"Había por aquellos tiempos en Rosario muchos apellidos
importantes, de pura raíz peninsular, que nos hacía confortable a los españoles
la convivencia un asta medio social. Recuerdo algunos nombres de alta figuración
como los Lagos, Echesortu, oroño, Machain, Güesalaga, Benegas, Ordónez, Muniagurria
- de pura ascendencia vascongada -, Canut, Rlcabert, Torviso, Muñoz, Benegas
y otros que, ya fuera
en las industrias o en el
comercio, eran nombrado diariamente, por su peso fortuna, dentro de la
vida ciudadana.
"Nos solíamos reunir en el café La Cosechera, o si los recursos eren deficientes en las cafeterías adjuntas al Mercado, con sus diversos frentes invadidos de
cafetines, en donde se podía – si bien bastante incómodo -, conversar y hacer planes
paro al futuro, casi siempre remoto.
En
esas reuniones casi siempre ataban presentes Marcos Lenzoni, Noé S. Martorello,
Bartolomé Bilbao, Ecio Rossi, Juan López de Molina, Tomás Cozzolino, Antonio A.
Robertaccio, Domingo Fontanarrosa, Alfredo Valenti, Liandro Cuento, Miguel
Angel Bertolé, Fidel Cappa Quesada, An-i Wl Amante y su hermano Miguel Narciso
Aguado, José A. Ramírez, los pintores Caggiano, Musto fine hain, Macchedoni,
Zamora, vledina, Bemi y algunos otros.
"Las
principales algazaras d»| cónclave era sobre las letras y de refilón las artes,
esto cuando aparecía Blotta siempre con su entusiasmo y sus proyectos, que, a su
vez, eran aceptados o ululados por otros escultores da |a rueda como Daniel
Palau y Miguel Amante.
"Nos
iniciamos todos - salvo Lenzoni y Fontanarrosa, que ya se habían
"estrenado" en publicaciones como Caras y Caletas y Nosotros, de
Buenos Aires - en revistas del interior, como Alborada, La Opinión, La Pampa Argentina y
otras de ínfima categoría, pero que nos daban ilusiones.
"El
que más y el que menos soñábamos con escalar a las altas cumbres del
periodismo, romo La Capital,
La Prensa, La Nación o revistas de
importancia de ese tiempo como las nombradas Caras y Caretas, Nosotros, y,
además, Fray Mocho, Nueva Era, La
Nota, o publicar nuestra novelita en La Novela Semanal o La Novela de la Juventud. Muchos
lograron hacerlo, particularmente López Molina y Domingo Fontanarrosa" •
¿Qué sucede entre tanto
en la faz teatral rosarina? En 1914 y 1915 se paralizan las
presentaciones de compañías en el Teatro Colón, el que entra en una especie de
relache. Las únicas que ac;uan
son: la compañía alemana de operetas de Josefina Tascher y M. Della Donna; la compañía nacional de
Ángela Tesada y Arellano; la compañía de operetas de Vítale COn las
hermanas Giselda y Linda Morosini, Elena Bay, la Gottardi, la Zoffoli, el actor Petrucci
y otros; una compañía lírica italiana, el fenómeno Mac Norton, el ilusionista
Ráymond y la canzonetista Aurora Joffret.
Fuentes: Capítulo
9 extraídos del libro Rosario era un espectáculo ¿Arriba el telón! Autor:
Héctor N. Zinni de 1997