viernes, 25 de junio de 2010

En un café

por jorge brisaboa


Víspera de la Navidad de 1889. En un café de la que dieciséis años después pasaría llamarse
avenida Alberdi. y donde con el tiempo se instalaría el Colegio de los Talleres, un grupo dc ingleses y 'criollos, funcionariosy empleados del Ferrocarril Buenos Aires – Rosario, se juntan para crear un club de fútbol.
La idea venía de lejos emplezado a tomar en un encuentro realizado en el mismo café, en octubre, por once muchachos que pretendían armar un “team de football”. Los dos meses habían servido para hacer correr la noticia en los galpones de ferrocarril.
Finalmente 70 personas fundaron el Central Argentine Railway el 24 de diciembre de 1889, el inglés Colin Bolder Calder lo-logró que el ferrocarril les cediese el terreno para el “ field” en el corazón del barrio Talleres.
Calder fue elegido presidente en su primer discurso fijó posición: habló a favor del fútbol y en contra del cricket, el otro deporte que desde mediados del siglo XIX los ingleses intentaban imponer en la Argentina. Lo acpmpañaban trabajadores del ferrocarril de orígen británico: T.J. Hooper ( vicepresidente), C Chamberlain ( secretario), así como Miguel Green, White y Lucas.
Este nacimiento no fue imprevisto, estaba inserto en la realidad social de la época.
Es que la historia del fútbol y de Central está totalmente ligada a la historia de la Argentina Y Rosario.
En orden mundial de esos tiempos y ya marchaba que el país debía afianzar su perfil agro-exportador. Como contrapartida debían imponerse bienes, y hasta mano de obra calificada
agro-exportador. Como contrapartida debían importarse bienes, y hasta mano de obra calificada. Julio Argentino Roca y Domingo Faustino Sarmiento, como presidentes de la Nación, Habían consolido ese modelo.
En este contexto, el surgimiento de los puertos de Buenos Aires y de Rosario fue vital.Paralelamente, y más allá de la declamaciones y proclamaciones de país federal, el centralismo se acrecentaba con el diseño de los ferrocarriles: las vías férreas se distribuían para que – desde todas las provincias argentinas-los granos y las carnes confluyeran hacia Buenos Aires. El puerto era la salida hacia Europa y la punta final de un brillante negocio manejado por los ingleses.
A partir del control económico, empezó delinearse como una ciudad muy parecida- aunque más pequeña – a Buenos Aires.
El proceso inmigratorio hizo que unos 50.000 ingleses llegaran al país y muchos fueran absorbido, en tareas ferroviarias en distintas ciudades. Por supuesto, una de ellas fue Rosario: 20 de abril de 1863 se inauguraron las obras para la construcción en estas tierras: Woods, Hooper, Green.
Y aquel juego que en 1845 comienzó a verse en Buenos Aires, cuando marineros.
ingleses bajaban a tierra y corrían detrás de un objeto redondo al que le pegaban con los pies. desembarcó en Rosario. Porque así fue: desembarcó. Cuando la única cuadra pavimentada de Rosarioera Córdoba entre Maipú y Laprida, atracó en el puerto el buque "Englishman": traía los
rieles para construir la red ferroviaria. El acontecimiento fue celebrado entusiastamente, la fiesta se concentró en el puerto y se extendió a la Plaza de Mayo, hacia donde los "notables" de la ciudad trasladaron un simbrilico primer riel sobre sus hombros. Y se pudo ver. también, a orillas del río Paraná, a unos "locos ingleses" -como empezaron a ser llamados- corriendo detrás de algo redondo que saltaba y que empujaban con sus pies. Esto sucedía en 1864.
Tres años después, varios ingleses que habían bajado del "Englishnan" fundaron el Rosario Cricket Club, génesis del Rosario Atléticil Club y actual Club Atlético del Rosario. Dividieron las prácticas deportivas entre el cricket y el fÍtbol. Y fue en ese 1867 donde el fútbol se inició oficialmente en Buenos Aires (el 20 de junio se clisputri el primer partido en el Buenos Aires Cricket Club) y en Rosario, que adoptri como cancha un terreno ubicado en Salta y Buen orden (España). La ciudad tenía 23.000 habitantes.

