Así como las crónicas memoriosas y el periodismo se ocuparon mucho tiempo en se-/alar los serios conflictos causados por los iniciales malos modales y descortesía de mayorales y conductores, también es cierto que, con el correr de los años, aquel personal fue adquiriendo condiciones muy apreciables, como la honradez. Y por eso no extraña, como lo consigna el Boletín hformativo de la Empresa Municipal Mixta de Transporte del Rosario, de setiembre de 1937, la extensa nómina de objetos, prendas y valores recogidos por los empleados de la Mixta en tranvías y ómnibus y que iban desde "un paquete con siete pares de zapatillas, un pantalón de fantasía, una cartera con 16, 75 pesos, una valija, un cuadro, un portasenos, un tejido de lana con dos agujas, un título de capitalización, una bolsa con una botella de vino, un mantel, un estuche con un par de impertinentes, dos serruchos, un atril confunda y un vuelto de 4,90 pesos" a documentos y todo otro tipo de elementos.
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario , Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo N• 14. Autor Juan Carlos Muñiz. Julio 1991.