Por. Alberto Campazas
Producto de un largo esfuerzo de los vecinos de Rosario, el 20 de junio de 1957, con la presencia del Presidente Provisional de la República, se inaugura el Monumento Nacional a la Bandera, cuya piedra fundamental había sido colocada por el Intendente don Luis Lamas en 1898, contratándose la obra con Lola Mora en 1910, contrato posteriormente rescindido. Las esculturas que con tal propósito efectuará esta artista fueron posteriormente colocadas en distintos lugares públicos. El 23 de enero de 1939, el Congreso de la Nación aprueba la Ley 12575 para su construcción, adjudicándose la obra al anteproyecto que el lema "Invicta" presenta el arquitecto Angel Guido, acompañado por José Fioravanti y Alfredo Bigatti. El 16 de diciembre de 1942, se firma el contrato y el 15 de setiembre de 1947 se encomienda al arq. Guido la dirección técnica de la obra. El Monumento se erige sobre una superficie de 10.000 metros cuadrados con piedra de Los Andes y lleva una torre que corta el horizontal del río Paraná y en su subsuelo la Galería de Honor de las Banderas de América.
Al frente de la torre una proa gigantesca simboliza el avance de la nacionalidad. De pie sobre el imaginario bauprés de la nave de la argentinidad, por símbolos se representa "La patria abanderada" empuñando una tacuara que sirve de asta a la bandera, cuyos pliegues caen sobre su cuerpo y es obra del escultor Alfredo Bigatti. Detrás, esculpida, se lee la frase de Belgrano: "Cuan execrable es el ultrajar la dignidad de los pueblos violando su constitución", y también por la obra de Fioravanti, "La patria de la fraternidad y el amor". Los episodios históricos están representados por cuatro grandes bajo relieves que representan: "Creación de la bandera en Rosario" que plasmó Fioravanti, esculpida en roca de Los Andes; "Juramento de la bandera junto al río Pasaje en Jujuy", obra de Bigatti que representa el juramento de la bandera, de¡ 25 de Mayo de 1812 en Jujuy, previo a las grandes victorias de Tucumán y Salta; en las obras se destaca la figura de Beigrano rodeada de damas y caballeros, paisanos y aborígenes que escuchan sus arengas; en "Damas mendocinas bordando la bandera del ejército libertador", Fioravanti representa el momento en que las damas de Mendoza trabajan en el bordado de la bandera; y por último "San Martín jura la bandera del Ejército Libertador en Mendoza" que esculpiera Bigatti, donde se ve al General San Martín haciendo flamear su bandera, mientras arenga a las tropas.
En bajos relieves se representa la bendición de la primera bandera argentina por el cura párroco de la Capilla del Rosario, Dr. Julián Navarro, y al General Beigrano en el momento que entrega a Cosme Maciel la bandera ya bendecida. Ambas obras corresponden al escultor rosarino Eduardo Barnes.
En otros aspectos del Monumento se aprecian obras de Bigatti sobre "La Pampa", el "Océano Atlántico", el "Sur" y el "Este", como de Fioravanti: "Los Andes", "Río Paraná", "Norte" y "Oeste". Luego "Cripta de Beigrano", augusta y solemne, enclavada en la barranca lugar propicio para la meditación y el recogimiento, en el que la figura de Beigrano cobra vida en el bronce cincelado de Fioravanti.
La escalinata cívica y propileo es de una extraordinaria monumentalidad, rematada con 22 faroles-mástiles que le flanquean, y donde al flanquearse los pórticos se ingresa a una nave de más de 50 metros de longitud donde puede verse cuatro estrofas del Himno en bajo relieves de piedra. En el centro de esta composición arquitectónica se encuentra la urna votiva del fuego sagrado de la patria que contiene cenizas de los granaderos de San Martín, muertos en San Lorenzo.
En el subsuelo del propileo se encuentra la Galería de Honor de las banderas de América que completa el sentido profundo de unidad internacional sudamericana.
El mástil mayor, el más elevado de la República aparece discretamente alejado del Monumento. En él se izará la bandera bordada por las damas rosarinas en seda y oro. Este espíritu americano se completa con 4 hermosas esculturas que simbolizan "América India", "América Colonial", "América Republicana" y "América del futuro".
Este monumento inserto en la ciudad cuna de la bandera, es considerado una de las construcciones de mayor originalidad y de más profundo civismo en el mundo entero, y estas características transforman a la monumental masa arquitectónica en el templo máximo de la nacionalidad. No en vano en el centro de la obra se encuentra la urna votiva del fuego sagrado de la Patria. Esculpido en piedra se encuentra el mandato de Belgrano en su proclama del 27 de febrero de 1812: "Juremos vencer a los enemigos interiores y exteriores y/a América del Sur será el templo de la independencia y de la libertad".
Fuente: Extraído del Libro “ Rosario Historia y Desarrollo”. Edicciones Pago de los Arroyos. 2º Edición 1996