jueves, 31 de agosto de 2017

LA DECADA DEL TREINTA; ENTRE LA ALIANZA DEMOCRATA SOCIALISTA Y EL FRENTE POPULAR

El proyecto de Pinas, con sus logros y sus fracasos, encierra un ciclo de cinco años en la vida de Lisandro. Los límites de la experiencia cordobesa se marcan casi al mismo tiempo que los de la gran crisis del modelo agroexportador y de la primera ruptura del orden constitucional. Una semana antes del movimiento del 6 de setiembre su antiguo correligionario, el ahora general Uriburu, lo Invita a secundario y a integrar el gobierno "de facto ". La entrevista fue privada y sólo se conoce su " no acepté ", incluido en la carta de 1933 escrita a Elvira Díaz de Aldao. Sus expresiones debieron ser bastante similares a las de su compañero Francisco Correa, lanzadas en el Teatro Nuevo el 27 de agosto de 1930: 'Votos sí, armas no... .Yrigoyen ha llegado por el voto popular y por el voto popular debe irse. Entre tanto, ni pronunciamientos ni cuartelazos... "( Raúl Larra, op. cit.,Tomo II). Nuevamente debieron movilizarse en su Interior los temores al "cuartelazo", particularmente en su proyección sobre la vida democrática y las libertades públicas. La política gestada por Uriburu, detrás de cuya máscara se encubría la figura no menos amenazante de Justo y el viejo orden conservador, no sólo iba a abrir camino a las mayores distorsiones de la voluntad ciudadana, con su recurrencia al fraude, la violencia y la exclusión lisa y llana de la oposición mayoritaria representada por el radicalismo, sino que anulaba las bases de legitimidad del sistema. La distancia que lo alejaba de Uriburu resulta insalvable porque"... El general desconfiá de la capacidad del pueblo para gobernarse, no cree en la elevación moral de los hombres políticos y atribuye a las instituciones libres vicios orgánicos que las conducen a la demagogia. Yo creo exclusivamente en el gobierno de la opinión pública. ". (Raúl Larra,op. cit.,Tomo V, pág. 117). Podían generarse distorsiones pero el sistema debía ser preservado. Es por eso que retoma el camino de la práctica política y acepta formar parte de la fórmula presidencial propuesta por la Alianza Demócrata Socialista:De la Torre - Repetto. En el espacio público, condicionado y tenso de la política poseptembrista, Lisandro intenta dar cuenta del nuevo proyecto, señalando que para el partido Socialista, éste sólo implica" una ratificación de su viejo programa "en tanto para los demócratas progresistas aparece como una" reafirmación más clara, si cabe, del suyo". El santafesino recupera el camino de las convergencias posibles por cuanto el objetivo final es "salvar nuestras Instituciones democráticas amenazadas, constituir un gobierno responsable, popular y civil."(Ibidem, pág. 117).
En el ámbito privado su reflexión muestra otras dimensiones: "...Se me ofrecía en realidad una candidatura de derrota. Uriburu no era hombre de retroceder ante ningún exceso, y si alguien lo sabía bien, era yo, que tanto y tan íntimamente lo. conocía. Por eso acepté, porque prestaba un servicio a la opinión civil y democrática, con entero desinterés, y porque complacía a mis viejos amigos de Santa Fe que veían acrecentadas sus fuerzas electorales al vincularse a un movimiento nacional." (Lisandro de la Torre. Cartas íntimas, Editorial Futuro, Buenos Aires, 1951, pág. 29 30 ). Aparece, por una parte, el gesto, el levantar su voz y su figura ante el Intento de restauración del viejo régimen. ¿Habrá pasado a través de sus recuerdos la imagen del antiguo adversario luchando por" la causa"?.
Posiblemente en el gesto de volver a" hacer política" se redimensionan también dos valoraciones antagónicas de Lisandro en relación al golpe de estado de Setiembre: la de que el mismo había contado con ciertos niveles de consenso que, sin embargo, la "revolución" no había satisfecho. Pero, al mismo tiempo, el gesto pretende recuperar una de las propuestas básicas sobre las que se asentará su concepción democrática: el partido como mediador de una proyección nacional. Lanzado a la arena política , vuelve a encontrarse con enemigos conocidos : la coacción, el sectarismo, el bloqueo de las libertades públicas, etc. Y un fantasma nuevo: el militarismo.
Le resulta difícil encontrar una vía de superación de sus discrepancias con la vertiente radical Yrigoyenista aún en estas circunstancias. Tal vez por ello deba dar cuenta ante la opinión pública por no haber prohibido a los afiliados del PDP intervenir en el gobierno de Uriburu. Pero también encuentra cortados los canales de convergencia con los antipersonalistas, a excepción de Tos entrerrianos seguidores de Laurencena. Apelando a estos antiguos adversarios, busca el espacio para un "pacto" acorde con las demandas de esa coyuntura : "...El momento en que vivimos exige otros sentimientos y otra altura de miras para alcanzar la concordia desaparecida, y para fundar con la amplitud más grande y el patriotismo más puro, el gobierno reparador y renovador que la opinión reclama y el reaccionarismo confabulado resiste.
De un extremo a otro de la República los hombres libres se buscan en estos momentos para defender la Constitución abolida por la fuerza. La opinión está erguida contra la usurpación en marcha y contra la destrucción efectiva de la Ley Sáenz Peña.
