miércoles, 30 de junio de 2010
LOS ORÍGENES DEL GOLF EN ROSARIO
Por Enzo Duarte.
A través de las empresas ferroviarias británicas que se instalaron en el país a partir de las últimas décadas del siglo XIX.
El golf surgió aparentemente en Escocia y -como ya se sabe- es un juego que consiste en meter una pelota pequeña en determinados hoyos, golpeándola con un palo. A pesar de su presunto origen escocés, el término golf derivaría de una palabra
martes, 29 de junio de 2010
PROYECTO DE CANALS, 1890 DEL PUERTO ROSARIO
El 16 de enero de 1890 elevó los planos del puerto. Los mismos fueron aprobados el 26 de junio.
Dos eran presentados, el primero consistía en la construcción de un muelle de manpostería destinados a la vez a muro de contención y de sostenimiento; el segundo era un tipo de muelle de madera de pino de tea y quebracho revestido por un costado por una tabla esta cada destinada a sostener las tierras tras el mismo. Luego se hicieron algunas modificaciones indicadas por el Gobierno.Se organizó la "Sociedad Anónima Puerto del Rosario" con fin de llevar a la práctica los proyectos. Los Estatutos de esta sociedad fue aprobados por el gobierno de la nación en 8 de mayo de 1890. En es mes de julio el gobierno autorizó la transferencia de la concesión a esta sociedad anónima. Por decreto de 1892 se declaró rescindido el contrato para la " Primera Sección del Puerto de Rosario" celebrado en diciembre de 1888.
En octubre de 1892 considerando que el PE no estaba dispuesto a conceder la prórroga solicitada por el señor Juan Canals para par principios a la construcción del Puerto Sur de Rosario. A través de su apoderado Canals declaró por escrito que se resignaba a la acepatación de la rescisión de su contrato con el evitar cuestiones y proponía de arreglo ciertas bases y presentanba detalladas cuenta de los gastos. Un juicio concluido en abril de 1900 determinó la suma que le correspondía a don Juan Canals de 40.000 pesos.Canals muere en Buenso Aires en 1900 de su fortuna nada le quedaba.
Fuente: Bibliografía El puerto de la ciudad de Rosario de O. Ensinck editorial UNR.1979
lunes, 28 de junio de 2010
INCIPIENTE INDUSTRIA
Por expreso del Gobernador José Galvéz, el Club Industrial organiza la primera exposición en Rosario a la que asisten 850 expositores. En un amplio local sobre el margen derecha del arroyo Ludueña o Arroyito, como habitualmente se lo llamaba. En la ciudad se comenzo a notar un crecimiento industrial. A medidados de 1889 se inagura la Refinería Argentina, con capacidad para procesar 250 mil toneladas por año de azúcar y almacenar en sus instalaciones un millón y medio de bolsas. En torno de este establecimiento surge el barrio obrero. La ciudad existen destilerías, fabricas de forrajes de melaza. Cuatro molinos transforman el trigo en harina.La actividad financiera se ve inundada por las emisiiones de papale moneda, realizadas sobre la base del oro obtenido en el extrajero mediante los empréstitos.
Fuente: bibliografía: revista de La capital de 125 años
viernes, 25 de junio de 2010
En un café
por jorge brisaboa
Víspera de la Navidad de 1889. En un café de la que dieciséis años después pasaría llamarse
avenida Alberdi. y donde con el tiempo se instalaría el Colegio de los Talleres, un grupo dc ingleses y 'criollos, funcionariosy empleados del Ferrocarril Buenos Aires – Rosario, se juntan para crear un club de fútbol.
La idea venía de lejos emplezado a tomar en un encuentro realizado en el mismo café, en octubre, por once muchachos que pretendían armar un “team de football”. Los dos meses habían servido para hacer correr la noticia en los galpones de ferrocarril.
Finalmente 70 personas fundaron el Central Argentine Railway el 24 de diciembre de 1889, el inglés Colin Bolder Calder lo-logró que el ferrocarril les cediese el terreno para el “ field” en el corazón del barrio Talleres.
Calder fue elegido presidente en su primer discurso fijó posición: habló a favor del fútbol y en contra del cricket, el otro deporte que desde mediados del siglo XIX los ingleses intentaban imponer en la Argentina. Lo acpmpañaban trabajadores del ferrocarril de orígen británico: T.J. Hooper ( vicepresidente), C Chamberlain ( secretario), así como Miguel Green, White y Lucas.
Este nacimiento no fue imprevisto, estaba inserto en la realidad social de la época.
Es que la historia del fútbol y de Central está totalmente ligada a la historia de la Argentina Y Rosario.
En orden mundial de esos tiempos y ya marchaba que el país debía afianzar su perfil agro-exportador. Como contrapartida debían imponerse bienes, y hasta mano de obra calificada
agro-exportador. Como contrapartida debían importarse bienes, y hasta mano de obra calificada. Julio Argentino Roca y Domingo Faustino Sarmiento, como presidentes de la Nación, Habían consolido ese modelo.
En este contexto, el surgimiento de los puertos de Buenos Aires y de Rosario fue vital.Paralelamente, y más allá de la declamaciones y proclamaciones de país federal, el centralismo se acrecentaba con el diseño de los ferrocarriles: las vías férreas se distribuían para que – desde todas las provincias argentinas-los granos y las carnes confluyeran hacia Buenos Aires. El puerto era la salida hacia Europa y la punta final de un brillante negocio manejado por los ingleses.
A partir del control económico, empezó delinearse como una ciudad muy parecida- aunque más pequeña – a Buenos Aires.
El proceso inmigratorio hizo que unos 50.000 ingleses llegaran al país y muchos fueran absorbido, en tareas ferroviarias en distintas ciudades. Por supuesto, una de ellas fue Rosario: 20 de abril de 1863 se inauguraron las obras para la construcción en estas tierras: Woods, Hooper, Green.
Y aquel juego que en 1845 comienzó a verse en Buenos Aires, cuando marineros.
ingleses bajaban a tierra y corrían detrás de un objeto redondo al que le pegaban con los pies. desembarcó en Rosario. Porque así fue: desembarcó. Cuando la única cuadra pavimentada de Rosarioera Córdoba entre Maipú y Laprida, atracó en el puerto el buque "Englishman": traía los
rieles para construir la red ferroviaria. El acontecimiento fue celebrado entusiastamente, la fiesta se concentró en el puerto y se extendió a la Plaza de Mayo, hacia donde los "notables" de la ciudad trasladaron un simbrilico primer riel sobre sus hombros. Y se pudo ver. también, a orillas del río Paraná, a unos "locos ingleses" -como empezaron a ser llamados- corriendo detrás de algo redondo que saltaba y que empujaban con sus pies. Esto sucedía en 1864.
Tres años después, varios ingleses que habían bajado del "Englishnan" fundaron el Rosario Cricket Club, génesis del Rosario Atléticil Club y actual Club Atlético del Rosario. Dividieron las prácticas deportivas entre el cricket y el fÍtbol. Y fue en ese 1867 donde el fútbol se inició oficialmente en Buenos Aires (el 20 de junio se clisputri el primer partido en el Buenos Aires Cricket Club) y en Rosario, que adoptri como cancha un terreno ubicado en Salta y Buen orden (España). La ciudad tenía 23.000 habitantes.
El fútbol era bastante rudimentario. Cada jugador hacía con la pelota lo que le venía en gana hasta que otro se la quitara. Apareció lo que luego se bautizaría como gambeta. En 1871 surgió un ordenamiento dentro de la cancha: la tradicional formación de un guardavalla (goalkeeper), dos defensas (backs), tres medios (medio backs) y cinco delanteros (forwards). En 1874 desde los barcos baiaron unos elementos extraños que los iugadores se colocaron en sus piernas para contrarrestar los golpes: las canilleras. En 1875 se dispuso cambiar de arco al finalizar un período. Y se incorporó el travesaño, ya que los arcos estaban armados por dos postes enterrados en la tierra y cruzados por una soga. En 1878 los árbitros que dirigían los partidos empezaron utilizar silbatos. En 1882, el "throwin" que se hacía con una mano pasó a hacerse con las dos manos.
El fútbol fue evolucionando. A favor de las reglas que llegaban desde Inglaterra (donde en 1885 se iniciaba el profesionalisno) y de la mayor práctica. El 1" de febrero de 1886 se inauguró el Ferrocarril Buenos Aires-Rosario y comenzó el intercambio. En 1887 el BuenosAires F.C. y el Rosario Cricket Club jugaron dos particlos, uno en cada ciudad: en ambos ganaron los rosarinos 2 a 0. Sorprenclió el atuendo de los futbolistas: botines blancos al igual que las medias, y los pantalones ajustados a las piernas.
Mientras, los ingleses segufan arribando para trabajar en los talleres del férrocarril. Entre 1888 y 1889 se instalarían en Rosario, entre otros, Mulhall, Mayne, Calcler,Musket. Mutton. Mayne, Chamberlain, Wilkinson, Mac Leen, Barfon, Camp, Mac Inry're. Lamb. Hooper y Holis.
Algunos eran de edad madura, pero otros eran jóvenes y se los veía muy seguido jugando con una pelota en el baldío que daba a la parada Castellanos. Se los conocía como "los muchachos de Thomas Hooper", el f'erroviario inglés que los motivaba y aglutinaba.
