miércoles, 28 de agosto de 2019

BAJO EL SIGNO DE LA CRUZ




Por Héctor N. Zinni 



Seguirnos en 1950, año en el que en vez de conmemorarse la mitad de la centuria con festejos, se viven los sobresaltos de una guerra, no querida ni deseada por el mundo libre. El 22 de agosto se anuncia que ha sido detenida la ofensiva comunista coreana hacia Pusan, y el 15 de setiembre, ¡os aliados pasan al contraataque y reconquistan poblaciones, ocupando Seúl el día. 26. El 10 de octubre los surcoreanos atraviesan el paralelo 380. Mientras Brasil festeja el triunfo en los comicios presidenciales del doctor Getulio Vargas, en la isla de Wake se efectúa una importante entrevista entre Truman y Mac Arthur, y las tropas aijadas alcanzan la frontera de Manchuria. La ciencia sigue su marcha: en los Estados Unidos, el doctor Flinlay inventa la terramicina y en Alemania los doctores Belmish y Domagh, la tibiona o conteben. Además, es concedido el Premio Nobel a Eduard Calvin Kendall, Theodore Reichsteiny Philip J. Herlch, por el aislamiento de las hormonas cortico suprarrenales, sustancia obtenida del extracto de la glándula situada encima del riñón, y descubrimiento de su efecto curativo en las enfermedades reumático artríticas, consiguiendo el descubrimiento de su constitución química. 

¿qué pasa entretanto en Rosario? En la apacible ciudad hay una convocatoria de la Federación Gremial Médica de la Provincia durante el mes de octubre a los representantes de todo el país. Tema: aumento de las tarifas que los socios aplican a las compañías de seguros. El 14 habla el conocido crítico de arte Juan Çorradini en el Museo Municipal de Bellas Artes "Juan B. Castagnino" acerca de los criterios modernos sobre la restauración de cuadros. El 15, en los salones del Club Municipal, ubicado en la calle Córdoba 761, se habilita una muestra pictórica correspondiente a un núcleo de autores rosarinos. Al día siguiente, La Capital, con su acento característico, se encarga de mostrar el otro lado de la medalla. 

Decoro de la ciudad. 

"Desde estas columnas se ha debido llamar muchas veces la atención de las autoridades sobre deficiencias en materia de servicios urbanos y cuidado de la ciudad. Alumbrado inadecuado, por insuficiencia de instalaciones o por falta de manutención atenta en numerosas calles y barrios; arterias con pavimentación gastada e irregular al punto de que resultan, atendidas las características de velocidad y comodidad de tránsito moderno, poco menos que impracticables; tramos de calle centrales diseminadas en baches, cuando llueve el paso de esos vehículos arranca de esos baches verdaderas fuentes de fango líquido que bañan (y no es más que un eufemismo) a los peatones; los baldíos, convertidos en pequeñas junglas de la flora local y en vaciaderos de basuras entre casa y casa; avenidas que con sus franjas centrales de árboles y jardines deberían ser amenos paseos, abandonadas al punto de que los yuyos las invaden y las columnas del alumbrado, algunas yacen rotas y Otras carecen de focos. A todo esto, debemos agregar el desaseo de muchas calles, la suciedad de ciertos barrios, por el deficiente e irregular servicio de recolección de servicios domésticos. Y no hablemos de los transportes colectivos, de los barrios periféricos sin agua corriente, sin alumbrado o sin pavimentación". 1 

La brega del diario de los Lagos no se detiene ahí, sino que también trata deformar conciencia sobre las Posibilidades del turismo. 



"Existe acerca de Rosario un prejuicio que será indispensable destruir. Nos referimos a la idea generalizada de que la nuestra es una ciudad que no puede ofrecer interés al viajero. Por desgracia son los propios habitantes quienes se afanan en difundir el concepto, fruto sin duda de erróneas interpretaciones. Con sólo pensar que se trata del centro urbano más populoso del país, excepto la Capital Federal, deberá convenirse que las posibilidades para la vida intensa son aquí mejores queeri casi todo el territorio nacional. En efecto, nadie ignora la existencia de prestigiosos institutos científicos y artísticos, así como también de entidades sociales y deportivas características de las poblaciones evolucionadas. Esto, por cierto, sobre la sólida base que dan el comercio y la industria de tradicional renombre".2 

