lunes, 31 de octubre de 2016

LA RESIDENCIA DE JOSÉ FIRPO-Luego Rouillon Echesortu y hoy "Fundación Josefina Prats"

Luego Rouillon Echesortu y hoy "Fundación Josefina Prats"
Por Ricardo Miranda




José Firpo nació en Génova, Italia, en 1875. Radicado en la Argentina, se destacó como empresario, industrial y hacendado, teniendo activa participación en la Bolsa de Comercio porteña y local. Fue fundador de la cabaña "La Danesa" y de las compañías de seguros "La Continental" y "La Agraria". Casado en 1898 en la localidad de Las Rosas, provincia de Santa Fe, con María Miró, de Montevideo, Uruguay, fueron padres de 7 hijos.(1)

José Firpo encargó la construcción de su residencia a Segundo Taiana en 1912. Este perteneció a la firma "Taiana y Cía.", formada en 1904 por los hermanos Enrique y Angel, de origen italiano, a los que posteriormente se incorporaría su primo Segundo. Los Taiana constituyeron diversas sociedades con otros constructores, como Pasquale y Paolini, y fueron empresas de vasta trayectoria en la ciudad en un período de gran dinamismo edilicio, cuyas obras se caracterizaron por una alta calidad constructiva. Segundo Taiana fue autor también de las residencias de Luis Copello (Córdoba 1868), hoy "Federación Gremial de Industria y Comercio", la de Domingo Minetti (Córdoba 1826), del Palacio Vasallo (1° de mayo y Córdoba), hoy Concejo Deliberante, y del piso superior del Hospital de Caridad (hoy Hospital Provincial) sobre calle Alem, (Alem 1450). Las empresas de los Taiana, fueron responsables de la construcción de obras singulares de la ciudad: el edificio Boero (Sarmiento 991), el Club Social, actual sede del Sindicato del Seguro (Mitre 848), la sede del Banco Provincial de Santa Fe (San Martín y Santa Fe), y la residencia de la familia Recagno (Bv. Oroño 1155), entre otras.

El solar elegido para levantar la residencia de José Firpo fue la esquina de Córdoba y Moreno. El corredor formado por la calle Córdoba fue valorizándose urbanísticamente a fines del siglo XIX y principios del XX. Los terrenos donados por Marcos Paz dieron lugar por 1884 a la actual plaza San Martín.

Si bien en la cuadra de Córdoba entre Dorrego e Italia funcionaba una plaza de toros, la construcción del Palacio de Justicia (1891, arq. Herbert Boyd Walker), la Jefatura de Policía (18891892, Arqs. Peró y Torre Armengol) y la escuela Gobernador Freyre (1905, Arq. Plou), jerarquizaron la zona.

El planteo proyectual de Taiana, de dos plantas y subsuelo, presenta sobre Córdoba una fachada que se consolida con la cuadra, recediéndose con jardines sobre la calle Moreno y terminando despegada de la medianera sur. El orden que ostenta la fachada norte, con su importante acceso central enmarcado por balcones, desaparece en la ondulante fachada sobre Moreno.

A poco tiempo de construida, la propiedad fue adquirida por Alfredo Juan Rouillon. Miembro del concejo deliberante, diputado provincial, intendente de la ciudad y directivo de importantes empresas, sociedades y clubes de Rosario, casó con María Hortensia Echesortu y fueron padres de 10 hijos.

En el relato actual de su hija Estela sobre los años transcurridos en la casa, surgieron recuerdos que nos retrotraen a otra época y estilo de vida. En los sótanos de la casa, que ocupan toda la superficie construida, se encontraba la cocina, y junto a ella las despensas, con las fiambreras, los frascos de dulces y los toneles de vino, llegados de las bodegas familiares de "Echesortu y Casas" en Mendoza. También en ese nivel se hallaban el gimnasio, la sala de máquinas del ascensor y el depósito estival de alfombras.

La salita china y la del piano, frente al comedor principal, el comedor diario, la sala principal, el hall con su doble altura y el agradable jardín de invierno, albergaban una importante colección de muebles y obras de arte adquiridas por Alfredo J. Rouillon en remates porteños. En la planta alta, los dormitorios mantienen sus pisos de roble de Eslavonia, bajo los que las mujeres de la familia ponían a resguardo sus alhajas. Los baños aún conservan sus primitivos revestimientos y hasta sus artefactos de luz.

El jardín sobre Moreno hace de efectiva barrera de transición entre la calle un pequeño espejo de agua. Un valioso trabajo de arcos en "treillage" de madera, actualmente inexistentes, lo separaba del patio posterior, zona del antiguo gallinero.

En el año 30, Alfredo J. Rouillon debió vender la casa, trasladándose con su familia a la que fuera su quinta de verano, Villa Hortensia, adonde llevó todo el mobiliario de su residencia urbana. Compró la vivienda don Jaime Prats Calvis.

Josefina Prats residía en la calle Córdoba 1550, frente a la plaza Pringles. Hija de Jaime Prats, integrante de la firma "Prats hijos y Cía." (sita en calle Pte. Roca 772), importante terrateniente y colonizador, fundador de las colonias Lérida, Chabás, La Josefina, San José de la Esquina y Sangará(2), casó primero (1912) con el Dr. Rafael Biancofiore, administrador y socio de su padre y luego con el Dr. Albino Pugnalin (1895-1980), jurisconsulto y diplomático.


Josefina Prats de Pugnalin (Pepita), quien heredó la casa en 1939, se dedicó a la beneficencia, la música y la pintura. Alumna de Schwender, sus pinturas aún decoran los salones de la residencia. Fue su marido quien para instalar su estudio en parte del sótano, hizo abrir hacia el jardín la pequeña puerta de ingreso sobre Moreno, casi llegando a Córdoba.

En el año 1950, con motivo de celebrarse el 5° Congreso Eucarístico Nacional en nuestra ciudad, se alojó en la residencia el Legado Pontificio de Su Santidad Pío XII, Eminencia Reverendísima Cardenal Ernesto Rufini. Al fallecer Josefina Prats, se organizó la fundación que lleva su nombre. La casa alberga hoy, entre otras actividades, al Centro de Estudios Genealógicos e Históricos de Rosario y la Junta de Historia de Rosario. •
*Arquitecto
(1) Datos suministrados por Lucio Pérez Calvo.
(2) Datos suministrados por Sebastián Alonso.
"Evolución de la Arquitectura en Rosario, 18501930", Ramón Gutiérrez y Graciela Viñuales. 'Arquitectura en Rosario' Juan Carlos Cande y María Cristina Butteri.
"Guía de Arquitectura Rosario"
"Historia genealógica de la primeras familias italianas de Rosario. Siglo XVIII y siglo XIX hasta 1850' Margarita Guspi Terán y Sebastián Alonso.
10 Censo Municipal, Rosario, 1900.
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región “. Fascículo N.º 147 . Diciembre 2015.

viernes, 28 de octubre de 2016

LIBERTAD LAMARQUE

Por Julio Chiappini





1. De muy poco a las candilejas

Libertad Lamarque nació en Rosario de Santa Fe el 24 de noviembre de 1909. Fue hija de Gaudencio Lamarque, uruguayo de origen francés, que se estableció en Rosario y trabajó como hojalatero. A fines de los años cincuenta, un puestero del mercado central me dijo que su negocio había estado, décadas atrás, por San Juan; a unos 15 metros de San Martín. No mucho después el mercado se demolió por iniciativa de Carballo y de su secretario de obras públicas, Alberto Montes. Carballo posiblemente fue el más progresista intendente, para algunos el único emprendedor, que tuvo la ciudad. Yo vivía en la Unione e Benevolenza, Maipú 1090, y recuerdo que de entre los escombros salían ratas de buen tamaño que los empleados municipales mataban a escopetazos. En la esquina estaba el cine Belgrano. Como el San Martín y el Odeón, era prohi­bido para menores. Pasaban películas de dudosa "moralidad". Y además el "ambiente". Los buenos y consabidos burgueses de entonces, bien que sin persignarse, decían "¡Qué elemento!". Pero me parece que no era para tanto. Lo cierto es que los adolescentes íbamos a ver tres películas al Bristol, en calle Maipú, y al Nilo, en Sarmiento. Aún me­ moro, aun en la chochez, filmes de terror como "La maldición de Ishtar", "El pueblo de los malditos" v "El monstruo de la laguna negra".

En el Radar. Grand Rex. Córdoba, Empire e Imperial, en cambio, daban "vistas" más nuevas y convencionales. Si resulta competente esta última palabra. Mientras, creo que la ciudad tenía 52 cines: cada barrio con el suyo y tantos en el centro.

Guadencio. entretanto, a sus 32 años se casó con Josefa Bouza. española, viuda de Pedro Quíntela y con seis hijos de ese matrimonio. La familia se había agrandado un tanto y entonces Gaudencio, delegado gremial anarquista, tuvo que fabricar juguetes y armar conjuntos florales. Vivían en una vieja casa ubicada en Ituzaingó entre Roca y España. Ahí nació Libertad, amaman­tada por su hermana mayor Eduvíges: y en buena parte criada por su abuela paterna.

Libertad cursó los estudios primarios en la escuela Juana Blanco, de la calle Buenos Aires. Y fue precoz: a sus 8 años comenzó con actuaciones teatra­les y al tiempo hizo giras. En 1926 se instaló con su familia en Buenos Aires, en Corrientes 17. Por ese tiempo el presidente Alvear inauguró, ahí no-más, el hotel Jousten. Y seis años lue­go, también en Corrientes al fondo, se erigió el Luna ParL llamado así pues carecía de techo. Hasta entonces había estado en donde ahora el Obelisco. El italiano Pascual Esteban Carca-vallo, dueño de El Nacional, le dio a Libertad el primer espaldarazo. Pues la hizo estudiar actuación y tener un papel en "El dueño del pueblo", del catamarqueño Julio Sánchez Gardel. Y enseguida la incipiente fama: como actriz, saínetes incluidos; y como cancionista de una época de oro: Azucena Maizani. Mercedes Simone, Ada Falcón y Tita Merello. Al principio ganaba 300 pesos por mes. Luego el cachet se abultó mucho. Máxime cuando la RCA Victor le pagó $150 por cada dis­co; y se vendían bien. Gaudencio mudó su hojalatería a la calle Paraná. Hacía de todo, sobre todo tarros lecheros. A los que los tamberos y minoristas (que iban a domicilio) les agregaban un litro de agua cada uno. Si el ama de casa protestaba por una leche aguachenta, la misma respuesta: "Sabe qué pasa, señora: llovió mucho y las vacas co­mieron pasto muy mojado". Picaros, en la Argentina, hubo siempre. Claro que no miríada como ahora. Si volaran, taparían la luz del sol. Y miles hasta se estrellarían contra Saturno. Aquí, el más despistado, pasa un avestruz y se hace un plumero. Menos, ciertamente, el autor de estos modestos apuntes.




