Escudo de la ciudad

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El escudo de Rosario fue diseñado por Eudosro Carrasco, autor junto a su hijo Gabriel, de los Anales" de la ciudad. La ordenanza municipal lleva fecha de 4 de mayo de 1862

MONUMENTO A BELGRANO

MONUMENTO A BELGRANO
Inagurado el 27 de Febrero de 2020 - en la Zona del Monumento

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sábado, 16 de octubre de 2021

Los monólogos del "Chango" Gramajo

 



Por Jorge Brisaboa

El monólogo del "Chango" Roberto Artemio Gramajo.

Sobre la raya izquierda, recibiendo de espalda a cuarenta metros del arco, amagando girar a la derecha y arrancando hacia el otro lado para sacarse de encima al volante. Poniendo primera, y enseguida Ja segunda para aparearse a su marcador, el 4 rival, quebrar levemente la cintura y pasarlo de largo mientras pone la tercera, y la cuarta para engañar al zaguero que sale a buscarlo, mostrándole la pelota por una fracción de segundo, tocándola con el pie derecho hacia afuera, protegiéndola con el culo, y definiendo de izquierda con el arquero a mitad de camino. Al primer palo, o al segundo. O la asistencia para Poy o Bóveda que entran solos. Pero la escena final se repetirá una y otra vez: gol de Central.

El monólogo del "Chango" Roberto Artemio Gramajo.

Sus historias, sus relatos, su orgullo, su vanidad de sentirse ídolo de Central, querido, recordado, aunque haya pasado un cuarto de siglo. Con la misma tonada y la "ese" santiagueña de siempre. Si solamente le falta su bombo legüero. Y además, si es santiagueño, bien dice la copla que no puede decir que no.

Un monólogo para cada tema: Boerio.

—Yo jugaba en Central Argentino de La Banda donde debuté los 15 años. Los 16 ya estaba en el seleccionado santiagueño, jugaba de 10 punta de lanza. Iba a comprarme Central pero se corrió el rumor que Newell's me estaba por robar, me estaba por "tucumanear", esto pongaló entre comillas, entonces Adolfo Boerio agarró su Valiant, se puso los guantes y rajó a Santiago. Llegó en siete horas, volaba en la ruta porque son setecientos kilómetros y en ese tiempo había un tramo de tierra. Me compró en 4 millones 750 mil pesos. Por eso desde ese día don Adolfo es mi segundo padre. ¿Sabe qué hacía don Adolfo? "Chango, cuánto querés ganar", me preguntaba. Veinte decía yo. Entonces me daba cuarenta.

Un monólogo para cada tema: el debut amistoso.

—Vinimos con mis compañeros de Central Argentino en un colectivo, esos de línea, y demoramos como diecisiete horas en llegar, paraba en todas las estaciones... entonces yo jugué para Central contra mis compañeros de Santiago y ahí empecé a hacer goles: hice dos esa noche. Yo tenía 19 años.., entonces iba poca gente a la cancha, pero decían "vino un santiagueño"...

Un monólogo para cada tema: el debut oficial.

