miércoles, 22 de junio de 2016

EL FUSILAMIENTO DE PENINA



"Con el golpe militar de 1930 se inician, también en Rosario, años de zozobra para el movimiento obrero—escribe Plácido Grela en "La actividad sindical y el cooperativismo"—, caracterizados por la priva­ción de las libertades gremia­les, públicas y sociales. Dos semanas después de la revolu­ción comandada por Uriburu, el 27 de setiembre, se unifican la Confederación Obrera Ar­gentina y la Unión Obrera Ar­gentina constituyendo de ese modo la Confederación Gene­ral del Trabajo de la Repúbli­ca Argentina. Pero las medi­das del nuevo gobierno no eran ciertamente una garan­tía para la clase obrera: se implantan el estado de sitio y la ley marcial en Rosario y son clausurados los sindicatos. La Federación Universitaria apoya a los trabajadores, pro­testa contra la restricción de las libertades gremiales y cen­sura la actividad dictatorial del gobierno nacional. Poco después principian las deten­ciones de estudiantes univer­sitarios. En setiembre de 1930 es detenido el obrero Joaquín Penina".

"Penina —consigna Héctor A. Sebastianelli en Cronistas y visitantes, era catalán, de 29 años, albañil, llegado de Gironella, trabajaba en la empre­sa constructora de Gabriel Pi­nol y el 9 de setiembre de 1930 —tres dios después del golpe militar— el jefe de Orden So­cial de la policía rosarina,

Marcelino Calambé, allanó su domicilio, en Santa Fe 1581 y lo detuvo. A la noche del día siguiente fue fusilado. De ese modo, el hecho doloroso e in­creíble del primer obrero fusi­lado en la Argentina fue pro­tagonizado por un inmigrante español, junto al viejo puente Saladillo, cerca de Pueblo Nuevo, hoy Villa Gobernador Gálvez".
 
Fuente. Extraído de revista “ Rosario aquí a la vuelta” Fascículo Nº 11. Autoras: Ana M. Rigotti – Isabel m. DE San Vicente. De abril 1991.-