2. El casamiento y... la fama

En 1927 Libertad se casó con Emilio Romero, un apuntador del teatro Smart. Tuvieron una sola hija, Mirtha. En 1930 actuó en la película muda Adiós Argentina. Y en 1931 Luis César Amadori la contrató para una revista en el Maipo, junto al genial Florencio Parravicini (se suicidó en 1941), Alberto Anchart y otras luminarias. Siempre en 1931, en el teatro Colón se consagró como "Reina del tango". Y en 1934 cantó "Volver", junto a Gardel, nuestro festejado barítono. Que hizo célebre ese tango al incluirlo en la película "El día que me quieras" (Long Island, 1935); en la que también actuó Astor Piazzolla. Gardel compuso la letra. La música fue del brasileño Alfre­do Le Pera Sorrentino, por un tiempo amante de Gardel. Ambos murieron asesinados en el aeropuerto de Medellín. en ese 1935. Gardel sin llegar a cantar "Cambalache", de ese año. El por desdicha profético tango de Disce-polo fue estrenado en el Maipo por Sofía Bozán. Y a días por la orquesta de Francisco Canaro y la voz de Ernesto Fama en la película Alma de bando­neón, de la Argentina Sonó Film. Sofía Bozán era hermana de Olinda, nacida en Rosario en 1900, actriz y grata can­cionista. El cantor, digamos de paso, tiene por qué. Y el cantante tiene con qué. Pero en todos los casos una cosa es el cantante y otra cosa es la canción. En realidad, y volvemos a Gardel y Le Pera, las letras y las partituras en general se compraban a autores anónimos. Por un "café con leche" (es un decir). Lo mismo sucedía con nuestros grandes directores de orquestas de tango: música de la mayor riqueza melódica salida de los arrabales, "reptil de lupanar" (Lugones, por cómo y dónde se bailaba), y llegada al centro pi consagrarse en París. En de "una tristeza que se baila": de Enrique Santos.

Libertad, en tanto, ya era celebrada América latina y España: la radiotelefonía, el cine, los teatros, los discos pasta de 78 RPM en los que su tanto aguda pero entonada y emocional deleitaba de lo lindo. Mujer acaudalada, hacia el final de su vida que tenía unas 1000 propiedades. Y leyendas surtidas, por ejemplo anatómicas: el corazón emplazado a la derecha y un ojo de vidrio; y amores varios bien que su corazón era una tumba ( o una necrópolis, no lo sé).




3. La pelea con Evita. Y el exilio

Sobre Lamarque puede escribí larga biografía. De modo que desde luego resumimos. Divorciada, optimismo de que la esperanza a la experiencia, en 1945 se el pianista Alfredo Malerba. de quien se separó en 1983. En 1944 se conoció con Eva Duarte en ocasión de la ayuda a San Juan por el terremoto, aportó $ 3.900, que era un dinero. Formaba parte de un comité de de cartelera, como Mecha Ortiz. Silvina Roth y Niní Marshall. Mirtha Legrand, muy bonita, ya era reconocida por "Los martes orquídeas". De 1941 junto a Enrique Serrano y Juan Thorry. Los Legrand (Martínez Suñarez) habían vivido en Rosario años, en Mendoza y Sarmiento. El 12 de junio de 1936 "La Capital" la primera foto periodística de Evita, nacida como Eva María Ibarguren.

En 1944, filmando "La cabalgata delcirco" con Evita, se dice que le dio una cachetada por razones a conjeturar. Lamarque, en su autor género que es el arte del olvido, niega el episodio. En la película, de dirigida Mario Soffici, Chila (Eva) cela a Nita (Libertad): ambas pretendía a Hugo del Carril. Armando Bó era partenaire; y en 1956 conoció a la entrerriana Hilda Isabel Tito, luego Isabel Sarli, Miss Argentina en 1955 con despampanantes medidas: 90-60-90. Centimetraje de veras.

Lo cierto es que en 1946 a Libertad ya no le ofrecieron trabajo en la Argentrina. Junto a Tita Merello, partieron del aeropuerto de Morón rumbo a México.

En Buenos Aires quedaron su marido y su hija, que le dio seis nietos.

Libertad vivió un tiempo en la Casa Latinoamericana. Actuó en decenas de películas algunas incluso de buena movida en los EE. UU. Ya era "la novia de América" y también "la reina de las lágrimas"; por algunas de sus escenas sobreactuadas pero convincentes: la emotividad, aunque la ocultemos, siempre está a flor de piel. Al menos, y toléreseme que hable en la latosa primera persona, a mí me pasa eso. A veces uno hace papelones. O finge. Aunque no debí confesar esas cosas. Cuando el derrocamiento de Perón, y retomamos, Lamarque volvió varias veces a Buenos Aires e incluso se quedó por bastante tiempo. El hecho de que no basara sus sucesos en la sen­sualidad, y menos aún en la sexualidad, la hizo perdurar en escena toda su larga vida.

4. Los años finales. La muerte

En 1970 Libertad comenzó a protagonizar, también con éxito, en la televisión. Fue una máquina humana de producir arte; casualmente su arte, pues bien puede considerarse una artista. En 1982 participó en un programa des­tinado a recaudar fondos para la guerra de Malvinas: no se había olvidado, pese a la opulencia, de su país. Estuvo ahí junto a Lolita Torres en una audición a cargo de Pinky (Lidia Satragno) y de Cacho Fontana, seudónimo de Norberto Palese. Ya estaba próxima a la grabación de 450 discos, no cualquiera. Y a 64 películas también resonantes. Cuando un periodista le preguntó acerca del secreto de su des­comunal éxito, contestó: "borrar los malos recuerdos de la mente y no ser soberbia".

Siempre trabajando, vivió, alternando, en Miami y Ciudad México, donde mu­rió de neumonía, filmando la telenovela "Carita de ángel", el 12 de diciembre de 2000. El velorio fue multitudinario y se interpretaron varias canciones. Por ejemplo "Veracruz", "Despierta" y "Vereda tropical". Cantaron mariachis (del francés mariage). Sus restos fueron cremados en el Panteón Español y las cenizas arrojadas al mar, en Miami, frente a su casa en Coral Gable.

5. ¿Conclusiones?

Ninguna. La muerte, si bien a todos nos equipara, propicia balances y comparaciones. La carrera de Libertad Lamarque, si agrupamos y cotizamos todos los géneros que trajinó, demandaría un grueso volumen. Tras su sonrisa afable seguramente había una mujer que sabía lo que hacía. Pues si no, ¿cómo llegar adonde ella llegó, tan lejos, tan rutilante, tan estelar y por tantos años? Posiblemente, porque esto suele suceder, a la protagonista de "Besos brujos" le fue extraordinariamente bien en su vida profesional y no tanto en su vida sentimental. Decepciones habrá enhebrado, hay mucha bibliografía al respecto. Tal vez por eso resultó un icono del melodrama. Por suerte el amor, alerta Ortega (también Gasset), es un "estado de imbecilidad transitoria". Y, casi lo olvidaba, Bulwer Lytton: "es el ocio de los ocupados y la ocupación de los ociosos". Según San Agustín, "Los muertos no son seres ausentes sino invisibles". Y según Cicerón, "La vida de los muertos con­siste en vivir en el alma de los vivos". Y uno que ha propinado, tarde pero me doy cuenta, una seguidilla de frases prestadas... con cargo de devolución.
Fuente: Extraído de la Revista “Rosario, su Historia y Región”. Fascículo N º 119 . Junio de 2013.-

jueves, 27 de octubre de 2016

LIBERTAD LAMARQUE

Por Héctor N. Zinni

Hablar de ella, parecería un transitar por lugares comunes. Porque el solo hacer mención de su nombre, tiene la virtud de conferir presencia y frescura a esta historia. Pese a la distancia que nos separa de su actual residencia en la ciudad de México, y al encumbramiento de su personalidad, es, sin embargo, Libertad Lamarque —nacida en Rosario el 24 de noviembre de 1906—, la pieza pulida y perfecta que encaja admirablemente en el engranaje que motiva ete libro.
Me sentía incomprendida, abandonada y triste", confía la diva en su camarín, abanicándose prolijamente. Está vestida de encaje blanco, y del mismo color es su tapado veraniego, de organza; no lleva alhajas espectaculares ni elegantes, y tan sólo se ha delineado con perfección los ojos, entre verdes y grises, chispeantes y agresivos, el derecho ligeramente estrábico (lo que le valió ser comparada con Norma Shearer, y es verdad que se le parece). Ocurría que el hogar de los Lamarque era pobre, y la pequeña Libertad —la menor de ocho hermanos, seis mujeres y dos varones— pasaba a menudo largas temporadas en casa de su abuela materna "que me regañaba y me gritaba siempre, aunque yo no era traviesa". La casa paterna estaba en Independencia 1959, la de la abuela en San Luis 610." 1
"—Yo iba atrás de la hermana del actor rosarino Eduardo Ricart, aquel que hacía tan bien a El Viejo Vizcacha, que se hacía llamar así. Bueno, la hermana de éste era hermana de mi hermana y Libertad Lamarque andaba siempre con mi hermano . . . ahí, en Entre Rios y Estanislao Zeballos. —Dónde vivía Libertad Lamarque?
Estaba siempre cuando era piba en la calle San Luis, frente a una carbonería que todavía existe . . ., casi esquina 25 de Diciembre. La casa tenía un arco así. . . era un convoy. El hermano de Libertad era un rubio, alto, que vendía globos . . ., no se si era hermano o hermanastro, porque era distinto . . . El padre era tachero, creo, no estoy seguro.
Yo se que de vez en cuando "Liber" se hace una escapada y viene a ver no se que pariente por acá.
La hermana".2
Muy difíciles de hallar son los testigos de la infancia que tuviera la hoy célebre diva internacional, en la ciudad de Rosario. Y aunque así no fuera, nada mejor que la misma Libertad para recordar los albores de su juventud:
"Yo me asomaba a la puerta y veía pasar los coches de caballos, tristemente, porque sentía la tentación de saltar dentro de uno de ellos, darle la dirección de mi casa y dejar esa otra, que no me gustaba. Pero sabía que no me iba a animar nunca". Y entonces aflora la niñita que en Libertad vive ahí nomás, debajo de la piel, y reflexiona como hablando con alguien que no está en el camarín: "Pienso que ahora sí lo haría". Le gustaba cantar, sin embargo: "todo aquello de la Dama—Dama, y las otras ondas infantiles; en casa cantaba siempre, mientras ayudaba a mi madre, cuando hacía las camas".
"Esa casa era la del tachero Gaudencio Lamarque (a quien todo el nundo llamaba Don Lorenzo), uruguayo de orígen francés, casado con una española "de ojos verdes y pelo negro como yo". No era fácil la vida le ese obrero filósofo y anarquista, que de buena fe creía en una sociedad sin clases y no imaginaba, tal vez, que su hija menor sería multimillonaria: "A veces, en mitad de mis juegos, iba a la cocina porque tenía hambre, e inspeccionaba la bolsa del pan. Mamá, no hay pan en la bolsa, e decía yo, y ella me mandaba de vuelta al patio. Pero al rato volvía a sentir hambre y se repetía la escena. ¡Qué cosa, decía mi madre, me he olvidado de ir a comprar!. La verdad es que estaba esperando el tacho salvador, con cuya compostura se iba a adquirir el pan de cada día". Pero una sonrisa disuelve la pesadumbre: "Cuando fui estrella, pareció mejor ecir que en lugar de una tachería mi papá tenía un taller mecánico. Yo nunca lo oculté".3
"—Libertad, que en realidad se llamaba Libertaria, supo vivir hacia 1912 en la calle Entre Ríos entre Cochabamba y Pasco, frente a la panadería La Torinesa, que era de mi padre. En 1924, a un muchacho español que trabajaba en la cervecería Quilmes se le casó una hermana. En aquel casamiento estuvo Libertad y esa noche la acompañé hasta su casa, por ese entonces en la calle Brown, entre Moreno y Dorrego. Ella era bolsera de oficio y había trabajado en la Compañía Arrocera que todavía está en el barrio de Alberdi. Por la época de aquel casamiento, ya trabajaba en la fábrica de galletitas La Aurora, que don Luis Delpino tenía en la calle Italia 78 bis.
¿En la sección cuarta?
Si. Era una gran fábrica a vapor de chocolates y bombones finos, además de galletitas, bizcochos, dulces de todas clases, conservas, confites, caramelos y pastillas. Don Luis tenía además allí, un molino de drogas, café, té, y qué se yo cuántas cosas más . . . me acuerdo que la marca del café era "La Preferida".
,Que Otro domicilio le conoció?
El de acá a la vuelta, en la calle San Luis".4
"—También trabajó en la fábrica de galletitas de Luis Delpino, en la calle Catamarca. Allí había como un depósito. De un lado había una bolsería, en la que se entraba por la calle Santiago, y por la calle Catamarca estaba el lugar donde se fabricaban las . . . galletitas. Era todo de Luis Delpino. Bordonaro la conoce bien porque también trabajó ahí, el la conoce de chiquita a Libertad Lamarque,
Por eso existe la versión de que ella trabajaba en una fábrica de bolsas? —Estaba la fábrica, si. Se hacían las galletitas y también se envasaban. Ahí se hacía todo. Andando el tiempo, Libertad Lamarque se fue para arriba". 5

