viernes, 8 de mayo de 2015

ROBERTO PALADINI- MARCA REGISTRADA



Su apellido ya es una marca re­gistrada en todo el país. Ro­berto Paladini, empresario y dirigente gremial, es una referencia del sector cárnico nacional y uno de los principales promotores de la marca Rosario. Instalado desde siem­pre en la región y convencido de que todavía se puede crecer mucho más de lo que marcan las cifras de los úl­timos años, este nieto de italianos de la Toscana, que dirigió durante años el frigorífico que lleva su nombre, ya dejó la posta empresarial a sus hijos para dedicarse de cuerpo entero a la actividad gremial como presidente de la Federación Gremial del Comer­cio e Industria. Desencantado con el momento actual de la industria de la carne, Paladini igual se define como un optimista y cree que, a la corta o a la larga, las potencialidades de la región terminarán por consolidar a la ciudad como un polo productor indiscutido a nivel global.
Para cualquier ciudadano del país de cualquier edad, Paladini significa fiam­bres de calidad. La empresa, que hoy lidera el mercado argentino en su rubro, na­ció en 1923 gracias al empuje y a la visión de don Juan Paladini, padre de Roberto. "Mi padre empezó con una muy modesta empresa artesanal", recuerda el empresa­rio, para quien el primer desafío que hubo que temprana sin conocimientos previos". Una vez re­cibido de técnico mecánico y cumplido el por entonces obligatorio servicio militar, Paladini comenzó a trabajar en 1953 en la fábrica de automotores Kaiser como proyectista. "Recuerdo que de allí pasé a Acindar, donde participé en la elaboración de la propuesta para la planta", dice, pa­ra agregar que recién empezó a trabajar junto a sus hermanos en la empresa fa­miliar en 1961, también proyectando una planta de 880 metros cuadrados ubicada en el mismo lugar donde hoy se levanta el complejo frigorífico, en Villa Gobernador Gálvez. A partir de allí la empresa reco­rrió un largo camino de la mano de las épocas de crecimiento, pero también de las crisis que recurrentemente sacuden la vida económica nacional. "Siempre segui­mos la premisa de dar el paso adelante de acuerdo al largo de la pierna. Nunca fui­mos muy proclives a tomar créditos para crecer, en general hemos optado por reinvertir", declara mientras se muestra rece­loso de la eterna inestabilidad argentina. "Este país siempre ha sido muy cíclico cuestiones económicas", razona.
Desde hace años, Paladini empuja desde lo privado para posicionar a Rosa como centro de producción e innovación. En 1994 fundamos el Foro Regional Rosario con la idea de sacar a la ciudad de crisis. En ese momento éramos la capital de todo lo negativo: los saqueos, los paros de Ubaldini, la industria del juicio la laboral y hasta del gato colgado", rememora.
 Según su visión, Rosario tiene una particularidad que se desprende de su extraño status de ciudad grande pero no capital:  "Sube mucho con la bonanza, pero cuando hay crisis no hay un colchón estatal que aguante y cae rápidamente". Desandan el camino y en pleno boom, Paladini ha un guiño al empresariado local, "siempre pujante y nunca bien compensado”,  y apuesta sin dudar al mediano y largo plazos: "Estamos en la mejor provincia  del país", concluye.

Jorgelina Hiba

Fuente: Extraído de  la Revista del diario La Capital de los 140 años.