El 24 de diciembre de l889. entre estos ingleses otros que estaban en la ciudad desde la época del "Englishrnan" y algunos criollos dieron vida a un nuevo club que buscaba diferenciarse del Rosario Cricket practicando fundamentamente fútbol Mutton propuso el nombre. Los socios fueron, exclusivamente. empleados del ferrocarril
La noticia se fue difundiendo entre los trabajadores ferroviarios boca a boca .No fue publicada por los diarios locales que por entonces centraban su atenciónn en la renuncia del intendente Pedro de Larrechea el 21 de diciembre, quien -según se escribiría días después en "El Municipio"- se había ido a descansar y pescar ranas a su estancia. Mientras, los rosarinos protestaban ante los concejales, negándose a pagar el reemplazo de piedra por adoquines en las calles. Y los concejales estaban ocupados en resolver la construcción de un reloj que diera la hora de todas las provincias.
El club ya estaba en marcha. Al terreno ubicado entre los portones 3 y 4, casi pegado a vías cercano al Pasaie de las Cadenas -después Celedonio Escalada y concedido por el permiso de autoridades férroviarias W. O. Lucas y T G Rusell que también se integraron a la instirucirin, se Ie colocaron los arcos. Un vagón en
desuso fue utilizado de sede, y en los días de partidos como vestuario y hasta de tribuna por los no muchos espectadores. La primera casaca fue roia y blanca a cuadros grandes; al poco tiempo se la cambio por una azul y blanca.
Los muchachos de los talleres jugaban entre ellos y el equipo asomaba. Para identificarlo, más que Central Argentine se le decía Talleres. Pero faltaba encontrÍr un rival para oficializa¡ el debut. Hasta que, en mayo de 1890, ancló en el muelle de Comas -situado a la altura de la baiada Sargento Cabral- un buque de guerra británico: el Beagle.
Mulhall fue al puerto, habló con su tripulación y consiguió que se disputara un partido. En su debut como equipo de fútbol el Central Argentine empató 1 a 1 con los ingleses del Beagle, y estuvo integrado por: F. Barton; J. Postell y G. Camp; J. Muskett. J. Barton y T. King;L. Mcl-ean, T. Muskett. M. Green, L. Mac Intock y H. Hooper.
Unas cuarenta personas fueron testigos del acontecimiento. A los pocoss días sejugó la revancha y gantó el conjunto rosarino 2 a 1
El Central Argentine Railway Club ya salía a la cancha.
FUENTE: Bibliografía de Rosario y de Central Autor Jorge Brisaboa Editorial Homo Saoiens Noviembre 1996
jueves, 24 de junio de 2010
EL “PATA BOLA”
Don Thomás Hopper fue un inglés simpatiquísimo que llegó a Rosario en 1889. Provenía de Newcastle, donde había visto jugar al futbol. Instalado en Rosario fue el fundador de y propulsor de de Rosario Central. Como al principio el cricket ”tiraba” más el futbolentre los funcionarios del ferrocarril, don Hopper fue reclutando criollos de los talleres para inculcarles sus conocimientos sobre el nuevo deporte. Le costaba mucho expresarse en castellano ya que apenas había aprendido a decir algunas palabras. Dicen que las primeras que se esmeró en pronunciar era referidas al futbol. Y así, a la salida de los obreros de los talleres ferroviarios, invitaba a todo el mundo de este tenor: “ Muchachos, hoy pata bola”
Queriendo significar que iban a patear la pelota. Y “ Pata Bola” fue el mote que le quedó para siempre a don Thomás, quien dio dos buenos jugadores el club: Sus hijos Estanislao y Enrique Happer.
Fuente: Bibliografía: Historia de Rosario Central . Autor Andrés Bossio
Queriendo significar que iban a patear la pelota. Y “ Pata Bola” fue el mote que le quedó para siempre a don Thomás, quien dio dos buenos jugadores el club: Sus hijos Estanislao y Enrique Happer.
Fuente: Bibliografía: Historia de Rosario Central . Autor Andrés Bossio
miércoles, 23 de junio de 2010
1889 -1894 Los portones 3y 4
por Fabián Bazán
Como todos sabemos, el CentralArgentine Railways Club (rebautizado en 1903), a pedido del socio Miguel Green, como Club Atlético Rosario Central) fue fundado porun grupo de trabajadores y funcionarios del Ferrocarril en la Nochebuena de 1889. El Ferrocarril Central Argentino había iniciado sus actividades en 1863, junto a los Talleres de Rosario, inaugurados en 1886. Se daba forma, con la fundación del Club, a una tradición ya acendrada entre los propios trabajadores de la empresa de prenderse en picados dentro del ámbito de los terrenos donde laboraban. Tanto es así que en 1863 se inició la práctica de fútbol en Rosario, frente a la Parada Castellanos y/o Villa Sanguinetti, aunque no se sabe con certeza si en una cancha o en dos.
Cuenta la tradición oral que el equipo del nuevo Club tuvo su bautismo de fuego (o de juego) contra otro formado por la tripulación del buque de guerra inglés Beagle, que allá por mayo de 1890 había atracado en el muelle de Comas, en la actual Bajada Sargento Cabral. Frente a un público que no superaba las 40 personas, el primer equipo de nuestra historia lograba un ernpate en un gol en el primer partido y una notable victoria por 2 a 1 en la revancha. El lugar donde se habrían disputado los dos históricos partidos sería el actual Parque de España.
Aquel primer equipo canalla formó con F. Barton; Postelly Gamp; J. Muskett, J. Barton y King, Mc Lean, T. Muskett, Miguel Green, Mac IntockyHooper.
La primera época estuvo erizada de dificultades. Se jugaba por el deporte mismo. El juego de los “cuatro ingleses locos”se practicaba, realmente, por pura diversión. Esos obreros entusiastas después de pasar muchas horas del día entregados a la tarea que a cada cual correspondía en los talleres del ferrocarril, junto á hierros y maquinarias, necesitaban, fuera del trabajo, buscar de distracción. Rosario Central, puede decirse, abarcó desde los primeros tiempos en su zona de influencia todo el barrio norteño de la ciudad: Arroyito, Refinería,Industrial, Alberdi. En ese enorme sector, verdadero pueblo aparte de Rosario, si se nos permite, florecieron los grandes cracks de nuestro futbol. Sus figuras fueron a enriquecer elhistorial argentino con sus actuaciones internacionales
En sus primeros años,los muchachos despuntaban el vicio de pegarle a la pelota entre los portones 3y 4 delos talleres de la estación Rosario Norte (es decir, saliendo del túnel Celedonio Escalada y yendo hacia el norte, a la derecha), cerca del Pasaje Celedonio Escalada (en aquel entonces Pasaje de las cadenas), al este de lo que hoy es la rotonda Gualberto Venesia y la plaza Ing. Della Paolera, aproximadamente en el lugar en el que actualmente se levanta elAlbergue Municipal ..La “Casona”. Las gestiones para lograr que la empresa permitiera tal cosa habían sido hechas por dos ingleses que formaban parte del personal superior del Ferrocarril Central Argentino: W. O. Lucas y T. G. Russell. Alguno de los tantos vagones en desuso que se encontraban en la zona hacían las veces vestuario, secretaría y hasta de tribunas para los curiosos de la época aunilue, por supuesto, las comodidades de la cancha eran muy escasas: apenas los arcos y los banderines que marcaban los corners.
La Revista del Cincuentenario nos confirlna que ..”el f'errocarril aportó bien pronto un terrero para que se hiciera el campo de deportes.Aquellas tardes del viejo barrio Talleres hallaba a los “pioneers” del gran fútbol de ahora, que entregados a la práctica de un deporte gue, con el correr de los años, habría de alcanzar enorme arraigo y popularidad pero si bien es cierto que el campo de juego, contando con la colaboración de la empresa, significaba un aporte considerable, no salvaba ello todas las necesidades del momento.había que comprar los implementos necesarios para práctica de fútbol, que no eran pocos ( y esos) representaba un gasto apreciable, si se tiene en cuenta la carencia de un núrnero calificado de contribuyentes y lo elevado de esos artículos importados que más de una vez habrían de causar la risa de los ernpleados áduaneros''.
Fuente: Libro "El gigante de Arroyito" La verdadera histotia. Año 2009 Editorial Cultura Canaya.
Como todos sabemos, el CentralArgentine Railways Club (rebautizado en 1903), a pedido del socio Miguel Green, como Club Atlético Rosario Central) fue fundado porun grupo de trabajadores y funcionarios del Ferrocarril en la Nochebuena de 1889. El Ferrocarril Central Argentino había iniciado sus actividades en 1863, junto a los Talleres de Rosario, inaugurados en 1886. Se daba forma, con la fundación del Club, a una tradición ya acendrada entre los propios trabajadores de la empresa de prenderse en picados dentro del ámbito de los terrenos donde laboraban. Tanto es así que en 1863 se inició la práctica de fútbol en Rosario, frente a la Parada Castellanos y/o Villa Sanguinetti, aunque no se sabe con certeza si en una cancha o en dos.
Cuenta la tradición oral que el equipo del nuevo Club tuvo su bautismo de fuego (o de juego) contra otro formado por la tripulación del buque de guerra inglés Beagle, que allá por mayo de 1890 había atracado en el muelle de Comas, en la actual Bajada Sargento Cabral. Frente a un público que no superaba las 40 personas, el primer equipo de nuestra historia lograba un ernpate en un gol en el primer partido y una notable victoria por 2 a 1 en la revancha. El lugar donde se habrían disputado los dos históricos partidos sería el actual Parque de España.
