viernes, 30 de agosto de 2019

TODO HA CAMBIADO



Por Héctor N. Zinni 




Pero, no nos apresuremos. Porque debemos reseñar un suceso de vital importancia para la ciudad de Rosario: ocupando el Vasto predio donde en otro tiempo funcionara, la vieja estación del Ferrocarril Santa Fe, enclavada sobre la intersección de las calles Cafferata y Santa Fe, una mole gris y gallarda, nominada durante mucho tiempo como Estación Francesa —en alusión inequívoca a la procedencia de la empresa propietaria—, convenientemente remodelada ha pasado a prestar servicios desde el 10 de diciembre, con el nombre de Estación Terminal de Omnibus Coronel Perón. 

"Es única en Sud América y es la más grande", pregona la promoción oficial. Y es cierto; tan cierto que pasará mucho tiempo antes de que en otras ciudades comiencen a levantarse construcciones similares. Los brindis correspondientes a la inauguración de la flamante estación de ómnibus, a cuya ceremonia asistía el ministro de Transportes de la Nación, coronel Juan Francisco Castro, junto a las correspondientes "autoridades nacionales, provinciales y eclesiásticas", no presagiaban lo que iba a ocurrir al día siguiente. 

El 2 de diciembre comenzó a llover, y el agua a brotar repentinamente en la estación de ómnibus. Decenas de hombres, mujeres y niños, portando valijas y otros bártulos, se atropellaban entre sí tratando de ganar algún sitio elevado. Los mostradores de los dos únicos negocios establecidos —un bar lácteo y un quiosco de revistas—, se convirtieron en racimos humanos, en tanto que los viejos bancos de madera, luciendo todavía la inscripción FCSF (Ferro Carril Santa Fe), parecían islotes en medio de un panorama insólitamente acuoso. "Cayeron cuatro gotas y se produjo lo que muchos preveíamos cuando rellenaron los andenes con cemento", recordará José Kanter, propietario del restaurante y ex dueño, juntamente con sus hermanos, del primer bar lácteo que existió en la Terminal. 

Un memorioso librero de la estación, ya desaparecido, don Luis Raschia, supo testimoniar al autor: "Con los quioscos pasó algo muy notable. Se nos ordenó levantarlos de cartón prensado. Pero no podíamos comprarlo donde queríamos, sino donde nos indicaron las autoridades. Los compramos en cuotas y cuando terminamos de pagarlos, vino otra orden: la de tirarlos abajo y levantarlos de material. Vuelta a gastar. Pero, al final, valió la pena, porque un año después de inaugurada la Estación un violento incendio destruyó las instalaciones de tres negocios de cartón que aún se mantenían: una parrilla, una mercería y una armería"1 

Se van perfilando los últimos días de 1950. El año de la Loción Ballet Russe "la última creación de Atkinsons", los postres Royas, soutiens "Mistinguett" y cocinas General Electric. Año en que el mercado interna ha consumido, entre otros productos, camisas Tahití —"la camisa del hombre feliz"—, pantuflas Pirelli con suela "espuma de goma" y lavarropas Martinco, lrupé y Lav-ogar, este último publicitado como "el primer lavarropa argentino completamente automático". En los hogares de clase media han empezado a campear los combinados all uso nostro o tato in casa, en competencia con los RCA Victor que ya vienen con cambiador automático. Se han impuesto los polvos de belleza Coty, la crema de' afeitar Williams (lujosa y mentolada), las máquinas de sumar Under-wood Sundstrand y de escribir 'Royal Gray Magic; las brillantinas, fijadores, talcos, antisudorales, jabones y lociones faciales Devon, las lanas Mamita y Masllorens; las ginebras, gin y licores BoIs, la marca de "cada día su copita, estimula y sienta bien". Entre los cigarrillos de más aceptación, los fumadores de tabaco rubio han recibido con beneplácito a los cigarrillos Carrington, de 0.50 centavos y a los Wilton, de 0.60, los que, como todos, vienen en paquetes de diez unidades y sin filtro todavía. 

Por LR1 Radio El Mundo y su Cadena de Emisoras un locutor se gana la simpatía del público: Arnoldo Chamot, quien ha compartido con Julián Bourges el microprograma auspiciado por vinos Gargantini "Almacén de curiosidades" y ahora es conductor de "El Relámpago", audición cómica que se transmite lunes y jueves a las 13.05, por obra y gracia del aceite Olavina. 

Las farmacias han ido incorporando más y más artículos de tocador y perfumería. Se acabaron las boticas. Ahora, al lado de la tradicional Emulsión de Scott, se apilan pequeñas estibas de crema dental Kolynos, potes de crema de afeitar Lanoleche o Pamolive y loción para después de la afeitada marca Karanuva. En los cajones del mostrador primero y en artefactos con tapa de vidrio después, al alcance de la mano del idóneo de farmacia y al lado del rollo de papel para envolver están las hojas de afeitar Gillette azul y doradas, en envases de diez unidades, cuya popularidad comienza a dejar opacas hojas como las de marca Boina Blanca y Legión Extranjera, cuya reclame en la segunda de las mencionadas, se hace más insistente por radio y a toda hora: "Si quieres que ella te quiera, usa Legión Extranjera". Otras hojas de afeitar de vida efímera han sido las "60" ("Sabés una cosa? ¡Yo me afeito con hojas "60"!). También durará poco la pasta dentífrica Ipana. Pero, se mantendrán con más vigencia en el tiempo el fijador Brylcreem, las cremas de afeitar, lociones faciales y talcos Mennen; las cremas Pond's S y C, el jabón Lux de tocador y la gomina Brancato. 

Ha pasado el tiempo del gofio y casi casi, el del maní japonés. Y si el whisky Canadian Club es para la clase alta, por su elevado costo, la clase media —para quien hablarle de whisky es como, nombralrle la luna—, gran consumidora de caña Piragua y Pecho colorado, vive la ilusión del whisky bebiendo Habana Brandy Panamericana o Cubana Brandy, sello verde y sello rojo de Padilla Hnos. 

En Buenos Aires se impone la sastrería Casa Perramus y los Helen Harper SweaterS cruzan el país en todas direcciones. Y mientras los porteños son reconocidos desde lejos por los sombreros que usan, generalmente marca Laguito, "producto Lagomarsino, fabricante del flexil", las provincias han sido invadidas por el jabón granulado Rinso, las boquillas Crisol, el maquillaje Elizabeth Arden, el digestivo Uvasal, los neumáticos Dunlop, las conservas La Campagnola —"con una receta de cocina en cada lata"—, las medias Reina Cristina, los tejidos Arciel, las lapiceras Escritor 47 "con tapa enchapada en oro", la yerba mate Aguila, las máquinas de coser Singer, los.pomelos Pindapoy, el lustra-muebles Shell, las sábanas Grafa que "se lavan, se lavan y nunca se acaban" con la famosa "marca en el orillo", la gran sidra Real y el comed Beef con papas Wilson. 

Desde la zona rosarina salen los lavarropas Goldix y, entre otras marcas, las heladeras Viliber, las marcas de yerba La Hoja, Santos Vega y El Charrúa, las cocinas a querosene Dominicis, las máquinas de coser Lander, Godeco y Gardini. Se ha popularizado el Amargo Obrero y el vermouth Henzi, de Calatroni y Tacconi, comienzan a surgir industrias vinícolas como Vaschetti Hermanos y son tantas las marcas de vino que se suman al tradicional vino Toro "tinto y clarete' que comienza la agonía de la cadena de vinerías La Supériora. 

Es la época de las prendas deportivas Polo, de la porteña sastrería Braudo, "con 2 pantalones en cada traje" compitiendo con Belfast, y de roperías famosas en Rosario como Marino, Waterman, El Elegante y The Lasting, entre otras. La casa GoId, en Buenos Aires, vende relojes, joyas y fantasías por contrarrem bolso, medio que también use la zapatería Fanacal, y se imponen los relojes Gladiador, la grappa La Tusquita "única rosada" y la brillantina Rizolina, de Lakmé. Los fideos Letizia y Olímpico, se venden como el Geniol y el Mejora] más que el Genio¡, mientras los pibes abandonan definitivamente la pelota de trapo para usar las de cuero marca Cañonazo, La Criolla y Superval, así como la Super Boca Juniors, sin tiento y con tiento, que fabrica en Rosario Sebastián Barraza. Es evidente que la sociedad ha cambiado. El mundo ha cambiado. 

