"Diarios de prestigio existían, ya de larga
fama como La Capital, Decano de la prensa
nacional, y como La Reacción, que en ese entonces
dirigía con sutileza el doctor Juan Luis Ferrarotti. Cuando apenas sabía perieñar
mi propio nombre, empecé en ese diario a publicar mis primeros trabajos como
encargado cíe la sección teatral. Con respecto a revistas, existían Monos y
Monadas, Rosario Ilustrado y de las de juventud: Bohemia, que marcó una época entre los jóvenes, La
Pluma y Alas, ésta bajo la dirección del malogrado Domingo Fontanarrosa y Antonio A.
Robertaccio.
"Entre la
muchachada que comenzaba a escribir recuerdo a mis antiguos compañeros Juan
López de Molina, Marcos Lenzoni, Tomás Gozzolino, Miguel Angel Amante, Fidel
Cappa Quesada, Juan Cerezo Brenes, Aristóbulo P. Funes, José Antonio Ramírez y
otros muchos.
"Entre estos
amigos de juventud existía uno notable; refiriéndome al poeta Angel Amante, que
escribía novelones "romanceados" para un editor, por kilos. Es decir,
que vendía su producción por peso. Era una especie de den Manuel Fernández y
González, pero en "verso"...
"Ya tenían prestigio artístico Emilia Bertoló, Alfredo Guido, Antonio
Musto, Herminio Blotta, Antonio Bemi, César A. Caggiano, Arístides Rechain,
Abramoff, el caricaturista, y comenzaban en el arte: Manuel Zamora, Máximo
Medina, mi hermano Emilio Sánchez Sáez y otros que se me escapan a mi memoria.
Fuentes: Capítulo
9 extraídos del libro Rosario era un espectáculo ¿Arriba el telón! Autor:
Héctor N. Zinni de 1997