Hablar de ella, parecería un transitar por lugares comunes.
Porque el solo hacer mención de su nombre, tiene la virtud de
conferir presencia y frescura a esta historia. Pese a la distancia
que nos separa de su actual residencia en la ciudad de México, y al
encumbramiento de su personalidad, es, sin embargo, Libertad Lamarque
—nacida en Rosario el 24 de noviembre de 1906—, la pieza pulida y
perfecta que encaja admirablemente en el engranaje que motiva ete
libro.
Me sentía incomprendida, abandonada y triste", confía la
diva en su camarín, abanicándose prolijamente. Está vestida de
encaje blanco, y del mismo color es su tapado veraniego, de organza;
no lleva alhajas espectaculares ni elegantes, y tan sólo se ha
delineado con perfección los ojos, entre verdes y grises,
chispeantes y agresivos, el derecho ligeramente estrábico (lo que le
valió ser comparada con Norma Shearer, y es verdad que se le
parece). Ocurría que el hogar de los Lamarque era pobre, y la
pequeña Libertad —la menor de ocho hermanos, seis mujeres y dos
varones— pasaba a menudo largas temporadas en casa de su abuela
materna "que me regañaba y me gritaba siempre, aunque yo no era
traviesa". La casa paterna estaba en Independencia 1959, la de
la abuela en San Luis 610." 1
"—Yo iba atrás de
la hermana del actor rosarino Eduardo Ricart, aquel que hacía tan
bien a El Viejo Vizcacha, que se hacía llamar así. Bueno, la
hermana de éste era hermana de mi hermana y Libertad Lamarque andaba
siempre con mi hermano . . . ahí, en Entre Rios y Estanislao
Zeballos. —Dónde vivía Libertad Lamarque?
—Estaba siempre cuando
era piba en la calle San Luis, frente a una carbonería que todavía
existe . . ., casi esquina 25 de Diciembre. La casa tenía un arco
así. . . era un convoy. El hermano de Libertad era un rubio, alto,
que vendía globos . . ., no se si era hermano o hermanastro, porque
era distinto . . . El padre era tachero, creo, no estoy seguro.
—Yo se que de vez en
cuando "Liber" se hace una escapada y viene a ver no se que
pariente por acá.
—La hermana".2
Muy difíciles de hallar son los testigos de la infancia que
tuviera la hoy célebre diva internacional, en la ciudad de Rosario.
Y aunque así no fuera, nada mejor que la misma Libertad para
recordar los albores de su juventud:
"Yo me asomaba a la puerta y veía pasar los coches de
caballos, tristemente, porque sentía la tentación de saltar dentro
de uno de ellos, darle la dirección de mi casa y dejar esa otra, que
no me gustaba. Pero sabía que no me iba a animar nunca". Y
entonces aflora la niñita que en Libertad vive ahí nomás, debajo
de la piel, y reflexiona como hablando con alguien que no está en el
camarín: "Pienso que ahora sí lo haría". Le gustaba
cantar, sin embargo: "todo aquello de la Dama—Dama, y las
otras ondas infantiles; en casa cantaba siempre, mientras ayudaba a
mi madre, cuando hacía las camas".
"Esa casa era la del tachero Gaudencio Lamarque (a quien todo
el nundo llamaba Don Lorenzo), uruguayo de orígen francés, casado
con una española "de ojos verdes y pelo negro como yo".
No era fácil la vida le ese obrero filósofo y anarquista, que de
buena fe creía en una sociedad sin clases y no imaginaba, tal vez,
que su hija menor sería multimillonaria: "A veces, en mitad de
mis juegos, iba a la cocina porque tenía hambre, e inspeccionaba la
bolsa del pan. Mamá, no hay pan en la bolsa, e decía yo, y ella me
mandaba de vuelta al patio. Pero al rato volvía a sentir hambre y se
repetía la escena. ¡Qué cosa, decía mi madre, me he olvidado de
ir a comprar!. La verdad es que estaba esperando el tacho salvador,
con cuya compostura se iba a adquirir el pan de cada día". Pero
una sonrisa disuelve la pesadumbre: "Cuando fui estrella,
pareció mejor ecir que en lugar de una tachería mi papá tenía un
taller mecánico. Yo nunca lo oculté".3
"—Libertad, que en
realidad se llamaba Libertaria, supo vivir hacia 1912 en la calle
Entre Ríos entre Cochabamba y Pasco, frente a la panadería La
Torinesa, que era de mi padre. En 1924, a un muchacho español que
trabajaba en la cervecería Quilmes se le casó una hermana. En aquel
casamiento estuvo Libertad y esa noche la acompañé hasta su casa,
por ese entonces en la calle Brown, entre Moreno y Dorrego. Ella era
bolsera de oficio y había trabajado en la Compañía Arrocera que
todavía está en el barrio de Alberdi. Por la época de aquel
casamiento, ya trabajaba en la fábrica de galletitas La Aurora, que
don Luis Delpino tenía en la calle Italia 78 bis.