—Llego de Santiago en el 67 y tenía edad de tercera... entonces un partido lo jugué en la tercera, volaba, y la gente decía "¿quién es?". Al otro partido el "Cabezón" Ignomiriello me pone en la reserva, donde había jugadores de primera, y también rendí el examen. ..y la gente empezó a yerme. Para colmo la primera empezó a aflojar. Después, en abril se produce la expulsión de Gennoni en un partido, y don Miguel Ignomiriello me dice: "Chango, venga para acá, a usted lo voy a hacer jugar dos partidos, contra Platense en cancha de Ñuls (la de Central estaba suspendida) y contra River allá, o sea que usted juega tranquilo su primer partido porque tiene la oportunidad de dos partidos". Y así debe ser. Entonces jugamos contra Platense aquí, no anduve tan bien pero yo tenía el otro partido. ¿Qué pasó? En aquel tiempo no había cambios. Arriba jugaban siempre Gennoni, Poy y Giribet. Pero Gennoni no sabía que no iba a jugar. Don Miguel empezó a nombrar... Ancjrada, González, Pascuttini. .. y cuando llega a los de arriba dice Poy, Gramajo y Giribet. El "Loco" Gennoni empezó a romper mesas, sillas, se lo quería comer a don Miguel. "Va Gramajo, yo soy el técnico", dijo. Y jugué. Gennoni lloró, se tiró al suelo y todo... pero yo digo la verdad. Usted sabe, un santiagueño ir a jugar a la cancha de River, y lo que me pasó ese día. Qué nenes que jugaban en River, Gatti, Sainz, el "Lagarto" Guzmán, Ermindo Onega, Cubilla, Más. ¡Ay Dios! ¡Sabe qué hice! Entro a la cancha y le digo: señor Ermindo Onega —él se sorprendió, yo tenía 19 años y él 29— usted sabe que soy santiagueño y cómo es la vida.., el año pasado sentía por radio sus gambetas porque yo soy bincha de River... pero hoy le voy a hacer un gol, voy a hacer un gol porque siento que voy a hacer un gol ... anoche soñé que voy a hacer un gol... Empieza el partido y como Timoteo Griguol me había dicho "Chango, al arquero yo lo conozco desde hace tiempo y se adelanta, vos la primera pelota que agarrés tirale por arriba", apenas sacamos le tiré. Iba la pelota y Gatti empezó a retroceder, y la pelota pegó en el travesaño y se fue afuera. Fue un toque de atención. ¿Y si hago ese gol? La gente dijo ¡uh..! ¿quién es éste?, porque hay muchos jugadores pero inteligentes hay pocos. Enseguida, pum, gol de Cubilla, buen jugador el gordito. ..Y los aviones que pasaban... yo digo ¿qué es esto?, se va a caer un avión. ..y dicen que cuando pasa un avión bajo es porque el piloto es hincha de River, y entonces el contrario se achica... Dicen... dicen, ¡bah...!, cómo no van a decir eso si está la pista de Aeroparque ahí, si va por otro lado se cae al río... Entonces, pum, Timoteo con la cabeza 1 a 1. A los cinco minutos le digo a Ricardo Palma, que era un fenómeno, tirámela... paro la pelota, lo tengo a Matosas. adelante, le hago un amague por izquierda, otro a la derecha, Matosas se cae, hago otro a la izquierda y la agarré con la zurda y a Gatti casi le corto la cabeza: 2 a 1. Después nos empatan, nos hacen el tercero, y sobre el final penal para Central. Don Miguel lo tenía designado a Bielli, la agarró mordida y la tiró afuera. Si la agarro yo le saco la cabeza, aparte-el penal lo hubiera tirado con zurda. Yo con zurda tiro más fuerte, con la derecha tengo más dirección. La ventaja mía es que pateo con las dos, en cambio Maradona patea con la izquierda, la derecha sólo la tiene para frenar el auto.

Un monólogo para cada tema: los goles.


—El 70 fue mi mejor año, hice 23 goles. En el 67 jugué tres partidos e hice un gol, en el 68 hice 21 pero estaba en la colimba, en el 69 hice 3 pero me lesioné, y en el 71 hice 11. Contando todos los partidos que jugué en Central, incluidos los de la Copa Libertadores, 152, convertí 65 goles, es decir que tuve una efectividad del 36 por ciento... La noche del 2 de octubre de 1970 fue la de los cuatro a Independiente, un récord para mí, además un club chico le hizo cinco a un club grande, otro récord, yo tenía un tirón en el muslo izquierdo y no iba a jugar, me infiltraron. Esa noche el periodista Juan Gerardo Mármora dijo "el látigo del Chango". ..Porque hice cuatro pero pegué dos tiros en el palo.. .Bueno, en el último Pastoriza se la quiso dar a Santoro, piqué, llegué antes, se la toqué por arriba y entré con la pelota adentro del arco, la agarré con las manos y me la llevé hasta el centro de la cancha.. .tenía ganas de llevármela para casa. Ahí volví a sentir el tirón y no pude seguir, pero fue la noche más grande de mi vida.. .Después con Newell's hice lo mismo en el arco del Palomar. Ganamos 4 a 1, fue el cuarto y el tercero mío, le hago una gambeta a Musante, lo eludo a Fenoy.. .gol.. .entro al arco, me llevo la pelota, se la muestro a la hinchada, el árbitro Ducatelli me dice 'señor Gramajo, tiene que largar la pelota si no lo expulso", y la dejé.. .Uh. . .esa tarde, cómo lloré de alegría en la cancha, qué emoción, tiré la camiseta a la tribuna. Después me tuvieron que sacar escondido, tipo Menem cuando lo sacaron de Rosario para que no lo detuvieran en la época de los militares. Me fui en un Renault 4 de mi amigo José Guidetti, y nos fuimos a tomar cerveza al Wembley.

