción de una Planta de Pintado de última generación. Proyecto ya finalizado en su totalidad.
Estas inversiones estratégicas se realizaron cumpliendo estrictas normas de higiene y seguridad, capacitando al personal en esta área e interviniendo en la formación de conciencia individual, para el bien organizacional.
Como colorario final se obtuvo la certificación de acuerdo a las normas 1S09001, formalizando una manera de trabajar ya instaurada desde varios años atrás y sometiéndose a una auditoria anual permanente.
Tecnología y recursos humanos.
El desarrollo tecnológico es una premisa para la empresa, empeñada en la incorporación de máquinas y procesos que estén a la vanguardia de su actividad.
Son los mismos directores los que analizan los detalles y las características de las nuevas tecnologías a adquirir, visitando ferias internacionales y las propias fábricas de origen.
En Martín Coppa S.A. siempre se consideró importante el departamento de RRHH. La firma se caracterizó por fomentar que las personas sintieran un respaldo desde la institución de la que forman parte, algo así como una red de contención. Ya sea, recibiendo préstamos sin interés, para remodelar su vivienda, adquirir un terreno, o comprar un vehículo, o absorviendo parcialmente los costos de los medicamentos para el empleado y su grupo familiar.
Esta atención hacia sus empleados la inició Don Martín Coppa, que se caracterizó por su generosidad y solidaridad, pero que también fue dueño de un carácter enérgico, y con pocas pero precisas palabras, sabía alentar y motivar a sus trabajadores, y premiar al que realmente hacía el esfuerzo. Esta premisa todavía está vigente entre los que lo continúan. Se recuerda que Don Martín siempre decía "primero se pagan los sueldos, y después,.-si queda, retiran los directores".
Años buenos y años malos.
El mejor período de crecimiento para Martín Coppa S.A. fue durante las décadas de 1960 y 1970.
Pocos años después, en la década del 80, John Deere anuncia nuevos proyectos de fabricación, acordando con Martín Coppa S.A. para que sea el proveedor de diferentes piezas y conjuntos de grandes dimensiones. Fue entonces, cuando la sociedad decide la gran obra en planta: la construcción de la nueva nave. Finalmente, John Deere cancela el proyecto, termina despidiendo a su personal e incluso, trasladando su fábrica a Brasil y el Directorio de Martín Coppa SA, en una decisión audaz pero con gran perspectiva a largo plazo, decide terminar igualmente la construcción.
Respecto al período más complicado para la firma, debe señalarse el año 1999. Durante el mismo, y por única vez en la historia de Martín Coppa S.A. tuvo que apelarse a una reducción horaria en la jornada de trabajo. El manejo conservador de las finanzas —característico de la dirección— un férreo control de los gastos, y serenidad de parte de la Conducción, permitió a la firma mantenerse, sin dejar de pagar en término a ningún proveedor, ni pagar sueldos en cuotas, ni recurrir a concursos. Tampoco tuvo que pedir ninguna ayuda estatal, como los REPRO. Martín Coppa S.A. atravesó la crisis con seriedad y profesionalismo, y logró retomar la senda de desarrollo sostenido y crecimiento auténtico.
Cuestión de familia.
Don Martín Coppa, el gran pionero de Martín Coppa S.A. ocupó la presidencia de la empresa, desde su constitución hasta su fallecimiento. Sus hijos Norberto Mario, Edgardo Andrés y Miguel Angel, lo acompañaron desde muy jóvenes, ingresando a la empresa, primero como empleados, y luego en puestos directivos.
Norberto asumió la presidencia a partir del fallecimiento de su padre. Don Martín falleció el 02 de septiembre de 2007, por esas raras coincidencias del destino, un auténtico pionero de la itklustria nacional, muere en el mismísimo Día de la Industria.
Norberto Coppa marca el rumbo de la sociedad, con una clara visión del mundo, con análisis de la realidad económica y política. Edgardo se ocupa de la producción y las ventas, y Miguel Angel de la administración y las finanzas.
Pero todos están unidos por la misma bandera: la de ser industriales. Es una característica singular, en general en la industria metalúrgica y no tanto en otras. Pero es la mejor definición del espíritu que los guía. Su mayor satisfacción es ver sus recursos plantados en la empresa, en su modernización y en su ampliación.
Ya hace más de 5 años, la tercera generación —al mando de Martín Norberto, Martín y Marcelo— va haciendo camino, con el orgullo de todo lo logrado y con la enorme responsabilidad de continuarlo, renovando energías y aportando ideas nuevas.
Las premisas de la empresa, las que iniciara Don Martín y las que - perduran hoy, son: mejorar los productos y procesos para satisfacer las necesidades del cliente; asegurar siempre la calidad; Listar permanentemente el crecimiento y la competitividad.
Don Martín Coppa fue un visionario y un luchador incansable. Y amaba la vida como pocos. Y la honraba. Amó a su país, Mar del Plata era su ciudad preferida, pero recorrió el mundo entero y de cada lugar recogió una experiencia.
Martín Coppa S.A. es una obra viva. Un testimonio familiar y empresarial reconocido por su trayectoria y éxito, y atravesado por los valores y el esfuerzo de un grupo de personas, lideradas por la estela de un verdadero pionero de la industria: Don Martín Coppa.
Fuente: Extraído del Libro “Pioneros Presentes El espíritu empresarial que hace grande a Rosario” Vol. N.º 2 Fundación Libertad. De Octubre 2013