El día 18 se publica una grata noticia: llegan repuestos para los ómnibus Mack que habían sido requeridos en los Estados Unidos. "Ello ha de significar un aporte apreciable a la solución, aunque sea parcial, del problema de los transportes colectivos de pasajeros, agravado como consecuencia de la falta de esos elementos", explica el decano de la prensa argentina.3 Sometida la ciudad a los avatares del agio y la especulación, se realiza una reunión en la Jefatura de Policía, donde el titular de esa dependencia y, a la vez, presidente de la Comisión Departamental contra el Agio y la especulación, Pedro B. Arriola, expone a los propietarios de negocios, especialmente a los minoristas, sobre los propósitos que guían al gobierno en la intensificación de la campaña contra los especuladores y en beneficio de la poblaci6n.4 Por ello dama La Capital porque "se coloque, en todos los mercados de la ciudad, una balanza para uso del público, como la que existe en la actualidad en el Mercado Central, frente a las oficinas de la comisaría, a fin de que el comprador pueda verificar por sí mismo, y con un instrumento que ofrezca todas las garantías de acción posibles, el peso de las mercaderías que haya adquirido".5 

Por fin, los finales de octubre tienen la ciudad de Rosario como marco y escena de un acontecimiento mundial largamente esperado: el V Congreso Eucarístico para el que la población se viene preparando desde tiempo atrás. Han pasado seis años desde la celebración del IV Congreso Eucarístico Nacional, llevado a cabo en el mes de octubre de 1944, en Buenos Aires, a fin de conmemorar el décimo aniversario del XXXII Congreso Eucarístico Internacional realizado en la misma ciudad en 1934, "de inolvidable recuerdo, que favoreció con gracias incontables y extraordinarias a nuestra querida Patria —.6 

El 21 de octubre, alrededor de las 15, es recibido en la ciudad de San Nicolás el cardenal legado de Pio XII y del arzobispo de Palermo, doctor Ernesto Ruffini quien, proveniente de Roma ha desembarcado en el aeropuerto General Pistarini, de Buenos Aires, dos días antes y ahora se apea de un tren en compañía del cardenal primado de la Argentina, doctor Santiago Luis Copello y del nuncio papal, monseñor doctor José Fietta. En San Nicolás, Ruffini es reverenciado por el gobernador de Santa Fe, ingeniero Juan Hugo Caesar, así como por autoridades eclesiásticas, civiles, militares y, en especial, por miembros de la comisión central ejecutiva del V Congreso Eucarístico Nacional que encabeza Francisco Casiello.7 El legado papal es conducido a la casa salesiana y luego parte en automóvil con su comitiva hacia Rosario, produciéndose el ingreso por la avenida Arijón y continuando por la calle San Martín, bulevar 27 de febrero, bulevar Oroño y calle Córdoba hasta la plaza 25 de Mayo, donde aguardan el arribo una multitud de fieles, efectivos de policía, de las fuerzas armadas y la banda de música. 

El legado pontificio cuyo automóvil rueda por las calles rosarinas en busca del centro de la ciudad, era en 1934 un desconocido integrante de la comitiva que acompañara al entonces cardenal Pacelli —hoy Pio XII— cuando este traía la representacióp del anterior Sumo Pontífice al Congreso Eucarístico Internacional. ¡Ruffinil iRuffinll, es el nombre que corea la muchedumbre, agolpada a lo largo del trayecto por las calles de la ciudad, que ha sido ornamentada con banderas argentinas en edificios públicos con el complemento de la bandera vaticana en muchas casas de familia y el escudo del Congreso en cientos de frontispicios. Dicho escudo, que también lucen decenas de millares de pechos en todo el país, tiene como fondo la bandera argentina, sobre ella un rosario de perlas —simbolizando la ciudad— que envuelven al pez místico y a una canasta pan. 