Aquel primer equipo canalla formó con F. Barton; Postelly Gamp; J. Muskett, J. Barton y King, Mc Lean, T. Muskett, Miguel Green, Mac IntockyHooper.
La primera época estuvo erizada de dificultades. Se jugaba por el deporte mismo. El juego de los “cuatro ingleses locos”se practicaba, realmente, por pura diversión. Esos obreros entusiastas después de pasar muchas horas del día entregados a la tarea que a cada cual correspondía en los talleres del ferrocarril, junto á hierros y maquinarias, necesitaban, fuera del trabajo, buscar de distracción. Rosario Central, puede decirse, abarcó desde los primeros tiempos en su zona de influencia todo el barrio norteño de la ciudad: Arroyito, Refinería,Industrial, Alberdi. En ese enorme sector, verdadero pueblo aparte de Rosario, si se nos permite, florecieron los grandes cracks de nuestro futbol. Sus figuras fueron a enriquecer elhistorial argentino con sus actuaciones internacionales
En sus primeros años,los muchachos despuntaban el vicio de pegarle a la pelota entre los portones 3y 4 delos talleres de la estación Rosario Norte (es decir, saliendo del túnel Celedonio Escalada y yendo hacia el norte, a la derecha), cerca del Pasaje Celedonio Escalada (en aquel entonces Pasaje de las cadenas), al este de lo que hoy es la rotonda Gualberto Venesia y la plaza Ing. Della Paolera, aproximadamente en el lugar en el que actualmente se levanta elAlbergue Municipal ..La “Casona”. Las gestiones para lograr que la empresa permitiera tal cosa habían sido hechas por dos ingleses que formaban parte del personal superior del Ferrocarril Central Argentino: W. O. Lucas y T. G. Russell. Alguno de los tantos vagones en desuso que se encontraban en la zona hacían las veces vestuario, secretaría y hasta de tribunas para los curiosos de la época aunilue, por supuesto, las comodidades de la cancha eran muy escasas: apenas los arcos y los banderines que marcaban los corners.
La Revista del Cincuentenario nos confirlna que ..”el f'errocarril aportó bien pronto un terrero para que se hiciera el campo de deportes.Aquellas tardes del viejo barrio Talleres hallaba a los “pioneers” del gran fútbol de ahora, que entregados a la práctica de un deporte gue, con el correr de los años, habría de alcanzar enorme arraigo y popularidad pero si bien es cierto que el campo de juego, contando con la colaboración de la empresa, significaba un aporte considerable, no salvaba ello todas las necesidades del momento.había que comprar los implementos necesarios para práctica de fútbol, que no eran pocos ( y esos) representaba un gasto apreciable, si se tiene en cuenta la carencia de un núrnero calificado de contribuyentes y lo elevado de esos artículos importados que más de una vez habrían de causar la risa de los ernpleados áduaneros''.
Fuente: Libro "El gigante de Arroyito" La verdadera histotia. Año 2009 Editorial Cultura Canaya.
CENTRAL ARGENTINE RAILWAY CLUB
Club Atletico Rosario Central
Colin Calder; primer presidente de Rosario Central
A finales de los años 1880 un grupo de obreros del Ferrocarril Central Argentino se reunía con frecuencia tras la jornada laboral, a practicar un rudimentario fútbol en los terrenos baldíos ubicados cerca del nacimiento de la actual Avenida Alberdi, en la zona norte de Rosario
En la víspera de la Navidad de 1889, cerca de setenta personas se congregaron en un desaparecido bar de la Avenida Alberdi 23 bis con la intención de crear un club de fútbol. Fue entonces cuando un inglés llamado Thomas Mutton, propuso formalmente la creación de aquel proyecto, sugiriendo para el mismo el nombre de “Central Argentine Railway Atheltic Club”. Los asistentes dieron su aprobación, y eligieron como presidente de la institución al más vehemente de los oradores: el inglés Colin Bolin Calder. Era el nacimiento de Rosario Central, club que es uno de los tres más antiguos en la práctica de este deporte entre aquellos que participan en torneos de la Asociación del Fútbol Argentino. La particularidad del nuevo club era que sólo podían ser socios los empleados del Ferrocarril.
El baustino formal en 1889: es cuando nace el "Central Argentine RailWay Club". como Hopper reclutaba criollos para jugar al futbol. Según algunas actas de esa época fue el 24 de diciembre que se forma el club "Central Argentine RailWay Club" ahora ( Rosario Central)
No fue fácil al principio conseguir rivales para el nuevo equipo. Mulhall, integrante de la Comisión Directiva, buscaba cada mañana en los muelles del Puerto de Rosario algún barco cuya tripulación estuviese dispuesta a competir amistosamente con la escuadra rosarina. Finalmente, en 1890 un grupo de marineros británicos aceptó la invitación, y en las inmediaciones de la que hoy es la bajada Sargento Cabral, se jugó el primer encuentro del que se tiene registro, el cual finalizó empatado 1:1. El equipo alistó a M. Barton; Postell y Camp; J. Muskett, J. Barton y King; McLean, T. Muskett, Green, McIntock y Hopper.
Las reuniones se realizaban en la Villa Sanguinetti un edificio de dos platanas, que pertenecóa al ferrocarril yestaba en el barrrio Talleres. Un viejo y destartalado vagón servía de vestuario y además de secretaría.Según cuentan los historiadores de esa época una noche en un desaparecido café de la Avenida Alberdi, donde se levantó luego el Colegio Talleres, nace la idea formal: de crear un club en visperas de navidad donde parcicpaban inglese y criollos, cuya recreación era jugar la pelota.
La mencionada reunión que se realizó el ese bar, fue 24 de diciembre de 1889, donde eligieron a Don. Mr. Colin Calder como presidente de este grupo para la constitución de la entidad. Y aquella víspera navideña de 1889, no sólo quedó constituida la base del actual ROSARIO CENTRAL sino que también por unanimidad, se determinó que el honor de ser su primer presidente recauera en Mr. Colin Bolin Calder, en la misma reunión se designó J. Hpper como su vicepresidente y C. Chaberlaín como secretario.
Los primeros colores fueron blanco y rojo, luego se sustituyó con blanco y azul, dispuestos en dos grandes cuadros colocados en ambas mitades de la camisa. A partir 1904 se adpotaron los tradicionales colores azul y amarillos con bastones
verticales, así se empieza a identificar a CLUB ATLETICO ROCARIO CENTRAL.
Fuente:Bibliografía Coleccion de Club Rosario Central,Autor Andrés Bossio
EXPOSICION PROVINCIAL DE ROSARIO 1888
El Sr. José María Abente, director del periódico " La voz de los industriales" y propulsor del Club Industrial, en un discurso pronunciado el setiembre 1882 al inagurarse los trabajo del ferrocarril oeste santafecino, propicio la idea de celebrar una exposición industrial en la provincia. La idea de la gran exposición provincial se mantenía latente. Es así como en una asamblea de socio del Club Industrial realizó en 1888, donde asistió el gobernandor de la provincia Dr. José Galvéz, se aprobó la realización de la exposición en Rosario. Esta exposición serviría para preparación de las exposiciones universales de París y Barcelona. Se resolvió que la exposición se celebraría en el Arroyito, en un predio del Sr. Lavallol, sobre el arroyo Ludueña.
En cuanto a los productos expuesto fueron útiles para la albranza, herrería, latonería, tapicería, pieles, cueros, ropas de hombres y mujeres y también productos para uso comestible.
Fuente: Bibliografía de Historia Economía de la Provincia de Santa Fe de Oscar Ensinck, editorial UNR 1985
En cuanto a los productos expuesto fueron útiles para la albranza, herrería, latonería, tapicería, pieles, cueros, ropas de hombres y mujeres y también productos para uso comestible.
Fuente: Bibliografía de Historia Economía de la Provincia de Santa Fe de Oscar Ensinck, editorial UNR 1985
viernes, 18 de junio de 2010
CLUB ESPAÑOL ROSARIO
Fue fundado el 8 de octubre de 1882 con los reforzar los lazos de la colectividad española y argentina. La sede actual fue inagurado en 1916 es una obra arquictonica del arq. Marroquín Francisco Roca y el escultor Diego Massana todavía fun ciona con centro social, cultural y recreativa. La monumental textura de su fachada: marquesina en hierro, balcón de baranda curva y cuatro pilares sobre se ubican dos imponentes leones(representando a la monaquía española) en marca un gran escudo español. En el interior se encuentra un tramo central, con un aplia escalera y una lucarna gigantesca, de hierro y vitraux, que involucra los cuatros pisos del edificio: un verdadera obra maestra de Buxadera, Fornells y Cía. En el histórico club fue visitado por Federico García Lorca y José Ortega y Gasset, entre otros intelectuales.
Fuente: Bibliografía Güias Visuales de la Argentina N• 13
miércoles, 16 de junio de 2010
ERUDICION ROSARINA
Eudoro y Gabriel Carrasco
Por Miguel Angel De Marco (h)
Vinculados íntimamente a los albores de la ciudad, Los Carrasco-padree hijo- brillaron en terrenos múltiples, siempre conectados a la cultura: periodismo, historia, demografía. Su talento y capacidad de trabajo también se destacaron en la función pública.
