Escudo de la ciudad

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El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
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viernes, 16 de octubre de 2015

CÉSAR AUGUSTO CAGGIANO



Por Carolina Ramírez y Julio E. Chiappini


CAGGIANO NACIO EN LARRECHEA, PROVINCIA DE SANTA FE, EL 4 DE MARZO DE 1894. Y MU­RIÓ EN ROSARIO EL 26 DE ABRIL DE 1954. DE MUCHACHO ERA AYUDANTE DE BOTICARIO.
Se inició con los maestros Matteo Casella y Fernando Gaspary: Instituto Doménico Morelli en Sarmiento 548. Luego estudió en Florencia, en 1911, con Giovanni Costetti. Vuelto al país en 1912, organizó con Emilia Bertolé y Alfredo Guido el Primer Salón Na­cional de Arte en Rosario, entonces también llamado Petit Salón. La ex­posición se hizo en una galería de arte de Casildo de Souza: La casa blanca, Córdoba 911.
En 1913, Caggiano obtuvo, con un tríp­tico, "Mi familia", el Premio Estímulo del Salón Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires. Y en 1914 el Premio ad­quisición en el IV Salón Nacional con su retrato de Jenni de Malatesta; según Pagano, "una obra observada y senti­da, cuyas condiciones de estructura se sobreponen -y hacen olvidar algunos tonos fuera de valor-. Lo esencial de la obra, el estudio del carácter, está lo­grado con notable justeza. El dibujo es constructivo y expresivo, el color fres­co y sólido": "El arte de los argentinos, edic. 1981, p. 131. En 1915 el cuadro fue presentado en una Muestra Inter­nacional en San Francisco, California, con medalla de honor. Y en 1918 su re­trato de Santiago Minturn Zerva obtu­vo el primer premio y medalla de oro en el Salón de Otoño de Rosario. Cag­giano se avecinaba así a la más terrible maldición gitana: "Ojalá te llegue la hora de los elogios".
Con su amigo Erminio Blotta se radi­caron en el Paraguay (1915-1917). Ca­ggiano pintó escenas costumbristas y desnudos. Aunque pintor de caballete, por un tiempo se volcó a los cuadros de buenas dimensiones. Fue premiado en el Salón de Otoño, en Rosario, en 1918. Y en el Nacional de 1935 y 1936. De 1920 a 1927, vuelta al Paraguay. En Rosario, la galería Fidelibus, en Córdoba 1232, de tanto en tanto ven­día sus cuadros. Y a fines de abril de 1928, y en la galería de Martínez Leiva & Cía. (San Martín 2758), Caggiano propuso una buena exposición. Caggiano también esculpió bien que con menor renombre que respecto a la pintura. La escultura demanda más costos. Mientras, fue docente de mate­máticas y de artes plásticas en Rosario. En 1921 dedicó a su madre varios re­tratos y una pieza en bronce. Esto se recopiló en un ensayo: "El retrato de mi madre", con prólogo de R. E. Mon­tes y Bradley: Atenea, Rosario, 1942. Su autorretrato, que ilustra esta nota, carece de fecha. E ingresó al Museo Castagnino en 1961. Es un óleo sobre cartón de 22 cm. de base por 32 de al­tura. La donación fue hecha por su viu­da, Juana de Caggiano. Susana Alon­so, María E. Flores y Rodolfo Montes i Picot también donaron obras del gran artista: admirables mecenas. En 1913-14 Caggiano editó, junto al crítico de arte Atalaya (Alfredo Chiabra), la revista "Bohemia, que llegó a los 18 números. En 1941 aparece de­signado presidente de la Asociación de Artistas Plásticos de Rosario. Y al año siguiente director de la Escuela de Be­llas Artes (de acuerdo a nuestros datos a la escuela de Bellas Artes la organiza en junio de 1937 y en 1944 es nombra­do director).
Sus cuadros son arduos de conseguir. Para colmo en un incendio en su taller se perdieron muchas de sus obras. Que patentizan naturalismo académico y una paleta no demasiado abigarrada. Sobre la exposición de pintura reali­zada en Santa Fe en abril de 1928, el diario "El Orden" publicó: "César Au­gusto Caggiano es de la extirpe del gran maestro. Hasta es tímido, como Leonardo. Las grandes almas sienten la timidez, un segundo ritmo de su yo. Su estética, es suave, musical, como el canto de una romanza en una mañana serena. Caggiano empieza siempre, en cada dibujo que inicia, en cada cua­dro. .. El recomenzar, el superarse es la línea de su esfuerzo".
Posteriormente, en la exposición de esculturas y pinturas denominada "El espectro de las rosas (de los ballet ru­sos)" llevada a cabo en el Museo Cas­tagnino, Emilio Ortiz Grognet dice acerca de Caggiano: "Es un peregrino que vuelve y trae de sus andanzas : lejanos caminos una unción fervorosa y tranquila que ha llenado a sus amigos de promisoria confianza... En esta exposición de cuadros y esculturas remos los frutos de la nueva vendimia" "Yo espero que ha de suceder con César Caggiano lo que acontece con los astros que después de un eclipse lucen con más esplendor". Sería una obra : fina cultura la reedición facsimilar catálogo que se publicó al respecto, llegará.
Según Slullitel, Caggiano hizo " defensa de la pintura peinada y una posición abierta a las posturas europeas' "Cronología del arte en Rosario", Bi­blioteca, Rosario, 1968, p. 52. Respec­to a la frase "posturas europeas", su significado queda librado a la erudi­ción, o imaginación, del lector. W. C M., es decir Wladimir Carlos Mikielievich, escribió una corrosiva recen­sión acerca de este misceláneo ensayo. Reprochando cerca de 200 omisiones y errores: Revista de historia de Rosario Nos. 17-18, 1969, p. 183. Sin embargo, y más allá de lo consabido (Mikielievich gustaba de mojar su pluma en vitriolo), la monografía de Slullitel es pedagógica y respalda o inspira inves­tigaciones.
Según Pagano, y casi que finiquitamos, Caggiano "Nunca se mostró propenso a lo decorativo, ni hizo de la materia una preocupación, según acaece en quienes la trabajan confiriéndoles un valor tan importante como a la cosa expresada. Todo su interés fue dirigi­do al estudio del ser individual a su expresión legítima": "El arte de los argentinos", edición del autor, Buenos Aires, 1938, t. II, p. 417. Una breve calle de Rosario, paralela inmediata a Gorriti y que desemboca en la avenida Sabin, lleva desde 1960 (decreto 24.341) el nombre de nuestro pintor.

SOBRE LA EXPOSICIÓN

DE PINTURA REALIZADA EN SANTA FE EN ABRIL DE 1928, EL DIARIO "EL ORDEN"

PUBLICÓ: "CÉSAR AUGUSTO CAGGIANO

ES DE LA EXTIRPE DEL GRAN MAESTRO. HASTA ES TÍMIDO, COMO LEONARDO. LAS GRANDES ALMAS SIENTEN LA TIMIDEZ, UN SEGUNDO RITMO DE SU YO. SU ESTÉTICA, ES SUAVE, MUSICAL, COMO EL CANTO DE UNA ROMANZA EN UNA MAÑANA SERENA".




FUENTE: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región. Fascículo Nº 140 de Mayo de 2015