EL HOSPITAL NACIONAL DEL CENTENARIO, TRIBUTO DE LOS ROSARINOS
AL PRIMER SIGLO DE PATRIA SOBERANA
La Universidad
Nacional del Litoral aún no había sido creada cuando el 15 de junio de 1919 se
inauguraron públicamente las instalaciones de la Escuela de Medicina y el
pabellón de Cirugía del Hospital del Centenario. Se trataba del ala construida
sobre calle Santa Fe, frente a la avenida Francia.
su término Echesortu
destacó que "el pueblo de Rosario", entendiendo al "patriotismo
como verdadera virtud moral reguló el sentimiento de la patria por el de
humanidad", y por eso había elegido festejar el primer centenario de la
Revolución de Mayo con la construcción de un Hospital y una Escuela de
Medicina.
La
Universidad del Litoral crea en 1920 la Facultad
de Ingeniería, Ciencias Matemáticas, Físico Químicas y Naturales aplicadas a la Industria. El 5 de septiembre de 1922, la
Asamblea de Profesores propuso la creación de la Carrera de Arquitecto
promoviendo el proyecto ideado por los arquitectos Angel Guido y Juan B. Durán,
e impulsado por un grupo de alumnos de la Escuela Industrial que deseaban
permanecer estudiando en la ciudad.
El 13 de
junio de 1923, cuando el Consejo Directivo sancionó la Ordenanza de creación de
la carrera, ésta se puso inmediatamente en funcionamiento con 43 inscriptos.
El Plan de
Estudios aprobado resultó de carácter muy restringido por circunstancias
presupuestarias y se planificó para cuatro años; incluso en la mayoría de las
materias, los docentes se compartieron con los estudiantes de Ingeniería Civil.
En 1935, un
nuevo Plan de Estudios extiende la duración de la carrera a 5 años; fijando
criterios de enseñanza que perdurarían durante casi dos décadas.
Durante los
primeros 30 años, la Escuela de Arquitectura se hizo merecedora de considerable
prestigio y varios de sus alumnos obtuvieron el codiciado Premio Mitre. En
1949, la institución festejó sus 25 años entusiasmada por las gestiones que se
encontraba realizando el Rector Angel Guido para convertirla en Facultad.
El quiebre
institucional de 1955 estableció la oportunidad de modificar completamente la
estructura vigente, tanto en lo institucional como en lo académico. Desde el
Centro de Estudiantes y la Sociedad de Arquitectos de Rosario se realizaron
gestiones diversas para la reorganización de la carrera.
El 20 de
febrero de 1956, la Universidad designó como Delegado Organizador de la Escuela
de Arquitectura y Urbanismo al arquitecto Jorge Ferrari Hardoy; encargado de
planificarla para un futuro independiente de la Facultad de
Ciencias Matemáticas, Físico Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria.
El 3 de
abril de 1957 la Universidad aprobó el Plan de Estudios y Reglamento Orgánico
de la ahora llamada Escuela de Arquitectura y Planeamiento, en donde se
estableció su dependencia administrativa provisional de la Facultad y su
relación directa con el Honorable Consejo de la Universidad, en el orden
técnico docente; esto significó la autonomía académica.
La Facultad
de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas tiene sus orígenes en la Escuela Provincial de Farmacia de la Universidad Provincial de
Santa Fe, creada en 1911.
En el año
1921, la Escuela fue trasladada a Rosario y se la incorporó a la Facultad de Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores,
dependiente de la Universidad Nacional del Litoral.
Las
actividades se iniciaron en forma precaria por la carencia de gabinetes y
laboratorios y por las dificultades propias de las cátedras de reciente
formación.
En estos
primeros años, la dispersión de las actividades desarrolladas en diversos
locales se constituyó en otro factor de importancia que entorpecía el quehacer
cotidiano y dificultaba el crecimiento de la Escuela.
Finalmente,
en julio de 1926 se inaugura, por iniciativa y gestión del Decano de la
Facultad Profesor Dr. Rafael Araya y siendo Rector de la Universidad Nacional
del Litoral el Dr Pedro E. Martinez, el primer edificio propio de la Escuela.
