Escudo de la ciudad

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El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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lunes, 27 de julio de 2020

LAS ANDANZAS DE HUGO PIMENTEL




Por Héctor N. Zinni 




Personaje muy caminador de la farándula, del número vivo. El testimonio de Hugo 

Pimentel no puede faltar en esta obra destinada a reflejar experiencias pasadas y momentos vividos en el mundo del espectáculo, cuyos protagonistas nos brindan en estas páginas la calidez de sus relatos para nuestro regocijo y conocimiento. - Su verdadero apellido es Nigro, verdad? 

- Sí, me llamo Hugo Nigro, pero ya actuaba con el seudónimo de Hugo Pimentel desde el año 1946, cuando me fui a hacer comicidad a Buenos Aires con Tito Martínez del Box. Yo hice las primeras imitaciones de Luis Sandrini y Pepe Arias en La Cruzada del Buen Humor, que se transmitía por radio. 

- Pero, usted estuvo posteriormente con el dúo Buono-Striano. ¿Cómo fue la vinculación? - Fuimos amigos mucho tiempo con Rafael Buono. Yo los imitaba a los dos. En el año 1963 hacía poco tiempo que Buono había salido en libertad porque había matado a la amante, no a la mujer. Cumplida la condena vino a yerme a la Estación Rosario Norte, donde yo trabajaba, y me manifestó su intención de formar un dúo y si yo estaba dispuesto. Le dije que sí, y estuvimos en dúo desde 1964 hasta 1969. Buono muere en 1970. 




Buono, Pimentel y Rita La Salvaje 




- ¿Cómo se llamó el dúo? - Buono - Pimentel. 

- ¿Así que usted hacía la suplencia de Striano? 

- Exacto, porque yo a Buono y a Striano los imito perfectamente. Primeramente salía yo con mis imitaciones y con mi muñeco, porque, además, soy ventrílocuo, y después los dos formábamos el dúo. 

- Habrán andado por todos lados... 

- Sí... fuimos hasta Chile con Rita La Salvaje a la cabeza. Actuamos en el Teatro 

Caupolican de Santiago, y en esa ciudad me compré el primer auto. Fue en 1966. - Buono era todo un espectáculo. 

- Era un espectáculo porque la comicidad se hacía con limpieza y las frases iban y venían con mucha rapidez: 

"- ¿Hola, que tal Ñato?" "Yo a usted no lo conozco." "Usted no será Domingo?" "No, soy Domingo 10." ",Domingo de Ramos?" "Sí; yo derramo ¡aleche porque mi viejo era un fenómeno, se tragó un paraguas." "Estaba loco?" "No, estaba abierto." "¿Quién, su viejo?" "No, el paraguas." "¿Qué tal, cómo anda?" "Ando con los dos pies." "Le pregunto que cómo está." "Aquí; metido." ",Metido, dónde?" "¡Metido adentro de los zapatos!" "Ya lo sé melón!" "¿Y dónde vio un melón metido entre los zapatos?: Ahora que me olvidé, dejé ami señora en estado de coma." "¿En estado de coma y se vino a trabajar?" "Sí; pero recién hablé por teléfono." ".Y, cómo está?" "En estado de digestión..." 

- Este peloteo tiene que hacerse rápido. 

- Si, si no no tiene gracia: "Lindo perro tiene Buono usted". "Si, yo tengo un perro Terranova, y usted Hugo?" "Yo tengo un gato que rajuia y tiene la cola adelante." ",Cómo la cola adelante'?" "Claro, cuando viene marcha atrás" 

- Qué de retruécanos, no? 

- Sí, después siempre cantábamos, porque Buono tocaba ocho instrumentos: bandoneón, guitarra, piano, violín, acordeón a piano, flauta, mandolín y bandurria. Yo no toco nada, ni el timbre. Pero cantaba. 

- ¿Recuerda la característica aquella con que se presentaban y se despedían? 

- Sí: 'Muy buenas noches estimados oyedores...", y después algunas canciones y parodias sin pie ni cabeza, como esta: "La quise como nadie ¡cayo en el arroyuto / lloraba tanto y tanto /que se tragó un ombú ¡por esto tengo el coco / envuelto con trapitos ¡si el agua está mojada / chupame el caracú..." 