Digamos, para ser exactos, que el legado papal ha llegado el 19 de octubre del Año Santo Universal y, en nuetro país, el Año del Libertador General José de San Martín. El cardenal Ruffini, que ha viajado (oh, temporal) a bordo de un avión desde Roma a Buenos Aires, ha sido saludado en representación del gobierno por el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, doctor Hipólito Paz, y por otras altas autoridades nacionales, mientras que, en el mismo aeropuerto, efectivos de las fuerzas aéreas le han rendido honores. Al día siguiente, Ruffini sería recibido en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en audiencia especial —por ausencia del presidente de la nación— por el vicepresidente, doctor Hortensio Jazmín Quijano. 

Ahora, faltan pocas cuadras para llegar a la rosarina iglesia catedral, de la que es cura párroco monseñor Francisco Núñez. Al pasar la calle Corrientes, se angosta la calle Córdoba por el abigarramiento del público. Los automóviles aminoran la marcha. En la histórica plaza de Mayo aguardan las representaciones —presididas por el cardenal Caggiano— de la Acción Católica, institutos educativos y entidades y centros católicos de la ciudad. La muchedumbre, compuesta por fieles de todas las latitudes del país, espera impaciente en la tarde que declina plácidamente, bajo un cilo diáfano y purísimo donde la brisa apacible y fresca parece asociarse para dar el mayor brillo a la significativa ceremonia, comienzo virtual de las jornadas sucesivas que vendrán. 

Llega Ruffini. La bienvenida es clamorosa, espontánea, unánime. La figura del legado papal, de continente humilde, ademanes de asceta .y comunicativa sonrisa, -cautive de inmediato a todos los presentes. La presencia del huésped promueve una emoción cálida y placentera, de auténtica cordialidad, como que revive, por momentos, en Rosario, la presencia del Vicario de Cristo. Ruffini y Caggiano se confunden en un abrazo, y, al entrar en la catedral, el Coro Polifónico del Seminario "San Carlos Borromeo", de Rosario, arranca con el Tu eres Petrus, cumpliéndose a continuación las prescripciones del Pontificial Romano. Más tarde, en el teatro El Círculo, solemne apertura del Primer Congreso Nacional de Vocaciones Sacerdotales: se entone el Himno Nacional y el Pontificio, habla el cardenal Caggiano. 

Desde el domingo 22 hasta el domingo 29 de octubre, los accesos al Parque Independencia son hollados por miles de fieles que, congregados ante el altar monumental, asisten con unción al desarrollo de un programa de vastos alcances: misas, procesiones, primeras comuniones, ordenación de sacerdotes, distribución de premios, reuniones, discursos y también la representación del auto sacramental Pedro Te/onar/o, de Miguel Amezcua, por el Teatro Universitario de Buenos Aires. 

"...Cuando se piensa en la enorme escasez de vocaciones que aflige a toda la América Latina, no se puede menos queescucharel grito de alarma que parte de millares de corazones y de pueblos enteros, sobrecogidos por el temor angustioso de perder poco a poco los carismas de nuestra Santa Religión, y de ver al renacido paganismo ocupar aquellas tierras que los padres consagraron a Cristo, siguiendo las huellas de Cristóbal Colón, de quien es gloria imperecedera haber enarbolado la Cruz sobre la primera playa alcanzada después de la afortunada travesía del Océano", expresa Ruffini a la apertura de ambos congresos, agregando: - ". . . quitad al sacerdote de una parroquia, y al cabo de cincuenta años allí se adorará a las bestias. . .". El salón del Círculo Católico de Obreros, el Seminario San Carlos Borromeo y el Teatro El Círculo, son otros tantos escenarios donde se desarrollan, día y noche, diversos actos inherentes a los dos congresos —el Eucarístico y el de Vocaciones Sacerdotales—cerrándose cada jornada con representaciones teatrales como la evocación histórica El paso de San Martín con sus granaderos por Rosario y la gloria de San Lorenzo, de Eugenio Alizon y Santiago Scherini, realizados por actores rosarinos; el auto sacramental La vida es sueño, de Calderón de la Barca, por el Ateneo Universitario de Santa Fe; La Cena del Señor, oratorio para barítono, de Lorenzo Peros¡, con el coro estable de Rosario que dirigen Cristián Hernández Larguía y Domingo Scarafia. Para la clausura del Congreso Eucarístico llegan desde la Capital Federal el presidente de la República, general Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte. 