El cine, que en cierta forma ha sido el reflejo de los gustos del momento también ha cambiado. El debilitamiento en Hollywood del Star system ha comenzado apenas unos años atrás, cuando los italianos se atrevieron a buscar sus intérpretes entre la multitud anónima de la calle. Este recurso desesperado ha demostrado que la personalidad y la potencia expresiva no están únicamente en los rostros sabiamente maquillados de Hollywood, sino también en la gente del montón. La clausura de la contienda ha señalado el fin de una época, de una manera de vivir y de una filosofía: las experiencias bélicas y las proposiciones existencialistas invitan a abandonar el mundo ficticio y acolchado que "sólo existe en las películas", para mirar al hombre con otros ojos. Pero estas razones, que no pasarían de ser puramente marginales, toman cuerpo al precipitarse una crisis contenida durante los años de guerra: el problema de los excesivos impuestos sobre las ganancias de los actores. 

En los Estados Unidos se ha descubierto el quid este año: un actor debe pagar hasta el 75 por ciento de sus ingresos si está contratado por un estudio, pero ¿qué ocurre si se convierte él mismo en empresa productora? En tal carácter, la tasa desciende por lo menos a un 50 por ciento. Como la competencia de la televisión es grave, los estudios reciben la novedad con los brazos abiertos y hasta invitan cordialmente a sus estrellas a participar en la competencia. Muchos fracasarán, hasta la consolidación, años más tarde, de dos triunfos rotundos como actores-empresarios de sí mismos: Burt Lancaster y Kirk Douglas. 1950 es el año de la despedida de las grandes compañías cinematográficas y las grandes estrellas. En el transcurso de la década siguiente habrán de morir muchos encumbrados actores y actrices que otrora dejaron sus marcas en las veredas del Hollywood Boulevard, donde las últimas hojas del otoño-invierno, como un presagio, se pudren sobre las losas, y el agua de la lluvia se estanca en los huecos que dejaron manos y pies ilustres. No falta más para que revelen lo que realmente son: lápidas. 

Pero, volvamos a Rosario, donde el 21 de diciembre el gobierno provincial ha dado comienzo al pago del sobresueldo anual complementario de 1950 al personal de la administración. Para ello dispone de la suma de siete millones de pesos que ha girado el gobierno federal en concepto de participación de impuestos nacionales, calculándose que se abonarán por este renglón nueve millones de pesos. Suma que sería inferior en cuatro millones a la que se necesita realmente para toda la administración. Asimismo se ha dispuesto la entrega de cierta cantidad a la Caja de Jubilaciones, para que se pague a cada afiliado el 500/o de sus haberes en concepto de la ley NO 13.478 de salario móvil, a los efectos de destinar el otro 500/o restante para solventar el pago del aguinaldo para los ex servidores.2 

Hay desperdicio de agua por una canilla rota en la playa de lecheros ubicada en las calles Vera Mujica y San Lorenzo. "Dicho artefacto --dice La Capital— pierde constantemente una cantidad apreciable de líquido, pero, a pesar del tiempo transcurrido en que se advirtió tal cosa, nada se ha hecho para reparar el deterioro y evitar así la pérdida de muchos litros de agua potable".3 El 27, la Comisión Departamental contra el Agio y la Especulación reitera el precio máximo del hielo, insistiendo en la conveniencia de denunciar toda transgresión. Dichos precios son los siguientes: venta por repartidores al público, a domicilio: por barra entera $ 2; por media barra (peso mínimo 12 kilogramos, 500 grs.) $ 1; por cuarto de barra (peso mínimo 6 kilogramos, 200 grs.) $ 0.55; por octavo de barra (peso mínimo 3 kilogramos, 100 grs.) $ 0.30. Venta por comerciantes al público, en trozos menores, a razón de $ 2 la barra.4 

Entre pitos, matracas y algarabía se despide 1950. Dice La Capital: "Otra etapa de su derrotero cubrirá la Tierra a las 24 de hoy. En su milenario viaje, ese andar de 365 días y 365 noches ha sido apenas un nuevo paso en la eternidad; pero para nosotros, los mortales, el término de un año y el advenimiento de otro, tienen un significado y un encanto excepcionales cuya esencia, tal vez, sea el gozo de poder seguir hilvanando esperanzas. Esa emoción patentizó ayer la ciudad, que puede decirse se lanzó a las calles,y colmó los negocios en las afiebradas compras de fin de año. En atareado enjambre se convirtió por obra de la culminación de 1950 y el advenimiento de 1951, y en la vida urbana, casi siempre pausada, ese trajín puso su nota propia, sobre todo al cierre de los comercios, cuyos personales rodearon mesas cordiales en bares y confiterías, a manera de anticipo de las muy próximas reuniones familiares".5


NOTAS 

1 La Estación recibió el nombre de Terminal de Omnibus Rosario después de 1955; y el 25 de mayo de 1957, al descubrirse el busto del Secretario de la Primera Junta, frente al pórtico central, sobre la calle Cafferata, se la nomino Estación de Omnibus Mariano Moreno. Ese día, ademas de habilitarse una muestra de la Sociedad de Artistas Plásticos de Rosario con obras de pintura, escultura, grabado y cerámica, se inauguró también una ya desaparecida biblioteca pública con 600 volúmenes. Los interventores y directores fueron numerosos, recordándose a Cacace, Merlo, Garcilaso, Pablo Salabert y Antonio Sardi. Bajo la dirección de este último se instaló en 1961 y con el aporte de los comerciantes, luz de mercurio en todo el perímetro de tránsito. Luego vinieron Emelio Scandel en 1962 y César Torriglia en 1963. 

El 30.8.1962 se autorizó al Banco Municipal de Rosario para la ocupación, en uso precario, de los locales que dan por ni frente a la calle Cafferata, con clausura de sus ir.!re sos a la gran sala, lo que anuló las primitivas intenciones de instalar una .. afitería en ese mismo lugar. En 1963 seproyectó el ingreso a la estación de los automotores de transporte urbano, aprovechándose la apertura de la calle C t'llanos. Fijáronse entonces nuevas zonas para boleterías y baños, en un intento de desconcentrar el entorno a la gran sala de entrada y crear perspectivas de utilización a todas las plataformas de ambos andenes. Así se independizaron los accesos, en beneficio de la mejor circulación y se afectó la gran sala al uso del público, creándose interés en la expansión comercial, lo que posibiitó nuevos recursos al erario municipal. 

Los directores, Francisco Albano en 1964, y Enrique Tedini en 1965 - bajo cuya dirección se inauguró el 8.5.1965 el destacamento policial—, así como Juan Miguel Piñero, lograron, en estrecho contacto con los comerciantes de ese pequeño gran centro de la ciudad de Rosario, dar una fisonomía de avanzada a la Estación Terminal de Omnibus, que volvió a llamarse Coronel Peron entre 1973 y 1976, para volver a lucir el nombre de Mariano Moreno, en el transcurso de este último año. En el perímetro de una manzana conviven roperías, comedores, pizzerías, bares, disquerias, casas de artículos regionales, quioscos, librerías, así como puestos de diarios y revistas. El pasajero que accede a nuestra ciudad desde los cuatro puntos cardinales del país puede mandar una carta, hablar por teléfono a corta y larga distancia, proveerse de zapatos, medicamentos, armas, pan, masas, regalos. frutas y hasta cortarse el cabello sin salir de la estación, en cuyo entorno funcionaban en 1977 cuatro restaurantes de corta importancia y cinco hoteles. 

Dentro del enorme complejo, algo más tiene cabida. Desde ci 12 de agosto de 1968, la sensibilidad municipal, policial sanitaria de la ciudad, ha cedido la oficina número 47 a un grupo de seres anónimos que ofrecen gratuitamente m colaboración para combatir el problema del alcoholismo. 