"Los partidos reaccionarios empujan la Nación al abismo. Incumbe al pueblo salvarla."( Raúl Larra, op. cit.,Tomo y, pág. 173).
Los actores, el espacio y el tiempo han cambiado, sin embargo, la apelación de Lisandro trae ecos de la tradición radical. Indudablemente los separan las "maneras" de hacer la política, los une el haberse nutrido en el seno de la tradición liberal.
En la búsqueda del consenso de su conciudadanos, la apelación característica de los discursos de su campaña electoral, de la Torre va desplegando el abanico de cuestiones sobre las que ellos pueden y deben decidir : los impuestos que afectan al consumo, la división del latifundio, la defensa del salarlo, los gastos militares y la defensa nacional, el espacio de las creencias y el conjunto de libertades Individuales y ciudadanas. La práctica democrática resulta no sólo la única capaz de garantir el derecho de los ciudadanos sino también la única capaz de ampliar sus espacio decisión hasta de modificar los niveles de redistribución social.( Ibidem, pág. 185 y ss).
La maquinaria oficial, la campaña clerical montada contra la Alianza, el fraude, pudieron más propuesta democratizadora plateada a nivel nacional. Justo garantizada su llegada al con él” la reacción conservadora”. Sin embargo Santa Fe resiste y Luciano Molinas colocará por primera vez en un espacio relevante decisión al PDP. La propuesta de 1921 puede viabilizarse.
Con la reimplantación de Constitución de 1921 el Rosario y el sur concretan el viejo anhelo municipalista, pero la provincia de Santa Fe logra asegurar la práctica ciudadana en la Legislatura, protegerla en el poder judicial, cuya dad se confirma y consigue ampliar las bases de sustentación sistema democrático extendiendo la capacidad de sufragio a intenta y en ciertos planos a los extranjeros. La carta constitucional intenta soldar las fracturas que 1912 dejado en pie. Al mismo ofrece ese espacio público a sus proyectos de legislación, y de redistribución social, impositiva, que habían esta base del programa de 1915 de 1931. En el resto del i cambio, el panorama resultaba desalentador . No sólo no existían posibilidades de organizar una propuesta alternativa implementar en el marco realidad política excluyente y condicionada, sino que también resulta imposible viabilizarla rompiendo con el sistema, tal como lo demuestra el fracaso asonadas de 1932 y 1933.
De la Torre, que de acuerdo sus afirmaciones, había a el desafio de la Alianza, pe en realizar una nueva convocatoria a elecciones, sin proscripciones, en caso de triunfar, debe entonces el sentido de una potencial incorporación a un Parlamento nacional en el que el fraude y la corrupción bloquean toda política democrática. En la década del treinta, la oposición demócrata -socialista asume su función parlamentaria resignificando la vieja consigna de "concientizar al ciudadano'. Sin duda, Lisandro - representando en el Senado la voz de la democracia progresista santafesina - se convierte en la máxima expresión de tal consigna.
Concientizar al ciudadano, para Lisandro, significa poner al descubierto el profundo nivel de dependencia en que el pacto Roca - Runciman colocaba a los productores ganaderos argentinos con relación al mercado británico. Situación que Inglaterra no Imponía a sus propios dominios: "Inglaterra tiene, respecto de esas comunidades de personalidad internacional restringida, que forman parte de su imperio, más respeto que por el gobierno argentino. No sé sidespués de esto podremos seguir diciendo:! Al gran pueblo argentino, salud !" (Raúl Larra, op. cit.., Tomo III).
Concientizar significa alertar sobre las consecuencias inflacionarias, y su secuela de deterioro de las condiciones vitales de una gran masa de la población, de la legislación en materia financiera que quedaba coronada en 1935 con la creación del Banco Central y del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias. Mostrar el escaso control que el Estado tendría sobre las mismas dadas las características de la nueva entidad, una sociedad por acciones en la que sólo controlaba una parte de éstas. Concientizar implica iluminar los niveles de corrupción que se ocultan detrás del régimen con la comercialización de “...El despacho que he suscripto descubre un panorama desconsolador. La industria más genuina del suelo argentino, la ganadería, se encuentra en ruinas por las dos factores principales: la acción extorsiva de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que unas veces lo deja hacer y otras lo protege directamente,.(Ibidem).
Concientizar supone desgarrar los velos que encubren a los verdaderos responsables del asesinato de Enzo Bordabehere o los reales móviles que están detrás intervención a la provincia de 30 de Setiembre de 1935. Si el orador exasperado insiste en que Santa Fe debe" ser avasallada en revancha del debate sobre la investigación del comercio de carnes” el po- litico tiene claro que el régimen no puede aceptar sin resistencias la continuidad de la experiencia demoprogresista del 32, en una provincia clave, particularmente si otra experiencia democrática parece estar tomando forma en la realidad cordobesa y detrás de figura de Amadeo Sabattini.

Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo N.º 7. Autora: Marta Bonaudo. De noviembre 1999.