Escudo de la ciudad

Escudo de la ciudad
El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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lunes, 31 de mayo de 2021

LAS "VILLAS": OTRA HISTORIA

 



A partir de la postguerra se de­rrumbaron las formas de desarro­llo económico sobre las que se ha­bla levantado la ciudad. Una real masa de migrantes internos fue asentándose, en forma paulatina, en la periferia de las grandes ciu­dades, en busca de trabajo. Hugo E. Ratier lo consigna certeramente en "Villeros y Villas Miseria": "Des­de 1930, el migrante rural llega a las ciudades. La Segunda Guerra Mundial y la necesaria sustitución de importaciones con el consi­guiente impulso industrialista, le ofrece mayores posibilidades.

La Argentina asiste, entre 1937 y 1954, a tres períodos consecu­tivos. El primero, de 1937 a 1946, de gran expansión industrial; un segundo, de estancamiento rela-Uvo entre 1946 y 1954 y un tercero, de declinación, desde 1954 en ade­lante. Rosario no fue ajena, como era natural, a ninguna de esas eta­pas y el colapso de 1930 no pudo detener su asombroso crecimien­to. Ciudad eje portuario, detenta­dora de elevadores de granos, de máquinas industriales modernas, de fábricas de azúcar, etc. disponía además, en torno a sus barrios industríales y a los talleres del fe­rrocarril, la miseria de las casas de inquilinatos.

Pero fue a partir del proceso de industrialización que se irían con­formando cordones industriales en las distintas ciudades importantes (especialmente Buenos Aires y Ro­sario), donde cientos y luego miles de personas se asentaban en bus­ca de una vida mejor, llegando des­de el interior de la Argentina. El resultado serta la formación de las llamadas Vlilas Miseria, acumula­ción de viviendas harto precarias, que en un principio se imaginaron transitorias y terminaron en per­manentes. Allí, grandes grupos de familias desplazadas de sus luga­res de origen, convivían en promis­cuidad, protegidos malamente de las inclemencias del tiempo, con una alimentación deficiente y con­diciones sanitarias que distaban de lo imprescindible siquiera.

El abandono del campo por im­portantes sectores de la población y su concentración en las ciudades principales va unido, de ese modo, a la formación de estas vtilas de emergencia. Quienes se traslada­ban de las zonas rurales a la ciu­dad —

Conviene destacar, sin embar­go, un hecho que no siempre es consignado debidamente. Las vi­llas miseria, consecuencia de una migración interna no dirigida, es­pontánea, que incluye a gentes de paises limítrofes [paraguayas, bo­livianos) se diferencia del barrio obrero, cuyo asentamiento se producen alrededor o en torno a una fábrica o industria, con ha­bitantes con trabajo estable o per­manente, provenientes en su ma­yoría de migraciones externas y de alguna manera promovidas por el Estado, con el fin de "poblar" el país.

Fuente: Extraído de la revista “Rosario, Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo Nº 15 de Julio 1991. Autores: Sandra A. Bembo-Nelly I. Sander de Foster – Marisa Richa

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