Gabriel Carrasco nació en Rosarioel 28 de noviembre de 1854. Fue uno de los primeros publicistas del progreso de Rosario, pero también impulsor denodado del desarrollo integral del país. Abogado, periodista, precursor de los estudios demográficos( tuvo a cargo la realización del primer censo de la provinciade Santa Fe, en 1887), su talento y curiosidad intelectual lo llevaron a incursionar en los más diversos campos, siempre con una autoridad y éxito. Así, por ejemplo sus aportes hisoriográficos precursores constituyen una suerte de piedra basal para el mejor conociemiento del pasado rosarino.
Pero no fue sólo un erudito cuyas horas transcurrían en la soledad de su gabinete, entre estadísticas y libros, sino un hombre de acción que por haber vivido y sufrido los encontronazos políticos de una época de pasiones encendidas y tenaces, buscó morigerarlas a través de nuevas pautas éticas, y que procuró desde sus diferentes desempeños públicos apuntalar el provenir de su ciudad natal, de la provincia y de la República toda.
Fue intendente municipal, ministro de distintas carteras santafesinas, legislador provincial y funcionario del ministerio del interior. A él se le debe en gran medida la construcción del Palacio Municipal y es por eso que el salón principal lleva su nombre. Fue obra del arquitecto italiano Cayetano Rezzarra y una demostración del espíritu pujante de la ciudad. Exponente del espíritu emprendedor de los rosarinos, fue en la última décadas del XIX uno de los principales difusores de las ventajas que Santa Fe ofrecía para radicación de inmigrantes y capitales. Junto con su padre Eudoro Carrasco, escribió un estudio señero sobre el pasado local: " Anales de la ciudad del Rosario de Santa Fe" Murió en 1908.
Eudoro había nacido el 2 de setiembre de 1824 en la provincia de Buenos Aires. En 1853 se radicó en Rosario, donde estableció una casa de comercio e imprenta. Aquí fue editor, librero, periodista, historidador, fundador de escuelas y funcionario público. Intervino en el nacimiento de la Municipalidad ( fue el creador de su escudo oficial), el Banco Provincial y el sistema judicial. En Rosario participó en el nacimiento de los peródicos El Comercio y La Capital con Ovidio Lagos, y el Sol. Falleció el 22 de junio de 1881.
Fuente: Bibliografía: Revista del diario "La Capital" de 140 años
martes, 15 de junio de 2010
JUANA ELENA BLANCO - MAESTRA DE LOS HUMILDES
Por Micaela Pereyra
Educar a los niños pobres fue la razón de ser de Juana Elena Blanco, considerada a sí misma como una "modestísima obrera de la difusión cultural". Entendió la docencia como un trabajo, no sólo ya como un acto vocacional de beneficiencia, y sumó la institución escolar a la construcción y organización de la Nación en las primeras décadas del siglo XX.
"Al niño argentino hay que enserñale que un pueblo que no tiene independencia económica y capacidad productora de la independice del capital e industrias extranjeras sólo será considerado una factoría por los pueblos fuertes que saben bastarse a sí mismo. Que el orgullo nacional no es patriotismo, sino cuando es altiva dignidad . Y que, para ostentarse como timbre legítimo, hay que preparse ni sometimientos"Juana Elena Blanco centró la enseñanza en la capacitación en centró la enseñanza en la capacidad en oficios para que, sobre todo los humildes, puedan " "producir para bastarse por sí mismos".
Vivió 59 años, siempre en Rosario, donde formó la primera promoción de maestras graduadas en 1881 en la Escuela Normal, hoy Nicolás Avellaneda. Apenas recibida se fue a trabajar a las escuelas suburbanas, situadas en la entoncés apartado barrio de San Francisquito.Animada por una prodigiosa fuerza interior, planificó la forma de incporar a esos niños a la escuela, y también alimentarlos, vestirlos, controlar su salud, "protegiéndolos con amor y educándolos para que mañana sean útiles". Acompañada por su madre y su hermana, su tarea encontró apoyo en otros que se hicieron eco de su obra solidaria.Algunos con dinero y otros con trabajos contribuyeron a la creación , en 1905 de la Sociedad Protectora de la Infancia Desvalida, un hogar escuela que se pobló de niños. Luego, desde ahí, comenzo a concretar su proyecto de aula taller, escuela oficios enmarcada en la corriente de la Escuela Activa, una idea de avanzada concebida a luz del positivismo de es entoncés, que admitía el movimiento del alumno, promovía la participación activa y el trbajo manual, al contrario del modelo imperante en la época del niño quieto y las aulas silenciosas. Dos años después comenzaron los talleres manuales, adquieron una imprenta y comenzó a editarse la revista " La Infancia". Fundó la las escuelas Nº 1 y Nº 2, con instalaciones de talleres, con instaladas de talleres, nutridas bibliotecas y carácter de escuela hogar. Sus escuelas eran mixtas, con una alta concurrencia de niñas, ya que la capacidad de mano de obra femenina era central en las acciones pedagógicas."Se enseñan las industrias que pueden llevar el bienestar a los hogares obreros, donde la laboriosidad del ama de casa puede triunfar de la miseria, que en muchos casos es producto de una mala educación". Las mujeres trabajaban en especialemente en el aprovechamiento de los desecho". "Todas las madres sabrán transformar en un traje para sus hijos el más insignificante pedazo de tela". "El destino del que nació sin bienes de fortuna debe ser el trabajo", insistiía y por eso consideraba fundamental desarrollar la enseñanza industrial. Precisamente por este enfoque clasista de proponer la capacidad de oficio sólo ppara los niños y niñas pobres y por impulsar la recompensa económica individual por el trabajo realizado en la escuela, fue criticada posteriormente. De todos modo, Juana Elena Blanco hizo lo que muy pocos en su época: con ímpetu recorrió los barrios rosarinos más carenciados para civilizar, educar y enseñar labores porque, como proyectaba en discursos, " el trabajo dignifica la vida humana".
Bigliografía extraida de revista de la Capital 140 años.
lunes, 14 de junio de 2010
El Viejo Hipódromo
por Bill Ruesch.
Desde 1873 se venían corriendo carreras de caballo enfrente del Colegio Nacional N° 1. La diferencia existente con las demás que se efectuaban en los extramuros de la ciudad (denominadas “cuadreras”) consistía fundamentalmente en que los caballos eran más finos y cuidados (se decía que “corrían a la inglesa”). En las “cuadreras” el caballo era corrido “en pelo”, sin montura o echado sobre su lomo un cuero de cordero y “con 5 o 10 partidas”, es decir que la largada era con el caballo andando y no detenido.
El hipódromo se instaló en los campos que quedaban frente al citado colegio después de haber desarraigado unos ombúes, ya que en esos lugares existían en abundancia. Dicho hipódromo ocupaba el terreno comprendido entre las calles 1° de Mayo, Belgrano (hoy Alem) y Bv. Argentino (hoy Av. Pellegrini), donde se levantó una tribuna.
No olvidemos que la colectividad inglesa existente por entonces en la ciudad, si bien no muy numerosa, era muy influyente y amantes del turf, entre otros deportes. Pensemos, por ejemplo, que el gerente del FF. CC. Central Argentino inspeccionaba obras y se trasladaba a las oficinas montado en un zaino de mucha prestancia. Así, dicha colectividad tuvo un rol importante en el establecimiento de este hipódromo.
También podía encontrarse en las largadas de estas reuniones al caballo de un doctor, que el resto de la semana le servía para efectuar sus visitas domiciliarias.
Todos los equinos eran bien cuidados y atendidos en pesebres. No se prestaba la misma atención a los trabajadores encargados de ese menester.
Para las carreras los caballos eran enjaezados con silla inglesa.
El señor Arteaga, concesionario de los tramways de la ciudad, solicitó prolongar el recorrido de los mismos (que concluían en la Plaza López) hasta la puerta del hipódromo para mayor comodidad de los asistentes, pero pocos años después debió levantar las vías para dar paso a los rieles del FF. CC. Oeste Santafecino, de Carlos Casado. Este FF. CC. Atravesaba dicho predio y por el centro del entonces Bv. Argentino rumbeaba hacia Casilda. Así, la instalación de la infraestructura de este nuevo medio de transporte Implicó la desaparición del hipódromo de marras.
Desde 1873 se venían corriendo carreras de caballo enfrente del Colegio Nacional N° 1. La diferencia existente con las demás que se efectuaban en los extramuros de la ciudad (denominadas “cuadreras”) consistía fundamentalmente en que los caballos eran más finos y cuidados (se decía que “corrían a la inglesa”). En las “cuadreras” el caballo era corrido “en pelo”, sin montura o echado sobre su lomo un cuero de cordero y “con 5 o 10 partidas”, es decir que la largada era con el caballo andando y no detenido.
El hipódromo se instaló en los campos que quedaban frente al citado colegio después de haber desarraigado unos ombúes, ya que en esos lugares existían en abundancia. Dicho hipódromo ocupaba el terreno comprendido entre las calles 1° de Mayo, Belgrano (hoy Alem) y Bv. Argentino (hoy Av. Pellegrini), donde se levantó una tribuna.