"A los siete años, Libertad Lamarque recitaba poemas libertarios ante conmovidos anarquistas del grupo al que pertenecía don Lorenzo. El nombre de la diva proviene de una estada de su padre en la cárcel, adonde lo llevaron sus convicciones políticas, que hoy parecen ingenuas: "Cuando le fueron a avisar que yo había nacido, como tenía sentido del humor, exclamó: ¡Que se llame Libertad' ". Fue precisamente para recolectar fondos con que pagar las fianzas y liberar a los presos ("que no eran delincuentes, no vaya a creer", se apresura ella a explicar), que se fundó el cuadro filodramático "Los Libres", donde empezó la fabulosa carrera de esta mujer que iba a ser la máxima estrella del cine argentino en su época de oro, y la cantante popular más aclamada en Latinoamérica, desde México hasta Tierra del Fuego".6
"—Cuando era jovencita trabajaba en la calle Mendoza, en un "aire libre" que había allí, con una compañía de aquí y algunos de Buenos Aires. Estaba Socrates, de Rosario, y de Buenos Aires Froilán Varela, muy buen actor.
A que altura de la calle Mendoza?
Bueno, al frente había una sociedad de panaderos, al 1700 entre España e Italia, donde estaba el cine Doré . . . Frente a este cine existía ese "aire libre", donde en verano daban obras de teatro como Los Dientes del Perro, y otras. Se llenaba de gente en aquel tiempo y Libertad Lamarque cantaba en el fin de la fiesta ".7
"—Más tarde me incorporé al teatro experimental, que llaman hoy, y antes se llamaba "teatro de aficionados" o "cuadros filodramáticos". El cuadro filodramático donde estaba yo, casualmente lo dirigía Lorenzo Lamarque.
El padre de Libertad Lamarque?
Exacto. Los hermanos de ella también eran actores.
¿De que barrio es usted?
De la calle Estanislao López . . . ¿cómo se llama ahora . . 2
Estanislao Zeballos.
Eso, de Estanislao Zeballos y Plata . . . o sea Ovidio Lagos, en ese entonces era Plata. Había un café en esa esquina y también un tipo que tenía una peluquería. En ese lugar nos juntábamos de noche a ensayar aquellas viejas obras que se hacían en Buenos Aires y que se publicaban todas las semanas en Bambalinas, Nuestro Teatro y demás. Bueno, ensayábamos, y los sábados a la noche hacíamos funciones a beneficio de tal o cual caja de instituciones obreras.
Andando los años, cuando usted ascendió como cantor y galán de teatro, volvió a trabajar con ella .
Así es. Para elegir el galán de la película Puerta cerrada hubo una especie de concurso. Nos tomaron pruebas a varios: Ernesto Raquén8, Esteban Serrador, Florindo Ferrario . . . otro muchacho que no me acuerdo y yo. Nos hicieron la prueba, ¿no?, y yo di con el personaje que se requería. No porque yo fuera mejor que los demás como galán, sino porque era justo lo que necesitaban en ese momento.
Que otras películas hizo con Libertad Lamarque?
Inmediatamente me hicieron hacer Yo conocía esa mujer' 9
"Con el actor José Costanzó, Libertad hizo una gira por las ciudades y pueblos de Santa Fe y Buenos Aires. Dice que fue en Coronel Suárez donde cantó por primera vez públicamente un tango. Su nombre es incierto. La compañía llegó hasta Buenos Aires y aquí, en el escenario del tro Argentino, Libertad tuvo la suerte de conocer a Azucena Maizani, ensayando el tango de Scatasso La cabeza del italiano. Oyendo este ensayo Libertad se aprendió el tango y lo incluyó en su repertorio, por entonces constituído por Talán, talán y por Cascabelito. Es increíble como las arreglaban para cantar, aprendiendo canciones de oídas. El tango (a mucho de literatura popular oral, de ahí la queja de Maroni; pero mas que una mala lectura había allí la costumbre de pescar la melodía y hilo central del argumento y rellenar lo faltante, lo que la memoria no retuvo, como sucede en la transmisión oral.
"Carcavallo contrató a Libertad Lamarque porque necesitaba gente a supiera cantar para sus sainetes o zarzuelas criollas, con mucha músicos y cantables. Desde el coro, Libertad se destacaba, entonces tuvo la oportunidad de hacer un papelito de marinero que con otros dos cantaba a milonguita cómica. Los marineros eran Olinda Bozán, Maria Teresa Borda y Libertad. Después de oirla cantar un tango en el camarín de Olinda, Carcavallo le dio la oportunidad de hacer un solo: El tatuaje. Los siguientes fueron Pato, La cumparsita, Langosta, El ciruja.
"Su nombre se va imponiendo. Graba en Victor, donde se inicia el 8 setiembre de 1926 con Chilenito, de Agustín Irusta y Atilio Supparo. Hace pruebas radiales en La Nación (el diario de ese nombre era propietario de la emisora) y en Splendid, pero debuta profesionalmente en radio Prieto a 20 pesos la audición. Al mismo tiempo filma Adiós, Argentina, película muda por la que le pagaron cien pesos derrochados porque no se estrenó. En el sainete hace la creación de La Doce Pesos, personaje que integra El Conventillo de la Paloma, que Alberto Vaccarezza estrena el 5 abril de 1929. ¿Dónde estamos?. Ah, ya estamos de vuelta en el 30".10
Pero, no nos apresuremos, porque todavía hay mucha tela para cortar. Volvamos a las funciones a beneficio de aquellos cuadros filodramáticos e constituyeron una avanzada en nuestra cultura popular.
"Todo empezó cuando, enfundada en una larga levita con ribetes rojos, bajo el mentón una corbata voladora ("el traje de payaso, ¿sabe?"), adelantó, antes de los 11 años, hacia las brumosas candilejas de un club barrio y, a cappella, enarbolando el bastón a manera de flauta, entonó canción del pito ("desde bambalinas, mi tío tocaba en los momentos fijados, un pito de aquellos que entonces usaban los vendedores de globos"), donde el personaje pensaba en los pobrecitos que carecían de todo medio de un mundo cruel.
"A los 11 años, "un tifus muy grave" golpeó a Libertad. No podía nsar mas que en una muñeca: una de sus hermanas mayores salió a comprársela con unos pesos (?) "que quién sabe como había ahorrado".
"Claro, me trajo un bebé chiquitito así —(y las manos perfectas, recuerdan)—, y yo quería una muñeca grande. Entonces ella fue a cambiar-y por el mismo precio le dieron una enorme, si, pero espantosa. Yo tenía ganas de llorar de pena y de rabia, pero no quise disgustar a mi hermana, no le dije nada, me tragué el llanto y sonreí. ¿Que cosa no, que tuviera tan poca edad y ya esos sentimientos, no le parece' ...... “Mi infancia me acompaña en cada uno de los momentos de mi vida", dice de un tirón, con cierta retórica: "A los 12 años ya interpretaba cocottes —(probablemente quiere decir soubrettes)—, tenía mis zapatos de taco alto y mis vestiditos".
Su primer papel "en serio" fue en Las Víboras, de cuyo autor nadie consigue acordarse 11: "Yo hacía el papel de un muchachito abandonado por su madre, y mi padre era el periodista Agustín Ferraris, fallecido hace poco. Se suponía que de noche entraban las víboras en el corral del rancho, y mamaban la leche de las vacas: recuerdo el parlamento más emotivo, yo le preguntaba a mi padre en la ficción Y el ternerito, tatita?, y el me respondía: ¡Ahí lo tiene, barroco y rozagante, pero guacho, m'hijo, guacho! ,y me abrazaba llorando".
"Esta tragedia rural acontecía en el tablado "Los Libres", y de ahí pasó la Lamarque a la compañía de Eduardo Ricart, siempre en Rosario, en el teatro principal. Empezaban las giras —con una madre austera al flanco—, la pequeña notoriedad provinciana. El empresario se empeñó en que la incipiente actriz cantara, y a una obra cualquiera le agregó una fiesta en cuyo transcurso debía entonar un tango, cuya letra empieza diciendo: Madre, la tristeza me abatíal2. "Pero yo no era entonada, no sabía nada de música, cantaba por intuición nomás". El tono debía dárselo un violinista, y Libertad no supo captarlo: "Me di cuenta de que iba demasiado alto, un defecto que conservé mucho tiempo". Con la misma velocidad con que hoy repara un mínimo error de la letra en Helio Dolly! , improvisó entonces una defensa: "Interrumpí; el canto, me volví con expresión dolorida hacia los demás intérpretes y exclamé: No, hoy no puedo seguir, me siento mal. Y salvé la situación, pero juré aprender música para que no volviera a ocurrirme.
"Ese aprendizaje prosiguió con la compañía de José Costanzó, "donde hice comedia fina, era la dama joven". A los 15 años, Libertad era ya "la primera figura de Rosario" y se cortó el pelo: "Ese pelo que era orgullo de mi papá, y que me llegaba a los tobillos; mi papá casi se desmaya cuando me vio con media melena". La muchachita, entonces, con una acaracolada letra cursiva y sacando un poco la lengua después de cada párrafo, te escribió una carta al máximo empresario porteño del momento, Pascual Carcavallo. Le pedía que la incorporase a sus espectáculos, a cambio de 500 pesos mensuales y los viajes para ella y su mamá. Años después, "Carca" le confesó que al recibir la misiva reflexionó: "O esta es loca o vale algo". Y le ofreció 300 pesos por mes y los viáticos que Liber aceptó. Tiempo después volverá en triunfo a su ciudad natal. Así lo anticipa el semanario rosarino La Reacción en una noticia que, a una columna, inserta en su edición del domingo 30 de enero de 1927:

Actividades Teatrales.
Libertad Lamarque-
"Esta conocida artista local que fuera derramando por los escenarios de los teatros de barrios todas las gracias de su temperamento artístico maravilloso, volverá entre nosotros después de haber actuado con éxitos lisonjeros en el teatro Nacional de la metrópoli, en la primera quincena del mes entrante.
Su debut lo hará en un local céntrico de nuestra ciudad, en el cual se hará conocer como cancionista de tangos y a no dudarlo reafirmará aquí, los prestigios que ganara en la metrópoli, cultivando el mismo género.
Muy bien para la muchachita que se fue de nuestra ciudad siendo casi desconocida y que hoy, debido a su dedicación y tesonero entusiasmo "ritorna vincitora".
"Por ahí andaban un par de italianos, Carlo Capogalliani, que dirigía cine (mudo, por supuesto) y Mario Parpégnoli, que lo interpretaba como galán. Parpagnoli vio a Libertad en El Nacional, encontró que el finísimo perfil y la mirada algo errabunda recordaban a Norma Shearer, y la contrató para un film, Adiós, Argentina, La Lamarque se niega a incluirla en su filmografía, porque le parece detestable: "la única escena en la que yo intervenía, no era nada, no vale la pena acordarse". Ella, con trenzas y delantal, reiteraba la iconografía tradicional de "la paisanita", que junto a la tranquera se despedía del gaucho y quedaba agitando un pañuelito con todo el cielo atrás. El gaucho era Parpagnoli, y debía besar a su prenda.
"Ningún hombre había besado hasta entonces a la actriz con otra intención que paternal o fraternal: "Y yo me vi a este grandote. con el bigote postizo que olía a mastic, que quería juntar su boca con la mía, y medio un asco ...... El galán insistía y la paisanita apretaba los labios, los hacía desaparecer, no evitaba los gestos de desagrado; hasta que Parpagnoli se hartó y gritó: "iDespués de todo, no soy tan desdeñable como hombre!". Y así, Libertad Lamarque concedió su primer beso cinematográfico".13
Alguien mas aprovechó para besarla por esa misma época. Era el apuntador del teatro de Carcavallo, El Nacional, y se llamaba Emilio Romero. Enamorado de Libertad, sin otro preámbulo que pequeñas miradas, pequeñas sonrisas y pequeñas atenciones, una noche, entre bambalinas, le pidió su mano. Todas las antepasadas de la diva se erizaron en ese momento: "Cómo, y así pide mi mano, sin declarárseme?" "Aquí está fa declaración", le dijo el, y le dio un beso. Ella lo aceptó, pero Don Lorenzo y sus hijos varones armaron una tremolina oponiéndose al casamiento que, por esta razón, tuvo que ser a escondidas, después de una fuga a toda orquesta. Hacia 1931, cuando la Lamarque fue consagrada Reina del Tango, ella y Romero, con su hija, vivían plácidamente en una casa de la calle Chile, en Buenos Aires, acompañados por Don Lorenzo y el resto de lafamilia Lamarque, menos la madre que ya había muerto.
"Un poco antes, Liber había terminado de conquistar a los porteños con su interpretación del tango Mocosita, y con su papel de la lunfarda "Doce Pesos" en El Conventillo de la Paloma, de Alberto Vaccarezza, "pero nunca fui arrabalera, siempre fui yo misma".14
"—De lo que me acuerdo bien es de como Libertad Lamarque ayudó a un actor de acá que todavía vive: Elías Siryi. En los sainetes el siempre hacía papeles de turco y la gente decía: "¡Pero que bien está ese actor haciendo de turco!. . . "Claro, ¿cómo no iba a estar bien si el es árabe o hijo de árabe ...
Cómo fue lo de Libertad Lamarque?
Bueno, resulta que ella vino a actuar en el Royal Park, aquel famoso teatro y varieté al aire libre que estaba en avenida Alberdi, entre las calles French y Aguas Corrientes, que ahora esta última se llama Gabriel Carrasco.
El Royal Park, ¿no era de Emilio Carchano?.
Si, de ese mismo. Por el Roya¡ Park desfilaron numerosos artistas, cantores, conjuntos teatrales - - - hasta las murgas.
Murgas también?
Las murgas más premiadas actuaban entre semana. En una que se llamaba Los Rascabuches, dirigida por el "doctorcito" Guerrero que después llegó a ser diputado provincial por los radicales antipersonalistas, tocaba el bombo yo cuando era pibe. Te sigo contando: una vez viene la compañía Vale ntini—Ramentol—Prada; Valentini hacía de galán, Ramentol el característico, y Prada era el marido de Elvira Prada, aquella famosa actriz que se radicó en Buenos Aires
-¿Y Libertad Lamarque?
Con esa compañía viene Libertad Lamarque a cantar. El asunto fue que después de la función, como a eso de las 3 ó 4 de la mañana, nos juntamos allí a la intemperie: el guitarrista Riverol que, probrecito, sufría del estómago; Libertad Lamarque; el payador Pantaleán, o sea Guillermo Niz —El Solitario de las Islas—; Romero, que era el marido de Libertad; yo, y no se quién mas.
¿Estaba Siryi?
Si¡¡ ..., el también. La cuestión es que Pantaleón le hizo unas improvisaciones a Libertad y alguien pidió que cantara ella. Estábamos al sereno, y ella se cubría la garganta con un echarpe: "Me esforcé un poco y no estoy bien", decía. Pero, insistieron y cantó un tango: Alma en Pena, que había ganado un concurso en la voz de Libertad. Cantó maravillosamente. Cuando terminó de cantar, Siryi dijo, "permiso" y desapareció. Al rato sentimos un estruendo, como si fuera un cañonazo. Era la persiana de la tienda que tenían los padres de Siryi enfrente del Roya] Park, donde estaba también el cine Avenida, de los Bornacín. Apareció de nuevo Siryi con un collar que en ese entonces valdría cincuenta centavos y se lo obsequió a Libertad Lamarque. Ella agradeció mucho el gesto y entonces Siryi, rápido, le dijo: —¿Por que no me da su dirección en Buenos Aires, por si voy. . .?. Libertad le dio la dirección.
IY fue?.
Claro que fue. Al poco tiempo debutaba en el sainete de Vaccarezza "Lo que le pasó a Reynoso" con la compañía de Alippi. Libertad le dio una nno bárbara, le abrió todas las puertas - . ." 15
En 1933 ya figura como estrella en Tango, la película con la que don Angel Mentasti inventó Sono Film, sello al que perteneció, con exclusividad hasta 1942.
"—Yo soy testigo, por la santa madre mía, de un acto de bien que hizo una vez en Buenos Aires. Había muerto la suegra de Santiago Arrietal6, doña Magdalena, y estaban en el velatorio que se hizo por la calle Callao muchas personas:I vecinos, artistas, gente de teatro, de cine, amigos Santiago, por esas cosas de la vida, porque plata que agarraba plata que tiraba, no tenía un mango y no había donde sepultar a la suegra. La muerte de esa señora lo habíalagarrado de sorpresa. Toda la madrugada estuvo la Libertad con Malerba, mi madre, mi hermana, la demás gente y nosotros, sentados todos alrededor porque hacía frío, y abajo teníamos un porrón de ginebra para tomar a pico. El tucumano Tecce, un bailarín, dijo por ahí: "Santiago. . . vamos a tomar una copa", y Santiago estaba ahí, firme al lado de la suegra . . . Fue cuando Libertad se enteró de que no tenía donde enterrarla. Lo sacó aparte a Santiago y le dijo: "Miró, tu suegra va a ira/panteón que tengo yo en la Chacarita". Y allá la sepultaron. Santiago me dijo a los pocos días: "Miró vos. . .?, y yo que siempre/a he tenido a la distancia.., cómo se portá conmigo"
Poco después filmaban juntos El alma de/bandoneón.
Santiago Arrieta era muy amigo del marido de ella . , . del rengo. El hombre se encurdelaba, venía con una barra a cualquier hora y hacía levantar a la nami para que cantara. Ella lo quería, lo adoraba verdaderamente. Era muy agradecida porque el rengo ese que no me acuerdo como se llamaba, la había iniciado. Era un hombre de talento que tenía un hermano periodista. Cuando ella se arregló con Malerba, el rengo hablaba desde Montevideo a la madrugada. Estando yo en la casa de Arrieta lo escuché infinidad de veces. Se ve que el hombre andaba por los boliches en el barrio Goe y le hablaba a Santiago por que era muy amigo de el, y de la señora también. Cuando murió doña Magdalena, Libertad ya estaba con Malerba,
Ah, entonces ya habían filmado juntos con Arrieta El alma del bandoneón, y La ley que olvidaron.
Eso no se, pero lo que le puedo decir es que, con los años que tiene, debe ser un caso único como se mantiene esa mujer". 17
"Lo que no parece, de ninguna manera, es que esta apacible señora de casa (que confiesa su éxtasis al cocinar tallarines amasados por ella, ñoquis y calamares rellenos) haya intentado suicidarse, una vez, arrojándose r una ventana. Fue en enero de 1934, en Santiago de Chile, adonde se había trasladado con su primer marido, Emilio Romero para renovar, si a posible, un vínculo que ya no la satisfacía y que había provocado la paredón. Pero no fue posible, y el problema de la tenencia de la única ja de ambos Mirtha Libertad (nacida en 1928), arrastró a la diva al vacío: en realidad, sobre el toldo del negocio de abajo, y encima de un dentista que pasaba y que sufrió algunos descalabros menores".18
En 1935 va a rescatar su hija a Montevideo y superando los desastres su vida privada inicia su binomio con el Negro Ferreyra, el pionero del ne argentino que habría de consagrarla primera actriz de nivel internaonal con solo tres películas. Lo que vino después es otra historia —que guna vez contaré— como sus grabaciones de arias de óperas que escucha vez en cuando, cuando está sola o acompañada por Alfredo Malerba, iuel músico que conoció en 1937 y con el que sólo pudo casarse cuando omero murió, después de oponerse tenazmente al divorcio, en 1945.

NOTAS
1 Libertad Lamarque, la única, en revista "Primera Plana", No 223. B.. Aires. 4.4.1967.
2 Julio Schiavone, id.id.
3 Libertad Lamarque, etc., reportaje citado.
4 Wladimir C. Mikielievich, testimonio de fecha 6.3.1976.
5 Osvaldo Berrini, id.id.
6 Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
7 Osvaldo Berrini, id.id.
8 Ernesto Raquén, actor de cine, teatro y radio de orfgen uruguayo, n. en 1908 en la localidad de Carmelo. Inicióse en el teatro con Enrique Muiño; hizo su primer trabajo cinematográfico en "Amalia", junto a Herminia Franco y Floren Delbene e integró diversas compañías al lado de Mario Soffici, Orestes Caviglia y Francisco Petrone. Visitó repetidas veces la ciudad de Rosario, donde cosechó amigos y aplausos por su sólido oficio interpretativo. Murió en Buenos Aires en momentos de escribirse este libro, el 16 de mayo de 1976.
9 Agustín Irusta, entrevista realizada en la casa de la calle Caiferata 962, Rosario, el 26.1.1976.
10 Estela Dos Santos. Las mujeres del tango. Col. La Historia Popular, NO 97. Págs. 25/26. Centro Editorial de América Latina. Bs. Aires, 1972.
11 Las Víboras, obra en un acto del literato y dramaturgo uruguayo Rodolfo González Pacheco, escrita para una mujer y siete hombres. Edit. piEl Teatro Nacional. No 111, s/f.
12 Madre, tango de Francisco Pracánico (música) y Vermidio Servetto (letra).
13 Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
14 Libertad Lamarque, etc. rep. cit.
15 Justo Palacios, id.id.
16 Santiago Arrieta, actor, n. en Montevideo el 21 de julio de 1897. Mientras actuaba en un circo en el Uruguay trabó amistad con Carlos Gardel quien, estando en gira con Razzano lo invitó a trasladarse a Buenos Aires donde después de 1920 fue protagonista de las obras de Belisario Roldán Entre 1922 y 1928 fue integrante del Teatro Nacional. Filmó su primer película junto a Libertad Lamarque, "El alma del bandoneón". También intervino en "La muchachada de a bordo" —primera versión, con Luis Sandrini—, "La fuga"; "Los muchachos de antes no usaban gomina"; "Un porteño optimista"; "La ley que olvidaron"; "Joven, viuda y estanciera"; "Luisito"; "Punto negro"; "Historia de una noche"; "Hermanos"; "Y los sueños pasan"; "Su hermana menor"; "Nativa"; "La carga de los valientes"; "Ceniza al viento" y "El último piso", entre las mas recordadas. Como actor de teatro cumplió una trayectoria rica de éxitos. Falleció en Buenos Aires a los 78 años de edad, el 8 de abril de 1975.
17 Osvaldo Berrini, id.id.
18 Libertad Lamarque, etc. rep. Cit.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo I . Editorial Fundación Ross.

miércoles, 26 de octubre de 2016

LIBERTAD LAMARQUE- CANTANTE – ACTRIZ ( 1908-2001)

Por Rafael Ielpi

Nació en un humilde hogar de inmigrantes y se inició en los escenarios teatrales rosarinos para pasar a Buenos Aires, donde trunfó como cantante y actriz de incipiente cine sonoro nacional. Fue una de las voces femeninas emblemáticas de la música popular.

