jueves, 6 de noviembre de 2014

La enseñanza superior en su contexto cultural



La ciudad de Rosario, emporio portuario y comercial, conoció el siglo XX con una sola biblioteca pública y sin universidad. La valiosa Biblioteca Argentina, surgió como un emprendimiento propio del gobierno municipal a estímulo de su secretario letrado, y autor del primer proyecto de Universidad de Rosario, el doctor Juan Álvarez. Su inauguración oficial ocurrió el 24 de julio de 1912. Por su parte, la ciudad de Santa Fe, en tiempos de la creación de su Universidad provincial, en 1890, aún cargaba con  rémoras alarmantes: siendo la capital de una de las provincias más ricas de la república, con sus 25.000 habitantes, no tenía una biblioteca pública.1 La misma Universidad no tenía biblioteca, y fue por eso que se formó en 1895 una comisión para adquirir obras de más indispensable consulta. Dos años más tarde el gobierno fijó en el presupuesto provincial el cargo de bibliotecario, el que fue ocupado por el estudiante y futuro novelista Gustavo Martínez Zuviría. Hasta 1920, año de la nacionalización de la Universidad, la biblioteca apenas aumentó en volúmenes y su función fue muy modesta. 2
 Hasta la creación de la UNL el principal medio para la transferencia del conocimiento científico fue la prensa periódica y, en menos medida, aquellas obras que importadas del exterior llegaban como verdadero tesoro a las bibliotecas particulares de los profesionales, en especial abogados, médicos e ingenieros. El foro rosarino llegaba al centenar de abogados. La sociedad "bullía" en iniciativas fundantes alentadas por el resultado de movimientos de opinión que, con gran capacidad de penetración periodística y convocatoria, habían logrado aspectos tales como la construcción de puerto moderno de Rosario, el dragado del río Paraná, la colocación de la piedra basal del Monumento a la Bandera y la construcción del Hospital Nacional del Centenario. Es en ese contexto que el joven Juan Álvarez, que por ese entonces, como ya se dijo,  había fundado la Biblioteca Argentina (a cuyo abrigo surgirían la Asociación Cultual -"El Círculo", y el Colegio de Abogados, entre otras instituciones), y habiendo recibido al frente de su dirección distintas muestras de adhesión por convertirla en epicentro de la enseñanza superior, elaboró en 1913 su proyecto de creación de la Universidad de Rosario.3 El mismo corrió la misma suerte de los presentados anteriormente en  el Congreso, contando además con el rechazo de quienes veían en ello una amenaza contra la Universidad "de Santa Fe" creada por los conservadores. Es que al igual que lo sucedido con el movimiento reformista que estalló en Córdoba en 1918. la enseñanza superior fue un ámbito más en la lucha entre dos argentinas: la que se resistía a perder privilegios adquiridos en el siglo XIX, y la que reivindicaba un lugar en la nueva Argen­tina del siglo  XX. No se puede deslindar lo ocurrido en materia universitaria en Santa Fe con las reivindicaciones regionalistas, el ocaso del régimen roquista y el nacimiento nuevo orden político.4
A partir de 1916, la presidencia de Hipólito Yrigoyen, no puso obstáculos para la realización de un gran debate nacional sobre la Universidad, y el reformismo encontró un clima favorable. En Santa Fe "la Reforma", tuvo "particular estallido", a partir 1919. Las federaciones estudiantiles, avasallantes y poderosas, apoyadas en su ímpetu moral lograron que el Poder Central, los gobiernos provinciales, y el Congreso Nacional, . acompañaran sus propuestas. Como se adelantó anteriormente, ya en 1912, el gobernador Manuel Menchaca se había puesto al frente del movimiento pro UNL. Al ser tratado un nuevo proyecto de Jorge Raúl Rodríguez presentado en mayo de 1919 en la  Cámara, fue el frente regional que involucró a legisladores nacionales, gobierno, instituciones y estudiantes de las principales ciudades de Santa Fe y las provincias de Entre Ríos y Corrientes el que posibilitó que la nueva Universidad fuera una realidad. Grüning Rosas destacó que se debió al diputado nacional Juan Luis Ferrarotti, prestigioso-integrante del foro rosarino, la denominación de "Universidad del Litoral", y que el concvepto "regional" fue uno de los principales ejes de los debates.5
Por la ley 10.861, la UNL, pasó a comprender las siguientes facultades. En Santa Fe: Ciencias Jurídicas y Sociales; y Química Industrial y Agrícola. En Rosario: Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores; Ciencias Matemáticas, Físico Quimicas y Naturales; y la FACECYP. En Paraná: Ciencias Económicas y Educacionales. En Corrientes. Agricultura. Ganadería e Industrias Afines.
La UNL nació bajo el signo de la Reforma Universitaria que señalaba el  proceso de ascenso de la clase media al poder, a la que el cuerpo de sus profesores, como  hijos de inmigrantes representaban. La Reforma, como ya se anticipó, también implicaba un fenómeno social producto de las necesidades particulares de cada ciudad y de cada región, de allí que cobra singular importancia el análisis de casos.6  Cabe destacar que uno de los pilares pedagógicos de la Reforma fue el fomento de la investigación científica a través de los Seminarios y la publicación de sus resultados7, en que su momento no tuvo la misma exposición pública que el tratamiento de la nacionalización de sus postulados, entre ellos, el elemento más conflictivo, la participación estudiantil en el gobierno de la casa de estudio.8


Bibliografía
1- La Opinion ,. 20 de marzo de 1891.
2- BUONOCORE DOMINGO. La biblioteca de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, en revista Universidad, número6, segunda parte, ob. cit. p. 189.
3- ALVAREZ, JUAN  Universidad Nacional del  proyecto de ley 1913, s/e. Rosario,
4-DE MARCO (H) MIGUEL Angel, Santa Fe en la transformación argentina, ob. Cit. p. 341.
5- Creación  Universidad Nacional del Litoral. Crónica retrospectiva, ob. Cit. P. 14.
6- Ver de Del Mazo Gabriel, La Reforma Universitaria, Imprenta Ferrari Hermanos, Buenos Aires, 1926; de; de Alfredo Palacio. La Universidad nueva, Gleizer Editor. Buenos Aires, 1925; Korn Alejandro, Reforma Universidad en obras completas impidas. Claridad. Buenos Aires. 1941; González Joaquín V.. La Universidad. Teoría y acción de la reforma Editorial Claridad, Buenos Aires, 1945; Halperín Donghi Tulio, Historia de la Universidad de Buenos Aires, 1962; y vida y Muerte de la República Verdadera, Ariel, Buenos Aires, 2000; Tedesco, Juan Carlos, WÍV reforma y La Universidad en conflicto, en la obra Buenos Aires, Historia de Cuatro Siglos compilada por Luis y Luis Alberto Romero. Editorial Abril Buenos Aires 1983, de Zimmermann Eduardo, Los liberales reformista. Editoral Sudamericana Buenos Aires 1995; Pontantiero,Juan Carlos. Estudiantes y política en America. Ideología  Siglo XXI. Editorial México 1987 y Ciria, Alberto y  Sanguinetti, Horacios. Los reformista y la reforma universitaria de 1968 y 1983 respectivamente.
7- Boletín de Universidad Nacional del Litoral. Año I , Tomo I  número 2,3,4 p. 141.
8- Buchbinder, Pablo. Ob.cit.p.198.



Fuente: Extraído  de el Libro De Marco, Miguel Angel  “Libro Ciudad Puerto – Universidad y Desarrollo Regional – Rosario 191-1968” de noviembre 2013.
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