Ambos, acompañados por el gobernador de la provincia y autoridades de las tres armas, ingresan al Parque Independencia antes de la solemne misa anunciada para las 10. Son las 10.30 y vienen con retraso. Mientras el cardenal Ruifini, para hacer tiempo, bendice a la inmensa muchedumbre en todas direcciones, un toque de clarín anuncia, por fin, el arribo de Perón y su comitiva. Vítores y aplausos rubrican la presencia del primer magistrado y su esposa, entre quienes se perfila el cardenal Caggiano. Perón y Evita ascienden por la empinada escalinata hacia él altar de la cima donde son aguardados por el cardenal Ruffini. Luego de las reverencias de estilo y tras un breve intercambio de frases, bajan Ruffini y Perón para dirigirse hasta el mástil de la Bandera. Mientras la enseña Patria es izada por ambos, aplaude el público, se lanza al vuelo una bandada de palomas teñidas de azul y blanco y, reinstalados ambos en el monumental altar, son saludados por las estrofas del Tu eres Petrus, entonadas por los coros de los seminarios de Santa Fe y Rosario. Luego, adviene la misa. 

Vistiendo su largo capoté, Perón, arcodillado junto a Caggiano, se cala sus anteojos de carey y saca unas cuartillas. Un sacerdote incline ante su rostro un micrófono de pie, Caggiano hace lo propio con otro. El presidente de la Nación lee: 

"Muchas veces he hablado a mi pueblo; muchas veces he compartido con él las horas alegres y las horas difíciles de sus hijos, participando de su felicidad e infundiéndoles fe. En el largo camino de mis luchas muchas veces he elevado mi espíritu hasta vuestro corazón, rogando por la felicidad de mi pueblo, y por la grandeza de mi patria. 

Hoy vengo Señor, en cambio, con mi pueblo, y con él, postrado humildemente ante Vuestra Divina Majestad, os reitero públicamente mi gratitud y la gratitud de todos los argentinos, por cuanto nos ha sido dado de felicidad y de grandeza en estos años que llevo al frente de los destinos de la Nación….” 

Algo distante, indudablemente, ha quedado aquella frase pronunciada el 2 de agosto de 1946: "El día que se lancen a colgar, yo estaré del lado de los que cuelgan", y para demostrarlo, sigue diciendo en su oración, al pie del altar monumental del Parque Independencia: 

“Os agradezco, porque en vuestra infinita bondad nos habéis concedido la paz y las condiciones espirituales y materiales necesarias para trabajar construyendo esta Nueva Argentina". 


Una nueva Argentina donde, afortunadamente, no se ha concretado aquella amenaza que difundiera el 13 de agosto de 1946: "Entregaré unos metros de piola a cada descamisado y veremos quien cuelga a quien". Con toda humildad, continúa leyendo el primer magistrado: 

"Os doy gracias porque habéis tenido a bien inspiramos desde el fondo mismo de vuestro Evangelio una doctrina de justicia y de amor, y porque nos habéis ayudado a realizarla progresivamente en esta tierra y para este pueblo....” 

¿Habrá sido otro Perón el que el 24 de junio de 1947 decía: "Con un fusil o con un cuchillo a matar al que se encuentre"? Es probable. Mientras algunos se plantean justificados interrogantes, la voz del presidente, continúa difundiéndose por los numerosos altoparlantes diseminados entre el follaje de los árboles del parque: 

"Os agradezco, Señor, porque vuestro amor y vuestra gracia han sido magnánima y generosamente derramados sobre nuestro pueblo y porque vuestra bendición ha descendido abundantemente sobre sus afanes, sus trabajos y sus sacrificios, creando así la situación de mayor bienestar en que se encuentra...” 

Como esto no tiene nada que ver, por supuesto, con aquello de "Esa paz tengo que imponerla yo por la fuerza", dicho exaltadamente el 23 de agosto de 1947, el sinceramiento de Perón no puede ya ponerse en duda. Y menos cuando ahora dice: 

“...Quiero reiteraros, asimismo, Señor, en esta oportunidad, los ruegas que os he hecho otras veces en la intimidad de mi corazón"