2 La Capital. 21.12.1950. 

3 La Capital. 22.12.1950. - 

4 La Capital. 27.12.1950. 

5 La Capital. 31.12.1950. 

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanás” Tomo III. Editorial Fundación Ross. Año 2000. 


miércoles, 28 de agosto de 2019

BAJO EL SIGNO DE LA CRUZ




Por Héctor N. Zinni 



Seguirnos en 1950, año en el que en vez de conmemorarse la mitad de la centuria con festejos, se viven los sobresaltos de una guerra, no querida ni deseada por el mundo libre. El 22 de agosto se anuncia que ha sido detenida la ofensiva comunista coreana hacia Pusan, y el 15 de setiembre, ¡os aliados pasan al contraataque y reconquistan poblaciones, ocupando Seúl el día. 26. El 10 de octubre los surcoreanos atraviesan el paralelo 380. Mientras Brasil festeja el triunfo en los comicios presidenciales del doctor Getulio Vargas, en la isla de Wake se efectúa una importante entrevista entre Truman y Mac Arthur, y las tropas aijadas alcanzan la frontera de Manchuria. La ciencia sigue su marcha: en los Estados Unidos, el doctor Flinlay inventa la terramicina y en Alemania los doctores Belmish y Domagh, la tibiona o conteben. Además, es concedido el Premio Nobel a Eduard Calvin Kendall, Theodore Reichsteiny Philip J. Herlch, por el aislamiento de las hormonas cortico suprarrenales, sustancia obtenida del extracto de la glándula situada encima del riñón, y descubrimiento de su efecto curativo en las enfermedades reumático artríticas, consiguiendo el descubrimiento de su constitución química. 

¿qué pasa entretanto en Rosario? En la apacible ciudad hay una convocatoria de la Federación Gremial Médica de la Provincia durante el mes de octubre a los representantes de todo el país. Tema: aumento de las tarifas que los socios aplican a las compañías de seguros. El 14 habla el conocido crítico de arte Juan Çorradini en el Museo Municipal de Bellas Artes "Juan B. Castagnino" acerca de los criterios modernos sobre la restauración de cuadros. El 15, en los salones del Club Municipal, ubicado en la calle Córdoba 761, se habilita una muestra pictórica correspondiente a un núcleo de autores rosarinos. Al día siguiente, La Capital, con su acento característico, se encarga de mostrar el otro lado de la medalla. 

Decoro de la ciudad. 

"Desde estas columnas se ha debido llamar muchas veces la atención de las autoridades sobre deficiencias en materia de servicios urbanos y cuidado de la ciudad. Alumbrado inadecuado, por insuficiencia de instalaciones o por falta de manutención atenta en numerosas calles y barrios; arterias con pavimentación gastada e irregular al punto de que resultan, atendidas las características de velocidad y comodidad de tránsito moderno, poco menos que impracticables; tramos de calle centrales diseminadas en baches, cuando llueve el paso de esos vehículos arranca de esos baches verdaderas fuentes de fango líquido que bañan (y no es más que un eufemismo) a los peatones; los baldíos, convertidos en pequeñas junglas de la flora local y en vaciaderos de basuras entre casa y casa; avenidas que con sus franjas centrales de árboles y jardines deberían ser amenos paseos, abandonadas al punto de que los yuyos las invaden y las columnas del alumbrado, algunas yacen rotas y Otras carecen de focos. A todo esto, debemos agregar el desaseo de muchas calles, la suciedad de ciertos barrios, por el deficiente e irregular servicio de recolección de servicios domésticos. Y no hablemos de los transportes colectivos, de los barrios periféricos sin agua corriente, sin alumbrado o sin pavimentación". 1 

La brega del diario de los Lagos no se detiene ahí, sino que también trata deformar conciencia sobre las Posibilidades del turismo. 



"Existe acerca de Rosario un prejuicio que será indispensable destruir. Nos referimos a la idea generalizada de que la nuestra es una ciudad que no puede ofrecer interés al viajero. Por desgracia son los propios habitantes quienes se afanan en difundir el concepto, fruto sin duda de erróneas interpretaciones. Con sólo pensar que se trata del centro urbano más populoso del país, excepto la Capital Federal, deberá convenirse que las posibilidades para la vida intensa son aquí mejores queeri casi todo el territorio nacional. En efecto, nadie ignora la existencia de prestigiosos institutos científicos y artísticos, así como también de entidades sociales y deportivas características de las poblaciones evolucionadas. Esto, por cierto, sobre la sólida base que dan el comercio y la industria de tradicional renombre".2 

El día 18 se publica una grata noticia: llegan repuestos para los ómnibus Mack que habían sido requeridos en los Estados Unidos. "Ello ha de significar un aporte apreciable a la solución, aunque sea parcial, del problema de los transportes colectivos de pasajeros, agravado como consecuencia de la falta de esos elementos", explica el decano de la prensa argentina.3 Sometida la ciudad a los avatares del agio y la especulación, se realiza una reunión en la Jefatura de Policía, donde el titular de esa dependencia y, a la vez, presidente de la Comisión Departamental contra el Agio y la especulación, Pedro B. Arriola, expone a los propietarios de negocios, especialmente a los minoristas, sobre los propósitos que guían al gobierno en la intensificación de la campaña contra los especuladores y en beneficio de la poblaci6n.4 Por ello dama La Capital porque "se coloque, en todos los mercados de la ciudad, una balanza para uso del público, como la que existe en la actualidad en el Mercado Central, frente a las oficinas de la comisaría, a fin de que el comprador pueda verificar por sí mismo, y con un instrumento que ofrezca todas las garantías de acción posibles, el peso de las mercaderías que haya adquirido".5 

Por fin, los finales de octubre tienen la ciudad de Rosario como marco y escena de un acontecimiento mundial largamente esperado: el V Congreso Eucarístico para el que la población se viene preparando desde tiempo atrás. Han pasado seis años desde la celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional, llevado a cabo en el mes de octubre de 1944, en Buenos Aires, a fin de conmemorar el décimo aniversario del XXXII Congreso Eucarístico Internacional realizado en la misma ciudad en 1934, "de inolvidable recuerdo, que favoreció con gracias incontables y extraordinarias a nuestra querida Patria —.6 

El 21 de octubre, alrededor de las 15, es recibido en la ciudad de San Nicolás el cardenal legado de Pio XII y del arzobispo de Palermo, doctor Ernesto Ruffini quien, proveniente de Roma ha desembarcado en el aeropuerto General Pistarini, de Buenos Aires, dos días antes y ahora se apea de un tren en compañía del cardenal primado de la Argentina, doctor Santiago Luis Copello y del nuncio papal, monseñor doctor José Fietta. En San Nicolás, Ruffini es reverenciado por el gobernador de Santa Fe, ingeniero Juan Hugo Caesar, así como por autoridades eclesiásticas, civiles, militares y, en especial, por miembros de la comisión central ejecutiva del V Congreso Eucarístico Nacional que encabeza Francisco Casiello.7 El legado papal es conducido a la casa salesiana y luego parte en automóvil con su comitiva hacia Rosario, produciéndose el ingreso por la avenida Arijón y continuando por la calle San Martín, bulevar 27 de febrero, bulevar Oroño y calle Córdoba hasta la plaza 25 de Mayo, donde aguardan el arribo una multitud de fieles, efectivos de policía, de las fuerzas armadas y la banda de música. 

El legado pontificio cuyo automóvil rueda por las calles rosarinas en busca del centro de la ciudad, era en 1934 un desconocido integrante de la comitiva que acompañara al entonces cardenal Pacelli —hoy Pio XII— cuando este traía la representacióp del anterior Sumo Pontífice al Congreso Eucarístico Internacional. ¡Ruffinil iRuffinll, es el nombre que corea la muchedumbre, agolpada a lo largo del trayecto por las calles de la ciudad, que ha sido ornamentada con banderas argentinas en edificios públicos con el complemento de la bandera vaticana en muchas casas de familia y el escudo del Congreso en cientos de frontispicios. Dicho escudo, que también lucen decenas de millares de pechos en todo el país, tiene como fondo la bandera argentina, sobre ella un rosario de perlas —simbolizando la ciudad— que envuelven al pez místico y a una canasta pan. 