No olvidemos que la colectividad inglesa existente por entonces en la ciudad, si bien no muy numerosa, era muy influyente y amantes del turf, entre otros deportes. Pensemos, por ejemplo, que el gerente del FF. CC. Central Argentino inspeccionaba obras y se trasladaba a las oficinas montado en un zaino de mucha prestancia. Así, dicha colectividad tuvo un rol importante en el establecimiento de este hipódromo.
También podía encontrarse en las largadas de estas reuniones al caballo de un doctor, que el resto de la semana le servía para efectuar sus visitas domiciliarias.
Todos los equinos eran bien cuidados y atendidos en pesebres. No se prestaba la misma atención a los trabajadores encargados de ese menester.
Para las carreras los caballos eran enjaezados con silla inglesa.
El señor Arteaga, concesionario de los tramways de la ciudad, solicitó prolongar el recorrido de los mismos (que concluían en la Plaza López) hasta la puerta del hipódromo para mayor comodidad de los asistentes, pero pocos años después debió levantar las vías para dar paso a los rieles del FF. CC. Oeste Santafecino, de Carlos Casado. Este FF. CC. Atravesaba dicho predio y por el centro del entonces Bv. Argentino rumbeaba hacia Casilda. Así, la instalación de la infraestructura de este nuevo medio de transporte Implicó la desaparición del hipódromo de marras.
jueves, 10 de junio de 2010
Los Primeros Alemanes Radicados en Rosario
por Jorge Beck.
El primer alemán que aparece registrado en Rosario es Juan Enrique Amelong, quien figura en el segundo empadronamiento de habitantes de Rosario. Aparecen también en ese registro varios italianos. Por entonces Rosario aún no observaba una gran afluencia de extranjeros, que se registrará a partir de los años subsiguientes.
Amelong llegó a nuestra ciudad desde Buenos Aires, en donde fue el primer importador de pianos alemanes. Allí también se desempeñó como profesor de piano, dando lecciones a Manuelita Rozas, la hija del célebre dictador porteño. Una fotografía de Amelong, a los 85 años y con un aspecto muy saludable, aparece en una publicación rosarina de 1933 (editada por la Editorial Mazza). Allí se informa que "sus nietos y bisnietos figuran hoy en nuestro mundo social y comercial".
Pocos años después, en 1855, se radicaron en Rosario Herman Schlieper, Wöltje Tietjen, Mauricio Hertz, Martín H. Windels y J. Spangenberg. Todos ellos llegaron con capitales importantes. Schlieper, por ejemplo, trajo 900.000 marcos oro, dedicándose a negocios comerciales e industriales. La firma Schlieper y Cía. fue fundada por el citado inmigrante en 1871. Fruto de la inmigración alemana a Rosario no sólo han sido numerosos los establecimientos de índole económica sino también iniciativas culturales, como por ejemplo el Colegio Alemán, que ya funcionaba en 1896, siendo una de las escuelas más antiguas de nuestra ciudad.
miércoles, 9 de junio de 2010
UN PINTOR EN ROSARIO: PEDRO BLANQUÉ
Por:Javier Etcheverry.
Este ilustre rosario fue un pintor de origen catalán, nacido en 1849. De ideas republicanas, debió aaldoEste ilustre rosario fue un pintor de origen catalán, nacido en 1849. De ideas republicanas, debió abandonar España en ocasión de la Restauración Borbónica en 1874. Arribó a Rosario en 1880, en donde se radicó hasta su muerte (23 de julio de 1828). Junto con el italiano Rafael Barone y el boliviano Francisco Ortega (quien llegó a nuestra ciudad en 1875) fue uno de los precursores de las Bellas Artes rosarinas. Se interesó especialmente por los cuadros de evocación histórica y por aspectos de la vida del país. Enseñó dibujo en escuelas secundarias, en el viejo Colegio Nacional y en la Escuela Industrial de la Nación. En el Museo Histórico Provincial figuran dos grandes lienzos suyos: El Combate de San Lorenzo y Juramento de la Bandera. Mantuvo correspondencia con Bartolomé Mitre, Garmendia, Nicolás Levalle, Rosendo Fraga, Monseñor Vladislao Castellano, José E. Uriburu, Roque Sáenz Peña, Estanislao Zeballos, F. Alcorta, Osvaldo Magnasco y David Peña
Este ilustre rosario fue un pintor de origen catalán, nacido en 1849. De ideas republicanas, debió aaldoEste ilustre rosario fue un pintor de origen catalán, nacido en 1849. De ideas republicanas, debió abandonar España en ocasión de la Restauración Borbónica en 1874. Arribó a Rosario en 1880, en donde se radicó hasta su muerte (23 de julio de 1828). Junto con el italiano Rafael Barone y el boliviano Francisco Ortega (quien llegó a nuestra ciudad en 1875) fue uno de los precursores de las Bellas Artes rosarinas. Se interesó especialmente por los cuadros de evocación histórica y por aspectos de la vida del país. Enseñó dibujo en escuelas secundarias, en el viejo Colegio Nacional y en la Escuela Industrial de la Nación. En el Museo Histórico Provincial figuran dos grandes lienzos suyos: El Combate de San Lorenzo y Juramento de la Bandera. Mantuvo correspondencia con Bartolomé Mitre, Garmendia, Nicolás Levalle, Rosendo Fraga, Monseñor Vladislao Castellano, José E. Uriburu, Roque Sáenz Peña, Estanislao Zeballos, F. Alcorta, Osvaldo Magnasco y David Peña
viernes, 4 de junio de 2010
LA HISTORIA COTIDIANA: LOS AMBITOS DEL INTERCAMBIO COMERCIAL- Los Mercados de Rosario
Por Lorena Ratner*
A lo largo de los años, el comercio ennuestra ciudad ha ido variando en su forma. Desde los vendedores ambulantes, los mercados, ferias, almacenes, supermercados, hasta los shoppings de
hoy, las formas de intercambio comercial han sido, y son el reflejo de una forma particular de sociedad. De todos estos modos de comercio, el que trataremos, es uno ya extinto hoy en nuestra
ciudad, pero que en muchas ciudades del mundo todavía permanece intacto:el mercado.
Situados en diversas zonas de Rosario, existieron desde mediados del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX estos espacios dedicados a la venta de la más heterogénea clase de artículos.
Si bien algunos son más conocidos que otros, su existencia y trayectoria se puede rastrear a partir de los documentos escritos y orales y de las escasas fotografías que existen de algunos de ellos. En este caso en particular el recurso de la imagen fotográfica como documento históricó y social, ayuda a
develar cómo acontecía el desarrollo del comercio en una ciudad en pleno crecimiento y expansión.
Aunque uno de los más conocidos y estudiados fue el Mercado Sud, luego Central, no fue el único ni el más importante. junto a él coexistieron y se sucedieron otros tantos mercados,
cada uno generando a su alrededor un paisaje único y un mosaico particular de personajes relacionados con este ámbito.
Hasta la década de 1850, la ciudad de Rosario no contaba con ningún mercado, fue en el año 1855 en que el Poder Ejecutivo de la Provincia llamó a licitación para construir un mercado público de abasto en el terreno compíendido entre las calles San Luis, Puerto (San Martín), San Juan y Libertad
(Sarmiento).
El acontecimiento fue percibido por los rosarinos como un gran progreso para la ciudad, ya que significó la respuesta un reclamo que se venía dando desde hacia y a bastante tiempo.
Los cimientos del Mercado Sud se abrieron en octubre de 1856. La construcción de1 edificio se hizo de ladrillos, lo mismo que el piso. Los techos de baldosas; las galerías sostenidas por columnas de hierro; las veredas exteriores de piedra labrada y las entradas pavimentadas y con portones de hierro.
E1 edificio tenia 25 varas por cada uno de sus cuatro frentes y en el patio central se encontraba un aljibe con capacidad de 200 pipas de agua. En cada uno de sus cuatro frentes de igual arquitectura existía un portón en el centro y cinco locales a cada costado con puertas y ventanas al exterior, ocupados por cafés, bodegones, casas de billares y almacenes; en el interior funcionaban los puestos de venta de alimentos perecederos bajo amplios aleros.
El 7 de junio del año 1857 se inauguró el flamante mercado con un gran banquete el que hubo brindis alusivos, se jugó a la sortija y se repartió al pueblo carne con cuero.
Por la noche hubo un baile en el teatro Esperanza. que para ese entonces aún no estaba concluido, pero que se preparó y adornó para la ocasión.
El surgimiento de este tipo de conglomerados comerciales dio lugar a la sanción de diversas normas y reglamentos para 1a convivencia y la higiene dentro de estos recintos.
En el reglamento para el funcionamiento de los mercados (ordenanza no 3 del 23 de marzo de 1863), por ejemplo, la Municipalidad disponía nombrar para cada mercado un comisario con el nú
mero de empleados subalternos que considerara suficiente para atender el orden, aseo y demás necesidades policiales. Los comisarios se dedicaban a dirimirr diariamente las cuestiones sus-
citadas entre abastecedores y compradores, imponían multas a los abastecedores que falseaban el peso o medida de los artículos, vigilaban la calidad de 1os productos puestos en venta, el orden público y que no se virtieran palabras inmorales, penando con sendas multas a aquellos que lo hicieran.