—¿En la sección cuarta?
—Si. Era una gran fábrica
a vapor de chocolates y bombones finos, además de galletitas,
bizcochos, dulces de todas clases, conservas, confites, caramelos y
pastillas. Don Luis tenía además allí, un molino de drogas, café,
té, y qué se yo cuántas cosas más . . . me acuerdo que la marca
del café era "La Preferida".
—,Que Otro domicilio le
conoció?
—El de acá a la vuelta,
en la calle San Luis".4
"—También trabajó
en la fábrica de galletitas de Luis Delpino, en la calle Catamarca.
Allí había como un depósito. De un lado había una bolsería, en
la que se entraba por la calle Santiago, y por la calle Catamarca
estaba el lugar donde se fabricaban las . . . galletitas. Era todo de
Luis Delpino. Bordonaro la conoce bien porque también trabajó ahí,
el la conoce de chiquita a Libertad Lamarque,
—Por eso existe la
versión de que ella trabajaba en una fábrica de bolsas? —Estaba
la fábrica, si. Se hacían las galletitas y también se envasaban.
Ahí se hacía todo. Andando el tiempo, Libertad Lamarque se fue para
arriba". 5
"A los siete años, Libertad Lamarque recitaba poemas
libertarios ante conmovidos anarquistas del grupo al que pertenecía
don Lorenzo. El nombre de la diva proviene de una estada de su padre
en la cárcel, adonde lo llevaron sus convicciones políticas, que
hoy parecen ingenuas: "Cuando le fueron a avisar que yo había
nacido, como tenía sentido del humor, exclamó: ¡Que se llame
Libertad' ". Fue precisamente para recolectar fondos con que
pagar las fianzas y liberar a los presos ("que no eran
delincuentes, no vaya a creer", se apresura ella a explicar),
que se fundó el cuadro filodramático "Los Libres", donde
empezó la fabulosa carrera de esta mujer que iba a ser la máxima
estrella del cine argentino en su época de oro, y la cantante
popular más aclamada en Latinoamérica, desde México hasta Tierra
del Fuego".6
"—Cuando era
jovencita trabajaba en la calle Mendoza, en un "aire libre"
que había allí, con una compañía de aquí y algunos de Buenos
Aires. Estaba Socrates, de Rosario, y de Buenos Aires Froilán
Varela, muy buen actor.
—A que altura de la calle
Mendoza?
—Bueno, al frente había
una sociedad de panaderos, al 1700 entre España e Italia, donde
estaba el cine Doré . . . Frente a este cine existía ese "aire
libre", donde en verano daban obras de teatro como Los Dientes
del Perro, y otras. Se llenaba de gente en aquel tiempo y Libertad
Lamarque cantaba en el fin de la fiesta ".7
"—Más tarde me
incorporé al teatro experimental, que llaman hoy, y antes se llamaba
"teatro de aficionados" o "cuadros filodramáticos".
El cuadro filodramático donde estaba yo, casualmente lo dirigía
Lorenzo Lamarque.
—El padre de Libertad
Lamarque?
—Exacto. Los hermanos de
ella también eran actores.
—¿De que barrio es
usted?
—De la calle Estanislao
López . . . ¿cómo se llama ahora . . 2
—Estanislao Zeballos.
—Eso, de Estanislao
Zeballos y Plata . . . o sea Ovidio Lagos, en ese entonces era Plata.
Había un café en esa esquina y también un tipo que tenía una
peluquería. En ese lugar nos juntábamos de noche a ensayar aquellas
viejas obras que se hacían en Buenos Aires y que se publicaban todas
las semanas en Bambalinas, Nuestro Teatro y demás. Bueno,
ensayábamos, y los sábados a la noche hacíamos funciones a
beneficio de tal o cual caja de instituciones obreras.
