Por Miguel Ángel De Marco ( h)
Los funcionarios nacionales no alentaron especulaciones favorables al establecimiento de un ente mixto o al traspaso del puerto directamente al gobierno provincial. Pronto surgió el argumento legal: no era oportuno que una decisión tan importante se realizara durante una Intervención Federal (correspondiéndole a verdaderas autoridades constitucionales y a las Cámaras Legislativas resolver según los intereses de la provincia). Sin embargo existió una valoración económica sustentada en datos del ministerio de Hacienda de la Nación acerca de la incapacidad financiera del Estado provincial para hacer frente al mantenimiento de las reparticiones nacionales portuarias: el puerto de Santa Fe y el de Rosario implicaban una erogación de cinco millones y veinte millones de pesos anuales respectivamente.53
Sin embargo, la posible autarquía del puerto de Rosario había sido alentada por el propio interventor provincial Garzoni quien públicamente se ofreció para intervenir al respecto ante el general Aramburu, lo que motivó la adhesión inmediata de la Bolsa de Comercio y la "Cruzada Pro Recuperación de Rosario".54 Los diarios locales, que por otra parte dependían en gran parte de la pauta oficial provincial, acompañaron a Garzoni y a estas dos instituciones, en el objetivo de otorgar al puerto Una administración local autónoma.55 "La explotación del puerto es, en todo país progresista, de incumbencia jurisdiccional, es decir, de las provincias y aún de las ciudades, como ha ocurrido y ocurre en países muy avanzados", afirmó La Tribuna, al concerse que el Administrador General de Puertos había declarado nuevamente en sentido contrario a la autonomía y que no estaba dispuesto a aceptar "ninguna clase de sugestiones", en alusión a los petitorios presentados ante Aramburu, y la declaraciones del propio Garzoni, hombre del vicepresidente Rojas.56
Al frente de la delegación local de la Administración de Aduanas fue designado el ingeniero Omar Méndez, quien para agosto de ese año, es decir en apenas tres meses de existencia de la Administración General de Puertos, pudo exhibir Como logros: el inicio del dragado de Martín García, la equiparación de las tarifas entre Buenos Aires y Rosario (como se dijo anteriormente eran más baja en el Primero) la inversión de 300 mil pesos para reparaciones en las instalaciones del puerto, la reincorporación de tres locomotoras que habían sido llevadas desde Rosario al Dock Sur de Buenos Aires con los que se resolvieron los nroblemas de tracción como así también la devolución de un guinche que se encontraba a préstamo en la División Paraná Inferior y el inicio de construcciones para comodidades mínimas del empleado portuario, porque los baños del estibador carecían aún de agua caliente.57
De acuerdo al nuevo ordenamiento, el Administrador de Puertos de Rosario pasó a ejercer la fiscalización de las actividades de los puertos de Victoria, de San Lorenzo y en breve lo sería de Villa Constitución, lo que permitiría implementar una política regional conjunta. Asimismo, se determinó la constitución de comisiones consultivas en cada puerto, y la de Rosario quedó conformada por delegados del Centro Marítimo de Rosario, Centro de Exportadores de Cereales, Actividades Portuarias y Marítimas, Despachantes de Aduana, Federación Gremial (con sus Cámaras dú Metalúrgicos, Exportadores y Estibadores) y la Bolsa de Comercio de Rosario.58. La Cámara de Metalúrgicos donó una balanza de pesar vehículos con una capacidad de 60 toneladas como demostración de cómo las fuerzas vivas de la ciudad apoyarían moral y materialmente la reactivación portuaria. Por su parte, el funcionario Méndez adelantó que existía el propósito de iluminar toda la zona de cabotaje y se repavimentarían las calles internas. Asimismo informó que se permitiría a los barcos el desembarco de mercaderías directamente del buque a plazoleta y de ésta directamente a plaza para abaratar el gasto que insumía el movimiento de los artículos.59
En la tradicional ceremonia de inauguración de la Exposición Rural de Rosario, en el Parque Independencia, el presidente de la Sociedad Rural expresó su deseo de que "el puerto volviera a ser el número uno en exportación de cereales", y que no sería muy dificil de realizar teniendo en cuenta las perspectivas de las próximas cosechas, y que la ciudad fuera también la sede del ministerio de Agricultura de la Nación .60
Nota:
53 JUAN ESPINA, "Otra vez en danza los puertos de Santa Fe y Rosario", La Capital, 13 de septiembre de 1956.
54 La Tribuna, 4 de agosto de 1956.
55 La Capital, 29 de septiembre de 1956.
56 La Tribuna, 28 de septiembre de 1956.
57 Democracia 4 de agosto de 1956.
58 Ibídem, 7 de agosto de 1956
59 La Capital7 de Septiembre de 1956
60 Rosario, 12 de agosto de 1956
Fuente: Extraído del Libro “ Ciudad Puerto- Universidad y Desarrollo Regional, Rosario 1910-1968” Autor : Miguel Ángel De Marco (h) Editado en diciembre 2013