lunes, 11 de mayo de 2015

EL OMNIBUS EN ROSARIO


Para poder abordar este tema, voy a remitirme al siguiente artículo publicado por la REVISTA DE HISTORIA DE ROSARIO, AÑO XVII Nº 31 de 1979 escrito por Alberto Montes 

Orígenes - El negocio tranviario

Hacía años que la Compañía General de Tranvías Eléctricos de Rosario jugaba con el cuento de la ampliación de sus líneas si era autorizada a aumentar sus tarifas, ampliación que en el mejor de los casos se redujo a cortas extensiones. La Municipalidad trató varias veces de implantar una nueva red, los proyectos menudearon desde 1911 hasta 1926 con suerte variada pero sin concretarse ninguno por las trabas de la empresa concesionaria. La aparición del ómnibus en las calles de Rosario terminó con ese juego.
La población de Rosario, que en 1905 era de 131.412 habitantes, en 1926 pasó a 348.261 casi triplicándose, en tanto la Compañía de Tranvía en sus estimaciones había calculado para ese año una población de 276.825, sin aumentar en la misma proporción la cantidad de coches ni el volúmen de las inversiones, generándose una crisis en el transporte de pasajeros.

La aparición del ómnibus en Rosario

El transporte urbano de pasajeros mediante ómnibus automotores comenzó con una tentativa que se concretó en 1911 realizando ocho viajes diarios entre el centro de la ciudad y el recientemente creado Barrio Godoy, servicio cuya existencia fué efímera. Partía de la plaza 25 de Mayo continuando por calle Córdoba, Bv.Oroño, 9 de Julio, calle Plata (hoy Ovido Lagos) y las avenidas Godoy (hoy Pte.Perón), Provincias Unidas y Central (actual Rivarola), pasando por el Cementerio La Piedad.
 
Omnibus de la Empresa La Rosa (1923)  Archivo W.C.Mikielievich

La aparición de los Ómnibus en la ciudad de Buenos Aires, de incierta perspectiva para el futuro de los servicios tranviarios de Rosario, pronto transformase en una positiva realidad.
El 4 de Octubre de 1923, el Intendente Municipal autorizó por decreto a Felipe Cassanetti y Gabriel Milán la circulación de un ómnibus marca Ford, destinado a conducir pasajeros ente los cementerios El Salvador y La Piedad, considerando que su implantación daría al Municipio "un servicio insistentemente sentido y reclamado por la ampliación de la ciudad", rápido y económico.
Al finalizar aquel mismo mes el Concejo Deliberante acordó permiso precario a los empresarios Nieto y Chiozza para que circulen dos ómnibus entre el Barrio de Arroyito y el Cementerio La Piedad
La primera ordenanza reglamentaria
En Noviembre de 1923 se sanciona la Ordenanza Nº 27, primera en reglamentar estos servicios pero las empresas no mostraron disposición a su acatamiento y por tanto la Intendencia dictó un decreto conminatorio.
En 1924 se sanciona la Ordenanza Nº 9 beneficiando a los empresarios con la reducción del 7% al 4% de las entradas brutas, conociéndose de allí la cantidad de ómnibus que operaban el servicio.
 
 
Desarrollo explosivo del servicio

En Abril de 1924 once empresarios con 17 coches explotaban el servicio. A fines de 1925 existían patentados 35 ómnibus y en la Memoria de la Intendencia Municipal correspondiente a 1926 (pág. 27) se califica de "explosivo" el aumento de este servicio.
Se ilustra con el siguiente cuadro con el número de ómnibus patentados entre 1924 y 1931

EL brusco aumento registrado entre 1925 y 1926, fue favorecido por la introducción de chasis de conocidas marcas norteamericanas y su venta a largos planos, los que eran carrozados en tres importantes talleres locales, como así también la aceptación por parte del público por ser un servicio más veloz y con recorridos que excedían al de los tranvías.
 
Vista de la estación Sunchales del FF.CC. (hoy Rosario Norte) a fines de la década del 20
En cuanto al incremento desde 1928 resulta del patentamiento de ómnibus interurbanos con administración en Rosario, los que comenzaron sus actividades sobre caminos sin pavimentos para servir los pueblos de Paganini (hoy. Granadero Baigorria), Pueblo Nuevo, Villa Gdor.Galvez, Acebal, San Lorenzo y Arroyo Seco luego extendidos ya con patente provincial a otras localidades.
La eclosión del transporte por ómnibus espontánea y libremente producida, trajo como consecuencia dejar marginados ciertos sectores urbanos en tanto que sobre otros se superponían las líneas, a raíz de la falta de un ordenamiento racional.
Con la aplicación del régimen reglamentario, los óminibus del servicio urbano se distribuyeron en muy diversos recorridos. Según información extraída del Archivo Mikielievich en julio de 1932 circulaban 209 ómnibus distribuidos en 17 líneas de la siguiente manera:

Esta nueva empresa si bien en sus comienzos fué autónoma en el orden económico, comenzó a atravesar grandes problemas derivados de la guerra y la situación de crisis fue en ascenso hasta que en 1960 se decide dar a manos privadas la explotación del servicio de ómnibus, otorgándole a los ex empleados de la Empresa Municipal la posibilidad de prestarlo..