Digamos, para ser exactos, que el legado papal ha llegado el 19 de octubre del Año Santo Universal y, en nuetro país, el Año del Libertador General José de San Martín. El cardenal Ruffini, que ha viajado (oh, temporal) a bordo de un avión desde Roma a Buenos Aires, ha sido saludado en representación del gobierno por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, doctor Hipólito Paz, y por otras altas autoridades nacionales, mientras que, en el mismo aeropuerto, efectivos de las fuerzas aéreas le han rendido honores. Al día siguiente, Ruffini sería recibido en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en audiencia especial —por ausencia del presidente de la nación— por el vicepresidente, doctor Hortensio Jazmín Quijano. 

Ahora, faltan pocas cuadras para llegar a la rosarina iglesia catedral, de la que es cura párroco monseñor Francisco Núñez. Al pasar la calle Corrientes, se angosta la calle Córdoba por el abigarramiento del público. Los automóviles aminoran la marcha. En la histórica plaza de Mayo aguardan las representaciones —presididas por el cardenal Caggiano— de la Acción Católica, institutos educativos y entidades y centros católicos de la ciudad. La muchedumbre, compuesta por fieles de todas las latitudes del país, espera impaciente en la tarde que declina plácidamente, bajo un cilo diáfano y purísimo donde la brisa apacible y fresca parece asociarse para dar el mayor brillo a la significativa ceremonia, comienzo virtual de las jornadas sucesivas que vendrán. 

Llega Ruffini. La bienvenida es clamorosa, espontánea, unánime. La figura del legado papal, de continente humilde, ademanes de asceta .y comunicativa sonrisa, -cautive de inmediato a todos los presentes. La presencia del huésped promueve una emoción cálida y placentera, de auténtica cordialidad, como que revive, por momentos, en Rosario, la presencia del Vicario de Cristo. Ruffini y Caggiano se confunden en un abrazo, y, al entrar en la catedral, el Coro Polifónico del Seminario "San Carlos Borromeo", de Rosario, arranca con el Tu eres Petrus, cumpliéndose a continuación las prescripciones del Pontificial Romano. Más tarde, en el teatro El Círculo, solemne apertura del Primer Congreso Nacional de Vocaciones Sacerdotales: se entone el Himno Nacional y el Pontificio, habla el cardenal Caggiano. 

Desde el domingo 22 hasta el domingo 29 de octubre, los accesos al Parque Independencia son hollados por miles de fieles que, congregados ante el altar monumental, asisten con unción al desarrollo de un programa de vastos alcances: misas, procesiones, primeras comuniones, ordenación de sacerdotes, distribución de premios, reuniones, discursos y también la representación del auto sacramental Pedro Te/onar/o, de Miguel Amezcua, por el Teatro Universitario de Buenos Aires. 

"...Cuando se piensa en la enorme escasez de vocaciones que aflige a toda la América Latina, no se puede menos queescucharel grito de alarma que parte de millares de corazones y de pueblos enteros, sobrecogidos por el temor angustioso de perder poco a poco los carismas de nuestra Santa Religión, y de ver al renacido paganismo ocupar aquellas tierras que los padres consagraron a Cristo, siguiendo las huellas de Cristóbal Colón, de quien es gloria imperecedera haber enarbolado la Cruz sobre la primera playa alcanzada después de la afortunada travesía del Océano", expresa Ruffini a la apertura de ambos congresos, agregando: - ". . . quitad al sacerdote de una parroquia, y al cabo de cincuenta años allí se adorará a las bestias. . .". El salón del Círculo Católico de Obreros, el Seminario San Carlos Borromeo y el Teatro El Círculo, son otros tantos escenarios donde se desarrollan, día y noche, diversos actos inherentes a los dos congresos —el Eucarístico y el de Vocaciones Sacerdotales—cerrándose cada jornada con representaciones teatrales como la evocación histórica El paso de San Martín con sus granaderos por Rosario y la gloria de San Lorenzo, de Eugenio Alizon y Santiago Scherini, realizados por actores rosarinos; el auto sacramental La vida es sueño, de Calderón de la Barca, por el Ateneo Universitario de Santa Fe; La Cena del Señor, oratorio para barítono, de Lorenzo Peros¡, con el coro estable de Rosario que dirigen Cristián Hernández Larguía y Domingo Scarafia. Para la clausura del Congreso Eucarístico llegan desde la Capital Federal el presidente de la República, general Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte. 

Ambos, acompañados por el gobernador de la provincia y autoridades de las tres armas, ingresan al Parque Independencia antes de la solemne misa anunciada para las 10. Son las 10.30 y vienen con retraso. Mientras el cardenal Ruifini, para hacer tiempo, bendice a la inmensa muchedumbre en todas direcciones, un toque de clarín anuncia, por fin, el arribo de Perón y su comitiva. Vítores y aplausos rubrican la presencia del primer magistrado y su esposa, entre quienes se perfila el cardenal Caggiano. Perón y Evita ascienden por la empinada escalinata hacia él altar de la cima donde son aguardados por el cardenal Ruffini. Luego de las reverencias de estilo y tras un breve intercambio de frases, bajan Ruffini y Perón para dirigirse hasta el mástil de la Bandera. Mientras la enseña Patria es izada por ambos, aplaude el público, se lanza al vuelo una bandada de palomas teñidas de azul y blanco y, reinstalados ambos en el monumental altar, son saludados por las estrofas del Tu eres Petrus, entonadas por los coros de los seminarios de Santa Fe y Rosario. Luego, adviene la misa. 

Vistiendo su largo capoté, Perón, arcodillado junto a Caggiano, se cala sus anteojos de carey y saca unas cuartillas. Un sacerdote incline ante su rostro un micrófono de pie, Caggiano hace lo propio con otro. El presidente de la Nación lee: 

"Muchas veces he hablado a mi pueblo; muchas veces he compartido con él las horas alegres y las horas difíciles de sus hijos, participando de su felicidad e infundiéndoles fe. En el largo camino de mis luchas muchas veces he elevado mi espíritu hasta vuestro corazón, rogando por la felicidad de mi pueblo, y por la grandeza de mi patria. 

Hoy vengo Señor, en cambio, con mi pueblo, y con él, postrado humildemente ante Vuestra Divina Majestad, os reitero públicamente mi gratitud y la gratitud de todos los argentinos, por cuanto nos ha sido dado de felicidad y de grandeza en estos años que llevo al frente de los destinos de la Nación….” 

Algo distante, indudablemente, ha quedado aquella frase pronunciada el 2 de agosto de 1946: "El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan", y para demostrarlo, sigue diciendo en su oración, al pie del altar monumental del Parque Independencia: 

“Os agradezco, porque en vuestra infinita bondad nos habéis concedido la paz y las condiciones espirituales y materiales necesarias para trabajar construyendo esta Nueva Argentina". 


Una nueva Argentina donde, afortunadamente, no se ha concretado aquella amenaza que difundiera el 13 de agosto de 1946: "Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quien cuelga a quien". Con toda humildad, continúa leyendo el primer magistrado: 

"Os doy gracias porque habéis tenido a bien inspiramos desde el fondo mismo de vuestro Evangelio una doctrina de justicia y de amor, y porque nos habéis ayudado a realizarla progresivamente en esta tierra y para este pueblo....” 

¿Habrá sido otro Perón el que el 24 de junio de 1947 decía: "Con un fusil o con un cuchillo a matar al que se encuentre"? Es probable. Mientras algunos se plantean justificados interrogantes, la voz del presidente, continúa difundiéndose por los numerosos altoparlantes diseminados entre el follaje de los árboles del parque: 

"Os agradezco, Señor, porque vuestro amor y vuestra gracia han sido magnánima y generosamente derramados sobre nuestro pueblo y porque vuestra bendición ha descendido abundantemente sobre sus afanes, sus trabajos y sus sacrificios, creando así la situación de mayor bienestar en que se encuentra...” 