Un monólogo para cada tema: los técnicos.

—Ignomiriello hizo una revolución, hizo los vestuarios nuevos, los jugadores hablábamos con los periodistas por una ventanita. Eso lo admiré siempre. Un día salimos a la cancha con un saco y la gente se reía.. .nunca había pasado. El hizo hacer los unifotmes, todos correctos, pantalón y saco, uniformes para todos. Enrique Omar Sívori me dijo un día algo que no me olvidé jamás: "Levante la cabeza, Chango...". Don Agel Zof no es un técnico, es un padre con once hijos, qué tipo simple. Angel Labruna, otro tipo simple ... y mire que era famoso... él les daba indicaciones a todos, al 2, al 3, al 4, cuando llegaba a mí que era el 11 me decía: "Usted Chango haga lo que quiera, haga taquitos..". Y siempre me daba un consejo: "En la primera jugada, chóquelo a su marcador y hágale sentir el rigor". Entonces yo alargaba la pelota e iba al choque, fuerte, así se daba cuenta a quién tenía que marcar.

Un monólogo para cada tema: la plata.

—,Sabe qué hacía yo después de los partidos en el 70 o 71? A mí la plata nunca me importó, por eso me quedé sin plata.. .estoy tranquilo con mi conciencia porque hacía obras de bien. Iba a una villa de emergencia, hablaba con el jefe, con el capo, llevaba.. .no sé... 17 kilos de asado. Entonces, hablaba con el jefe. Yo me llamo Roberto Artemio Gramajo. "Sí, ya sé, ayer hiciste dos goles", me dijo el capo un día que le había hechos dos goles a Boca. Vamos a hacer un asadito, vamos a comprar el carbón, a juntar las parrillas, y que coman todos los chicos porque los grandes aguantamos. Entonces, esos chicos deben tener a esta altura 27 a 30 años, y se deben acordar. Y eso lo hacía no porque soy demagogo, sino porque lo siento así. A mí la plata nunca me mil importó.

Un monólogo para cada tema: el ídolo.

—Carrascosa y Fanesi, que cuando jugaban estudiaban en la Universidad y después se recibieron de doctores, decían que el "Chango" es el más ídolo de todos. Y decían: "Es muy simple, el Chango tiene contacto con la gente". Tengo un carné que me identifica y dice: Roberto Artemio Gramajo, el ídolo más grande de la historia de Rosario Central. Porque no es cuestión de ser ídolo de una sola década, esto es de toda la vida, como Bochini en Independiente, Alonso en River.

Un monólogo para cada tema: Casares y Carlovich.

—Voy a hablar un poco del "Negro" Casares, el mejor 2 que vi en mi vida. Una estampa, una elegancia, una vez le salí de golpe y me hizo un sombrero en su área. Le pusieron "Chocha" por la chochera, corría como un caballito pituco ... qué Perfumo ni nada, no llegó a grande porque no podía dar patadas.. .Aparte, hablando de jugadores, aquí hubo un tipo que se llamó "Trinche" Carlovich, jugó conmigo en la reserva de Central ... en una baldosa movía los pies. No tuvo suerte, además su manera de ser... era más vago que yo. Pero el talento qué tenía, ése tenía una mano en la zurda. Después le fue bien en Central Córdoba.