La Escuela
acreditó a través de los años una larga y fecunda trayectoria científica y docente.
En ella se cursaron las carreras de Farmacia y Bioquímica, esta última en un
comienzo como continuación y culminación de la primera.
El 21 de
mayo de 1919 fue presentado un proyecto de ley a la Cámara de Diputados de la
Nación por el diputado santafesino Jorge Raúl Rodríguez, con el nombre de
Universidad Nacional de Santa Fe y constituida por cinco Facultades que se
ubicarían en distintos puntos de la Provincia:
1
- Ciencias Jurídicas y
Sociales – (Santa Fe)
2
- Ciencias Médicas –
(Rosario)
3
- Ciencias Económicas,
Comerciales y Políticas – (Rosario)
4
- Ciencias Matemáticas,
Físicas y Naturales – (Rosario)
5
- Agricultura, Ganadería e
Industrias Afines – (Casilda)
La Facultad
de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas se
instalaría en la Escuela Superior de
Comercio de Rosario sita en calle Bv. Oroño
entre Mendoza y 3 de Febrero, cuyo terreno, edificio, instalaciones, gabinetes,
muebles, biblioteca, etc. formarían parte del patrimonio de la Universidad
Nacional de Santa Fe.
Las
discusiones continuaron durante casi 2 meses, hasta que el 14 de agosto de 1919
el mismo Diputado Rodríguez junto al Dr. Luis Agote, presentan un proyecto que
es aprobado en general por la Cámara, propiciando la creación de la Universidad
Nacional de Santa Fe con las siguientes facultades:
1
Ciencias Jurídicas y
Sociales (Santa Fe), sobre la base de la existente Facultad Provincial de
Derecho, de Santa Fe;
2
Química Industrial y
Agrícola (Santa Fe), sobre la base de la Escuela Industrial de la Nación, de
Santa Fe;
3
Ciencias Médicas,
Farmacia y Ramos Menores (Rosario), sobre la base de la Escuela de Medicina y
Hospital del Centenario de Rosario;
4
Ciencias Matemáticas,
Físicas y Naturales (Rosario), sobre la base de la Escuela Industrial de la
Nación de Rosario;
5
Ciencias Económicas,
Comerciales y Políticas (Rosario), sobre la base de la Escuela Superior de
Comercio de Rosario;
6
Ciencias Económicas y
Educacionales (Paraná), sobre la base de las Escuelas de la Nación;
7
Facultad de Agricultura,
Ganadería e Industrias afines, con asiento en la ciudad de Corrientes.
El tema fue
tratado en reuniones posteriores y, luego de algunas impugnaciones, el proyecto
fue aprobado definitivamente el 27 de agosto con ligeras variantes entre la que
se destaca el cambio de nombre de Universidad Nacional de Santa Fe por el de
Universidad Nacional del Litoral. La ley nacional 10861, promulgada el 17 de
octubre de 1919, es la que hace realidad el proyecto tan ansiado.
La Facultad
de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas de Rosario comenzó a funcionar
con una orientación técnica y humanista a la vez y con una estrecha relación
con el contexto, a través de la implementación de actividades de extensión y de
investigación y una postura definida de apertura hacia el medio.
Los planes
y programas de estudio se adecuaron a las necesidades económicas y sociales del
momento y fueron buenos para su época, adecuados a la realidad de ese momento
presente y del futuro inmediato.
El primer
plan de estudios, se puso en vigencia en 1920, expidiéndose los siguientes
títulos:
1
Doctor en Ciencias
económicas (5 años, 30 materias, 2 seminarios, 2 idiomas, tesis).
2
Licenciado para el
Servicio diplomático (3 años, 15 materias, 1 seminario, 2 idiomas).
3
Licenciado para el
Servicio consular (3 años, 13 materias, 1 idioma). Salvo la materia “Práctica
notarial”, las doce restantes son comunes con las de la carrera de “Licenciado
para el Servicio diplomático”.