—Andando los años,
cuando usted ascendió como cantor y galán de teatro, volvió a
trabajar con ella .
—Así es. Para elegir el
galán de la película Puerta cerrada hubo una especie de concurso.
Nos tomaron pruebas a varios: Ernesto Raquén8,
Esteban Serrador, Florindo Ferrario . . . otro muchacho que no me
acuerdo y yo. Nos hicieron la prueba, ¿no?, y yo di con el personaje
que se requería. No porque yo fuera mejor que los demás como galán,
sino porque era justo lo que necesitaban en ese momento.
—Que otras películas
hizo con Libertad Lamarque?
—Inmediatamente me
hicieron hacer Yo conocía esa mujer' 9
"Con el actor José Costanzó, Libertad hizo una gira por las
ciudades y pueblos de Santa Fe y Buenos Aires. Dice que fue en
Coronel Suárez donde cantó por primera vez públicamente un tango.
Su nombre es incierto. La compañía llegó hasta Buenos Aires y
aquí, en el escenario del tro Argentino, Libertad tuvo la suerte de
conocer a Azucena Maizani, ensayando el tango de Scatasso La cabeza
del italiano. Oyendo este ensayo Libertad se aprendió el tango y lo
incluyó en su repertorio, por entonces constituído por Talán,
talán y por Cascabelito. Es increíble como las arreglaban para
cantar, aprendiendo canciones de oídas. El tango (a mucho de
literatura popular oral, de ahí la queja de Maroni; pero mas que una
mala lectura había allí la costumbre de pescar la melodía y hilo
central del argumento y rellenar lo faltante, lo que la memoria no
retuvo, como sucede en la transmisión oral.
"Carcavallo contrató a Libertad Lamarque porque necesitaba
gente a supiera cantar para sus sainetes o zarzuelas criollas, con
mucha músicos y cantables. Desde el coro, Libertad se destacaba,
entonces tuvo la oportunidad de hacer un papelito de marinero que con
otros dos cantaba a milonguita cómica. Los marineros eran Olinda
Bozán, Maria Teresa Borda y Libertad. Después de oirla cantar un
tango en el camarín de Olinda, Carcavallo le dio la oportunidad de
hacer un solo: El tatuaje. Los siguientes fueron Pato, La cumparsita,
Langosta, El ciruja.
"Su nombre se va imponiendo. Graba en Victor, donde se inicia
el 8 setiembre de 1926 con Chilenito, de Agustín Irusta y Atilio
Supparo. Hace pruebas radiales en La Nación (el diario de ese nombre
era propietario de la emisora) y en Splendid, pero debuta
profesionalmente en radio Prieto a 20 pesos la audición. Al mismo
tiempo filma Adiós, Argentina, película muda por la que le pagaron
cien pesos derrochados porque no se estrenó. En el sainete hace la
creación de La Doce Pesos, personaje que integra El Conventillo de
la Paloma, que Alberto Vaccarezza estrena el 5 abril de 1929. ¿Dónde
estamos?. Ah, ya estamos de vuelta en el 30".10
Pero, no nos apresuremos, porque todavía hay mucha tela para
cortar. Volvamos a las funciones a beneficio de aquellos cuadros
filodramáticos e constituyeron una avanzada en nuestra cultura
popular.
"Todo empezó cuando, enfundada en una larga levita con
ribetes rojos, bajo el mentón una corbata voladora ("el traje
de payaso, ¿sabe?"), adelantó, antes de los 11 años, hacia
las brumosas candilejas de un club barrio y, a cappella, enarbolando
el bastón a manera de flauta, entonó canción del pito ("desde
bambalinas, mi tío tocaba en los momentos fijados, un pito de
aquellos que entonces usaban los vendedores de globos"), donde
el personaje pensaba en los pobrecitos que carecían de todo medio de
un mundo cruel.
"A los 11 años, "un tifus muy grave" golpeó a
Libertad. No podía nsar mas que en una muñeca: una de sus hermanas
mayores salió a comprársela con unos pesos (?) "que quién
sabe como había ahorrado".
