En año de la consagración definitiva de Central sería 1908. Pese a su extraordinaria trayectoria y la enorme capacidad de sus equipos anteriores, no había podido acceder a la máxima conquista desde la creación de la Liga Rosarina en 1905. Pero en esa temporada se habría de quebrar la racha adversa.
El año comenzó con el mal presagio para los centralista. Thompset, extraordinario jugador y muy aprecido compañero, sufre un accidente y padece la amputación de una pierna. No hay consuelo para sus compañeros de equipo que juramentan para lograr el título en su honor a Thompset. Ya es de práctica que cada partido entre central y Newell´s sea “medio campeonato”. El primer choque fue el 9 de julio en cancha de Provincial. La tensión era tremenda. En apenas dos minutos, Harry Hayes convuerte dos goles para el elenco auriazul cuya parcialidad vibra de entusiamo. Se producen en tanto algunas escaramuzas con los hinchas rivales, cuando el árbitro sanciona un penal a favor de Newell´s. Fue una chispa que encendió una hoguera infernal, que se reavivió cuatro minutos más tarde cuando Newell´s logró el empate. Allí se desenfrenaron las pasiones,simpatizantes de uno y otro equipo invadieron la cancha mientras los jugadores secruzaban insultos y golpes. El árbitro suspendió logicamente el partido y la Liga adoptó dos días después una singular decisión: como no sabían a quién echarle la culpà del escándalo, se resolvió que el partido se jugara de nuevo. Con una particularidad: la recaudación iría a beneficio del malogrado Thompset, el mismo que había sufrido una amputación de su pierna en un accidente. El 2 de agosto, cuatro mil personas asistieron al partido en cancha de Argentino ( ahora Gimnasia y Esgrima) en el Parque. Fue histórico, apoteótico lo vivido aquella tarde. Apenas comenzado el segundo tiempo Central ganaba cuatro a cero con dos goles Harry Hayes y dos goles de Vázquez. Reacciona Newell´s y en 7 mimutos logra tres tantos. La vieja cancha parquense es un hervidero fenomenal. Y aparece alqguien que entraría esa tarde en la historica única, inigualada del clásico: Tito Corti, entreala derecho centralista, que convierte cinco goles en lo que resta del partido. El final fue de delirio: 9 a 3 para Central, Hugo Mallet, jugador ñulista, perdió tres dientes al chocar con Daniel Green.
Central sigue su racha triunfal. Derrota a Tiro Federal por 6 a 1, a Atlético Rosario 2 a 0 y vuelve a enfrentar a Newell´s. Está fresco el 9 a 3 anterior y los rojinegros claman por la revancha. Vuelve a ganar Central por 3 a 0 y ya nadie podrá discutilre el campeonato. Zenón Díaz y Harry Hayes son paseados triunfalmente por la estridente avenida Alberdi. La cerveza de lso criollos se entremezcla con el tradicional whisky de los ingleses. En el café de los Talleres, la crónica registró una estrofa entonada por un ignoto payador.
“ Con la amarilla y azul
que es enseña del campeón
Central le ha dictado a Ñul
una notable lección “.
Quedaba todavía el partido con Argentino, que Central resuelve fácilmente por cuatro a uno, coronando invicto una campaña excepcional, con otra connotación importante: ese año incorporó como zaguero a Ignacio Romero Rota, proveniente del club Porteño de Buenos Aires. Rota formaría una pareja de zagueros inolvidables junto al “ patriarca” Zenón Díaz. Por si no fuera bastante, el equipo de segunda de Central obtiene la Copa Santiago Pinasco.
Fuente: Bibliografía extraida de la colección Rosario Central Autor : Andrés Bossio