4
Actuario (3 años, 11
materias, 1 seminario, 1 idioma).
5
Contador Público (3
años, 14 materias, 1 seminario o un proyecto de contabilidad privada o pública,
1 idioma)
6
Calígrafo público (2
años. 6 materias, 1 cuadro caligráfico, 1 informe pericial).
Luego se
aprobaron nuevos planes, que fueron creando nuevas carreras y modificando otras,
en los años 1927, 1929, 1953, 1957, 1963 y 1966. Se crea en 1920 como Facultad
de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria
siendo una de las tres facultades con sede en Rosario integrantes de la
Universidad Nacional del Litoral. Esta Facultad se creó sobre la base de la
Escuela Industrial de la Nación (1906), actualmente Instituto Politécnico
Superior Libertador General San Martín (UNR). Tenía a su cargo la enseñanza
técnica teórica y práctica, desde obrero hasta las distintas aplicaciones de
entonces de la Ingeniería Civil (Mecánica, Hidráulica, Industrial,
Electricista). La enseñanza completa comprendía cinco ciclos; correspondiendo
los tres últimos al nivel de Enseñanza Superior. Por ese entonces se otorgaban
los títulos de grado de Ingeniero Civil y de Agrimensor. A partir de 1923
comienza a dictarse la carrera de Arquitectura.
La Facultad
comenzó a funcionar en el edificio sito en calle Córdoba 625 (actual Liceo
Avellaneda). En noviembre de 1929 se inaugura el actual edificio histórico de
la Sede Central de la Facultad, en Avda. Pellegrini 250. Su construcción
comenzó en 1924, hacia 1934 se concluyó la sección talleres y sobre el final de
la década del 30 se realizaron las últimas ampliaciones. En el año 1952 se dicta
la Ordenanza municipal que fija el emplazamiento del futuro Centro
Universitario (CUR), en terrenos pertenecientes a los ferrocarriles del estado.
A partir de entonces y paulatinamente algunas escuelas, laboratorios e
institutos de la facultad se fueron instalando en el CUR.
En 1934 se
elabora un nuevo plan de estudios que estuvo vigente durante 20 años,
dictándose las carreras de grado de Agrimensura, Arquitectura e Ingeniería
Civil.
Las
actividades de investigación desarrolladas desde un comienzo confluyen
alrededor de 1939 en la creación del Instituto de Fisiografía y Geología y el
Instituto de Matemática. Este último se inicia con objetivos como abrir la
posibilidad a jóvenes estudiosos de familiarizarse con los resultados teóricos
y aplicados de la matemática y participar en el desarrollo de los mismos. A
partir de 1940 y durante casi 30 años fue su director el insigne matemático
italiano Beppo Levi, quien contó como subdirector con el joven y brillante
matemático español Luis Santaló. La acción de ambos dejó una impronta que se
proyecta hasta nuestros días en la calidad y tradición académicas de nuestra
casa.
En 1953 el
Consejo Nacional Universitario definió cuatro grupos de terminalidades de
Ingeniería: Civil, Mecánico Electricista (Electromecánica), Química y
Geodésica. La Ingeniería Mecánica se agrupaba junto a la Ingeniería
Electricista y la Ingeniería en Telecomunicaciones en la denominación general
de Ingeniería Mecánico Electricista. En ese año se creó en esta Facultad la
especialidad de Ingeniería Electromecánica, definiendo orientaciones en el
sexto año de estudios. Éstas eran, las correspondientes al ingeniero
electricista, ingeniero mecánico e ingeniero en telecomunicaciones.
Producto de
un proceso previo de renovación académica, en 1960 se produce un radical cambio
de plan de estudios: el renombrado plan 60, que continuará en vigencia hasta
1975 con algunas modificaciones en 1967. De cursado semestral con créditos y
materias optativas, introduce las especialidades dentro de las carreras de
ingeniería. Se crean las carreras de Ingeniería Mecánica e Ingeniería
Electricista. Se cursan las carreras de grado de: Arquitectura, Ingeniero
Geógrafo, Ingeniería Mecánica orientaciones Mecánica o Metalúrgica, Ingeniería
Electricista orientaciones Electrotecnia o Electrónica e Ingeniería Civil
orientaciones Construcciones, Vías de Comunicación e Hidráulica. Es una etapa
de
crecimiento
de la Facultad en muchos aspectos que entre otros desembocará en 1967 en la
creación de las Licenciaturas en Física y en Matemáticas. Se promueve la
formación de posgrado en el exterior (Francia, Italia, Bélgica, USA, etc.)
mediante un programa de becas para docentes.