De la mano de su padre Gaudencio Lamarque, un inmi­grante que había cruzado el océano trayendo junto a la esperanza de trabajo su decidida militancia li­bertaria, la niña llegaba a los picnics y mítines anarquistas no sólo para escuchar a fogosos oradores como Rodolfo González Pacheco o Alber­to Ghiraldo sino para recitar con el énfasis inocente de sus pocos años versos como: "Han pasado ante mi puerta al compás de sus tambores,/ cuyas tristes notas dicen la canción de los dolores;/ avanzaban los peque­ños en compacta formación/ y en sus frentes enfermizas, donde la anemia se advierte/ se diría que la idea de la guerra y de la muerte/ va invadiendo sus cerebros, anulando la razón".



Libertad -nombre que denunciaba la ideología paterna- pasó de allí a los esce­narios teatrales rosarinos, animando las obritas del "género chico" o los saínetes populares. Sería sólo una antesala: toda­vía jovencita, su vocación la llevó a Bue­nos Aires, meca del teatro y del tango, y a una rápida consagración, de la mano de una voz de soprano que la diferenciaba de las otras cantantes del género. Algunos temas, como "Madreselva", la convierten en un éxito discográfico y le sirven de um­bral para su ingreso al cine argentino.

Su encuentro con el "Negro" José A. Ferreyra, un pionero talentoso, fructifica en filmes respetables como "La ley que ol­vidaron", "Besos brujos" y "Ayúdame a vi­vir" . Con Luis Saslavsky actúa en "Puerta cerrada" y "Eclipse de sol", y entre 1930 y 1945 la suya es una imagen reiterada en las pantallas de los cines de Argentina pero también del resto de América latina. Un episodio que le deparó la enemistad de Eva Perón, ocurrido durante la filmación de "La cabalgata del circo", la llevó a exi­liarse en México. Allí vivió regularmente durante casi cuatro décadas, con esporá­dicas radicaciones en Buenos Aires por motivos artísticas o familiares, converti­da también en aquel país en una figura popular y querida.

Germán Arciniegas escribió: "Libertad anduvo muchos años a cientos de leguas lejos de Buenos Aires. Donde quiera que llegaba la recibían con calor multitudina­rio. La conocía por las películas y querían oír su voz y verla de cerca, y repetir su nombre con todo su significado". Entre México, Argentina y Es­paña filmó cerca de sesenta pelí­culas y también incursionó con éxito, ya de regreso a Argentina, en la comedia musical, con éxitos como "Helio Dolly", o en revistas de tango, junto a Mariano Mores, Hugo del Carril y otras figuras. El cine y la televisión terminaron fi­nalmente por alejarla del tango (que sería sin embargo su faceta más importante), convirtiéndola en actriz de filmes y series de innegable medianía artística. Pero su condición de ídolo popular le permitió su­perar incluso eso, afirmada para siempre en la imagen de su rostro aniñado y el filo de una voz que todavía hoy es capaz de descubrir destellos de su talento cuando se la es­cucha confesar: "Vieja pared/ del arrabal/ tu sombra fue mi compañera./ De mi niñez/ sin esplendor/ mi amiga fue/ tu madreselva".


Fuente: Extraído de la Revista del diario “ La Capital de los 140 aniversarios” . De 2007

lunes, 24 de octubre de 2016

EL PRECIO DE LA GLORIA

Por Héctor N. Zinni


Los años que corren entre 1920 y 1930, son ricos en acontecimientos de toda índole, muchos de los cuales hemos comentado ya y otros dejamos de lado para no alargar innecesariamente nuestra historia.
Ayer nomás, parecen haberse sucedido en Buenos Aires los graves hechos ocurridos entre el 9 y el 15 de enero de 1919, que pasan a la historia con el nombre de Semana Trágica 1. En los cinematógrafos se ve a Pola Negri en el cenit de su belleza interpretando Carmen bajo la dirección de Ernst Lubitsch y aparece el cine fantástico inaugurando la década con El gabinete del doctor Caligari, de Robert Wiene, extraordinaria pesadilla la que intervienen Conrad Veidt como César, el sonámbulo; Erner Krau en el papel del doctor enigmático y  Dagover, la dulce víctima.
Es en los primeros dias de 1920 cuando llega a Rosario el famoso n velista Eduardo Zamacois:
"El 17 de enero de 1920, fui a Rosario a dar una conferencia. Recién 1 gados, unos periodistas nos invitaron a pasear por el río. De regreso, r metimos en un bar y Márquez, que había ido al teatro a informarse "como iba la venta", reapareció tan sudado, alaciado y exinanido, que ánimos le quedaban para lamentarse. Cuando pudo hablar, fue para dec ¿Saben ustedes cuántas butacas llevamos despachadas hasta ahora?. Ni ve. A la hora anunciada me Rresenté en escena. Mis oyentes no llegabal cien. Eso me deprimió ...” 2


En 1921, fallece el tenor italiano querido por las multitudes: Enrico Caruso. En 1922 se produce la Marcha sobre Roma. Y, si para el argentino Luis Angel Firpo será imborrable aquel memorable 14 de setiembre 1923 en que se mide con Jack Dempsey, el 15 de agosto de 1922 ha sido el día, mes y año que un uruguayo, desconocido aún, retendrá en su memoria para toda la vida: porque montando "Tamarisco", un alazán carablanca, ha ganado su primera carrera, a los 19 años de edad, Irineo Leguisamo.

Otro desconocido, el pianista y compositor rosarino Andrés R. Domenech, después de haber trabajado en la sucursal que Breyer Hnos. posee en la Chicago argentina, se radica en Buenos Aires hacia el año 1923. futuro autor de los tangos Lonjazos, Telaraña, Rosa de sangre y El barbijo, entre otros, pronto recibirá el espaldarazo de su primer suceso: el tango Copetín, vos sos mi hermano grabado por Carlos Gardel.3
1924 es el año de las grandes muertes: en enero Lenin, creador del primer estado socialista; en febrero Woodrow Wilson, presidente de los Estados Unidos. Fallecen también Giácomo Mateotti, Julián Aguirre y Eleonora Dusse. También ese año se descubre la tumba de Tutankamón, y llega al país el príncipe Humberto De Saboya.
Pero, para los rosarinos, 1924, además, una sorpresa. Nace ese año calificativo “ canalla” para designar a los simpatizantes del club Rosario Central. El padre del autor, de sste trabajo, es testigo de ello.
"El origen de este calificativo que la hinchada centralista tiene que soportar, se atribuía al finado Leopoldo Linares, simpatizante por aquel entonces de Aprendices Rosarinos. Ocurrió que allá por el año 1924, en un partido disputado entre Rosario Central y Aprendices Rosarinos, éstos perdieron por un score ajustado, no recuerdo la cifra exacta. Polo, que había presenciado el partido, llegó esa tarde al cafe y cancha de bochas que actualmente existe en la calle Crespo, entre las de.Catamarca y Tucumán, donde se reunía la hinchada de Aprendices, y, cada cual comentaba el partido a su manera, no aceptando como justa la derrota.
Me cuenta un amigo del barrio, Nicolás Zinni, ex zaguero de Aprendices, que el que mas amargado estaba, era Polo, Arrimado al mostrador y al compás de cada media cerveza que se empinaba, decía: ¡Estos cañallas!
Si serán canal/as, ganar así un partido". La cuestión es que a las 9 de la noche, la palabra de Polo se había convertido en estribillo, y fue suficiente que entrara un pibe, dos, tres, para que la voz ccrriera hasta la fecha. Y quien sabe hasta cuando el calificativo de "canalla" seguirá e Rosario Central por todas partes".4


Mientras tanto, en París, Eduardo Arolas gravemente enfermo es internado —el 16 de setiembre de 1924—, por mediación del músico argentino Manuel Pizarro en el hospital Bichat. Arolas fallece trece días después, el 29 de ese mismo mes, a los 32 años de edad.
En 1925 Europa trabaja y baila. Una forma de olvidar el futuro y otra forma de olvidar el pasado. Reinan el tango y el jazz, aunque el primero desaloja en la ciudad luz la mayoría de otros ritmos. Y cuando la palabra tango se pone de moda —Color—Tangó, Thé—Tangó, Champán—Tangó, Whisky_Tangó_. Carlitos Arce primero y González Roura después, introducen la gomina en Francia.
Atraído por los éxitos que ya ha comenzado a cosechar la orquesta típica de Manuel Pizarro, llega a París un adelantado rosarino. Es el violinista Eduardo Bianco, hermano de Francisco Nicolás Bianco (Pancho Cueva), aquel que fuera el último payador de la época de oro y el primer cantor de una orquesta típica. Acompañan a Eduardo Bianco un bandoneonista —Sphumaker—, y un pianista —Cosenza—. Debutan en el restaurante Capitol y, luego, Bianco se incorpora a la orquesta de Pizarro. "Dotado de un carácter muy personal —dice Enrique Cad,'camo en su libro La Historia del Tango en París, Ed. Corregidor. Bs. Aires, 1975— y un tanto díscolo, no llevaba muy a gusto su tarea de violinista en la orquesta de Pizarro, quizá por aquello de si es preferible ser cola de león o cabeza de ratón". Al año de estar actuando, se desvincula, proyectando su propia orquesta.
Es así como se pone en contacto con el bandoneonista Juan D'Ambroggio quien, encontrándose en Madrid, viaja a Paris y debuta en el cabaret Palermo con Bianco el que le hace compartir un cartel que será por muchos años nominado como Orchéstre Typique Bianco—Bachicha. La orquesta realizará prolongadas travesías que alcanzarán los cuatro puntos cardinales del Viejo Mundo y ciudades del cercano oriente. Así, se verá a estos aguerridos músicos vestidos de gaucho presentarse en los teatros Romea, de Madrid; Opera, de Paris; Capitol, de Marsella; Real Cinema, de Biarritz, y también en tournees que, comenzando en Leningrado, llevarán nuestra música popular a exóticas capitales y ciudades del orbe donde, actuando para reyes, príncipes, presidentes y embajadores, llegarán hasta el teatro Gran Opera, de Nueva York, y el Metropolitan, de Boston.
Pero, volvamos a 1925. Hindemburg es nombrado presidente de Alemania, Chaplin filma La quimera del oro, George Bernard Shaw se lleva el Premio Nobel de Literatura, llega a Buenos Aires Albert Einstein y también el príncipe de Gales, o sea Eduardo de Windsor. También ese año llega Francisco Canaro a Paris con su orquesta y desde allí escribe a un amigo: "En un cabaret me encontré con una orquesta de gauchos que tocaban tango. El director parecía, por lo menos, Santos Vega. Cuando terminó lo invité a mi mesa para charlar un rato sobre Buenos Aires. 'Perdón monsieur: todo lo que de argentino tengo es el traje", me dijo".5
"Vestidos de gaucho, porque en Francia esté vigente una ley gremial que prohibe contratar músicos extranjeros salvo que sea por algún motivo de interés nacional, debutan los músicos que lleva Canaro en el dancing Florida —en los altos del teatro Apolo— de París. Es una orquesta de juguete, donde se puede ver a un paisano criollo armado de un serrucho y a otros centauros que tocan el bandoneón, el contrabajo y la batería. "De aquella memorable velada —dice Abelardo Castillo—, los diarios de la época aseguran que los clientes estaban impresionados .....- "Y hasta hubo, dicen también, alguna francesita que esa noche de 1925 le preguntó al mozo de qué parte de Rusia eran aquellos hombres terribles, de bombachas y botas que tocaban con semejantes instrumentos una música tan triste' 6