"Claro, me trajo un bebé chiquitito así —(y las manos
perfectas, recuerdan)—, y yo quería una muñeca grande. Entonces
ella fue a cambiar-y por el mismo precio le dieron una enorme, si,
pero espantosa. Yo tenía ganas de llorar de pena y de rabia, pero no
quise disgustar a mi hermana, no le dije nada, me tragué el llanto y
sonreí. ¿Que cosa no, que tuviera tan poca edad y ya esos
sentimientos, no le parece' ...... “Mi infancia me acompaña en
cada uno de los momentos de mi vida", dice de un tirón, con
cierta retórica: "A los 12 años ya interpretaba cocottes
—(probablemente quiere decir soubrettes)—, tenía mis zapatos de
taco alto y mis vestiditos".
Su primer papel "en serio" fue en Las Víboras, de cuyo
autor nadie consigue acordarse 11:
"Yo hacía el papel de un muchachito abandonado por su madre, y
mi padre era el periodista Agustín Ferraris, fallecido hace poco. Se
suponía que de noche entraban las víboras en el corral del rancho,
y mamaban la leche de las vacas: recuerdo el parlamento más emotivo,
yo le preguntaba a mi padre en la ficción Y el ternerito, tatita?, y
el me respondía: ¡Ahí lo tiene, barroco y rozagante, pero guacho,
m'hijo, guacho! ,y me abrazaba llorando".
"Esta tragedia rural acontecía en el tablado "Los
Libres", y de ahí pasó la Lamarque a la compañía de Eduardo
Ricart, siempre en Rosario, en el teatro principal. Empezaban las
giras —con una madre austera al flanco—, la pequeña notoriedad
provinciana. El empresario se empeñó en que la incipiente actriz
cantara, y a una obra cualquiera le agregó una fiesta en cuyo
transcurso debía entonar un tango, cuya letra empieza diciendo:
Madre, la tristeza me abatíal2. "Pero yo no era entonada, no
sabía nada de música, cantaba por intuición nomás". El tono
debía dárselo un violinista, y Libertad no supo captarlo: "Me
di cuenta de que iba demasiado alto, un defecto que conservé mucho
tiempo". Con la misma velocidad con que hoy repara un mínimo
error de la letra en Helio Dolly! , improvisó entonces una defensa:
"Interrumpí; el canto, me volví con expresión dolorida hacia
los demás intérpretes y exclamé: No, hoy no puedo seguir, me
siento mal. Y salvé la situación, pero juré aprender música para
que no volviera a ocurrirme.
"Ese aprendizaje prosiguió con la compañía de José
Costanzó, "donde hice comedia fina, era la dama joven". A
los 15 años, Libertad era ya "la primera figura de Rosario"
y se cortó el pelo: "Ese pelo que era orgullo de mi papá, y
que me llegaba a los tobillos; mi papá casi se desmaya cuando me vio
con media melena". La muchachita, entonces, con una acaracolada
letra cursiva y sacando un poco la lengua después de cada párrafo,
te escribió una carta al máximo empresario porteño del momento,
Pascual Carcavallo. Le pedía que la incorporase a sus espectáculos,
a cambio de 500 pesos mensuales y los viajes para ella y su mamá.
Años después, "Carca" le confesó que al recibir la
misiva reflexionó: "O esta es loca o vale algo". Y le
ofreció 300 pesos por mes y los viáticos que Liber aceptó. Tiempo
después volverá en triunfo a su ciudad natal. Así lo anticipa el
semanario rosarino La Reacción en una noticia que, a una columna,
inserta en su edición del domingo 30 de enero de 1927:
Actividades Teatrales.
—Libertad Lamarque-
"Esta conocida artista
local que fuera derramando por los escenarios de los teatros de
barrios todas las gracias de su temperamento artístico maravilloso,
volverá entre nosotros después de haber actuado con éxitos
lisonjeros en el teatro Nacional de la metrópoli, en la primera
quincena del mes entrante.
Su debut lo hará en un
local céntrico de nuestra ciudad, en el cual se hará conocer como
cancionista de tangos y a no dudarlo reafirmará aquí, los
prestigios que ganara en la metrópoli, cultivando el mismo género.
Muy bien para la muchachita
que se fue de nuestra ciudad siendo casi desconocida y que hoy,
debido a su dedicación y tesonero entusiasmo "ritorna
vincitora".