Durante la
década de 1960, hubo un notable crecimiento de las actividades de Investigación
y Extensión al medio. Se crean laboratorios específicos y algunos de ellos
comienzan directamente su actividad radicándose en los terrenos y dependencias
del Centro Universitario Rosario (CUR). En 1959 se instalan allí el recién
creado Laboratorio de Hidráulica y los Laboratorios de Electrónica. En ese año
también se crea el Laboratorio de Suelos, que conjuntamente con otros
Laboratorios relacionados con actividades de la Ingeniería Civil, se nuclearán
en el Instituto de Mecánica Aplicada y Estructuras (IMAE) creado en 1962El IMAE
se radicó definitivamente en el CUR en 1969 en un edificio propio. Respecto a
su infraestructura, resulta de gran significación el patio de cargas, único en
su tipo en la región, de 750 m2 de superficie. También se crearon por esos
años, el Instituto de Diseño Industrial y el Laboratorio de Metrología Mecánica
y Legal, este último de relevancia nacional.
En 1965 se
crean la Escuela de Ingeniería Civil, la Escuela de Ingeniería Mecánica, la
Escuela de Ingeniería Eléctrica y la Escuela de Agrimensura.
En 1967 se
crean las carreras de Licenciatura en Física y Licenciatura en Matemática que
además de la formación de grado promueven un paulatino aumento de la
investigación científica en los aspectos teóricos y experimentales.
La carrera
de Ciencia Política y Relaciones Internacionales (antes Diplomacia) tiene su
origen en la Universidad Nacional del Litoral y fue creada mediante la sanción
de la ley nacional Nº 10.861, promulgada el 17 de octubre de 1919.
Como
carrera dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y
Políticas, se cursaron las carreras de Doctor en Ciencias Económicas,
Licenciado para el Servicio Consular, Licenciado para el Servicio Diplomático y
Actuario.
El creador,
líder intelectual y propulsor de la carrera durante su etapa inicial fue el Dr.
Rafael Bielsa quién se desempeñó como Decano a partir del 19 de abril de 1927.
Ese mismo
año fueron modificados los planes de estudio y se creó el Doctorado en Ciencias
Políticas y el Doctorado en Diplomacia, también se dictó la licenciatura para
el Servicio Consular.
La Facultad
de Derecho registra su origen a mediados de los años 50. Más precisamente, en
1956 se dieron los primeros avances consistentes tendientes a la creación de un
centro universitario para el estudio de las Ciencias Jurídicas en Rosario.
Desde una perspectiva histórica, la creación de la Escuela de Derecho
representa un acontecimiento de relevancia única en la memoria universitaria de
Rosario. En la práctica, supuso la concreción real de una idea ampliamente
respaldada por la Ciudad, cuyos antecedentes remiten, entre otros, al proyecto
de Estanislao Zeballos, presentado en el Congreso a principios del Siglo XX y
luego frustrado, proponiendo la creación en Rosario de una Facultad de Derecho
y Ciencias Sociales dedicada especialmente al estudio de la legislación
comparada y las cuestiones económicas y del trabajo. Esta iniciativa era parte
de un proyecto mayor de creación de una Universidad Nacional del Rosario. Al
respecto, cabe destacar que la argumentación sostenida por Zeballos refiere al
crecimiento demográfico de la ciudad y a las reconocidas aptitudes rosarinas
para el comercio, el progreso y la civilización. Estas consideraciones se
traducían en efecto en el perfil de aquel proyecto, marcadamente enfocado hacia
las necesidades de la vida argentina y el desarrollo de la civilización. Por
sus fundamentos explicitados, queda claro que aquella iniciativa reflejaba
fielmente el carácter de Rosario y sus ciudadanos. Además de otros proyectos de
similares propósitos, la ciudad había ensayado anteriormente el dictado de
estudios jurídicos en 1874, luego clausurados por decreto.
