Por Federico Dunger
La Casa de Urquiza
Aunque no está demostrado con certeza, se estima que la vieja casona
que hoy todavía sigue de pie en avenida Alberdi entre Génova y José Ingenieros,
mano Este, fue mandada a construir por el General Urquiza. Según cuentan algunos.
el 25 de Diciembre de 1851 y el encuentro se produjo en la esquina de
San Luis y Juan M. de Rosas, la misma que hasta hace poco se denominaba con ese
histórico día) pasó por esta propiedad de Alberdi dejando su cuadrilla de caballos.
Con estilo ibérico, esta casona fue modificada en la década del 30, y en los
últimos años hubo un restaurante, una casa de comidas y hasta un local
bailable.
De confirmase no sólo estaríamos ante un lugar de importancia
histórica, sino que sería una de las más viejas edificaciones de la ciudad.
Una inauguración no muy exitosa
Conocido es que el rosarino tuvo la oportunidad de vivir durante los
primeros años de la década de 1870, de un espectáculo por demás desagradable
para la gran mayoría, tanto hoy como antes: las Corridas de Toros. Este
"Coliseo Taurino", como se lo denominó, tuvo su inauguración oficial
el 2 de febrero de 1872. En ese caluroso viernes asistieron más de 4000
personas al estadio ubicado en la esquina NE de Dorrego y Córdoba. La mala
organización de los responsables del evento, permitió la entrada a la arena de
un entusiasta público, en su mayoría de condición humilde, que, amparados por
una terrible borrachera, intentaban ser una suerte de improvisados toreros
provocando serios destrozos ante la ecuanimidad de los vigiladores. Las gradas
en las cuales daba la sombra, estaban dispuestas para la élite del ciudadano
rosarino, pero fueron invadidas por esta "gentuza" invitando al rosarino
"de bien" a retirarse presurosos del estadio. De más está decir que
este evento fue alimento para toda la oposición que dirimió toda clase de
conceptos a favor del cierre definitivo de este tipo de espectáculo
Fuente:
extraído de la revista “Rosario, su Historia y Región. Fascículo N• 100 de Setiembre
de 1911