Porque esos ruegos tienen que haber sido otros, muy diferentes a aquella frase del 8 de setiembre de 1947: "Levantaremos horcas en todo el país para colgar a los opositores"; ¿O no? Quien algún día será acusado de querer entronizar en los altares su vera efigie y la de su esposa; de reemplazar el crucifijo por el retrato de ambos en hospitales, colegios, institutos, entidades, etc.; de proclamar a su partido como "única religión nacional"; de sustituir el Día de la Inmaculada Concepción por el Día del Campeón (Pascual Pérez); de decretar el 18 de octubre como "San Perón"; de hacer sancionar la Ley deja Prostitución; de perseguir, encarcelar, vejar y/o expulsar a sacerdotes y obispos como los monseñores De Andrea, Lafitte, Tato, Novoa, Dumphy, Jorba Farías, los curas de la Medalla Milagrosa, etc.; de quemar y profanar, con apoyo policial, numerosos templos de la ciudad de Buenos Aires y de ser excomulgado por el Papa, finaliza su magistral oración., que conmueve a los corazones simples, pidiendo por el pueblo argentino y por su gestión como gobernante: 

“...Os pido que vuestro amor siga derramándose sobre este pueblo argentino que os reconoce y os ama desde los comienzos mismos de su vida. Os pido especialmente que lo ayudéis en las luchas que sostiene por su dignidad de Nación justa, libre, soberana, y por la dignidad de cada uno de sus hijos. 

Os ruego que así como acrecentáis la fecundidd de nuestras tierras y el trigo de nuestros campos —que por vuestro amor se consume en la unidad de la Eucaristía—, se acreciente aún más la fecundidad del corazón de todos los argentinos, para que sean una sola cosa en virtud del amor, que es lo único que construye. 

Os imploro el auxilio necesario- para que en mis afanes y trabajos, lo mismo que en las luchas de los hombres que comparten conmigo ahora 'después de mi la responsabilidad del gobierno de nuestra patria, nunca se altere nuestro propósito inicial de servir lealmente al pueblo, sobre todo a sus hombres y mujeres más humildes, porque estoy seguro de que, sirviéndolos con lealtad y con amor, estaremos siempre muy cerca de vuestro corazón. 

Os ruego también, Señor, por la paz y la felicidad de esta patria nuestra tan querida y por la paz y felicidad de todos los hombres y de todos los pueblos del mundo, para los cuales imploro vuestra misericordia y vuestro amor. 

Para mí, Señor, no os pido otra cosa que la luz necesaria para seguir conociendo los mejores caminos de mi pueblo y la fortaleza que sea menester para conducirlo a sus altos destinos. 

Por fin, con absoluta conciencia de la responsabilidad que asumo por cuanto habéis otorgado a la Nación Argentina, en la abundancia de vuestro amor, os ofrezco todo cuanto soy y cuanto poseo, vale decir, mi vida por la grandeza y felicidad de mi patria y de mi pueblo, cuyos destinos deposito en Vuestro Divino Corazón".8 

Pasa el Congreso Eucarístico. Por las radiodifusoras locales comienza, desde el 10 de noviembre la propalación de una serie de conferencias relacionadas con el ejercicio de alarma y oscurecimiento que habrá de ¡levarse a cabo en Rosario el día 10. A través de esas disertaciones se instruye a la población acerca de la forma en que debe cooperar y conducirse durante el desarrollo del ejercicio. Informa La Capital que "para inaugurar el ciclo ha sido designado el asesor técnico de la Secretaría de Defensa Antiaérea Pasiva, señor Osvaldo R. Chemez, quien hablará por LT1 a las 10.55, por LT2 a las 14, 50 y por LT3 a las 15", agregando que "por las mismas estaciones y en iguales horarios se difundirán otras instrucciones mañana y pasado mañana"9 

El 2 de noviembre. En Inglaterra se apaga la vida de George Bernard Shaw, consternando al mundo literario. En Tokio, Mac Arthur anuncia que existe un estado de guerra no declarada entre China comunista y las fuerzas de la UN. Por su parte, Truman expresa que está considerando la posibilidad de utilizar en Corea la bomba atómica. El día 8 tiene lugar en el cielo coreano el primer combate entre aviones a chorro: cuatro aviones de las Naciones Unidas luchan contra 10 comunistas, resultando averiados o destruidos dos de estos últimos. El 3 de diciembre se inicia un repliegue general aliado en Corea, corriendo peligro de quedar copados cien mil soldados. Radio Pekín anuncia que los norcoreanos han vuelto a llegar al paralelo 38º. El 16, Truman declara el estado de emergencia nacional. 