Un monólogo para cada tema: la final con Boca.

—Decían que yo me había vendido en la final con Boca. ¡Cómo iba a venderme! Lo que pasó es que en la entrega de los Olimpia, se me acercó a saludarme Armando, el presidente de Boca, y se corrió esa bola, o que Armando prometió comprarme. Pero eran todas mentiras. Si a mí la plata nunca me importó. Entonces a los 25 minutos del segundo tiempo Zof me saca, me dolió mucho, yo creo que me sacaron los dirigentes. Llegué al vestuario, pateé dos cajones, y después le dije a don Angel varias cosas fuertes. Yo quería jugar. Al otro día, en Rosario, fui a su casa con mi señora y le pedí perdón. Pero lo grave es que nos habían robado el campeonato. Yo le dije a don Angel que tendríamos que haber retirado el equipo por invasión de cancha.

Un monólogo para cada tema: ida sin vuelta.


—En el 72 me vendieron al Panatinhaikos de Grecia. Me mandaron solo, en un país que no sabía el idioma un santiagueño de 23 años. Ahora es diferente: primero va el representante y el producto va en otra carga. Además, a mí me jodieron en 40.000 dólares que me correspondían, era un platal. Con esa plata me compraba, no una casa de fin de semana, una mansión. Yo sé quiénes me jodieron pero nunca lo voy a decir. En Grecia no enganchaba, me llevaba mal con el técnico Puskas, el húngaro, y quise volver. Vine, hablé en el hotel "Savoy" con el señor Timoteo Griguol que ya era el técnico, y que era padrino de mi casamiento, y me dijo: "Chango, tengo todo el plantel cubierto". Y no era así, lo que pasa es que lo iban a contratar a Kempes, pero yo tenía 24 años, lo que hubiera sido Kempes y yo juntos. Creo que me incendié cuando vine y canté lo de los 40.000 dólares. Entonces, el "Flaco" Menotti, que me quería tanto, me llevó a Huracán.

Un monólogo para cada tema: su vida al filo de los 50.


—Yo nací en La Banda el 28 de julio de 1947, mi padre era portero de escuela y hacía bombos legüeros, Artemio de Jesús Gramajo. Mi madre. ..Blanca Ascensión Gómez. Cuando me fui me puse una meta: jugar en un club grande, ser famoso, comprarme un Peugeot 404, y ganarme la lotería. Lo único que me falta es ganarme la lotería. Ando un poco por todos lados, voy a Orense, cerca de Bahía Blanca, y hago de silero, cocinero y tractorista en la cosecha de girasol. Hago también hornos de barro y empanadas santiagueñas ... Peso 83 kilos como cuando jugaba.. .ayudé a toda mi familia, a mis hermanos, pero yo ando sin un peso. Tengo tres hijos, Roberto Carlos de 28 años, Jorge Gabriel de 26, y Bárbara de 11, y un nieto de 10, Carlos Sebastián. Y tengo, como dice Roberto Carlos, un millón de amigos: Fernando Montoya, Cacho Sirseg, la familia Pecetto, Queco Fernández, Quito Pichetto, y por favor, debo nombrar a los utileros de Central, el Negro Giménez, Fermín, Pedrito, la lavandera, doña Carmen, los masajistas Aspiazú y Bulino, y los muchachos del bar Mayo, y el Chino Messiano, el tipo más bueno del mundo, Indalecio López, qué jugador, y...

Un monólogo para nombrar los amigos. 

Y a Teresita. Perdón "Chango", no hay más espacio. Amigos del "Chango", tengan la seguridad de que los ha mencionado a todos.

El "Chango" se va con su bombo, su ese, su tonada, su vanidad, su orgullo. Se va a sentir los olores del monte santiagueño. Deja sus goles. Y sus monólogos.

Fuente: Artículo Publicado en el libro “ De Rosario y de Central , Autor: Jorge Brisaboa Impreso en Noviembre 1996 por la Editorial Homo Sapiens.