Como esto no tiene nada que ver, por supuesto, con aquello de "Esa paz tengo que imponerla yo por la fuerza", dicho exaltadamente el 23 de agosto de 1947, el sinceramiento de Perón no puede ya ponerse en duda. Y menos cuando ahora dice: 

“...Quiero reiteraros, asimismo, Señor, en esta oportunidad, los ruegas que os he hecho otras veces en la intimidad de mi corazón"

Porque esos ruegos tienen que haber sido otros, muy diferentes a aquella frase del 8 de setiembre de 1947: "Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores"; ¿O no? Quien algún día será acusado de querer entronizar en los altares su vera efigie y la de su esposa; de reemplazar el crucifijo por el retrato de ambos en hospitales, colegios, institutos, entidades, etc.; de proclamar a su partido como "única religión nacional"; de sustituir el Día de la Inmaculada Concepción por el Día del Campeón (Pascual Pérez); de decretar el 18 de octubre como "San Perón"; de hacer sancionar la Ley deja Prostitución; de perseguir, encarcelar, vejar y/o expulsar a sacerdotes y obispos como los monseñores De Andrea, Lafitte, Tato, Novoa, Dumphy, Jorba Farías, los curas de la Medalla Milagrosa, etc.; de quemar y profanar, con apoyo policial, numerosos templos de la ciudad de Buenos Aires y de ser excomulgado por el Papa, finaliza su magistral oración., que conmueve a los corazones simples, pidiendo por el pueblo argentino y por su gestión como gobernante: 

“...Os pido que vuestro amor siga derramándose sobre este pueblo argentino que os reconoce y os ama desde los comienzos mismos de su vida. Os pido especialmente que lo ayudéis en las luchas que sostiene por su dignidad de Nación justa, libre, soberana, y por la dignidad de cada uno de sus hijos. 

Os ruego que así como acrecentáis la fecundidd de nuestras tierras y el trigo de nuestros campos —que por vuestro amor se consume en la unidad de la Eucaristía—, se acreciente aún más la fecundidad del corazón de todos los argentinos, para que sean una sola cosa en virtud del amor, que es lo único que construye. 

Os imploro el auxilio necesario- para que en mis afanes y trabajos, lo mismo que en las luchas de los hombres que comparten conmigo ahora 'después de mi la responsabilidad del gobierno de nuestra patria, nunca se altere nuestro propósito inicial de servir lealmente al pueblo, sobre todo a sus hombres y mujeres más humildes, porque estoy seguro de que, sirviéndolos con lealtad y con amor, estaremos siempre muy cerca de vuestro corazón. 

Os ruego también, Señor, por la paz y la felicidad de esta patria nuestra tan querida y por la paz y felicidad de todos los hombres y de todos los pueblos del mundo, para los cuales imploro vuestra misericordia y vuestro amor. 

Para mí, Señor, no os pido otra cosa que la luz necesaria para seguir conociendo los mejores caminos de mi pueblo y la fortaleza que sea menester para conducirlo a sus altos destinos. 

Por fin, con absoluta conciencia de la responsabilidad que asumo por cuanto habéis otorgado a la Nación Argentina, en la abundancia de vuestro amor, os ofrezco todo cuanto soy y cuanto poseo, vale decir, mi vida por la grandeza y felicidad de mi patria y de mi pueblo, cuyos destinos deposito en Vuestro Divino Corazón".8 

Pasa el Congreso Eucarístico. Por las radiodifusoras locales comienza, desde el 10 de noviembre la propalación de una serie de conferencias relacionadas con el ejercicio de alarma y oscurecimiento que habrá de ¡levarse a cabo en Rosario el día 10. A través de esas disertaciones se instruye a la población acerca de la forma en que debe cooperar y conducirse durante el desarrollo del ejercicio. Informa La Capital que "para inaugurar el ciclo ha sido designado el asesor técnico de la Secretaría de Defensa Antiaérea Pasiva, señor Osvaldo R. Chemez, quien hablará por LT1 a las 10.55, por LT2 a las 14, 50 y por LT3 a las 15", agregando que "por las mismas estaciones y en iguales horarios se difundirán otras instrucciones mañana y pasado mañana"9 

El 2 de noviembre. En Inglaterra se apaga la vida de George Bernard Shaw, consternando al mundo literario. En Tokio, Mac Arthur anuncia que existe un estado de guerra no declarada entre China comunista y las fuerzas de la UN. Por su parte, Truman expresa que está considerando la posibilidad de utilizar en Corea la bomba atómica. El día 8 tiene lugar en el cielo coreano el primer combate entre aviones a chorro: cuatro aviones de las Naciones Unidas luchan contra 10 comunistas, resultando averiados o destruidos dos de estos últimos. El 3 de diciembre se inicia un repliegue general aliado en Corea, corriendo peligro de quedar copados cien mil soldados. Radio Pekín anuncia que los norcoreanos han vuelto a llegar al paralelo 38º. El 16, Truman declara el estado de emergencia nacional. 

En la Argentina comienza la temporada balnearia, con paradojas como ésta: 

"Ciudades sin recursos y hoteles con ruletas. 

"Al comenzar la temporada balnearia de verano en las costas atlánticas de nuestro país, dos ciudades típicas y cuyos progresos y destinos corresponden a ese carácter, reclaman la atención en Cuanto a necesidades económicas que experimentan: en Mar del Plata y Necochea. Ya en las ponencias sancionadas por el IX Congreso de la Hotelería Argentina, la segunda expuso, por medio de sus delegados, los aspectos fundamentales que ofrecen sus deficiencias, las que mantienen a la planta urbana y playas adyacentes en lamentable estatismo. 

Mar del Plata sufre idéntica situación, a pesar de ser una ciudad poderosa, amillonada, que paradójicamente cace de recursos para completar su embellecimiento y cumplir con la alta misión reguladora del descanso, el solaz y la salud colectiva. Asoma 1951 y en su perímetro no se han realizado ninguna de las obras de urbanización proyectadas, mientras la edificación particular avanza de manera firme y sostenida. ¿Por qué esas demoras? La respuesta es fácil:el Casino, nombre que marca el lugar en donde funcionan los juegos de azar, arroja fabulosas ganancias todo el año; pero de esos fondos, la Municipalidad no percibe un centavo, como si fuera ajena en jurisdicción al establecimiento de la ruleta".10 

NOTAS 

1 La Capital. 16.10.1950. 

2 La Capital; 17.10.1950. 

3 La Capital. 18.10.1950. 

4 La Capital. 19.10.1950. 

5 La Capital. 23.10.1950. 

6 De la Carta Pastoral del Episcopado Argentino sobre el Congreso Eucarístico Nacional. Octubre 1949. 

7 La Comisión Central Ejecutiva se integró de la siguiente forma: presidente. Francisco Casiello; vicepresidente 1ro, Tito C. Micheletti: vicepresidente 2do., doctor Juan Bessone; secretario general, Luis Gardella; secretario de relaciones, Manuel Aguilar Chamizo: tesorero, Ernesto A. Benegas; protesorero, Bartolome Morra; vocales, doctores Juan Casiello, José Luis Cantini, Juan V. Francesio, Pedro Figueroa Casas, Emilio F. Solari, Julio Marc y María Teresa San Martín, además de los señores Danilo Basso, José María Herrera Lassaga, Paulino Fernández. Felipe Ordóñez, Angel Borgi, Francisco López Ramos, Emilio F. Alfaro, M. A. Arrizabalaga y las señoras María Luisa Lamas de Benegas y María Hortensia Echesortu de Rouillón. Dicha comision incluía a las señoritas Susana Delia Fabre, Emilia Colombo y Ofelia Vita, además del licenciado Raúl Cardón, el coronel Juan D. Carranza Zavalía y, en calidad de colaboradores, al coronel Luis M. Terradas y a Humberto De Gaetano Ginés. 

De esta comisión dependían las de Hacienda, Prensa y Publicidad, Alojamiento, Transportes y Comunicaciones, Sanidad y la de Concentración, cuyos componentes fueron: 

Comisión de Hacienda: presidente, Angel Bórghi; vicepresidente 1ro., Ernesto Fábrega; vicepresidente 2do., Juan A. Flanagan; secretario, doctor Jaime E. Soler; prosecretario, Pedro Rosseil; tesorero, José M. Leiva Uranga;vocales, Miguel Benapres, doctor Armando V. Brambilla, Angel Cantore Linari, Grato J. Censi, Jorge Cura, Atlántico Dianda, Víctor Echeverría, Angel García, Esteban C. Linari, doctor Omar Maini Cuneo, doctor Raúl Martino, Jorge Sauán, Edgard G. Shakespear, Enrique Spiaggi, José Suárez Ordoñez, doctor Eugenio Traveila y Mario Zabarbi. 