En la Argentina comienza la temporada balnearia, con paradojas como ésta: 

"Ciudades sin recursos y hoteles con ruletas. 

"Al comenzar la temporada balnearia de verano en las costas atlánticas de nuestro país, dos ciudades típicas y cuyos progresos y destinos corresponden a ese carácter, reclaman la atención en Cuanto a necesidades económicas que experimentan: en Mar del Plata y Necochea. Ya en las ponencias sancionadas por el IX Congreso de la Hotelería Argentina, la segunda expuso, por medio de sus delegados, los aspectos fundamentales que ofrecen sus deficiencias, las que mantienen a la planta urbana y playas adyacentes en lamentable estatismo. 

Mar del Plata sufre idéntica situación, a pesar de ser una ciudad poderosa, amillonada, que paradójicamente cace de recursos para completar su embellecimiento y cumplir con la alta misión reguladora del descanso, el solaz y la salud colectiva. Asoma 1951 y en su perímetro no se han realizado ninguna de las obras de urbanización proyectadas, mientras la edificación particular avanza de manera firme y sostenida. ¿Por qué esas demoras? La respuesta es fácil:el Casino, nombre que marca el lugar en donde funcionan los juegos de azar, arroja fabulosas ganancias todo el año; pero de esos fondos, la Municipalidad no percibe un centavo, como si fuera ajena en jurisdicción al establecimiento de la ruleta".10 

NOTAS 

1 La Capital. 16.10.1950. 

2 La Capital; 17.10.1950. 

3 La Capital. 18.10.1950. 

4 La Capital. 19.10.1950. 

5 La Capital. 23.10.1950. 

6 De la Carta Pastoral del Episcopado Argentino sobre el Congreso Eucarístico Nacional. Octubre 1949. 

7 La Comisión Central Ejecutiva se integró de la siguiente forma: presidente. Francisco Casiello; vicepresidente 1ro, Tito C. Micheletti: vicepresidente 2do., doctor Juan Bessone; secretario general, Luis Gardella; secretario de relaciones, Manuel Aguilar Chamizo: tesorero, Ernesto A. Benegas; protesorero, Bartolome Morra; vocales, doctores Juan Casiello, José Luis Cantini, Juan V. Francesio, Pedro Figueroa Casas, Emilio F. Solari, Julio Marc y María Teresa San Martín, además de los señores Danilo Basso, José María Herrera Lassaga, Paulino Fernández. Felipe Ordóñez, Angel Borgi, Francisco López Ramos, Emilio F. Alfaro, M. A. Arrizabalaga y las señoras María Luisa Lamas de Benegas y María Hortensia Echesortu de Rouillón. Dicha comision incluía a las señoritas Susana Delia Fabre, Emilia Colombo y Ofelia Vita, además del licenciado Raúl Cardón, el coronel Juan D. Carranza Zavalía y, en calidad de colaboradores, al coronel Luis M. Terradas y a Humberto De Gaetano Ginés. 

De esta comisión dependían las de Hacienda, Prensa y Publicidad, Alojamiento, Transportes y Comunicaciones, Sanidad y la de Concentración, cuyos componentes fueron: 

Comisión de Hacienda: presidente, Angel Bórghi; vicepresidente 1ro., Ernesto Fábrega; vicepresidente 2do., Juan A. Flanagan; secretario, doctor Jaime E. Soler; prosecretario, Pedro Rosseil; tesorero, José M. Leiva Uranga;vocales, Miguel Benapres, doctor Armando V. Brambilla, Angel Cantore Linari, Grato J. Censi, Jorge Cura, Atlántico Dianda, Víctor Echeverría, Angel García, Esteban C. Linari, doctor Omar Maini Cuneo, doctor Raúl Martino, Jorge Sauán, Edgard G. Shakespear, Enrique Spiaggi, José Suárez Ordoñez, doctor Eugenio Traveila y Mario Zabarbi. 