"Por ahí andaban un par de italianos, Carlo Capogalliani,
que dirigía cine (mudo, por supuesto) y Mario Parpégnoli, que lo
interpretaba como galán. Parpagnoli vio a Libertad en El Nacional,
encontró que el finísimo perfil y la mirada algo errabunda
recordaban a Norma Shearer, y la contrató para un film, Adiós,
Argentina, La Lamarque se niega a incluirla en su filmografía,
porque le parece detestable: "la única escena en la que yo
intervenía, no era nada, no vale la pena acordarse". Ella, con
trenzas y delantal, reiteraba la iconografía tradicional de "la
paisanita", que junto a la tranquera se despedía del gaucho y
quedaba agitando un pañuelito con todo el cielo atrás. El gaucho
era Parpagnoli, y debía besar a su prenda.
"Ningún hombre había besado hasta entonces a la actriz con
otra intención que paternal o fraternal: "Y yo me vi a este
grandote. con el bigote postizo que olía a mastic, que quería
juntar su boca con la mía, y medio un asco ...... El galán insistía
y la paisanita apretaba los labios, los hacía desaparecer, no
evitaba los gestos de desagrado; hasta que Parpagnoli se hartó y
gritó: "iDespués de todo, no soy tan desdeñable como
hombre!". Y así, Libertad Lamarque concedió su primer beso
cinematográfico".13
Alguien mas aprovechó para besarla por esa misma época. Era el
apuntador del teatro de Carcavallo, El Nacional, y se llamaba Emilio
Romero. Enamorado de Libertad, sin otro preámbulo que pequeñas
miradas, pequeñas sonrisas y pequeñas atenciones, una noche, entre
bambalinas, le pidió su mano. Todas las antepasadas de la diva se
erizaron en ese momento: "Cómo, y así pide mi mano, sin
declarárseme?" "Aquí está fa declaración", le dijo
el, y le dio un beso. Ella lo aceptó, pero Don Lorenzo y sus hijos
varones armaron una tremolina oponiéndose al casamiento que, por
esta razón, tuvo que ser a escondidas, después de una fuga a toda
orquesta. Hacia 1931, cuando la Lamarque fue consagrada Reina del
Tango, ella y Romero, con su hija, vivían plácidamente en una casa
de la calle Chile, en Buenos Aires, acompañados por Don Lorenzo y el
resto de lafamilia Lamarque, menos la madre que ya había muerto.
"Un poco antes, Liber había terminado de conquistar a los
porteños con su interpretación del tango Mocosita, y con su papel
de la lunfarda "Doce Pesos" en El Conventillo de la Paloma,
de Alberto Vaccarezza, "pero nunca fui arrabalera, siempre fui
yo misma".14
"—De lo que me
acuerdo bien es de como Libertad Lamarque ayudó a un actor de acá
que todavía vive: Elías Siryi. En los sainetes el siempre hacía
papeles de turco y la gente decía: "¡Pero que bien está ese
actor haciendo de turco!. . . "Claro, ¿cómo no iba a estar
bien si el es árabe o hijo de árabe ...
—Cómo fue lo de Libertad
Lamarque?
—Bueno, resulta que ella
vino a actuar en el Royal Park, aquel famoso teatro y varieté al
aire libre que estaba en avenida Alberdi, entre las calles French y
Aguas Corrientes, que ahora esta última se llama Gabriel Carrasco.
—El Royal Park, ¿no era
de Emilio Carchano?.
—Si, de ese mismo. Por el
Roya¡ Park desfilaron numerosos artistas, cantores, conjuntos
teatrales - - - hasta las murgas.
—Murgas también?
—Las murgas más
premiadas actuaban entre semana. En una que se llamaba Los
Rascabuches, dirigida por el "doctorcito" Guerrero que
después llegó a ser diputado provincial por los radicales
antipersonalistas, tocaba el bombo yo cuando era pibe. Te sigo
contando: una vez viene la compañía Vale ntini—Ramentol—Prada;
Valentini hacía de galán, Ramentol el característico, y Prada era
el marido de Elvira Prada, aquella famosa actriz que se radicó en
Buenos Aires
-¿Y Libertad Lamarque?