Comisión de Prensa y Publicidad: presidente, Felipe A. Ordoñez; vicepresidente, Pedro P. F. Beltramino; secretarios, Mario J. Marasco y Virgilio Gomez Mayorga; vocales, Antonio Roqueta, Francisco I. González, Adolfo O. Schmidt, Fernando Maliandi, Juan P. Bellunghi, Teodoro Galardi; señoras Colomba M. de Pomponio, Juanita Madile de Bastián, Elba M. de Campodónico y María C. Lagier de García; señoritas Angelita Binetti, Marta Luque y Orfilia Papagno; doctor Roberto Rigo y, además, Máximo Endrizzi, Néstor Joaquín Lagós, Emiliano Ferreyra, Antonio Arias Sanz, Virgilio Albanese, José Novao y Camilo Morelli. 

Comisión de Alojamiento: presidente, Francisco Lopez Ramos; vicepresidentes, coronel Juan D. Carranza Zavalía, Fernando Novero y Luis Tulissi; secretario, Enrique Antolín; prosecretario, Ignacio Montalto; vocales, señoras Matilde Casas de Machado Doncel, Ana María G. del C. de Ortiz Grognet, Matilde P. de Barguñá, María Hortensia E. de Rouillón, Fidela del Sel de Terán, Angela B. de Lafarga, Delia De Lucco de Censi, Ernestina A. de Suárez y María Hortensia R. de Gómez Zorrilla; señoritas María Isabel Castellán, Elina Solari Ayala, María Isabel Gollán, mes San Martín, María E. Domínguez Podestá, María del Carmen Yfiarra, María Alicia Colomar, Etelvina Lazo, Nydia Saccone, Sara Somoza, Guillermina Somoza y Vicenta M. Rodríguez; señores José Spezzi, Franco Terzano, Esteban J. Davicino, Armando Carignani, Angel Avico, Manuel Llombas, José Llombas, Luis C. Beltramino, Roberto J. A. Arias y Juan E. Cuenca. 

Comisión de Transportes y Comunicaciones: presidente, Emilio F. Alfaro; vicepresidente y titular de Comunicaciones, M. A. Arrizabalaga; secretario, ingeniero Alberto Rubinelli; vocales, Francisco A. Den¡ Montano: ingeniero Juan A. Lardizabal, doctor Juan B. Bessone, Angel Di Marco, Luis C. Tomatis, Salvador Bemadas, Ramón D. Fourcade, Miguel Caramuto, Santos Tomaino, Santiago O'Shea, ingeniero José C. Bosicovich, Alberto España, doctor Juan González Leahy, Miguel Yunes, Alejandro Daminato. 

Comisión de Sanidad: presidente, doctor Emilio F. Solar¡: vicepresidente, doctor Pedro Figueroa Casas; secretario, doctor Juan V. Francesio; vocales, doctores Antonio Casiello, Carlos E. Echesortu, Carlos F. Crespo, Juan R. Marín, JuanA. L. Lo Celso y Alfredo Zurro. 

Comisión de Concentración: presidente, coronel Juan Carranza Zavalía; secretario, suboficial ayudante Pablo Pastorutti; vocales, suboficiales ayudantes Francisco Buñola y Osvaldo E. Fontana, además de los señores Carlos Carranza Zavalia y Adolfo Mascheroni. 

Colaboraron, asimismo: la Escuela de Enfermeros y Enfermeras del Hospital Nacional del Centenario: la Cruz Roja Argentina (Filial Rosario); las escuelas de Enfermeras del Hospital Marcelino Freyre. de Enfermeros y Enfermeras de la Administración Sanitaria y Asistencia Social, y la de Nurses y Visitadoras de Higiene de la Facultad de Ciencias Médicas, quienes pusieron en actividad 185 enfermeros y enfermeras. Las ambulancias fueron facilitadas por la Direccion de Sanidad de la Provincia, Cruz Roja. y Hospital Regional Ferroviario. Finalmente, el Regimiento 11 de Infantería' General Las Heras, con asiento en 

Rosario, proveyó las carpas para la instalación de seis puestos de socorro, como así también un conjunto indeterminado de camillas y caramafiolas. 

8 Memoria del Congreso Eucarístico Nacional. Pág. 199. Rosario. 1952. 

9 La Capital. 1.1 1.1950. 

10 La Capital. 18.12.1950.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanás” Tomo III. Editorial Fundación Ross. Año 2000.

lunes, 26 de agosto de 2019

El Congreso Eucarístico Nacional



Por Miguel Angel De Marco ( h) 



El 26 de octubre de 1950 se inició en Rosario el V Congreso Eucarístico Nacional, presidido por el nuncio apostólico de la Santa Sede, cardenal Ernesto Ruffini, el que contó con la presencia de autoridades nacionales e invitados del extranjero. El encuentro se realizó ante un imponente altar levantado en la intersección de Oroño y Cochabamba. La primera jornada, destinada a los niños, convocó a 35 mil escolares. Tres días más tarde, el presidente de la Nación Juan Domingo Perón y su esposa María Eva Duarte, presidieron el multitudinario acto de cierre. 


Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia Región” Fascículo N.º 151 del Mayo 2016

La Gran exposición industrial



Por Miguel Angel De Marco ( h)




En el predio de la Sociedad Rural del Parque Independencia se inauguró el 21 de octubre de 1950 la Gran Exposición Industrial Comercial Argentina "Geica" con el propósito de 'exhibir la grandeza productiva de la nación". Se apeló a la realización de espectáculos teatrales y radiales al aire libre para atraer al público en general. 

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia Región” Fascículo N.º 151 del Mayo 2016

viernes, 23 de agosto de 2019

GIRAS OBLIGADAS Al INTERIOR ANECDOTARIO



Por Andrés Bossio


Los jóvenes simpatizantes quizás ignoren que hubo una época —cuando se jugaba un solo torneo anual, de abril a noviembre— en que el campeonato se suspendía puntualmente para el 9 de julio de cada año. En la ocasión, los clubes tenían la obligación de presentarse en el interior del país según la diagramación tentativa que manejaba AFA. Eso suponía que los grandes —y otros que no lo eran pero tenían residencia en Buenos Aires—jugaban en las mejores plazas, en las que se recaudaba más dinero, donde había estadios en condiciones. 

Los documentos centralistas recuerdan que su primer equipo jugó en 1949 en La Rioja y Catamarca, donde ganó por 6 a 5 y 4 a 3, respectivamente. Al año siguiente, le tocó presentarse en Reconquista (ganó 6 a 1) y en Goya (ganó 3 á 1). 

La idea no era mala pero justo es decir que la mayoría de los jugadores en lo que menos se interesaban durante estas pequeñas salidas al interior era en el fútbol. Anécdotas de estas giras podrían llenar un volumen entero. Difícil, sin embargo, es encontrar alguna "publicable" porque los muchachos no se ocupan del fútbol pero si de muchas otras cosas que no es del caso revelar. 

Fuente: Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio

jueves, 22 de agosto de 2019

O'SHEA: PRIMERO, CENTRAL; DESPUES EL PERIODISMO. ANECDOTARIO



Por Andrés Bossio


Alfredo O'Shea es un pedazo grande de Central. Y colaborador "involuntario" pero principalísimo de estas historias auriazules. Es que son muchísimos años los que lleva divulgando todo lo que tiene que ver con Rosario Central. O'Shea fue y es un excelente periodista pero antepuso siempre a esta hermosa profesión un amor más grande, más vinculante y hasta enfermizo": su amor por Rosario Central. Desde su legendaria y aún vigente audición radial de los domingos por la noche o desde las páginas de la ya desaparecida "Central" —que acompañó a los centralistas durante más de un cuarto de siglo— no ocultó aquella prioridad que da título a la evocación. Primero, Central; después, lo otro.

