Tiempo después, cuando
todo indicaba que el proyecto no se llevaría a cabo, destacados
vecinos rosarinos expresaron nuevamente la intención de hacerlo
realidad. En mayo de 1936 se formó una nueva comisión para llevar
adelante el concurso. Al mes siguiente, el decreto Nº 84.678 del
gobierno nacional dejó oficializada la comisión. Este decreto,
avalado por el Congreso de la Nación mediante la sanción de la Ley
12.575 de enero de 1939, autorizaba la inversión de $1.000.000 como
contribución para levantar el Monumento Nacional a la Bandera. En
marzo, otro decreto presidencial estableció las funciones y
atribuciones de la Comisión pro Monumento, entre las cuales se
contaba la facultad de llamar a concurso de planos, maquetas y
presupuestos, y a adjudicar la obra a la propuesta ganadora.
Las bases del concurso
establecían, entre otros, los siguientes requisitos:
·sólo podrán
intervenir arquitectos y escultores argentinos o extranjeros con
carta de ciudadanía;cada anteproyecto debería ser realizado por lo
menos por un arquitecto y un escultor, presentándose bajo un lema
que resumiera la propuesta junto a una memoria descriptiva y un plano
de conjunto, de ubicación, acceso y jardinería del parque; planos
de los frentes, de las plantas y acompañarlos con maquetas; el
estilo, la interpretación ideológica y la técnica, quedaban
librados a la inspiración artística de los autores, pero se exigía
que los personajes y emblemas se ajustasen a la realidad histórica;
se emplearían preferentemente materiales argentinos y la confección
de las piezas y esculturas deberían efectuarse íntegramente en el
país;se fijó un monto de $1.000.000 m/n como máximo para su
realización; el plazo de presentación se extendía hasta el 30 de
junio de 1940.
El segundo artículo del
decreto versaba sobre el jurado y establecía que las condiciones
para el concurso del plano y presupuesto del monumento, la aceptación
de los proyectos, la distribución de los premios y adjudicación de
la obra serían “determinadas y apreciadas por una subcomisión”
que se constituía a tal efecto y que además era facultada por otro
decreto para adjudicar directamente la obra si los proyectos
presentados al concurso no fuesen aceptados.
Esta subcomisión, que en
los hechos actuó como jurado del concurso, estuvo integrada por
Miguel J. Culaciati (presidente), Emilio J. Pareto (vicepresidente),
Leopoldo Uranga (tesorero), Federico G. Covernton (protesorero), Juan
J. Colombo Berra (secretario), Emilio F. Solari (prosecretario),
Ricardo Levene (por Ministerio del Interior), Jorge A. Tavernier (por
la Dirección General de Arquitectura); Luis B Laporte (por la
Academia Nacional de Historia), Alfredo Williams (por la Comisión
Nacional de Bellas Artes), Horacio F. Rodríguez (por la Comisión
Nacional de Cultura) y el Coronel Bartolomé E. Gallo (por la
Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos).
Al concurso se
presentaron doce anteproyectos, de los que fueron admitidos a
evaluación sólo siete. Entre los autores de los cinco anteproyectos
no considerados por el jurado se encontraban importantes nombres de
la arquitectura rosarina y escultores de prestigio nacional e
internacional: los arquitectos Hilarión Hernández Larguía, Juan
Manuel Newton y el escultor Lucio Fontana se presentaron con dos
anteproyectos, uno con el lema “Ágora” y el otro con “y
Blanco”; el arquitecto Ángel Gasparutti y el escultor Roberto
Braeckman se presentaron con “Insignia”; Jorge Suáres Araujo y
Pablo Tosto con “Epopeya”, y Adrián D. Locati y Juan Zuretti con
“Altar de la Patria”.
La subcomisión dio a
conocer su dictamen el 22 de septiembre de 1940, asignando el primer
premio y adjudicación de la obra al anteproyecto presentado con el
lema “Invicta”, cuyos autores eran los arquitectos Alejandro
Bustillo y Ángel Guido, y los escultores José Fioravanti y Alfredo
Bigatti. Se otorgó un segundo premio al lema “Santuario de la
Patria” del arquitecto Antón Gutiérrez y Urquijo y el escultor
César Sforza; un tercero a “Altar de la patria” de los
arquitectos Mario Roberto Álvarez, Macedonio Oscar Ruiz y el
escultor Julio Cesar Vergottini, y un cuarto a “Agora Dorea” de
los arquitectos Ermete De Lorenzi, Vicente Otaola, Aníbal Rocca y
los escultores Gonzalo Leguizamón Pondal y Carlos de la Cárcova.
Además, la subcomisión destacó una primera mención para el lema
“Altar y Museo” del arquitecto Carlos Navratil y el escultor
Osvaldo Lauersdorf; una segunda para “Proa” de los arquitectos
Roberto Benito Gilardón, Daniel Igartúa, Mauricio Repossini,
Alberto Superman y el escultor Bartolomé Tasso, y una tercera para
“Delta” del arquitecto Francisco Squirru y el escultor Juan
Francisco Finochiaro
Fuente:
Ciudad
de Rosario Museo
de la Ciudad
Editorial
Municipal de Rosario
Ciudad
de Rosario / Agustina Prieto ... [et.al.]. - 1a ed. - Rosario :
Municipal de Rosario, 2010.
228
p. ; 23x18 cm.
Municipalidad
de Rosario Secretaría de Cultura y Educación
Editorial
Municipal de Rosario