A1 Iniciarse el año 1900 la población de Rosario
era de 113.168 habitantes, compuesta "de un 60 % de argentinos y el resto,
de un heterogéneo núcleo de nacionalidades extranjeras, que en proporción mayoritaria
se abocó su dinámica fabril, resorte primordial de su pujanza
económica.
Marta Frutos de Prieto
y Ada Lattuca de Chede señalan que "esta actividad se desarrolla en
943 fábricas y talleres que el Censo Municipal agrupó por ramas afines. En el
correspondiente a la. Alimentación, 111 eran los establecimientos, siendo los
mayoritarios las panaderías y fábricas de licores, refrescos y aguas gaseosas.
La rama Construcciones contaba con 82 unidades, 34 carpinterías y 31 hornos de
ladrillos incluidos en ella. La industria del Vestido y Tocador se hallaba integrada
por 240 fábricas y talleres, predominantes en ella las sastrerías. En el rubro
Maderas y Anexos trabajaban 37 establecimientos, 14 de ellos destinados a la
fabricación de carros, carruajes y ruedas. Los Metales y Anexos constituían la
rama más importante en lo que respecta al número de fábricas y talleres y el
volumen de su producción, 374 en total. En la elaboración del cuero trabajaban
13 curtiembres y 10 talabarterías. Las Artes Gráficas, Papel y Anexos contaban
con 17 empresas (9 imprentas y litografías). Existían 22 talleres en la rama
Artísticos y Adornos, 9 fábricas de productos Químicos y 28 Industrias
Varias".
El Dr. Gabriel Carrasco
da una visión de Rosario en esos años: "el inmenso movimiento comercial e
industrial del Rosario se hace notar a cada instante; siempre se oye el silbato
de vapores que llegan o salen, el silbato de locomotoras que anuncian el
principio o fin de sus viajes, el tañido de las numerosas campanillas
eléctricas de los teléfonos cuyos hilos cubren a la ciudad como una inmensa
red; el resoplido de las máquinas a vapor que funcionan en todas las fábricas y
talleres y el ruido de los martillos, sierras y máquinas de todo género en
perpetuo movimiento. . ."
En este momento se
inicia un proceso de expansión de las industrias rosarinas.
Hacia 1910 había concluido la ocupación y la
organización del territorio en el área de Rosario, al completarse la mayor
parte del proceso de colonización del sur de Santa Fe y de construcción de la
infraestructura ferroviaria principal. En aquel año las
actividades manufactureras ya ocupaban el 13,5 % de la población económicamente
activa de la ciudad.
El sector industrial
continuó desarrollándose como un complemento de las actividades de importación
y exportación, en una región totalmente integrada al mercado mundial y se
asentaba sobre el rol intermediador que caracterizaba a Rosario.
En efecto, la aparición
de una actividad industrial significativa se explica por la expansión del mercado
local en virtud del incremento de la población y de los niveles de ingreso,
dependientes ambos de la actividad agropecuaria, y por la posibilidad de
distribuir productos en todo el mercado nacional, debido a la red de transporte
que operaba en función de aquellas. Las actividades agropecuarias también
proveían los insumos para las pocas industrias de exportación, como por ejemplo
la molinera.
Hacia mediados de la
década de 19201a expansión industrial ya había modificado las características
socioeconómicas de la ciudad. Las industrias manufactureras empleaban, en 1926,
a casi un tercio de la población económicamente activa, que en 15 años había
tendido a desplazarse desde los servicios domésticos, las profesiones liberales
y la administración pública, ocupaciones típicas de las economías con un bajo nivel
de desarrollo, hacia la industria y el comercio, características de las
economías en crecimiento de esa época.
Sin embargo, las ramas
manufacturas seguían limitadas a las antiguas: alimentos, materiales de construcción,
agroindustrias de exportación y bienes destinados al sector agropecuario.
La crisis de 1929 puso fin a una etapa de
crecimiento basado en la expansión de la demanda externa de productos primarios, cereales, carnes y sus
derivados, y marcó el comienzo de una nueva época para Rosario en particular y
para Argentina en general.
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, su Historia de aquí a la vuelta Fascículo N•5 de Octubre de 1990 Autores:
Alicia Castagna, José Luis Pellegrini y María Lidia Woelflin.