- Lo cantaban con la música del tango Noche de Reyes. 

- Eso, cantábamos muchos. Esto, por ejemplo lo hacíamos con la música de El Choclo: "Este es el tango que cantamos compañeros / que compusimos para nuestros oyedores / a más de éste tenemos otros peores / lo compusimos el sesenta de febrero. Este es un tengo, es un tungo, es un tango / para bailarlo en una mesa enjabonada ¡ a mí me gusta bailarlo bien parado / porque cansado menos, me canso mucho más. Carancancunfa / cara de chancho / cara e' lechuza / cara de chancho /que cara 'e zonzo que tiene usted / ¡Andá a la p... uerta, te espero yot..... - ¿Y cuándo hacían la conversación telefónica? Me acuerdo que Buono la hacía magistralmente. 

- Ah, sí: "Siruñita, siruñita, qui e qui habla" ...¡Holal... ¿Pate quien és?... ¡Holal... Más estúpido que usted soy yo", y se reía "Buuuhhhaaa..." y después continuaba: "Y ahora somos zonzos los tres" "Cómo los tres?" "Sí, siruñita, porque usted vale por dos, es más zonza que yo!" 




Con Marrone, yendo y viniendo 




- La verdad que esto tiene que haber sido un espaldazaro hermoso... 

- Sí, fue un espaldarazo lindo. Después, en 1971, me fui con José Marrone. 

- ¿Ajá? 

- Sí, estuve un par de años con el Circo. 

- ¿Con el Circo de Marrone? 

-Así es. 

- Estuvo entonces trabajando hasta hace poco usted.... 

- Todavía estoy en actividad. Lo que pasa es que, desgraciadamente, el trabajo en 

general se vino a menos. Acá teníamos veintiún varietés Zinrii, veintiún varietés. De 

esos veintiuno, quedan muy pocas personas que los conocieron a todos. Igual que 

los cabarets, que hubo unos cuantos. 

Pero que no se reabrieron más. 

- El que cerró no se reabrió más. Hubo un montón de cosas en una época que fue linda 

para el artista y para el público... 

- ¿Usted alternaba su trabajo con el varieté? 

- Yo tenía, por ejemplo, siempre sesenta o setenta días de licencia atrasados. Enton- 

ces, ahí aprovechaba. "Vamos a Tucumán?" Ibamos a Tucumán, o donde fuera. 

- A cuenta de licencia. Yo hacia lo mismo cuando estaba haciendo periodismo y la 

Federación Agraria me mandaba a distintos puntos del país. 

- Eso. Yo viajaba en una época todos los días a Santa Fe, llegaba de vuelta con el 

ómnibus de las 6.40 después de haber trabajado toda la noche en el cabaret y a las 

siete de la mañana ya estaba en mi trabajo particular. 

- En el Ferrocarril Mitre. 

- Sí, allí. Como yo nunca fumé, ni tomé en mi vida, entonces... 




Con la Jazz Casino 

- ¿Qué edad tiene usted, Nigro? 

- ¿Ahora? Seis siete. Sesenta y siete pirulos. 

Nadie se los daría y, la verdad, usted ha trabajado muchísimo. 

- Sí, sí. Tengo como nueve carpetas con fotos, programas y recortes. Así como le 

mostré esas cosas que me hizo su papá, todos esos versos que me dedicó en publi caciones y demás, tengo cincuenta y seis mil recortes míos, desde 1946 a la fecha, entre los que hay contratos de Artistas de Variedades y otros con la Jazz Casino, de Buenos Aires, en la que estuve un año viajando para poder actuar con ellos cada vez que me llamaban. Iba y venía a Buenos Aires todas las semanas. 
 

- ¿La Jazz Casino? ¿Donde tocaba el violín Hernán Oliva...? 

- Sí, Oliva, el Bebé Chinnichi, Julio Rox, el baterista... Tito, bueno, no recuerdo. Era por el principio de la década de los sesenta y yo los presentaba así: "Un minuto de atención / pido al público presente / que así nomás, de repente, la orquesta presentaré / de un modo muy diferente: / Voy primero a presentar / a este muchacho sentado / que se encuentra a mi costado / con sus dos maestras manos les...", fulano tocando el piano, y así sucesivamente, los iba nombrando a todos, 

- ¿Todo lo hacía en verso usted con la Jazz Casino? 