—Con esa compañía viene
Libertad Lamarque a cantar. El asunto fue que después de la función,
como a eso de las 3 ó 4 de la mañana, nos juntamos allí a la
intemperie: el guitarrista Riverol que, probrecito, sufría del
estómago; Libertad Lamarque; el payador Pantaleán, o sea Guillermo
Niz —El Solitario de las Islas—; Romero, que era el marido de
Libertad; yo, y no se quién mas.
—¿Estaba Siryi?
—Si¡¡ ..., el también.
La cuestión es que Pantaleón le hizo unas improvisaciones a
Libertad y alguien pidió que cantara ella. Estábamos al sereno, y
ella se cubría la garganta con un echarpe: "Me esforcé un poco
y no estoy bien", decía. Pero, insistieron y cantó un tango:
Alma en Pena, que había ganado un concurso en la voz de Libertad.
Cantó maravillosamente. Cuando terminó de cantar, Siryi dijo,
"permiso" y desapareció. Al rato sentimos un estruendo,
como si fuera un cañonazo. Era la persiana de la tienda que tenían
los padres de Siryi enfrente del Roya] Park, donde estaba también el
cine Avenida, de los Bornacín. Apareció de nuevo Siryi con un
collar que en ese entonces valdría cincuenta centavos y se lo
obsequió a Libertad Lamarque. Ella agradeció mucho el gesto y
entonces Siryi, rápido, le dijo: —¿Por que no me da su dirección
en Buenos Aires, por si voy. . .?. Libertad le dio la dirección.
—IY fue?.
—Claro que fue. Al poco
tiempo debutaba en el sainete de Vaccarezza "Lo que le pasó a
Reynoso" con la compañía de Alippi. Libertad le dio una nno
bárbara, le abrió todas las puertas - . ." 15
En 1933 ya figura como estrella en Tango, la película con la que
don Angel Mentasti inventó Sono Film, sello al que perteneció, con
exclusividad hasta 1942.
"—Yo soy testigo,
por la santa madre mía, de un acto de bien que hizo una vez en
Buenos Aires. Había muerto la suegra de Santiago Arrietal6, doña
Magdalena, y estaban en el velatorio que se hizo por la calle Callao
muchas personas:I vecinos, artistas, gente de teatro, de cine, amigos
Santiago, por esas cosas de la vida, porque plata que agarraba plata
que tiraba, no tenía un mango y no había donde sepultar a la
suegra. La muerte de esa señora lo habíalagarrado de sorpresa. Toda
la madrugada estuvo la Libertad con Malerba, mi madre, mi hermana, la
demás gente y nosotros, sentados todos alrededor porque hacía frío,
y abajo teníamos un porrón de ginebra para tomar a pico. El
tucumano Tecce, un bailarín, dijo por ahí: "Santiago. . .
vamos a tomar una copa", y Santiago estaba ahí, firme al lado
de la suegra . . . Fue cuando Libertad se enteró de que no tenía
donde enterrarla. Lo sacó aparte a Santiago y le dijo: "Miró,
tu suegra va a ira/panteón que tengo yo en la Chacarita". Y
allá la sepultaron. Santiago me dijo a los pocos días: "Miró
vos. . .?, y yo que siempre/a he tenido a la distancia.., cómo se
portá conmigo"
—Poco después filmaban
juntos El alma de/bandoneón.
—Santiago Arrieta era muy
amigo del marido de ella . , . del rengo. El hombre se encurdelaba,
venía con una barra a cualquier hora y hacía levantar a la nami
para que cantara. Ella lo quería, lo adoraba verdaderamente. Era muy
agradecida porque el rengo ese que no me acuerdo como se llamaba, la
había iniciado. Era un hombre de talento que tenía un hermano
periodista. Cuando ella se arregló con Malerba, el rengo hablaba
desde Montevideo a la madrugada. Estando yo en la casa de Arrieta lo
escuché infinidad de veces. Se ve que el hombre andaba por los
boliches en el barrio Goe y le hablaba a Santiago por que era muy
amigo de el, y de la señora también. Cuando murió doña Magdalena,
Libertad ya estaba con Malerba,
—Ah, entonces ya habían
filmado juntos con Arrieta El alma del bandoneón, y La ley que
olvidaron.