¿Cuál fue el resultado de aquella tentativa?. Afirma Luis Adolfo Sierra: "A pesar de que ya se encontraban radicados en Francia numerosos músicos argentinos, la presentación de Canaro en París significó la apertura de un invalorable mercado para la actuación de nuestros músicos. Algunos de los integrantes de aquella primera orquesta de Canaro que viajó a Francia, se quedaron para siempre en Europa —tales como el pianista Fioravanti Di Cicco y el violinista Agesislao Ferrazzano—, y otros que, como Rafael Canaro, estuvieron muchísimos años fuera del país.
Posteriormente, Canaro volvió a Europa y a Estados Unidos, incorporando a su orquesta ejecutantes prestigiosos, como Luis Petrucelli, Octavio Scaglione (Piscoto), Emilio Puglisi, Ernesto Bianchi, Lucio Demare,y los cantores Agustín Irusta y Roberto Fugazot".7
Es aquí donde vamos a detenernos, porque, Agustín Irusta, nacido en 1904, es otro de los hijos dilectos de Rosario cuya trayectoria artística merece ser tenida en cuenta. La primera parte de una encuesta realizada por el autor con el propio Irusta, a propósito de este libro, es como sigue:
Los caramelos
Cómo se despertó su vocación?
De chico tuve afición al Canto. Me acuerdo cuando era un chiquilín y mi padre me llevaba a un almacén . . . mi padre era gallego, ¿sabe?, le gustaban mucho, los gallos, preparaba gallos también. Yo aprendí mucho . . . yo casi nací entre las patas de los caballos y los gallos de riña. Bueno, resulta que me llevaba a un boliche de un gran amigo de el, don Juan Vallaro, y entonces allí, mientras los parroquianos tomaban vermouth y conversaban de gallos y de política, me pedían que cantara. Yo no quería cantar . . . no quería cantar ....y para que lo hiciera me traía siempre caramelos
Y cantaba.
-. . . Yo agarraba la guitarra, ¡que guitarra!, la escoba . . . y me ponía a cantar. Entonces, cuando llegaba a mi casa, agarraba los caramelos y se los daba a mi hermana. Algunos caramelos fueron mis primeros premios. Después, ya de grandecito, empecé a cantar aquí en Rosario, nunca como profesional sino como aficionado, con un muchacho que se llamaba Aníbal Landrú y que tocaba muy bien la guitarra . . . hacíamos un dúo rudimentario.
Dónde cantaban?.
En las fiestas. Andábamos siempre por ahí y en las fiestas teníamos que salir porque siempre venían y nos llevaban las guitarras y todo eso.
Para ese entonces, ¿usted ya dominaba el instrumento?
Si, bastante. Aunque le voy a decir que, aparte de lo que hacíamos con aquel muchacho, yo no tenía acercamiento con ninguna clase de cantores de Rosario, que los había y buenos.
Cómo siguió su camino ascendente?
Mas tarde me conecté con un muchacho que no se si era de la técnica o de la mecánica de un teatro ....del viejo teatro Olimpo. Me dieron una tarjeta como electricista. Y entonces entraba por la puerta grande, me codeaba con todos y conversaba con los artistas, y después, cuando se levantaba el telón, iba allá arriba a aplaudir. Era una especie de claque, ¿sabe?.
El vuelo del zorzal
Cuándo levantó vuelo?
Después de mucho tiempo, cae una compañía de teatro en la que trabajaba Leonor Rinaldi, Carlos Perelli, Milagros de la Vega, Gloria Bayardo, Villa .
¿Oscar Villa?
No, no. Oscar Villa también estaba ....me refiero al dúo Alemany—Villa. Era una compañía grande . . . estaban además Pepe y Josefina Suárez, Scutari y otros. El asunto es que como se trataba de una compañía, como le dije, grande, ocupaban dos teatros: en uno hacían sainetes y en otro, teatro del género grande. Entonces se les dio por estrenar una obra muy buena de Alberto Ghiraldo: Alma Gaucha. Esta obra tenía varios cuadros, en uno de ellos había una parada gaucha en el campo, y, como necesitaban un cantor, me vinieron a buscar a mi por que no traían cantor ellos. En esa compañía me inicié como profesional, y me fui a Buenos Aires. —Entonces, ¿nunca había salido de acá hasta ese entonces?.
Bueno . . . antes de eso recorrí muchas localidades del país cantando en dúo con un muchacho que yo conocí en Córdoba y que se llamaba Francisco Graciadío, buen amigo y buen consejero, siempre lo recuerdo. Con Graciadíd fui a Buenos Aires por primera vez. En ese entonces estaba Magaldi y parábamos en el mismo hotel que estaba en Sarmiento y Libertad.
Habrá sido alrededor del 30, más o menos?
Un poquito antes . . ., en 1924.
- ¡Ah!, claro, porque usted después se fue a Francia ...
Si, fue en 1926 cuando yo me fui con Canaro. Pero antes de mi ida a Francia trabajé con Enrique Muiño, cuando este se acababa de separar de Alippi. En una obra
365
de Julio Escobar, que representaba la compañía de Muiño, yo, haciendo un cantor actor, estrené el tango de Canaro La última copa.
Pero, ¿usted quería ser cantor o actor?.
Mi mira fue siempre el teatro. Pero me sucedió una cosa curiosa. Estando con Mi fío, me desvinculé de la compañía en momentos de tener que ir a Montevideo. ¿Q pasaba?. Muiño era un poquito celoso y quería que el público lo mirara siempn el. Entonces, yo estaba en el escenario y Muiño hacía cualquier cosa para hacer re para desviar la atención. No podía cantar tranquilo yo. Entonces me abrí, y fom mos un trío con el padre de Alfredo Gobbi y Roberto Fugazot. Un día, estando rados frente al teatro Nacional, en el viejo cafe Los 36 Billares, aparece Muiño y n dice: -¿Que están haciendo aquí?", y después a mi: "Mire, m'hijo.. . usted, olvíc se del teatro. Para que usted llegue a ser primer actor lava a costar mucho, porq tiene que saltar tantas barreras que ni se imagina y en eso se le va a acabar la vida. En cambio, usted tiene una voz bonita, puede cantar y llegar a ser alguien famosc Vea, me habló tanto que me sacó la idea del teatro de la cabeza. Prácticamente, fue quien me indujo a que dejara el teatro y siguiera un camino más afortunado.
De La Carmelita a Europa
¿Usted intervino en un concurso de tangos cantados, verdad?
Bueno, yo estrené uno de los premios de uno de ellos: Noche de Reyes, el tan de Pedro Maffia y Jorge Curi.
Esos concursos, ¿se iniciaron en 1923?.
No, en 1924. A partir de esa fecha, Max Glucksman hacía un concurso de tan todos los años.
¿En que circunstancias usted partió a Europa?.
Yo estaba haciendo dúo con Roberto Fugazot en los fines de fiesta de algur compañías de teatro, cuando vino Canaro y me invitó para que fuera a Europa. —Canaro lo vino a buscar aquí, en Rosario?
Bueno, ese fue un accidente. Porque resulta que cuando yo tenía todo arregla para irme a Europa, me vine a Rosario para saludar a mi familia y me quedé mas la cuenta. Entonces, Canaro creyó que yo no quería ir y se vino el para acá, me e pezó a buscar y me encontró en La Carmelita. De ahí nomás me fui.
-. . . Y al llegar a Europa se armó el famoso trío
Allá me encontré con Demare, que tocaba el piano. Hicimos el trío lrusta—Fui zot—Demare y recorrimos varios países de aquellas latitudes
Poniendo en boga aquella canción de Joaquín Dicenta, hijo,.
Claro: Por el camino adelante. Aquello fue muy exitoso e hicimos una enormid de grabaciones que pasaron a la historia, porque las matrices de ese entonces eran cobre y se fundieron para la fabricación de material bélico durante la guerra civil pañota. Después hice muchas cosas. Fíjese que yo fui el primero que le cantó a F sano, cuando hicimos aquella zamba con Lito Bayardo.
Rosario de Santa Fe?
Exacto".8
Otro cantor popular que se va perfilando nítidamente por aqi años es Héctor Palacios. Oriundo de Rosario, como Magaldi, como Libertad Lamarque y como Irusta, se ha iniciado en la segunda década del siglo en un local llamado Royal Park, ubicado en avenida Alberdi y French. Bajo la guía de su padre, excelente concertista, y del actor rosarino Eduardo Ricart, canta desde los once años.
"—Cuándo comenzó a cantar con el seudónimo de Hectorcito, tendi once o doce años.
.Lo acompañaba el padre?.
No, se acompañaba el. Don Egula, el padre, era concertista y también escritor teatral, firmaba como Nicandro Pial . . . existe por allí un gato llamado El sapito que tuvo gran suceso . . . Bueno, ese gato es del padre de Héctor Palacios.
¿Cuál es el verdadero nombre de Palacios?
Héctor Eguía. Palacios es apellido materno.
De que barrio era?.
El vivió conmigo en una casa de la avenida Francia 440, desde los diez años hasta que se casó. Héctor solía ir siempre a la estancia (sic) del doctor Caballero, quien una vez lo llevó al pueblo de Ballesteros, de donde era oriundo el doctor. Allí conoció a una sobrina de don Ricardo y ahí empezó el idilio . . - Después de casado, siguió viviendo en casa hasta que, finalmente, se fue a Buenos Aires alrededor de 1930.
Y allí hizo una carrera brillante.
Si. Empezó actuando solo en el teatro París, después pasó a Radio Stentor, a Radio Fénix, a Radio Nacional - . - Belgrano, a Radio El Mundo, amén de los teatros. En 1933 hizo una gran gira en Rosario, presentándose en casi todos los cines. De todo esto me acuerdo muy bien". 9


En aquel Rosario "de almacenes con cancha de bochas y despachos de bebidas, de conversados trucos, fragantes de yerba y galletitas", existen muchas almas que sueñan con el camino de la gloria, aunque esta sea, al decir de Florencio Balcarce, "nada mas que el humo de un cigarro". Así llegamos a 1926, año en que un oscuro empleado de la sociedad de seguros "El Comercio", dice: "Se acabó :lo mas seguro es la vocación que llevo adentro". Es entonces cuando se presenta al gran comediógrafo José Gómez, quien, a la sazón capitanea un elenco. "Me parece que sirvo —le dice el empleado de seguros—, mejor dicho, tengo la certeza de que soy actor,. ."
Gómez le da su primera oportunidad: el papel del eterno sirviente en la obra Papá Lebonard. Salen a provincias primero, luego a Chile y Uruguay. Al regresar, tres años mas tarde, Sebastián Chiola ya es un actor de 350 pesos mensuales,
La aventura de la compañía dramática, en la que trabaja con muchos de los que luego serán sus compañeros en los filmes de Artistas Argentinos Asociados, no puede calificarse de una locura. Entre bromas, apuros económicos, desplazamientos difíciles, periplo de argonautas, es más bien una contribución al arte. Una contribución que el rosarino Sebastián Chiola continúa luego con Leopoldo Simari y Muiño Alippi, antes de escalar los peldaños de la fama.
"—Y de cuando lo conociste, te acordás?.
Si, fue en Rosario. Yo intervenía como músico en una obra que se llamaba El rey del cabaret, donde trabajaban Agustin Irusta, Milagros de la Vega, Carlos Perelli, Josefina y Pepe Suárez, Scutari, Oscar Villa (Villita). Chiola andaba dando vueltas por ahí, y me dice lrusta: "Miré, ¿vamos a acompaflarlo a este muchacho cuando terminemos?". Y así fue que lo acompañamos hasta la calle Entre Rios y Catamarca, que por ahí vivía. Después nos hicimos amigos. Tengo una medallita que usaba en la corbata con las iniciales de el . - . miré, acá está". 10