El fútbol era bastante rudimentario. Cada jugador hacía con la pelota lo que le venía en gana hasta que otro se la quitara. Apareció lo que luego se bautizaría como gambeta. En 1871 surgió un ordenamiento dentro de la cancha: la tradicional formación de un guardavalla (goalkeeper), dos defensas (backs), tres medios (medio backs) y cinco delanteros (forwards). En 1874 desde los barcos baiaron unos elementos extraños que los iugadores se colocaron en sus piernas para contrarrestar los golpes: las canilleras. En 1875 se dispuso cambiar de arco al finalizar un período. Y se incorporó el travesaño, ya que los arcos estaban armados por dos postes enterrados en la tierra y cruzados por una soga. En 1878 los árbitros que dirigían los partidos empezaron utilizar silbatos. En 1882, el "throwin" que se hacía con una mano pasó a hacerse con las dos manos.
El fútbol fue evolucionando. A favor de las reglas que llegaban desde Inglaterra (donde en 1885 se iniciaba el profesionalisno) y de la mayor práctica. El 1" de febrero de 1886 se inauguró el Ferrocarril Buenos Aires-Rosario y comenzó el intercambio. En 1887 el BuenosAires F.C. y el Rosario Cricket Club jugaron dos particlos, uno en cada ciudad: en ambos ganaron los rosarinos 2 a 0. Sorprenclió el atuendo de los futbolistas: botines blancos al igual que las medias, y los pantalones ajustados a las piernas.
Mientras, los ingleses segufan arribando para trabajar en los talleres del férrocarril. Entre 1888 y 1889 se instalarían en Rosario, entre otros, Mulhall, Mayne, Calcler,Musket. Mutton. Mayne, Chamberlain, Wilkinson, Mac Leen, Barfon, Camp, Mac Inry're. Lamb. Hooper y Holis.
Algunos eran de edad madura, pero otros eran jóvenes y se los veía muy seguido jugando con una pelota en el baldío que daba a la parada Castellanos. Se los conocía como "los muchachos de Thomas Hooper", el f'erroviario inglés que los motivaba y aglutinaba.
El 24 de diciembre de l889. entre estos ingleses otros que estaban en la ciudad desde la época del "Englishrnan" y algunos criollos dieron vida a un nuevo club que buscaba diferenciarse del Rosario Cricket practicando fundamentamente fútbol Mutton propuso el nombre. Los socios fueron, exclusivamente. empleados del ferrocarril
La noticia se fue difundiendo entre los trabajadores ferroviarios boca a boca .No fue publicada por los diarios locales que por entonces centraban su atenciónn en la renuncia del intendente Pedro de Larrechea el 21 de diciembre, quien -según se escribiría días después en "El Municipio"- se había ido a descansar y pescar ranas a su estancia. Mientras, los rosarinos protestaban ante los concejales, negándose a pagar el reemplazo de piedra por adoquines en las calles. Y los concejales estaban ocupados en resolver la construcción de un reloj que diera la hora de todas las provincias.
El club ya estaba en marcha. Al terreno ubicado entre los portones 3 y 4, casi pegado a vías cercano al Pasaie de las Cadenas -después Celedonio Escalada y concedido por el permiso de autoridades férroviarias W. O. Lucas y T G Rusell que también se integraron a la instirucirin, se Ie colocaron los arcos. Un vagón en
desuso fue utilizado de sede, y en los días de partidos como vestuario y hasta de tribuna por los no muchos espectadores. La primera casaca fue roia y blanca a cuadros grandes; al poco tiempo se la cambio por una azul y blanca.
Los muchachos de los talleres jugaban entre ellos y el equipo asomaba. Para identificarlo, más que Central Argentine se le decía Talleres. Pero faltaba encontrÍr un rival para oficializa¡ el debut. Hasta que, en mayo de 1890, ancló en el muelle de Comas -situado a la altura de la baiada Sargento Cabral- un buque de guerra británico: el Beagle.
Mulhall fue al puerto, habló con su tripulación y consiguió que se disputara un partido. En su debut como equipo de fútbol el Central Argentine empató 1 a 1 con los ingleses del Beagle, y estuvo integrado por: F. Barton; J. Postell y G. Camp; J. Muskett. J. Barton y T. King;L. Mcl-ean, T. Muskett. M. Green, L. Mac Intock y H. Hooper.
Unas cuarenta personas fueron testigos del acontecimiento. A los pocoss días sejugó la revancha y gantó el conjunto rosarino 2 a 1
El Central Argentine Railway Club ya salía a la cancha.

FUENTE: Bibliografía  de Rosario y de Central  Autor Jorge Brisaboa Editorial Homo Saoiens Noviembre 1996