Dentro de los mercados estaba prohibida la venta de bebidas alcohólicas. Asimismo estaba reglamentada la cuestión de la limpieza de los puestos, para dar comienzo a la mistna se tocaba una campana y en el acto, todos los inquilinos de cuartos y puestos se dedicaban a barrerlos y asearlos, y se depositaba la basura en un cajón que cada uno tenía a tal efecto, para ser
entregados al hacerse la limpieza; ésta corría a cargo de dos o más carros, losque concurrían al mismo tiempo a levantar las tierra y basura que se amontonaba.
El Mercado Sud siguió funcionando hasta principios del siglo XX, cuando por falta de condiciones edilicias, en 1903 bajo la intendencia de don Luis Lamas, se autoriza su reconstrucción. La misma se realiza en forma paralela al funcionamiento del primitivo mercado, que luego es totalmente demolido. Así es como üna vez finalizada La obra queda inaugurado oficialmente al año siguiente un nuevo mercado denominado Central.
El nuevo edificio tenía 13 metros de frente a la calle San Martín y a la cortada Riva y 64 m. a las calles San Luis y San Juan. Además de funcionar como local comercial, fue la sede de instituciones
culturales como el Ateneo Popular Rosario y la Biblioteca Popular, las cuales poseían locales para el desempeño de sus tareas, en el piso superior se en- contraba la Escuela de Danzas dirigida
por Ernesto Larrechea.
Luego de 57 años de continuo funcionamiento, bajo la intendencia del señor Luis Carballo el Mercado Central es demolido por considerarse que no reunía las condiciones necesarias, ni
desde el punto de vista edilicio ni por su ubicación en la ciudad. Su lugar lo ocuparían la plaza Pinasco y el Centro Cultural Bernardino Rivadavia.
Ubicado en el barrio Las Malvinas, todavia pemanece en pie el edificio que fuera construido para albergar el mercado "El Porvenir", en las calles Avellaneda y French. El 4 de octubre
de 1910 la Municipalidad le otorgó permiso al señor Fasce para el establecimiento de un mercado de consumo que cumpliría la función de abastecer a un amplio sector de la población que
se encontraba en una zona alejada de los otros me¡cados existentes hasta ese
momento. El local ocupaba un cuarto de manzana y estaba construido a partir de un amplio galpón estructurado sobre columnas de hierro fundido. el techo era de chapas de zinc y vidrio, y tenía
tres entradas principales, dos de servicio; además de los locales de venta a la calle.
Otro mercado que se destacó en nuestra ciudad fue el Mercado Norte. Fue inaugurado el l de octubre de 1876, en la calle Mitre entre Tucumán y Pasaje Zabala y fue habilitado para cum-
plir la función de Mercado de Abasto. Gran parte de la fruta y verdura consumida por la ciudad era descargada, amontonada, distribuida y vendida por este mercado, qlle en comparación
con los otros era bastante pequeño y no muy higiénico
La gran afluencia de carros cargados de mercaderías. animales. sumado a 1os vendedores ambulantes que iban en busca de la provisión diaria, ocasionaban una enorme congestión, obstru-
yendo el tránsito y generando un gran bullicio. lo que dio ltrgar a inrtLrmera-
bles protestas por parte de 1os vecinos.
Hacia el año 1881 se realizaron dirersas reformas para mejorar la sanidad del local. Se blanqueó su parte exterior e interior. como también se realizo la limpieza de sus letrinas.y se hicieron compostura de sus techos y piso Asimismo se cambiaron algunos árboles que se encontraban alrededor del establecimiento brindando al edificio un mejor estado de aseo comodidad y ventilación.
Para el año 1979 la Municipalidad decreta el cierre definitivo del establecimiento, argumentando que el mercado ya no cumplía con su función primitiva que era la de proveer al consumidor
con productos de menor precio que los de 1os negocios aledaños. Además de este motivo. un problema que generaba el mercado era lala enorme congestión vehicular que se daba en el lugar en
los momentos de carga y descarga de mercaderías. A pesar de las protestas de los puesteros, el Mercado Norte es cerrado, y demolido al año siguiente. En su lugar se instalará la Plaza de 1a Cooperación.
Sin dudas, el Mercado de Abasto. ubicado en la manzana limitada por las calles Mitre, Sarmiento, Pasco e Ituzaingó fue uno de los más singulares para su época, ya que además de cumplir con su función específica y dar empleo a rnuchísitnos comerciantes, generó en sus alrededores una se-
rie de bares y restaurantes a los cuales no sólo acudía la gente que circundaba la zona, sino que se acercaba gente de otros puntos de la ciudad por los bajos precios que éstos ofrecían.
El Mercado de Abasto surgió como necesidad propia dcl ;rceirricnto acelerado de la población y el aumento de la urbanización que se dio en nuestra ciudad durante las primeras décadas del siglo XX. Asimismo existía una necesidad por parte de la Municipalidad de centralizar el abastecimiento
de productos y suplir 1as carencias de los otros mercados eristentes hasta ese entonces. Asi. en septiembre de 1918 quedó formalmente habilitado e1 mercado, que cubría una superificie total de 8000 metros cuadrados.El frente principal daba a la calle Mitre. Sólo contaba con una planta, con locales minoristas a la calle y los puestos mayoristas en su interior.
A pesar de tratarse de una construción nueva, rápidamente comenzaron los inconvenientes. En primer lugar las condiciones edilicias resultaron inadecuadas, ya que el espacio del predio
resultaba insuficiente para los locales que contenía. sumado a esto el establecimiento del mercado suscitó un movimiento mercantil no previsto, con una afluencia de púrblico, que no só1o estaba constituido por los comprado-mayoristas que tenían negocios en 1a ciudad. sino que también se le sumaba el mor imiento de productores que venían a realizar sus encargos desde las afueras de Rosario.
E1 segundo problema tuvo que ver más con una cuestión de urbanización; el radio céntrico se iba ampliando a medida que se rncrementaba el crecimiento poblacional. sobretodo hacia el sur,
1o que cambió totalmente el paisaje que existía en un principio en la zonai la manzana donde se ubicaba el mercado estaba aiejada de1 conglomerado urbano. pero Ia demanda de nuevas viviendas para dar cabida a los irrmigrantes había erpandido 1a zona centrica hacia este sector.
Un intento se salvar estos problemas fue la ampliación del edificio, reordenando los puestos de venta minorista cambiando las aberturas por otras más anchas, a fin de mejorar los accesos a
tráfico automotor, cadavez más intenso y con vehículos de mayor tamaño.
Sin embargo, el servicio que brindaba el mercado no se modificó, lo que dio lugar a un intenso debate en el Conce.jo Deliberante para definir cuál sería la suerte de este mercado. Para ello constityo una comisión formada por instituciones locales y de Capital Federal que trataría
el tema en detalle
Finalmente se decidió que el mercado no podía seguir amplándose ni funcionar en ese predio, por lo que se llamó a licitación para la adquisición de terrenos, destinados a la construcción de
un nuevo Mercado de Abasto. Fue así que se compró e1 predio ubicado entre las calles San Nicolás. 27 de Febrero, Castellanos y Vías del F.C. Belgrano en el que posteriormente se cpnstruyó el edificio del mercado Cooperativo de Productores.
De esta manera. se pone hn al conflicto. primeramente rnhabilitado para luego se demolido. El espacio fue destinado uso público, donde años más tarde se construiría Ia Plaza Libertad.
Ubicado en la lxanzana comprendida entre las calles Jujuy, Brown, Alvear Oroño se encontraba e1 Mercado Modelo. La concesión para ser construido y explotado se acordó con Adofo Pless
Candler en mayo de 1887. Su apertura coincidió con la dotación de agua para la ciudad, por 1o que la empresa que llevó a cabo tuvo que hacer llegar cañerías hasta el local por ser obligación
otorgar a este tipo de establecimientc los adelantos necesarios para cumplir con las normas de sanidad vigente para esa época.
En el año 1960 fue cambiado su nombre por el de "Mercado Oroño" para evitar conlusiones con la "Feria Mode1o" que ese año se instaló en la esquina de las calles Corrientes y Rioja. El mercado funcionó hasta 1916, año en que se demolió el frente de dos plantas que tenía sobre la calle Alvear y se modificó el de la calle Jujuy, permaneciendo sin variantes pero clausurado el acceso por bulevar Oroño, que era su entrada principal. Al cerrar sus puertas sus puesteros fueron reubicados en
la zona, en negocios individuales. El edificio original aún permanece en pie, aunque con algunas modificaciones en su fachada. En la planta baja funcionan locales comerciales y una cochera.
Por último, situado en la esquina NO de las calles Mendoza y 1' de Mayo, estaba el Mercado General Urquiza. Este mercado tuvo origen en la ordenanza municipal del 11 de enero de
1895 que dispuso su construcción en el solar antes ocupado por la Maestranza Municipal, con el propósito de trasladar allí los puestos de venta que existían en varios pabellones entonces
situados en las dos plazoletas existentes a ambos lados del Mercado Sud.
En sus comienzos contaba con 35 puestos distribuidos en varios pabellones construidos de hierro y madera. Estaba rodeado de una pared coronada con una alta verja de hierro. El ingreso se realizaba a través de dos amplios portones de hierro que daban
acceso por las calles Mendozay l" de Mayo. La construcción se realizó en un lapso muy corto de tiempo, y el 2 de septiembre de 1895, un día antes de su inauguración, el intendente provisorio, Eudoro Díaz, dispuso el sorteo de los puestos, ya que las solicitudes superaban el número de los puestos habilitados. Al año siguiente, para proteger al público del sol y de la lluvia se construyeron galerías y se colocaron persianas en los pabellones. El mercado funcionó por espacio de 76
años sin modificar su estructura. Fue desarmado en 1971 y en su lugar se construyó en 1982 laplazoleta Florencio Sánchez.