Un destacado rosarino se encuentra en España hacia 1926. Es Eduardo Pereyra, El Chon, músico, pianista, director y compositor nacido en 1897 que había comenzado sus estudios de piano en el conservatorio Beethoven, de Rosario, perfeccionándolos mas tarde en Buenos Aires. La historia de este notable músico, casi olvidada, es como sigue.
Hijo de familia acomodada, en 1916 fue agregado como pianista en la compañía teatral de Roma—Marches¡ quienes, realizando una gira por el interior, habían llegado a Rosario. En calidad de maestro y director de orquesta de aquella compañía, Eduardo Pereyra recorrió los polvorientos caminos que lo llevaron a actuar en salas teatrales de Santa Fe, Rafaela, Córdoba, La Rioja, San Juan y Mendoza. Precisamente, a esta última cludad, ya habían llegado los primeros discos de El Africano, tango que El Chon Pereyra compusiera en Rosario hacia el año 1915, como un homenaje al cafe del mismo nombre que estaba en la calle Córdoba, entre las de Mitre y Sarmiento. Pereyra, ignoraba que se hubiesen hecho grabacio nes de su obra de lo que se enteró al arribar a Mendoza. Mas tarde, al Ilegar a Buenos Aires, pudo comprobar que este tango era un gran éxito tanto de aceptación popular como de venta discográfica.
Proseguidos en la Capital Federal sus estudios con los maestros Vicente Scaramuza y Drangosch, forma entonces un quinteto que integral Abel Bedrune y Chirino en bandoneones; Rios (El Paraguayo) y Di Paoli (El Tano) en violines, y el propio Pereyra como pianista. En 1918, y des pués de haber tocado un año con dicha agrupación renuncia para cumpli con el servicio militar ... que no cumplió, ya que desertó de su obligación refugiándose en Montevideo. Allí formó compañía, junto a una bailarina apodada La Satanela, Duarte y otros, teniendo a su cargo la dirección de la orquesta. De la capital uruguaya, pasaron a Punta Arenas luego de una breve temporada en el sur, Pereyra abandonó a sus compañeros para irse a Santiago de Chile, donde realizara números de piano como solista.
Desde esta capital, impuesto ya de la severidad de la falta cometida con su patria, inicia gestiones para arreglar su conflicto que soluciona satisfactoriamente. Vuelto a Buenos Aires en 1922, ingresa en la casa Victor como asesor musical, desempeñándose paralelamente con la orquesta de Rafael Rossi, en la que tomara el lugar de Julio De Caro. Luego forma su orquesta propia y actúa en la emisora porteña L.O.Y. En 1924 graba con su conjunto y en la Victor dos tangos: Una pena y Volvi madre, alcanzando a actuar en todas las emisoras de radio de Buenos Aires. Llegado a España en 1926, ejecuta tangos y música del folklore nacional en el teatro Romea, de Madrid, donde es presentado como "pianista indiano".11
Mientras Francisco Spaventa, Pancho, y su hermano Carlos, también rosarinos ambos, están a punto de embarcarse en el Conte Ross 12 y El Campanero Juan Rezzano gana el premio accesit con su tango Cumpleños en el concurso que Max Glucksman realiza en el cine rosarino Palace Theatre 13, otros famosos concitan la atención, no ya de la ciudadanía de Rosario, sino de hombres y mujeres de todo el mundo: Ramón Franco, in modesto, metódico y disciplinado' comandante de aviación del ejército español, fogueado en la guerra de Marruecos y que cuenta 30 años de edad, desciende en las aguas del Plata, frente a Buenos Aires, con el hidroavión Plus Ultra, al cabo de una travesía extraordinaria, a menos do la mitad de la cual ya había batido el record mundial de distancia.
Acompañado por el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el soldado mecánico Pablo Rada —sus tres asistentes en el histórico vuelo—, después de la apoteosis que significa el arribo del Plus Ultra en Buenos Aires, recibe Franco el saludo entusiasta de los rosarinos.
Demorado Ruiz de Alda en Buenos Aires; Franco, Durán y Rada vienen a Rosario el lunes 8 de marzo, jornada que, tanto el gobierno de la provincia, como el de la municipalidad, declaran día feriado para la ciudad.
Parten los héroes en dos aviones argentinos desde San Fernando y llegan a las 11.5 al aeródromo del Saladillo, un campito con una calle de tierra alisada para aterrizar sobre la avenida Arijón, al lado de las vías férreas del Central Argentino a Buenos Aires. Allí les recibe el presidente del Aero Club, señor Alfredo J. Rouillón, mientras aterrizan dos pequeños aparatos en que los aviadores locales Andrada y Ficarelli han salido al encuentro. Como los preparativos se han hecho en principio pensando en que Franco y sus acompañantes vendrían en tren, fijándose como lugar de recepción la estación Rosario Central, la llegada por vía aérea casi desbarata el plan de las autoridades.
Pero los rosarinos no trastabillan así nomás: van a buscar a los aviadores en automóvil al Saladillo, los llevan hasta la estación Sunchales —Rosario Norte—, los suben a bordo de un tren, y todos parten hasta la vecina estación Rosario Central, donde los está esperando el vice gobernador, don Juan Cepeda, junto al intendente, Manuel F. Pignetto; el jefe de Policía. Bartolomé Aldao y numerosas figuras representativas de la sociedad, el comercio, la banca y la industria. Apenas se avista el convoy rompen a tocar las bandas de música de la Policía y del Regimiento 11 de Infantería, con sones que se elevan en medio de la gritería ensordecedora de los rosarinos que desbordan los andenes.
El comercio ha cerrado sus puertas. Entre la compacta multitud, los recién llegados se dirigen a la Municipalidad tomando por la calle Corrientes y luego por Córdoba hasta llegar a la plaza 25 de Mayo, seguidos por una gruesa columna de manifestantes. Desde la Municipalidad se los conduce al Club Español, donde son recibidos con una lluvia de flores que cubre la escalinata de entrada. Se les brinda allí un banquete donde, a los postres, el cónsul español Tomás Sierra advierte a la concurrencia que, por expreso deseo del obsequiado, se han suprimido los discursos. Entonces, don Angel García, como presidente de la comisión de homenaje, ofrece la demostración y entrega de medallas recordatorias a los aviadores.
Finalizado el banquete, Franco y Duran van hasta la Jefatura de Policía, en tanto Rada, que es de orígen navarro, es arrastrado hasta la sede de los integrantes de esta colectividad. Desde la Jefatura, donde se lleva a cabo una reunión presidida por Cepeda, parten hacia el Circulo Italiano, por invitación especial de don Santiago Pinasco quien es acompañado por don Angel García. De allí, al Hotel Gallego y, seguidamente, al Jockey Club, donde Franco se confunde en un abrazo con otro grande en hazañas y modestia: Teodoro FeIs. Dice el presidente del Jockey Club de Rosario, señor Emilio F. Solari: "No ha descubierto el "Plus Ultra" un mundo nuevo, como Colón, pero ha descubierto el camino por donde se llega al corazón de los argentinos".
Tras una comida íntima en el Cifré, los visitantes asisten a una velada de honor en el Teatro Colón. El programa de la velada, tras el Himno Nacional coreado por los integrantes de la Schola Orpheónica del Centre Catalé, sigue con la ejecución de la Marcha Real Española por la orquesta del teatro. Luego hay cine: se pasa una película, muda por supuesto, en la que se ha captado la llegada de Franco a Rio de Janeiro y Montevideo, así como la "Fiesta de las Aguilas" realizada en El Palomar y el tedéum llevado a cabo en Buenos Aires.
Después viene la parte artística: aires españoles en el violín de Emilio Güell y el piano de Pia Malagoli; siguen jotas por el conjunto del Centro Navarro, luego otra vez el orfeón catalán con un tema de J. A. Clavé y una jota aragonesa. Arrecia la banda de Policía con Alborada, y, finalmente, se representa un cuadro alegórico de Clavé con música por la orquesta y voces de la Schola Orpheónica. Cinco minutos antes de las 24, en ruidosa despedida, los intrépidos aviadores vuelven al tren, en el que siguen rumbo a Córdoba. 14
 