En uno y otro rol, el señor O'shea dejó infinidad de testimonios de su honestidad; como hinche y como profesional. En el N9 69, del 29/1/49 anunciaba a sus lectores que apoyaba como asociado la candidatura de Ernesto Arias Sanz para ocupar la presidencia del club y que, de ganar éste, lo acompañaría en su gestión y abandonaría —por razones éticas— la dirección de la revista. Arias Sanz ganó y O'Shea se alejó de la publicación. En el N9 249, de noviembre de 1965, explica en un jugosísimo articulo "Por qué no aparecimos en octubre". Con absoluta franqueza cuenta O'Shea que ya tenían el número en la imprenta, listo a salir, cuando se jugó el clásico (no lo nombraba en sus páginas a Newell's). Estos ganaron 1 a O y el inefable O'Shea razonaba de esta forma, a manera de explicación: "Después de haber perdido en semejante partido, ¿usted hubiera comprado la revista? Claro aue no. Ni se hubiera auerido acordar que se jugó ese partido. Y nosotros tendríamos que haber comido (sic) la edición completa. Por mucho apetito que tengamos, amigo centralista, la verdad es muy indigesto tragarse tantos miles de ejemplares. .

Así era —es— de simple, franco y sincero el amigo O'Shea, de cuyas viejas crónicas, semblanzas y reportajes en la antigua 'Central" hemos abrevado abundantemente para componer este documento dedicado a Rosario Central.



Fuente: Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio

miércoles, 21 de agosto de 2019

UN GRAN PASO HACIA EL "GIGANTE"



Por Andrés Bossio


Conviene aquí hacer un alto en la historia futbolística propiamente dicha para adentrarnos en los inicios de una gestión que —contemporáneamente— culminaría con lo que es hoy motivo de orgullo para todos los centralistas: el "Gigante" de Arroyito.

Ya explicamos en la edición anterior las tratativas que, i4niciadas por Adrián Gianniru, llevarían al presidente Roberto Monserrat, a escriturar a nombre de la entidad los terrenos de Avenida Pellegrini y Vera Mujica. Eso había acontecido en 1946. Pero las finanzas de Central no se compenetraban con el sueño del estadio propio. Estaba la base y era mucho, pero no suficiente. Había que construir allí las tribunas, levantar el estadio que los simpatizantes auriazules merecían. Sin embargo, ya eran muchos años de “aquerenciamiento" en el barrio Arroyito y no eran pocos los que no veían con buenos ojos la posibilidad de trasladar el estadio a pocas cuadras del Parque. Eso no se produciría, como veremos más adelante. Vendría en 1951 —otra vez y per muchos años, afortunadamente para Rosario Central—don Federico J. Flynn y Central se quedaría en su casa, que estaba en Arroyito.

Pero volvamos a 1946. Se adquirió el terreno, sobre el que pesaba una hipoteca al igual que sobre la sede de calle Mitre 857. Había que levantar las hipotecas y, encima, se quería construir. Por entonces, el Gobierno de la Nación comenzó a dar prioridad a las cbras destinadas a difundi a práctica del deporte. Racing estaba construyendo en Avellaneda un monumental estadio (que inauguraría 1950) y ctras instituciones menores recibían créditos a largo plazo para construir o mejorar sus instalaciones. Los directivos de Central enteraron al senador nacional Alejandro B. Giavarini de las ambiciones que envolvía a aquella gestión, que bien pronto dic sus frutos; no bien acreditadas la solvencia y trayectoria d la institución así como los fines para los que sería destina' el préstamo solicitado, el Gobierno Nacional dictó el decreto N9 1634 el 23 de enero de 1947, que en su parte resolutiva dice. textualmente:

 

"Artículo 1: Acuérdase a! Club Atlético Rosario Central, de Rosario, un préstamo de
hasta un millón quinientos mil pesos ($ 1.500.000 m.n.) moneda nacional, que podrá hacerse efectivo una vez reunidos los antecedentes e informes y llenados los requisitos exigidos por las disposiciones para la realización de tales beneficios, con destino a la financiación de obras en su campo de deportes sito en Rosario para la exhibición y práctica de la cultura física, Fdo.: Juan Domingo Perón (Presidente); Ramón A. Cereijo (Ministro de Hacienda)."

Los antecedentes, informes y requisitos mencionados por dicho decreto llevaron un largo año de gestiones y trámites hasta que el 6 de abril de 1948 —cubiertos todos los recaudos legales exigidos por el Gobierno se dictó un minucioso. extenso y esclarecedor decreto en el que se estipulan todas y cada una de las exigencias oficiales, el destino de loe fondos adelantados, la forma de proceder a su devolución, las garantías y todos los demás extremos normales en estos tipos de créditos que, no obstante la frecuencia con que eran otorgados, no constituían foncos facilitados alegremente. Todo un proceso engorroso de largos trámites y barreras burocráticas debían ser superadas hasta poder disponer de los mismos. Junto a todos los términos de la relación que regía aquella vinculación entre el club y el Gobierno de la Nación vale la pena transcribir el artículo 119 de aquel Decreto N° 9797, del 6 de abril de 1948 que, junto a Perón y a Cereijo, suscribía el ministro de Obras Públicas, Juan Pistarini: "El Club Rosa-ríe Central se obligará a acordar las franquicias que oportunamente requiera el Gobiernc. de la Nación y el de la Provincia de Santa Fe para los alumnos de la enseñanza primaria y media para la práctica de los /deportes y concurrencia a los espectáculos deportivos por él organizados".

Lo cierto es que aquel préstamo, finalmente, no se destinó a los terrenos propios de Avenida Pellegrini y Vera Mujica. Ocurrió, ' como veremos más adelante, que los mismos tueron permutados por el predio municipal de Avenida Génova y Cordiviola, en el que se volcaron los fondos recibidos mediante aquel préstamo que —se puede afirmar sin temor a equivocaciones— fue la base de sustento para que poco a poco, paso a paso, se fuera forjando esa monumental realidad que es hoy el estadio mundialista, bien bautizado por Vesco como "el Gigante de Arroyito".


Fuente: Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio

martes, 20 de agosto de 2019

CAMBIO DE DIRECTIVOS. OTRA VEZ EL DESCENSO



Por Andrés Bossio


Problemas de distinto orden fueron provocando constantes cambios en la conducción del club. A partir de 1946 se suceden en la presidencia del club los señores Roberto Monserrat, Adolfo Boglione, Ernesto Arias Sanz y Abel Montes, que asumió en agosto del 49, cuando se disputaba ya la segunda rueda del campeonato oficial y a quien le tocó la responsabilidad de conducir a la institución en su triste destino que el fútbol le tenía reservado en 1950.

Justamente en la memoria de aquel período se hace constar que "el principal problema —y podríamos decir casi permanentemente de todas las comisiones directivas— ha sido el primer equipo profesional" por lo que debieron abocarse a ese problema, superando finalmente la posibilidad de descender. Mientras ello acontecía con el elenco de primera, a reserva ce AFA cumplía una brillante campaña que lo llevó a coronarse campeón del certamen, integrando en su alineación a algunos jóvenes que serían llamados más tarde a ser figuras en el equipo superior: los hermanos Federico y Juan Vairo, Humberto Rosa, Angel Tulio Zoff, Eduardo L' Epíscopo, etc.

Un poco por ello, otro porque las finanzas del club estaban sumamente escasas no se hicieron modificaciones para la temporada del '50. " nos hicimos el propósito —dice la memoria— de no transferir a ningún jugador que pudiera ser útil al club. Solamente concretamos una sola transferencia: la de Luis Isidro Bravo, jugador éste de actuaciones irregulares y que, en honor a la verdac, no satisfacía con su desempeño a la mayoría de los socios ni de los simpatizantes". Como vemos, poco a poco se va desintegrando aquella formidable delantera de 1948 integrada por Osvaldo Pérez, Benjamín Santos, Alejandro Mur, Luis Bravo y Antonio Vilariño, que fue la más goleadora de aquel torneo. Sólo quedaba al iniciarse el 50 el "Tato" Mur, quien poco después se iría a Colombia.