Volviendo
al origen preciso del proceso de creación de la Facultad, cabe señalar que las
primeras acciones iniciadas en 1956 estuvieron fuertemente vinculadas a la
renovación de planes y métodos experimentada en la educación superior luego de
1955. Marcadamente críticas del sistema de cursado vigente en el período
anterior, caracterizado por la debilidad de los vínculos efectivos entre los
estudiantes y la institución, las nuevas posiciones ponían el énfasis en una
mayor integración de los alumnos a los procesos académicos. En la práctica,
esto se traducía en la necesidad de intensificar el cursado, avanzando hacia
una mayor presencia de los estudiantes en la Facultad.
Considerando
aquel contexto, cabe señalar que una importante proporción de los estudiantes
de la UNL provenían de Rosario y el sur provincial. Esta realidad contribuyó a
delinear las posiciones estudiantiles reformistas acerca de la problemática,
orientando la acción en dirección a resolver los problemas de radicación en
Santa Fe derivados de las nuevas concepciones sobre el cursado de las Carreras
universitarias. Posiciones que fueron activamente sostenidas por los centros de
estudiantes a través de asambleas, huelgas, campañas y otros medios. Estas
acciones estaban claramente dirigidas a resolver el conflicto frente a las
autoridades de la UNL.
Los
propósitos centrales de la movilización estudiantil fueron ampliamente compartidos
por fuerzas representativas de diversos sectores de la Ciudad de Rosario, las
que aportaron apoyos importantes concretados en la formación de una comisión
Pro-Escuela de Derecho, fuertemente apoyada además desde la prensa. El
creciente consenso local alcanzado permitió avanzar firmemente hacia el
objetivo trazado. En esta dirección, una importante medida tomada en aquel
momento concretó la implementación local de “Cursos libres de Derecho” bajo el
patrocinio e iniciativa del Colegio de Escribanos. Estos cursos estaban a cargo
de profesores de reconocido prestigio en el campo de las Ciencias Jurídicas.
Ante estos progresos, las negativas de las autoridades santafesinas fueron
cediendo, lográndose la aceptación formal para la organización de cursos dictados
en Rosario sobre varias materias, válidos para los respectivos exámenes. No
obstante, estas actividades fueron luego suspendidas, poniendo en evidencia la
naturaleza y la persistencia del conflicto existente.
Finalmente,
la intensa actividad fundacional desplegada desde Rosario alcanzó su objetivo
en Junio de 1959, logrando que la Asamblea Universitaria de la UNL aprobara la
creación de una Escuela de Derecho, dependiente de la Facultad de Ciencias
Económicas radicada en Rosario. De este proceso político, es interesante
rescatar la naturaleza de los debates que enfrentaron a las posiciones
encontradas. En este sentido, la discusión no eludió abordar cuestiones tales
como la valoración social del abogado en el contexto de la época. De parte de
los defensores de la creación de la Escuela, se rechazaban los cuestionamientos
economicistas, insistiendo en el compromiso de valiosos profesores a título
honorario (realidad que de alguna forma se proyecta hasta la Facultad de hoy,
en las modalidades propias de la actualidad), manifestando además que la
distancia provocaba una negativa distorsión en la relación entre profesores y
alumnos. Tampoco estas posiciones dejaban de lado las limitaciones que la
distancia imponía a las posibilidades de estudio de los alumnos de escasos
recursos.
La nueva
Escuela de Derecho inició entonces sus actividades en 1960, habilitando los dos
primeros años para las asignaturas del plan de estudios. En dos etapas
siguientes se avanzó en la puesta en marcha de los años intermedios, hasta
completar totalmente la estructura del plan de estudios. Unos años después, en
1967, por Resolución de la Secretaría de Estado de Cultura y Educación, la
Escuela se transforma en Facultad de Derecho.
