Hipólito Yrigoyen y Pelagio Luna
llegan al poder con la primera elección presidencial de la ley Saenz Peña. Al
asumir la primera magistratura, Yrigoyen encuentra una cerrada oposición en el
Congreso, lo que produce fricciones entre ambos poderes del Estado. El primer
mandatatio responde con la progresiva intervención a. las provincias, hasta
llegar al número de trece, en busca de lo que el gobierno llama comicios limpios.
A don Hipólito lo sucede el doctor
Marcelo T. de Alvear, acompañado por Elpidio González. Triunfante en las
elecciones presidenciales de 1922, rige los destinos del país hasta 1928, año
en que es reelegido Yrigoyen, quien no puede completar su mandato porque un
movimiento militar encabezado por el general José Félix Uriburu lo derroca,
poniendo fin de esa manera a una etapa en la que el traspaso de un gobierno a
otro se fue dando en los plazos constitucionales y en forma democrática.
Por otra parte, concluido el mandato de Menchaca,
asume el Ejecutivo provincial otro radical,
Rodolfo B. Lehmann, cuya gestión
se prolonga hasta 1919, año en que toma el mando por breve tiempo Juan Cepeda,
sucedido por el doctor Enrique Mosca, quien gobierna desde 1920 hasta 1925.
A partir de aquí comienza a
evidenciarse el desgaste de la
Unión Cívica Radical, después de catorce años en el poder. A
Mosca le sigue Ricardo Aldao, a quien le toca participar en los actos por el
segundo centenario de Rosario, que cuentan con la presencia en esta ciudad del
presidente Alvear.
Un claro ejemplo del embate que sufre el partido en
el poder son los calificativos de "debilidad" e incluso
"incapacidad" para contener los excesos de los caudillos adictos que
recibe la administración del siguiente gobernador, Pedro Gómez Cello.
Con la segunda asunción de Yrigoyen a la
presidencia, en la provincia va adquiriendo más fuerza el Partido Demócrata Progresista
(PDP), surgido, como se ha dicho, de la
Liga del Sur, que ubica a representantes en el Congreso
nacional, en la
Legislatura provincial y en el Concejo Deliberante de
Rosario.
El PDP y la
UCR se transforman en las opciones mayoritarias; el primero
logra mayor preponderancia en el sur y la segunda en el norte provincial.
El radicalismo sufre en Santa Fe sucesivas
escisiones: menchaquistas, sudistas, nodistas y cepedistas. Rosario
no se mantiene al margen de esas divisiones y se crean tres líneas bien
definidas: demócratas, caballeristas y elizaldistas.
En tanto, la ruptura del radicalismo
entre personalistas y antipersonalistas en el plano nacional repercute en la provincia con
un agudo enfrentamiento entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, que terminó
con la intervención federal en 1929.
Fuente: Extraído de la Revista del Diario La Capital de los 125 años del
año 1992