Ese año Central perdió sus primeros cuatro partidos para recuperar algo de terreno en las fechas sucesivas, finalizando la primera rueda con 16 puntos (junto a Bánfield), superando a River (sí, a River, que produjo lo que hasta allí era la peor campaña de su historia), por un punto, dos le sacó a Atlanta e Independiente otro grande venido a menos) y tres a Chacarita, Quilmes y Tigre. El descenso, si bien no era descartable, estaba aparentemente lejos. Por lo demás, dos triunfos de campanillas realzaron el ánimo: en la 10ma. fecha, los auriazules le ganaron a N. Old Boys en el Parque Independencia un partido memorable, por 4 a 3. Contini había puesto en ventaja a los rojinegros pero enseguida empató L'Epíscopo y sacó ventaja centralista el "Torito" Aguirre, empatando nuevamente Contini mediante un penal que los auriazules protestaron largamente. En la segunda etapa nuevamente el "Torito" Aguirre puso adelante a Central empatando Montaño para Newell´s. Cuando las cosas parecían que quedaban allí apareció Eduardo L'Epíscopo y marcó el tanto de la victoria. Y sobre el final de la rueda inicial Central recibió al gallardo y único puntero: Racing: ganó Central 4 a 1, anotando L'Epíscopo, Aguirre, Aresi, de penal, e Higinio García en contra. Formó aquel día el elenco local con Quatrocchi; Ares¡ y Cuello; Federico Vairo, Alfredo Pérez y Altomonte; De Zorzi, Aguirre, Mur, L'Epíscopo y Portaluppi era el mismo elenco que le había ganado a Newell's en el partido indicado anteriormente, con la sola excepción de que en el Parque estuvo Brito en lugar de Federico Vairo.

La segunda rueda fue desastrosa. Los primeros cuatro partidos —tres de los cuales se jugaron en Arroyito— fueron otras tantas derrotas. En definitiva, sólo ganó tres encuentros en la etapa de las revanchas e igualó ctros tres, perdiendo nada menos que once. Finalmente, Central reunió en el torneo apenas 25 puntos, cuatro menos que Huracán y Tigre.

A la incapacidad de su propio equipo debió sumarse por entonces el deficiente arbitraje de muchos jueces y una serie de irregularidades que empañaron seriamente la marcha del torneo. Por segundo año consecutivo estuvo la mano de la AFA "salvando" a Huracán, ya que una denuncia por intento de soborno al arquero Roque Marrapodi, de Ferro, pudo comprobarze fehacientemente. Los autores estaban vinculados al Globito no obstante lo cual no se tomó ninguna determinación al respecto. Mejor dicho, si se tomó una decisión relacionada con Huracán: como había ocupado el penúltimo lugar junto a Tigre (el último fue Central) y los del Globito tenían un par de goles más a favor y un par menos en contra que los de Victoria, se "inventó" el gol-average o promedio de gol. Huracán se salvó y Tigre acompañó a Rosario Central en su triste segunda excursión por el certamen de los sábados.

Fuente: Colección de Rosario Central. Autor Andrés Bossio

lunes, 19 de agosto de 2019

Pérdidas irreparables: "El Palomar"



A propósito de la demolición del edificio de rentas de Corrientes y Rioja 




Por Roque A. Sanguinetti 


Qué bien quedaría ahora y todavía en la esquina noreste de Rioja y Corrientes donde se alzaba; formando parte de un conjunto urbano que empezaba en el barroco palacio Fracassi de San Luis y Corrientes para culminar en la magnífica esquina de Corrientes y Córdoba. Porque también era un majestuoso edificio, de esos que con su sola presencia prestigian y dan carácter al centro de una gran ciudad. 

Pero por esas cosas que suelen ocurrir en la Argentina, a mediados del siglo veinte se lo demolió y por muchos años en su lugar quedó un hueco, como un monumento a la indiferencia y a la incultura. Lo mismo que pasó con otros hitos de nuestro sufrido patrimonio urbano. 

No tenía un nombre oficial, pero como era un edificio de renta en el que vivían numerosas familias, la gente lo llamaba o lo conocía como "El Palomar" o "El Palomar de Silberstein", por el apellido de su segundo propietario. 

De líneas armoniosas, estilo afrancesado, cuatro pisos y con mansarda de pizarra coronada con una pequeña cúpula, ocupaba con imponencia toda esa esquina. Fue el primero de cuatro plantas construido en el radio céntrico de Rosario, y tenía en su piso superior bohardillas con ventanas que lo asemejaban a los edificios de los bulevares parisinos. Aquellos que tan bien registraron los pintores impresionistas y que a diferencia del nuestro y para suerte de París todavía existen. 

Lo había hecho construir un comerciante llamado J. L. González, que tenía un negocio de telas importadas de Inglaterra en calle Córdoba 943, con el que creó una fortuna que le permitió levantar a partir del año 1893 el susodicho "Palomar". Por los mismos años se empezaban a construir los dos grandes teatros de Rosario: el Colón, de calle Corrientes al 400 y que también víctima de una rutinaria barbarie fue demolido en 1958, y el Opera, de Laprida y Mendoza, que se salvó milagrosamente gracias a la asociación llamada El Círculo, que lo compró al borde de la demolición y cuyo nombre desde entonces lleva con justicia. 

No tenía ascensores, que sólo se empezaron a instalar bien entrado el siglo veinte, y en cambio poseía extensas y crujientes escaleras de madera con descansos. La más larga tenía más de un centenar de escalones, y era también la más usada y la que debían subir trabajosamente las familias que habitaban la planta de la mansarda, allá por donde suelen revolotear las palomas. Por los conflictivos años de 1930 pertenecía a Adolfo Silberstein, y cuenta Wladimir Mikielievich, historiador mayor de Rosario si los hay, que en la planta baja había numerosos locales comerciales, entre los que se destacaban la imprenta del criollo Aniceto Taborda que imprimía revistas y álbumes, y especialmente el Bar Central, ubicado en el ángulo de la esquina e instalado en 1926 por los socios Gesualdo y Pons y que era "punto de reunión de intelectuales atraídos por los platillos de ingredientes que acompafiaban el vermut o los vasos de grueso vidrio con cerveza, donde nunca faltaban los pajaritos tostados, estimados como manjar". Raro alimento. Allí mantenían prolongadas tertulias a veces plácidas y otras fogosas sobre temas culturales, filosóficos o políticos aquellos intelectuales y artistas como Enea Spilimbergo, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y el propio Wladimir. 

Era un edificio bohemio, no sólo por su carácter de "Palomar" y por las tenidas culturales del Bar Central, sino también porque en la segunda planta funcionaban varios conservatorios y academias de bellas artes, como la de Fernando Gaspary, donde se formaron numerosos artistas plásticos. Quizás por eso también ahí tuvo su sede el Círculo Artístico de Rosario, fundado en 1919, y que agrupaba a pintores y escultores como Pedro Blanqué (retratista), César Caggiano (pintor), Domingo Fontana (escultor), Diego Masana (autor de las estatuas del Club Español), Olinto Gallo (medallista), Eugenio Fornells (pintor, ceramista y vitralista) o Eduardo Barnes (creador de tantas esculturas en Rosario). 

Un "Palomar" cultural, o una colmena humana, un edificio no sólo bello arquitectónicamente sino con carácter y espíritu, y seguramente con un largo prontuario de anécdotas que el tiempo disipó con los escombros. 

Porque como dijimos, desafortunadamente a mediados del siglo veinte se resolvió demolerlo, para construir en el sitio una sucursal del Banco Hipotecario Nacional. Y lo demolieron, pero por uno de esos despropósitos burocráticos el Banco nunca se construyó y durante años quedó el baldío acusador. Después, desde fines de la década de 1950, funcionó ahí una feria alimentaria y más adelante la consabida playa de estacionamiento. Actualmente hay en el lugar un conjunto o galería de negocios de baja altura, que ni arquitectónica ni culturalmente puede compensar en lo más mínimo la pérdida de aquel valioso, pintoresco y vital "Palomar", orgullo de una época y que aún hoy como otros bellos edificios también perdidos debería estar en pie. Si fuésemos un país un poco menos autodestructivo, por supuesto. 

Por eso, recordando estas "pérdidas irreparables", debemos preservar y revitalizar el patrimonio arquitectónico, que tanto jerarquiza a una ciudad. Como la nuestra, ni más ni menos. 

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región . Fascículo N.º 114 de Diciembre de 2012.