En lo
referido a su emplazamiento, en 1964 la Provincia de Santa Fe cedió a la
Escuela el uso del edificio del antiguo Palacio de Justicia, obra reconocida en
la Ciudad por su valor arquitectónico. Esta sede, construida originariamente
por iniciativa del catalán Juan Canals, fue ocupada por el Poder Judicial aún
antes de finalizadas las obras, en 1892. Deteriorado por el paso del tiempo y
las consecuencias de intervenciones irracionales, desde mediados de los años
80´ se promueven acciones de revalorización patrimonial impulsadas desde la
Facultad y la Universidad, interactuando con las administraciones provincial y
municipal. Cabe señalar que luego de la cesión por parte de la Provincia, la
Escuela de Derecho compartió en aquella época el uso del edificio con otras
instituciones.
El 9 de
agosto de 1947, en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Exactas se
inauguró la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la
Universidad Nacional del Litoral. La facultad comenzó a funcionar a partir del
5 de junio de 1948, en el recinto del Colegio Nacional Nº1.
El 29 de
diciembre de 1951, el Consejo Superior decide la compra del actual edificio, en
el que funcionaba el Colegio de la Santa Unión de los Sagrados Corazones.
Cambió de
nombre varias veces: Facultad de Filosofía y Letras, Facultad de Filosofía,
Letras y Ciencias del Hombre, Facultad de Filosofía y desde el 15 de junio de
1979 Facultad de Humanidades y Artes.
La carrera de
formación de Psicólogos fue creada el 6 de abril de 1955 por el Consejo
Superior de la Universidad Nacional del Litoral de la que formaba parte como
Facultad de Filosofía y Letras y Ciencias de la Educación. En 1953, en la
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación, se organizó la
Carrera Menor de Auxiliares de Psicotecnia. Era una carrera de corta duración,
abarcaba tres años, y estaba dirigida a los egresados de las escuelas normales;
el objetivo más importante fue el de brindar a los docentes una especialización
en las aplicaciones de la Psicología para conocer científicamente al alumno y
mejorar la eficacia del acto educativo.
A tono con el
prestigio que la Psicología renovaba en casi todos los países de América y por
la funcionalidad de sus aplicaciones con los intereses del “Estado de
Bienestar”; el primer peronismo alentó oficialmente la difusión de la
disciplina como así también su organización académica al más alto nivel. En
este contexto, el Ministerio de Educación conjuntamente con la Universidad
Nacional de Tucumán organizaron, en el mes de marzo de 1954, el Primer Congreso
Argentino de Psicología. La trascendencia de este evento, además de constituir
un cuadro de situación del estado de la Psicología Argentina, radica en que
recomendaba especialmente la organización, en las distintas Universidades
Nacionales, de carreras superiores de Psicología.
Tan solo dos
meses después del Primer Congreso, en mayo de 1954, se creó el Instituto de
Psicología de cuyas funciones académicas y objetivos nos interesa subrayar el
que propiciaba la creación de la carrera de Psicólogo con sus diversas
especializaciones. Sobre la base del éxito de matrícula de la “Carrera Menor de
Psicotecnia” y el aval del Primer Congreso; el Instituto de Psicología gestionó
ante la Universidad Nacional del Litoral la organización de la carrera, lo que
se consiguió en abril de 1955. La currícula contemplaba un cursado en cuatro
años para acceder al título de “Psicólogo” y un postítulo de “Doctor” con la
aprobación de la tesis. Esta primera carrera argentina de Psicólogo apuntaba a
la formación de un egresado que ejerciera su saber en todas las áreas de
aplicación de la Psicología; vale decir que la impronta profesional dada al
título habilitaba a un nuevo agente con incumbencias para el tratamiento del
conflicto y la promoción del bienestar en todos los niveles de la vida en
sociedad: la Educación; la Salud; el Trabajo; la Justicia; etc. Si se compara
con lo que la Comunidad Europea ha impuesto recientemente en materia de
carreras universitarias se puede decir, sin falsa modestia, que aquel Plan del
´55 fue verdaderamente de avanzada. Basta con leerlo detenidamente. Las
carreras de grado son ahora, en el ámbito europeo, de cuatro años, con planes
muy flexibles y fuertes postgrados.