Comisión de Prensa y Publicidad: presidente, Felipe A. Ordoñez; vicepresidente, Pedro P. F. Beltramino; secretarios, Mario J. Marasco y Virgilio Gomez Mayorga; vocales, Antonio Roqueta, Francisco I. González, Adolfo O. Schmidt, Fernando Maliandi, Juan P. Bellunghi, Teodoro Galardi; señoras Colomba M. de Pomponio, Juanita Madile de Bastián, Elba M. de Campodónico y María C. Lagier de García; señoritas Angelita Binetti, Marta Luque y Orfilia Papagno; doctor Roberto Rigo y, además, Máximo Endrizzi, Néstor Joaquín Lagós, Emiliano Ferreyra, Antonio Arias Sanz, Virgilio Albanese, José Novao y Camilo Morelli. 

Comisión de Alojamiento: presidente, Francisco Lopez Ramos; vicepresidentes, coronel Juan D. Carranza Zavalía, Fernando Novero y Luis Tulissi; secretario, Enrique Antolín; prosecretario, Ignacio Montalto; vocales, señoras Matilde Casas de Machado Doncel, Ana María G. del C. de Ortiz Grognet, Matilde P. de Barguñá, María Hortensia E. de Rouillón, Fidela del Sel de Terán, Angela B. de Lafarga, Delia De Lucco de Censi, Ernestina A. de Suárez y María Hortensia R. de Gómez Zorrilla; señoritas María Isabel Castellán, Elina Solari Ayala, María Isabel Gollán, mes San Martín, María E. Domínguez Podestá, María del Carmen Yfiarra, María Alicia Colomar, Etelvina Lazo, Nydia Saccone, Sara Somoza, Guillermina Somoza y Vicenta M. Rodríguez; señores José Spezzi, Franco Terzano, Esteban J. Davicino, Armando Carignani, Angel Avico, Manuel Llombas, José Llombas, Luis C. Beltramino, Roberto J. A. Arias y Juan E. Cuenca. 

Comisión de Transportes y Comunicaciones: presidente, Emilio F. Alfaro; vicepresidente y titular de Comunicaciones, M. A. Arrizabalaga; secretario, ingeniero Alberto Rubinelli; vocales, Francisco A. Den¡ Montano: ingeniero Juan A. Lardizabal, doctor Juan B. Bessone, Angel Di Marco, Luis C. Tomatis, Salvador Bemadas, Ramón D. Fourcade, Miguel Caramuto, Santos Tomaino, Santiago O'Shea, ingeniero José C. Bosicovich, Alberto España, doctor Juan González Leahy, Miguel Yunes, Alejandro Daminato. 

Comisión de Sanidad: presidente, doctor Emilio F. Solar¡: vicepresidente, doctor Pedro Figueroa Casas; secretario, doctor Juan V. Francesio; vocales, doctores Antonio Casiello, Carlos E. Echesortu, Carlos F. Crespo, Juan R. Marín, JuanA. L. Lo Celso y Alfredo Zurro. 

Comisión de Concentración: presidente, coronel Juan Carranza Zavalía; secretario, suboficial ayudante Pablo Pastorutti; vocales, suboficiales ayudantes Francisco Buñola y Osvaldo E. Fontana, además de los señores Carlos Carranza Zavalia y Adolfo Mascheroni. 

Colaboraron, asimismo: la Escuela de Enfermeros y Enfermeras del Hospital Nacional del Centenario: la Cruz Roja Argentina (Filial Rosario); las escuelas de Enfermeras del Hospital Marcelino Freyre. de Enfermeros y Enfermeras de la Administración Sanitaria y Asistencia Social, y la de Nurses y Visitadoras de Higiene de la Facultad de Ciencias Médicas, quienes pusieron en actividad 185 enfermeros y enfermeras. Las ambulancias fueron facilitadas por la Direccion de Sanidad de la Provincia, Cruz Roja. y Hospital Regional Ferroviario. Finalmente, el Regimiento 11 de Infantería' General Las Heras, con asiento en 

Rosario, proveyó las carpas para la instalación de seis puestos de socorro, como así también un conjunto indeterminado de camillas y caramafiolas. 

8 Memoria del Congreso Eucarístico Nacional. Pág. 199. Rosario. 1952. 

9 La Capital. 1.1 1.1950. 

10 La Capital. 18.12.1950.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanás” Tomo III. Editorial Fundación Ross. Año 2000.