- Sí, cuando ya había pasado la primera parte, yo decía en la segunda: "Que me dicen de esta orquesta/ que acaba de presentarse / que cuando llega a una fiesta 1 ya nadie quiere sentarse. La orquesta de la alegría / con un ritmo diferente... ¡A bailar todos, amigos 1 con esta orquesta excelente'.....Yo iba como animador pero integraba todos los números cómicos de esta orquesta espectáculo, como se autodenominaba. Escenificábamos, por ejemplo, la canción de Pepe Iglesias (El Zorro), "¡Ay, Esmeralda, ráscame la espaldas... 

- Yo me acuerdo cuando hacían "El Paso del Tigre..." 

- Sí, todo eso. Cuando hacíamos el foxtrot "Caravana" salíamos todos vestidos de árabes. 




Haciendo obra 

- Usted es joven, Nigro, pero sus andanzas son muy abundantes. 

- Vea Zinni, yo cuando estaba en la escuela primaria ya estaba integrando números musicales y patrióticos, y cuando salí del secundario ya había tomado el camino de la comicidad. 

- Entonces habrá conocido a la gente que acá hizo fonomímica, como Torres por ejemplo... - En el viejo Rosal, de la calle French y Avenida Alberdi, en el varieté que había frente a donde está la iglesia ahora, lo vía a Richard Howard haciendo fonomímica. 

- Hubo un tal Henry Wilson que yo vi en el Eden Park. 

- Sí y entre otros números estaba Tony Carson que doblaba los hierros, rompía las guías de teléfonos con las manos y esas cosas. 

- Me viene a la memoria un chiste que Luis de la Plaza puso en boca del Gordo Villa-nueva: "Querer es poder, dijo Benjamín Franklin, y partió en dos una guía de teléfonos" "Pero si en aquel tiempo no había teléfonos, gordo!" "Es cierto pero hacían las guías para cobrar los avisos". 

- El que anduvo por acá es Rubén Fratto, lo conoce? 

- Sí ¡Rubén Fratto...! Buenísimo, se fue a Buenos Aires también. De los rosarinos que actuaron en Buenos Aires le puedo nombrar a Norman Clay, Rubén Fratto, Eduardo Peyre, Tunti, yo y otros muchachos que hacían comicidad pero que no aclanzo a recordar sus nombres. Por el año cincuenta y pico salieron Pica y Chupete. 

- A estos dos los recordé en el tomo segundo de esta obra, cuando le hice una entrevista a Chupete, o sea Oscar Urtubey. 

- Con Pica, que se llama Manuel Quintans, nos encontramos todos los miércoles en la Asociación Rosarina de Artistas de Variedades, que es una escisión de la Unión Argentina de Artistas de Variedades, sindicato con el que tenemos grandes problemas en Buenos Aires y acá también... A mi, Ferrocarriles Argentinos me cedió un predio que edifiqué en Brown al 3100, o sea Brown y Avenida Francia, al lado de la vieja Cervecería Schlau, que hoy no existe más. Bueno, estaba todo a nombre mío, edifiqué, llevamos el Sindicato y nos intervinieron. No sé si tenían razón o no, pero al poco tiempo traspasaron todo a Eduardo Lapresa. Hice la denuncia ante el Ministerio de Trabajo, ante la Secretaría de Gobierno, ante Ferrocarriles Argentinos, porque eso no se podía transferir ya que se había determinado que el predio era para el campo social y deportivo y únicamente, sin fines de lucro, para Variedades. 

Lapresa fue representante de Agustín Magaldi, hijo... lo ve usted? 

Sí, vive en Oroño y Wheelwright, nos solemos encontrar en Pico Fino para tomar un cafecito. Lo veo siempre, yo con él no tengo nada. Simplemente, parece que le debían un dinero y se quisieron descargar el asunto traspasándole el predio. El asunto ahora lo tiene un abogado... 




Fuentes: extraído Capítulo 1 de la cuarta parte: LA VIDA VIVIDA  del libro Rosario era un espectáculo ¿Arriba el telón! Autor: Héctor N. Zinni de 1997.