Como
consecuencia de los cambios políticos producidos en septiembre de 1955; entre
ellos, la intervención a las Universidades Nacionales y el recambio de la mayor
parte de los docentes, la carrera de Psicólogo fue refundada en enero de 1956;
siempre en el ámbito de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la
Educación. Nuevos docentes imprimieron una nueva orientación académica que se
refleja en la estructura y contenido del plan de estudios queahora estipulaba
un cursado de cinco años y preveía tres niveles de título: “Auxiliar de
Psicología” al aprobar el tercer año; “Psicólogo” al aprobar el cuarto y “Doctor
en Psicología” al aprobar el quinto año más la tesis. No obstante las grandes
diferencias, ideológicas y académicas, con el modelo de carrera de 1955, se
mantuvo algo esencial: la habilitación profesional del título del grado.
La carrera de
Psicólogo tal como se la organizó en 1956, con alguna modificación en 1958/9,
se mantuvo en pleno funcionamiento hasta el golpe militar de 1966. La dictadura
intervino las Universidades; provocó la renuncia de numerosos docentes e
instaló una concepción autoritaria y dogmática que en lo ateniente a nuestra
carrera se materializó con la represión de la libre expresión de las ideas; la
restricción del ingreso y la expresa prohibición -en 1968- a los Psicólogos del
ejercicio de la Psicoterapia, con lo cual se limitó la incumbencia profesional
del título. También fue suprimida la posibilidad del doctorado específico en
Psicología tal como venía dándose en los primeros planes; reemplazándoselo por
un curso de postitulación común a toda la Universidad. Durante la administración
de los funcionarios de la intervención militar pocos fueron los cambios
favorables para las carreras de Psicología del país; en el caso de la carrera
de Rosario, el único a consignar, que en verdad no modificó las restricciones
que afectaban tanto a la carrera como a la profesión, fue la disposición, en
1971, de que la carrera de Psicología se cursara en la Escuela Superior de
Psicología y Ciencias de la Educación, nueva instancia académica independiente
de la Facultad de Filosofía y Letras. En el período 1973/76, durante el tiempo
que duró la democracia, se impulsaron grandes reformas sobre todo en el
contenido de las materias y en la composición del cuadro docente; pero la
inestabilidad política de esos años, que se expresaba con toda su fuerza en la vida
universitaria, determinó que no se pudieran consolidar en cambios efectivos en
la estructura de la carrera. El nuevo golpe militar de 1976, justificado en la
nefasta doctrina de la seguridad nacional, llevó a extremos inimaginables la
maquinaria represiva del Estado; entre sus atropellos menores debemos notar la
suspensión del ingreso a la carrera; la anulación del estatuto de “Escuela
Superior”; la expulsión de la mayoría de los docentes; la prohibición de
autores clásicos de la Psicología, por ejemplo S. Freud y J. Piaget, porque
propiciaban un pensamiento dialéctico y por lo tanto subversivo.La cursada completa, con
los exámenes de las respectivas asignaturas finales, se completó en el turno de
diciembre de 1959. No obstante, los títulos se expidieron entre 1960 y 1961 a
causa de que los profesores responsables de los Internados (Pediátrico,
Psiquiátrico y otros) demoraron mucho tiempo en comunicar la aprobación de los
mismos. Aprobación que, por lo demás, se obtenía sin examen final. Los
internados eran equivalentes, poco más o menos, a la actual Residencia Clínica.
Como es comprensible, no hubo Internado Educacional. Cerrando esta página
testimonial se plantean dos cosas más. La primera, que Diomira Carrara y Ovide
Menin son los últimos supérstites académicamente activos en la Universidad. De
los restantes, cinco nos han dejado definitivamente. Otros, increíblemente,
siguen ejerciendo la profesión de manera liberal.
Fuente: reseña UNR