—Eso no se, pero lo que
le puedo decir es que, con los años que tiene, debe ser un caso
único como se mantiene esa mujer". 17
"Lo que no parece, de ninguna manera, es que esta apacible
señora de casa (que confiesa su éxtasis al cocinar tallarines
amasados por ella, ñoquis y calamares rellenos) haya intentado
suicidarse, una vez, arrojándose r una ventana. Fue en enero de
1934, en Santiago de Chile, adonde se había trasladado con su primer
marido, Emilio Romero para renovar, si a posible, un vínculo que ya
no la satisfacía y que había provocado la paredón. Pero no fue
posible, y el problema de la tenencia de la única ja de ambos Mirtha
Libertad (nacida en 1928), arrastró a la diva al vacío: en
realidad, sobre el toldo del negocio de abajo, y encima de un
dentista que pasaba y que sufrió algunos descalabros menores".18
En 1935 va a rescatar su hija a Montevideo y superando los
desastres su vida privada inicia su binomio con el Negro Ferreyra, el
pionero del ne argentino que habría de consagrarla primera actriz de
nivel internaonal con solo tres películas. Lo que vino después es
otra historia —que guna vez contaré— como sus grabaciones de
arias de óperas que escucha vez en cuando, cuando está sola o
acompañada por Alfredo Malerba, iuel músico que conoció en 1937 y
con el que sólo pudo casarse cuando omero murió, después de
oponerse tenazmente al divorcio, en 1945.
NOTAS
1
Libertad Lamarque, la única, en revista "Primera Plana",
No 223. B.. Aires. 4.4.1967.
2
Julio Schiavone, id.id.
3
Libertad Lamarque, etc., reportaje citado.
4
Wladimir C. Mikielievich, testimonio de fecha 6.3.1976.
5
Osvaldo Berrini, id.id.
6
Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
7
Osvaldo Berrini, id.id.
8
Ernesto Raquén, actor de cine, teatro y radio de orfgen uruguayo, n.
en 1908 en la localidad de Carmelo. Inicióse en el teatro con
Enrique Muiño; hizo su primer trabajo cinematográfico en "Amalia",
junto a Herminia Franco y Floren Delbene e integró diversas
compañías al lado de Mario Soffici, Orestes Caviglia y Francisco
Petrone. Visitó repetidas veces la ciudad de Rosario, donde cosechó
amigos y aplausos por su sólido oficio interpretativo. Murió en
Buenos Aires en momentos de escribirse este libro, el 16 de mayo de
1976.
9
Agustín Irusta, entrevista realizada en la casa de la calle
Caiferata 962, Rosario, el 26.1.1976.
10
Estela Dos Santos. Las mujeres del tango. Col. La Historia Popular,
NO 97. Págs. 25/26. Centro Editorial de América Latina. Bs. Aires,
1972.
11
Las Víboras, obra en un acto del literato y dramaturgo uruguayo
Rodolfo González Pacheco, escrita para una mujer y siete hombres.
Edit. piEl Teatro Nacional. No 111, s/f.
12
Madre, tango de Francisco Pracánico (música) y Vermidio Servetto
(letra).
13
Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
14
Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
15
Justo Palacios, id.id.
16
Santiago Arrieta, actor, n. en Montevideo el 21 de julio de 1897.
Mientras actuaba en un circo en el Uruguay trabó amistad con Carlos
Gardel quien, estando en gira con Razzano lo invitó a trasladarse a
Buenos Aires donde después de 1920 fue protagonista de las obras de
Belisario Roldán Entre 1922 y 1928 fue integrante del Teatro
Nacional. Filmó su primer película junto a Libertad Lamarque, "El
alma del bandoneón". También intervino en "La muchachada
de a bordo" —primera versión, con Luis Sandrini—, "La
fuga"; "Los muchachos de antes no usaban gomina"; "Un
porteño optimista"; "La ley que olvidaron"; "Joven,
viuda y estanciera"; "Luisito"; "Punto negro";
"Historia de una noche"; "Hermanos"; "Y los
sueños pasan"; "Su hermana menor"; "Nativa";
"La carga de los valientes"; "Ceniza al viento" y
"El último piso", entre las mas recordadas. Como actor de
teatro cumplió una trayectoria rica de éxitos. Falleció en Buenos
Aires a los 78 años de edad, el 8 de abril de 1975.
17
Osvaldo Berrini, id.id.
18
Libertad Lamarque, etc. rep. Cit.
Fuente: Extraído del Libro
“ El Rosario de Satanas Tomo I . Editorial Fundación Ross.