¿Por qué dejaron de existir los mercados? Es una pregunta difícil del responder, aunque podríamos decir que las causas dei cierre de muchos de ellos se debieron al propio desarrollo y expansión de la ciudad hacia los radios periféricos del área central. Asimismo, la evolución de los medios de trans-
porte, primero con la aparición de los tranvías eléctricos, y más entrado el siglo XX con los ómnibus y los automóviles, sumado a la ubicación geográfica de los mercados generaba, en casi
todos los casos, un caos vehicular.
Otra de las razones de la extinción de este tipo de recintos fue, sin dudas, la falta de condiciones de higiene que presentaban estas estructuras edilicias. que. pensadas en un principio. para una cantidad de puestos y tipos de mercaderías, con el tiempo se iban ampliando, colmándose de nuevos
puestos, generando un movimiento de gente cada vez mayor. Recordemos, además, que estos mercados tenían en su exterior letrinas públicas que, aunque algunas eran regularmente limpiadas, también se convertían en un foco infeccioso para la población.
A pesar de su desaparición, estos mercados funcionaron durante un período importante de la historia de nuestra ciudad, brindando trabajo. en su mayoría a inmigrantes europeos, mayormente provenientes de Italia y España, que venían a Rosario en busca de un futuro próspero. Si bien el predio que ocuparon la mayor parte de estos mercados fue destinado a la construcción de plazas o plazoletas, todavía es posible rescatarlos para la memoria colectiva a través de los documentos foto-
gráficos, que han registrado gran parte de la fisonomía urbana que hoy ya no permanece en pie.
*Licenciada Escuela Superior de Museología. Secretaría de Culturay Educación. Municipalidad de Rosario.
Bibliografía:
"El Mercado, testigo del pasado" en Revista Historia de Rosario N" 1 Año 1. Municipalidad de Rosario. Editorial Amalevi. 1981.
Guevara, Carlos. "El extinguido Mercado Sud". En: Revista Cinema. 25 de marzo de 1933.
Garrofé, Miguel. El viejo Mercado de Abasto. En: Conocer y cuidar la ciudad en que vivimos. Municipalidad de Rosario. Secretaría de Planeamiento. Programa Municipal de Preservación
del Patrimonio Arquitectónico y Urbanístico. Rosario. 1997.
Memoria del Concejo Ejecutor Municipal presentada al Concejo Deliberante en diciembre de 1881. Rosario. 1882.
Memoria presentada al Honorable Concejo Deliberante por el intendente municipal Luis Lamas. Del 15 de febrero de 1898 al 15 de febrero de 1901.
Imprenta La Capital. Rosario. 1901.
Censo de Rosario 1902.
Censo histórico comercial, social e industrial. 2o Centenario de la ciudad de Rosario. Ernesto Brancucci y Cía. Editores. 1725-1925.
Pliego de condiciones parala construcción del Mercado Sud. Municipalidad de Rosario. Ferrazinni y Tamburini. 1903.
Diario La Tribuna. 8 de enero de 1979.
Imágenes pertenecientes al Archivo de la Escuela Superior de Museología
Fuente: Bibliografía Rosario sy Historia y Región Nº 81 Diciembre de 2009
jueves, 3 de junio de 2010
UN ROSARINO DESTACADO: SERAFÍN ALVAREZ
por:Javier Etcheverry.
Este jurisconsulto español nació en Guadix el 23 de mayo de 1842. En esta misma población de la provincia de Granada (Andalucía) había nacido Pedro de Mendoza, el primer fundador de Buenos Aires. En la época romana esta población se llamaba Acci.
Serafín Álvarez era graduado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y en Derecho por la Universidad de Madrid (1867). En su país natal luchó contra el absolutismo monárquico y terminó emigrando a la Argentina para no someterse como profesor a las prescripciones oficiales contrarias a sus principios. Tras la caída de Isabel II regresa a España, fundando escuelas en Baeza y Vélez-Málaga. Adhiere a la filial española de la I Internacional, de orientación bakuninista, y colabora en periódicos como El Condenado. Escribe asimismo el libro Credo de una Religión Nueva (Bases de un proyecto de reforma social), editado en Madrid hacia 1873. En el mismo sostiene el principio de la fraternidad humana como solución para los conflictos sociales. Se unió al movimiento cantonalista, de base federalista y socializante, y publicó el periódico El Cantón Murciano. Cuando dicho movimiento fue aplastado en 1874, volvió a la Argentina. Aquí se incorporó a la redacción de El Diario Español de Antonio Paula Aleu. Luego se desempeñó como director de Escuela en Concepción del Uruguay. En 1877 fue designado director del Colegio Nacional de Gualeguaychú y revalidó su título de abogado en Buenos Aires (1879). Ejerció esa profesión a partir de entonces y fundó con Rafael Calzada la Revista de los Tribunales. Se asoció luego con Juan Antonio Mantero (militar y político) y puso término a Notas sobre las instituciones libres de América, donde adopta sus primitivas ideas socialistas a las experiencias hechas en el país. Esta obra se publicó en 1886, con un largo subtítulo: Propaganda socialista contra el centralismo politico, a favor de las autonomías provinciales, libertad de prensa, educación...
Posteriormente ejerció como juez en Santa Fe (1887) y en Rosario (desde 1890). En 1892 es nombrado miembro de la Suprema Corte Provincial. Luego retorna a Rosario en calidad de juez de sentencias (1894-1904). Finalmente se retira. Sus cargos no le impidieron seguir escribiendo. En 1891 publica Crisis en la República Argentina, donde efectúa interesantes consideraciones sobre los problemas agrarios y económicos en general del país.
En 1893 funda el periódico El Rosario, desde donde critica las atribuciones absorbentes del poder ejecutivo, la intervención clerical en las escuelas y trata cuestiones de interés provincial. Entre sus ensayos figuran: El programa del socialismo en la República Argentina (1895), Teoría moral del socialismo (1896) y Programa de un curso complementario de moral privada para uso de educadores.
Serafín Alvarez murió en Rosario el 3 de noviembre de 1925. Sus familiares reunieron algunos de sus trabajos dispersos en el volumen Cuestiones sociológicas (Rosario, 1916). Los doctores Clemente y Juan Álvarez fueron sus hijos.
Este jurisconsulto español nació en Guadix el 23 de mayo de 1842. En esta misma población de la provincia de Granada (Andalucía) había nacido Pedro de Mendoza, el primer fundador de Buenos Aires. En la época romana esta población se llamaba Acci.
Serafín Álvarez era graduado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada y en Derecho por la Universidad de Madrid (1867). En su país natal luchó contra el absolutismo monárquico y terminó emigrando a la Argentina para no someterse como profesor a las prescripciones oficiales contrarias a sus principios. Tras la caída de Isabel II regresa a España, fundando escuelas en Baeza y Vélez-Málaga. Adhiere a la filial española de la I Internacional, de orientación bakuninista, y colabora en periódicos como El Condenado. Escribe asimismo el libro Credo de una Religión Nueva (Bases de un proyecto de reforma social), editado en Madrid hacia 1873. En el mismo sostiene el principio de la fraternidad humana como solución para los conflictos sociales. Se unió al movimiento cantonalista, de base federalista y socializante, y publicó el periódico El Cantón Murciano. Cuando dicho movimiento fue aplastado en 1874, volvió a la Argentina. Aquí se incorporó a la redacción de El Diario Español de Antonio Paula Aleu. Luego se desempeñó como director de Escuela en Concepción del Uruguay. En 1877 fue designado director del Colegio Nacional de Gualeguaychú y revalidó su título de abogado en Buenos Aires (1879). Ejerció esa profesión a partir de entonces y fundó con Rafael Calzada la Revista de los Tribunales. Se asoció luego con Juan Antonio Mantero (militar y político) y puso término a Notas sobre las instituciones libres de América, donde adopta sus primitivas ideas socialistas a las experiencias hechas en el país. Esta obra se publicó en 1886, con un largo subtítulo: Propaganda socialista contra el centralismo politico, a favor de las autonomías provinciales, libertad de prensa, educación...
Posteriormente ejerció como juez en Santa Fe (1887) y en Rosario (desde 1890). En 1892 es nombrado miembro de la Suprema Corte Provincial. Luego retorna a Rosario en calidad de juez de sentencias (1894-1904). Finalmente se retira. Sus cargos no le impidieron seguir escribiendo. En 1891 publica Crisis en la República Argentina, donde efectúa interesantes consideraciones sobre los problemas agrarios y económicos en general del país.
En 1893 funda el periódico El Rosario, desde donde critica las atribuciones absorbentes del poder ejecutivo, la intervención clerical en las escuelas y trata cuestiones de interés provincial. Entre sus ensayos figuran: El programa del socialismo en la República Argentina (1895), Teoría moral del socialismo (1896) y Programa de un curso complementario de moral privada para uso de educadores.
Serafín Alvarez murió en Rosario el 3 de noviembre de 1925. Sus familiares reunieron algunos de sus trabajos dispersos en el volumen Cuestiones sociológicas (Rosario, 1916). Los doctores Clemente y Juan Álvarez fueron sus hijos.