NOTAS
1 Semana Trágica. Entre el 9 y el 15 de enero de 1919, sucede en Buenos Aires un hecho caótico y desarticulado de ciertos sectores obreros: un conflicto planteado en los talleres Vasena culmina en huelga general y en represión oficial. Los hechos de violencia provocan víctimas, hacen cundir el miedo en una población mal informada y crean sensaciones traducidas luego en interpretaciones diversas. Durante una semana, conocida como "semana trágica" hay violencia, huelga general, represión policial con alguna colaboración militar, persecución a judíos y "rusos", en la que caen catalanes y extranjeros rubios. Pero los responsables de la violencia inicial son tres grupos principales: las barras callejeras, los tranviarios y los trabajadores de la fábrica Vasena. Ninguno de esos grupos es propiamente revolucionario ni tiene vínculos con el anarquismo. La reacción obrera como protesta a la represión policial del 7 de enero contra los trabajadores en huelga de la fábrica Vasena, en la que perecieron cuatro personas, carece del contenido clasista que se le adjudicará más tarde. Dice Carlos Floria: "El gobierno radical ayudó a la represión, no porque creyera en el carácter "revolucionario" de los hechos, sino porque debía desmentir la imágen de debilidad que la oposición le atribuía". Revista Gente. Año 10. No 541. Bs. Aires, 4.12.1975.
2 Eduardo Zamacois. Un hombre que se va (Memorias). Pág. 384. Santiago Rueda Editor. 2da. Edic. Bs. Aires, 1969.
3 Andrés R. Domenech nació en Rosario el 16.12.1901, y falleció en Bs. Aires el 2.9.1950.
4 Revista mensual Rosario Central. Año 1. No 1. Pág. 9. Rosario, noviembre 1934 // Nicolás Juan Zinni, poeta gauchesco y padre del autor de este libro, nació en Rosario el 22.10.1903 y falleció en la misma ciudad el 7.11.1976. Sus restos descansan en el cementerio La Piedad, panteón social de SADAIC, fila Sra. nicho No 3.
5 La Razón Historia Viva. Bs. Aires. 9.7.1966.
6 Revista Gente, op.cit.
7 Luis Adolfo Sierra. Historia de la orquesta típica. A. Peña Lillo. Ed. Colec. La Siringa. No 36. Pág. 70. Bs. Aires. 1966.
8 Agustín Irusta, id.id.
9 Jorge Ordóñez, testimonio solicitado el 23.1.1976 en el bar Villamil.
10 Julio Schiavone, id.id.
11 En 19261 El Chon Pereyra, después de su presentación en Madrid, pasó a Barcelona, donde contó con la colaboración de Bachichin y Melfi, en el cabaret Alcázar. Encontrándose por aquella época los integrantes del equipo de Boca Juniors en gira por España, sus integrantes se sumaron a la "barra" de Pereyra, compuesta por casi todos los argentinos que paseaban por la península. Lo primero que hacían, cuando se encontraban, era cantar el Himno Nacional. La repetición constante de la canción patria le hizo sentir nostalgias de la tierra lejana y, entonces, El Chon abandonó España y regresó a la Argentina con los jugadores de fútbol. Con su salud resentida, se afincó en Córdoba durante cuatro años, al cabo de los cuales se recuperó, volviendo a sus antiguas actividades, formando orquesta y actuando al frente de ella en radios, cines y cabarets de la Capital Federal.
En 1931, partió solo al Brasil, donde realizó una temporada de ocho meses y, a la vuelta, se detuvo otros tantos en Montevideo, actuando allí en el Royal Pigail, en el cabaret Los Diablos y en Radio Carve. Ya en Buenos Aires, fue contratado por la empresa Brunswick, para registrar en los discos de esa marca, solos de piano entre los que se destacó su inobjetable versión del tango Divina, de Joaquin Mora. Eduardo Pereyra, quien realizó otros viajes por América y Europa para llevar la calidez y el mensaje de la música argentina, homenajeó a la dueña de la pensión donde vivía, en Montevideo, con el tango Madame Ivonne. Esta señora, francesa de origen —supo manifestar el mismo Pereyra—, había soportado con paciencia el atraso del pago de la pensión, a causa de una enfermedad sufrida por el músico que no le permitía trabajar. La letra de este tango es una invención afortunada de Enrique Cadícaino.
Entre los numerosos tangos de El Chon Pereyra, se pueden citar: Viejo coche, Pan, El as de los ases, Gorriones y Nunca es tarde, cuyas letras corresponden a Celedonio Esteban Flores; otras composiciones que se recuerdan son Y reías como loca. - ;La uruguayita Lucía;Cuando llega otro cariño; Loria; Viejo Boby; El Satanás; Los cisnes; Arrullo de bandoneón; Como aquellas fosas rojas. Eduardo Pereyra falleció el 21 de febrero de 1973. V. Héctor y Luis J. Bates. La Historia del Tango. Pág 280/283. Bs. Aires, 1936 //Noemí Ulla. Tango, Rebelión y Nostalgia. Págs. 102/103. Bs. Aires. 1967 //Reportaje a Eduardo Pereyra, realizado por Ernesto Segovia en Tanguera. NO 35, rep. en Tango, Rebelión, etc.
12 a) Francisco "Pancho" Spaventa. Biog. Cantor y actor n. en Rosario. Fue, según consigna Horacio Ferrer, el primer argentino cantor de tangos que actuó en España y abrió la brecha para el triunfo del trio Irusta—Fugazot—Demare, así como el de Carlos Gardel, Azucena Maizani y otros. Durante cierto período le acompañó la orquesta dirigida por Luis Visca. Integró también la compañía de Catalina Bárcena y Manuel Collado, para hacer el fin de fiesta con tangos cantados en el Teatro Esmeralda, de Madrid. También actuó, luego, en Buenos Aires. V. Horacio Ferrer. La Historia del Tango. 2da. Edic. Bs. Aires. 1977.
12 b) Carlos Spaventa. Guitarrista. Cantor. Actor. Hermano de Silvio y Francisco (Pancho) Spaventa. Nació en Rosario, entre 1901 y 1907. En 1926 cantó a dúo con Libertad Lamarque en Buenos Aires. En 1927 se embarcó hacia España en el Conte Rosso, integrando el trío Spaventa—Scanlon—Morales, con el cual llegó a actuar en Paris. Conoció a Carlos Gardel, con quien trabó amistad, en el Principe Palace, de Barcelona, donde ambos actuaban.
En 1934, volvió a encontrar casualmente a Gardel en Nueva York cuando el Zorzal Criollo acudió al hotel Ansonia —donde estaba alojado Spaventa—, en busca de una familia colombiana. Invitado por Gardel para concurrir al dia siguiente a los estudios Paramount, le fue ofrecido un papel en la película Cuesta abajo, cuya filmación era inminente. Luego, intervino en dos películas mas de Gardel: El tango en Broadway, producida en 1934 y estrenada en 1935, y Cazadores de estrellas. Tanto las dos primeras, como la secuencia donde interviene Gardel en la tercera de las nombradas, fueron rodadas en Astoria, Long Island, Nueva York.
Posteriormente, Spaventa volvió a Buenos Aires, actuando en Radio Stentor, para regresar a Nueva York nuevamente, donde se afincó en forma definitiva. En 1962, publicó el libro Carlos Gardel en la canción y el recuerdo, editado en N. York por Yepez Pottier. Surge en esas páginas un Gardel que se mezcla a la multitud en las calles, canta en los balcones, exige que rebajen las localidades del teatro que lo presenta. Al texto, Spaventa adjuntó las letras de numerosos tangos y un diccionario lunfardo para uso de latinoamericanos no iniciados en los misterios del vocabulario canyengue.
En Nueva York, se empeñó en rendir culto a Gardel a través de notas periodísticas con shows y audiciones radiales. En 1970, se radicó en el barrio de Nueva Jersey e intervino en la película The way we are living no w, que también se rodó en Nueva York, como aquellas lejanas de los comienzos del cine sonoro. En ella, desafió a su edad y volvió a la patria nunca olvidada en alas de tres canciones: los valses Ausencia y El Trovero, así como la cueca Sanjuanina de mi amor. Retirado de sus actividades, lo sorprendió la muerte el 2 de diciembre de 1977 en el Hospital Roosevelt, de N. York. Antes de morir, Spaventa había expresado el deseo de que sus restos fueran cremados y sus cenizas enviadas a Buenos Aires para ser depositadas junto a los restos de Carlos Gardel.
13 Juan Rezzano. Músico. Bandoneonista. Director. Compositor, n. en Buenos Aires. De niño amenizaba los recreos de la escuela con motivos populares que arrancaba a una flauta de fabricación casera. Carentes de recursos, muy poco pudieron los suyos para lograrle una educación esmerada. Terminado el sexto grado, fue empleado en una hojalatería, donde —según consignan Héctor y Luis J. Bates en su libro La Historia del Tango. Bs. Aires. 1936— teniendo material a discreción pudo fabricarse una serie de flautas con las que acortaba sus horas de trabajo y satisfacía sus emociones líricas. Trasladado con su familia a la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires, en 1910 ingresó a un conservatorio de esa ciudad, empezando a estudiar la guitarra. Poco tiempo después abandonaba aquella por el violin. Transcurridos algunos meses apenas, integró la prnera orquesta típica que actuó en Campana y que dirigía el bandoneonista Luis Del Curto.
Con el objeto de hacerle propaganda a la orquesta, Del Curto rifó un bandoneón y Rezzano tuvo la suerte de sacárselo, circunstancia que lo decidió a aprender dicho instrumento. Este, como había sucedido anteriormente con la guitarra y el violín, fue dominado en poco tiempo por Rezzano. Ya en calidad de bandoneonista formé su primera orquesta alrededor de 1912, recorriendo con ella algunos pueblos de la provincia de Buenos Aires y otras localidades, llegando finalmente a Rosario, en donde se radicó. Inmediatamente de su ambo, Rezzano logró ubicar su orquesta. actuando primero en el bar El Cha queño • y pasando luego a El Guarany, ubicado este último en la ochava S.O. de la esquina formada por las calles 0v. Lagos y Salta. En este bar habían actuado anteriormente Domingo Santa Cruz —El Rengo Santa Cruz— célebre bandoneonista porteño de la Guardia Vieja, maestro de Juan Maglio (Pacho)l y autor del tango Unión. Civica; Pedro Polito; Vicente Greco; El Tano Genaro Sp6sito y otros no menos nombrados como Angel Villoldo, autor de los tangos La Rosarina y Brisas rosarinas.
En 1915 llegó a Rosario la compañía de Eva Franco, cuyo debut estaba anunciado en el Teatro Olimpo, ubicado en la calle Mitre entre San Lorenzo y Urquiza. Para poder llevar algunas obras a la escena, los señores Franco y Bastardi se vieron precisados a contratar una orquesta, optando entonces por la de Rezzano, de nombradía popular ya en ese entonces en el ambiente rosarino. La compañía inició sus representaciones con la obra "Aquella noche en el Pigall", para la que compuso Rezzano su tango Entrd, nomás, que estrené Eva Franco con tan gran suceso que fue la obra consagratoria de Rezzano. Hacia 1936, se habían impreso de este tango alrededor de 120.000 ejemplares y se habían vendido 60.000 discos.
Con el mismo elenco, Rezzano pasó a Córdoba, donde se renovaron los sucesos obtenidos anteriormente. Fue entonces, cuando los diarios porteños, al ocuparse de la afortunada gira, comenzaron a mencionar al autor del tango famoso, despertando el interés de los empresarios del Teatro Maipo quienes lo incluyeron en la revista "Labios Pintados", que llegó a las 450 representaciones en dicha tradicional sala porteña de espectáculos.
En 1926, le correspondió a Rezzano el premio "accesit" a su tango Cumpleaños en el concurso realizado por la casa Max Glucksman en el cine Palace Theatre, de Rosario. Al año siguiente, obtuvo el cuarto premio con otro tango: Duelo criollo, que marcó la consagración, además de un letrista rosarino, llamado Manuel García, pero conocido como Lito Bayardo. Duelo criollo alcanzó un tiraje similar al de los seleccionados para los primeros puestos en ese concurso, y aún se lo conoce con el sobrenombre de "La cumparsita rosarina". Juan Rezzano, a quien en Rosario se le apodó El Campanero, por creérselo oriundo de Campana, siguió actuando siempre con buena fortuna, tanto en cafes como en teatros y cines, logrando hacerse de un nombre conocido y respetado por todos los que gustaban de la música popular. El cine San Martin lo contrató, y allí presté servicios por espacio de cinco años; en el cine Modelo, ubicado en la esquina N.E. de la calle Jujuy y br. Oroño, estuvo durante tres años, y en el cine Real, cuya estructura aún se alza en la esquina N.O. de la calle Salta y br. Oroño, un poco mas de dos. Estas actuaciones fueron alternadas en la dédda del 30 con las que realizara en las entonces denominadas broadcastings LT1 y LT3.
Las composiciones de Rezzano fueron, en su totalidad, escritas en Rosario, ciudad donde mantuvo el cetro de su popularidad hasta su alejamiento de ella. Con Lito Bayardo como letrista, dio a conocer los tangos Amores de mi vida, La desconocida, Duelo criollo, El Favorito, Mala racha, y Poncho Viejo. Además, les pertenecen a ambos, el fado Desde entonces, los valses Horas amargas, Te quiero tanto y Sueño de amor —este último en colaboración con López—, así como las rancheras Rancho de mi suegra y Vida campera . Otras obras de Rezzano, que en su mayoría son famosos tangos, llevan por título: Si sabés, callate, compuesto en 1918; Reflejando, ¡Que lujo!, Obsesión, La ingrata, Huracdn, No culpo a nadie, Postre criollo, Gentileza, Entras nomás, Volvé otra vez, Que mas querés, Acordate, Serpentina doble, El castigo, Tango amigo, Ríe . - - ríe, Sin corazón, Milonga bruja, A dios, que te vaya bien, Veni, maula, Pobre golondrina, Dios me libre, Cumpleaños, Martes 13, Mamíferos de lujo (tango con letra del poeta rosarino Gabriel Sigal), La última vez, Mi consejo, Caminito del calvario, Me contaron, Que te hace, Frenó muchacho loco (tango con letra del autor rosarino Santiago Paris), Elegancia y Viejo Piano. V. Héctor y Luis J. Bates. La Historia del Tango, op.cit.
14 La Capital, 10 de febrero de 1976.

Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo I . Editorial Fundación Ross.