BANCO NACION
Si bien la ley creando el Banco Nacional data del 23 de octubre de 1872, se inauguración se verifició en Buenos Aires el 4 de noviembre del año siguiente. La sucursal que instaló en Rosario empezó sus actividades en 1874 con un capital de medio millón de pesos fuertes. No tuvo buenos resultados por que estaba acostubrados al uso de la moneda boliviana y no a los valores desconocidos en la proncia. El banco Nacional que fuera absorbido por el de la Nación Argentina entra en liquidación por ley nacional del 16 de octubre de 1891.
Fuente:Bibliografía: Ensinck, Oscar " Historia de la Económia de la provincia de Santa Fe." Editorial UNR.1985
Fuente:Bibliografía: Ensinck, Oscar " Historia de la Económia de la provincia de Santa Fe." Editorial UNR.1985
THOMAS ARMSTRONG: UN IRLANDÉS QUE NO CAVÓ ZANJAS
por:Javier Etcheverry.
Thomas Saint George Armstrong formó parte de la inmigración irlandesa que se asentó en la Argentina durante el siglo XIX y logró convertirse en uno de los empresarios más poderosos de Buenos Aires.
Thomas arribó con sus padres al Río de la Plata en 1817, cuando Gran Bretaña aún no había reconocido formalmente la independencia argentina. Recién en 1824 se instalaría el primer cónsul británico: John Woodbine Parish. Cabe acotar que éste retribuyó la hospitalidad nativa recomendando al gobierno imperial -una vez de regreso en su patria hacia la década de 1830- la ocupación de las Islas Malvinas. Siguiendo con las acotaciones, vale la pena agregar que Frank Parish -un hijo de aquel diplomático- sería también cónsul británico en la Argentina. Recibió tal nombramiento en 1860 (cuando existían 2 estados argentinos: la Confederación liderada por Justo José de Urquiza y el estado de Buenos Aires presidido por Bartolomé Mitre). Previamente, desde 1853, se había desempeñado como vice-cónsul.
Los empresarios británicos para acrecenter su poderío solían contraer matrimonio con mujeres del patriciado local o con hijas de grandes comerciantes norteamericanos o europeos establecidos en la capital del Plata. Así vemos que Armstrong contrajo enlace en 1829 con una rica heredera española.
Armstrong (literalmente "brazo fuerte") fue socio de una compañía de seguros, propietario de un saladero, accionista del primer ferrocarril local (el Ferrocarril del Oeste) y del Ferrocarril Buenos Aires-Ensenada, propulsor del Ferrocarril del Sur, terrateniente en el sur de Santa Fe (por sus tierras pasaría el Ferrocarril Central Argentino y en ellas se fundarían poblados como los de Armstrong y Las Parejas), principal accionista del Banco de Buenos Aires y uno de los fundadores de la Bolsa de Valores.
La Sociedad de Residentes Extranjeros
En mayo de 1841 un grupo de empresarios británicos y norteamericanos reunidos en el Hotel Beech de Buenos Aires -bajo la presidencia del cónsul norteamericano Amory Edwards- fundaron una especie de club social: la Sociedad de Residentes Extranjeros. Por entonces gobernaba la provincia de Buenos Aires y ejercía su influencia sobre la Confederación Argentina el brigadier Juan Manuel de Rosas. El gobierno de Rosas permitió que funcionara dicha institución pero prohibió que se asociaran hombres de negocios nativos. Las instalaciones de la asociación también sirvieron de base de operaciones a una Bolsa de Valores, en la que sí pudieron participar los nativos del Río de la Plata.
Además de británicos y norteamericanos integraban la citada asociación belgas, franceses, suizos y alemanes. Entre los fundadores de origen británicos figuraban James Barton y Thomas Arsmtrong. El primero participó en la fundación del Banco de Buenos Aires y el segundo era miembro de su directorio, llegando a contar en determinado momento con casi el 50% de su paquete accionario.
Sobre la institución que nos aboca principalmente en este apartado escribe Andrew Grahm Yooll:
"La sociedad fue la predecesora del Club de Extranjeros, el más viejo club social en Sudamerica, renombrado por tener entre sus miembros a los más influyentes comerciantes de la ciudad. Desde la sociedad, sus miembros decidían el régimen de vida y negocios, así como el calendario social y deportivo de Buenos Aires." (La colonia olvidada. Tres siglos de presencia británica en la Argentina, 2000, p.123)
Es decir, desde esa institución se gobernaba en buena medida al país y, por ende, se efectuaba el reparto de la riqueza nacional. Logias masónicas, clubes y alianzas matrimoniales eran instrumentos privilegiados para el ejercicio del poder.
De esta entidad madre nació una fraternidad de corredores de Bolsa, es decir, de grandes especuladores y chupasangres, durante la década de 1850. Jactándose del poder que detentaban denominaron al grupo "El Camoatí". Tal es el nombre de "una avispa sudamericana de feroz aguijón", aclara Graham Yooll.
Para no desentonar, los corredores de Bolsa también se abocaron a organizar otras carreras: las de caballos. Fundaron en 1849 la Foreign Amateur Race Sporting Society, antecesora del Jockey Club argentino
Thomas Saint George Armstrong formó parte de la inmigración irlandesa que se asentó en la Argentina durante el siglo XIX y logró convertirse en uno de los empresarios más poderosos de Buenos Aires.
Thomas arribó con sus padres al Río de la Plata en 1817, cuando Gran Bretaña aún no había reconocido formalmente la independencia argentina. Recién en 1824 se instalaría el primer cónsul británico: John Woodbine Parish. Cabe acotar que éste retribuyó la hospitalidad nativa recomendando al gobierno imperial -una vez de regreso en su patria hacia la década de 1830- la ocupación de las Islas Malvinas. Siguiendo con las acotaciones, vale la pena agregar que Frank Parish -un hijo de aquel diplomático- sería también cónsul británico en la Argentina. Recibió tal nombramiento en 1860 (cuando existían 2 estados argentinos: la Confederación liderada por Justo José de Urquiza y el estado de Buenos Aires presidido por Bartolomé Mitre). Previamente, desde 1853, se había desempeñado como vice-cónsul.
Los empresarios británicos para acrecenter su poderío solían contraer matrimonio con mujeres del patriciado local o con hijas de grandes comerciantes norteamericanos o europeos establecidos en la capital del Plata. Así vemos que Armstrong contrajo enlace en 1829 con una rica heredera española.
Armstrong (literalmente "brazo fuerte") fue socio de una compañía de seguros, propietario de un saladero, accionista del primer ferrocarril local (el Ferrocarril del Oeste) y del Ferrocarril Buenos Aires-Ensenada, propulsor del Ferrocarril del Sur, terrateniente en el sur de Santa Fe (por sus tierras pasaría el Ferrocarril Central Argentino y en ellas se fundarían poblados como los de Armstrong y Las Parejas), principal accionista del Banco de Buenos Aires y uno de los fundadores de la Bolsa de Valores.
La Sociedad de Residentes Extranjeros
En mayo de 1841 un grupo de empresarios británicos y norteamericanos reunidos en el Hotel Beech de Buenos Aires -bajo la presidencia del cónsul norteamericano Amory Edwards- fundaron una especie de club social: la Sociedad de Residentes Extranjeros. Por entonces gobernaba la provincia de Buenos Aires y ejercía su influencia sobre la Confederación Argentina el brigadier Juan Manuel de Rosas. El gobierno de Rosas permitió que funcionara dicha institución pero prohibió que se asociaran hombres de negocios nativos. Las instalaciones de la asociación también sirvieron de base de operaciones a una Bolsa de Valores, en la que sí pudieron participar los nativos del Río de la Plata.
Además de británicos y norteamericanos integraban la citada asociación belgas, franceses, suizos y alemanes. Entre los fundadores de origen británicos figuraban James Barton y Thomas Arsmtrong. El primero participó en la fundación del Banco de Buenos Aires y el segundo era miembro de su directorio, llegando a contar en determinado momento con casi el 50% de su paquete accionario.
Sobre la institución que nos aboca principalmente en este apartado escribe Andrew Grahm Yooll:
"La sociedad fue la predecesora del Club de Extranjeros, el más viejo club social en Sudamerica, renombrado por tener entre sus miembros a los más influyentes comerciantes de la ciudad. Desde la sociedad, sus miembros decidían el régimen de vida y negocios, así como el calendario social y deportivo de Buenos Aires." (La colonia olvidada. Tres siglos de presencia británica en la Argentina, 2000, p.123)
Es decir, desde esa institución se gobernaba en buena medida al país y, por ende, se efectuaba el reparto de la riqueza nacional. Logias masónicas, clubes y alianzas matrimoniales eran instrumentos privilegiados para el ejercicio del poder.
De esta entidad madre nació una fraternidad de corredores de Bolsa, es decir, de grandes especuladores y chupasangres, durante la década de 1850. Jactándose del poder que detentaban denominaron al grupo "El Camoatí". Tal es el nombre de "una avispa sudamericana de feroz aguijón", aclara Graham Yooll.
Para no desentonar, los corredores de Bolsa también se abocaron a organizar otras carreras: las de caballos. Fundaron en 1849 la Foreign Amateur Race Sporting Society, antecesora del Jockey Club argentino