miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Movimiento Pro Universidad. El liderazgo de la escuela en la defensa de intereses regionales y su proximidad a la oposición progresista.



Se sostenía que la calidad de muchos de los textos adquiridos por la  biblioteca de la Escuela de Comercio superaban el nivel propio de una enseña secundaria y se encontraban en distintos idiomas. Este es un claro indicador de Alfredo Lovell y el resto de los profesores pensaban que esa biblioteca sería la base de la futura Universidad. Bello era condiscípulo de Juan Álvarez -el por joven abogado, historiador y funcionario de la municipalidad- y entre ambos  presentaron en 1917 al gobierno nacional un proyecto para crear un Instituto Políticas para la formación de funcionarios, que finalmente no prosperó. 36
Cuatro años antes, Juan Álvarez había presentado su proyecto de creación de la Universidad de Rosario, autónoma y con personería jurídica propia. Entre los fundamentos se destaca la necesidad de complementar el desarrollo económico con la creación de un ámbito que prestigiara el conocimiento: "No siendo Rosario capital  de provincia, a falta de un instituto de cultura superior lo aleja de los centros dirigentes relegándolo a la categoría de simple mercado de productos. De este modo los numerosos profesionales y hombres de estudios que alberga la ciudad carecen de la representación colectiva que su carácter de tales les da derecho. Córdoba y La Plata le deben su prestigio a la Universidad"37
 Desde el  punto de vista de la población estudiantil, indicaba que los tres establecimientos nacionales de enseñanza secundaria pública existentes en la ciudad, se veían concurridos por un millar de alumnos cada año (400 el Colegio Nacional, Industrial, y 351 la Escuela de Comercio); y de ellos, los que deseaban continuar estudiando se veían obligados a abandonar sus familias y trasladarse con “los gastos y molestias consiguientes".38 Sólo se trataba de agrupar bajo una misma dirección  diversos establecimientos, como lo realizado con la Universidad de Plata. Sobre  la Escuela Industrial se podría fácilmente construir una Facultad de Ingeniería; transformar la Escuela de Comercio en Instituto de Ciencias Comerciales y sobre Hospital Escuela del Centenario, la Facultad de Medicina. La provincia de Santa Fe requería con premura de ingenieros, administradores del progreso y médicos. 39 Habría profesores y alumnos suficientes.40 Esta iniciativa, como tantas otras en el Congreso tuvo un resultado negativo.
Por otra parte "el Superior de Comercio", convertido en un ámbito propicio para la defensa de los intereses regionales, también dio cabida a la oposición progresistas de los gobiernos conservadores santafesinos. A principios del siglo XX, el rosarino Estanislao Zeballos, llamado a convertirse en el numen de ese establecimiento y la Facultad de Ciencias Económicas, alentó la formación de una red de intelectuales liberales, al crear la Asociación Nacional del Profesorado, con la finalidad de "liberar y renovar” la enseñanza del país, según sus propias palabras, y que más adelante presentarían un mismo frente con los estudiantes progresistas liderados por Alejandro Grüning Rosas 40 para peticionar la creación de una Universidad para Rosario.
En 1908 surgió la Liga del Sur, poderoso e innovador frente político con epicentro en Rosario, que a partir de 1912 no ocultó sus disidencias con el radicalismo recién llegado al poder de la provincia por considerar que el mismo continuaba representado los intereses de la capital provincial. Aquellos disidentes, "tenían su educacional en la Escuela Nacional de Comercio", según afirmaciones del propio gobernador Menchaca, quien además señaló como los principales detractores de su gestión a su director, Julio Bello y a Ricardo Caballero (ambos integrantes de la facción disidentes dentro de la Unión Cívica Radical). En tiempos del Centenario de la Revolución de Mayo, la Escuela Superior de Comercio era considerada el más definido bastión de la intelectualidad rosarina, vinculada a la Liga del Sur y luego a la Democracia Progresista, y opositora a las gestiones provinciales, perdurando su influencia, luego, a través de la Facultad de Ciencias Económicas que a su vez fue la cuna Escuela de Derecho, antecedente de la Facultad creada en 1967.42
A todo esto, el Colegio Carlos Pellegrini de Buenos Aires, que pasó a denominarse así a partir de 1908, comenzó a dictar sus clases en  el edificio que ocupa actualmente, Marcelo T. de Alvear 1851, donde dos años más puertas el Instituto de Altos Estudios Comerciales, sedimento de la actual Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y la antesala de su incorporación, en 1913 a esa Universidad, de la que pasaría a depender con el carácter de cursos preparatorios anexos de la citada facultad.43
Mientras tanto en Córdoba, una década después que en Rosario, se creó el 24 de septiembre de 1907 la primera escuela secundaria modelo con orientación en tenedores de libros contables y peritos mercantiles. En ella, denomina “Jerónimo Luís de Cabrera", también funcionó la carrera de Contador Público otorgando títulos que tuvieron validez nacional, hasta 1934 en que se creó la Facultad Económicas, haciéndose cargo desde ese momento de impartir la enseñanzas superior de comercio.44
LAS PRIMERAS ESCUELAS COMERCIALES DEL PAISANEXADAS AL SISTEMA UNIVERSITARIA


BUENOS AIRES

ROSARIO

CORDOBA

Creación

1890

1896

1907
Anexión a las Facultades de Ciencias Económicas

1913

1920

1935
Cabe aclarar que en el caso del colegio cordobés "Jerónimo Luís de Cabrera", que era provincial pasó a depender no de una facultad, sino de la Escuela de Ciencias Económicas de la Universidad de Córdoba, creada en 1935, la que fue elevada al rango de Facultad en 1946, es decir con 26 años de posterioridad a la  de Rosario.
El Superior de Comercio de Rosario pudo inaugurar oficialmente su biblioteca el 26 de junio de 1915, con la presencia de Joaquín V. González. Pasaba a  la primera del país especializada propiamente en una materia principal: la economía. También hizo uso de la palabra Federico Valdés, el legendario orador riojano radicado en Rosario, líder de la Comisión Popular Pro Puerto de Rosario, abogado  del Banco de la Nación, miembro de la Bolsa de Comercio de Rosario, dirigente la Liga del Sur y de la Democracia Progresista y profesor de la Escueta Superior de Comercio, y protagonista de gran parte de las reivindicaciones regionalista relacionadas con su desarrollo en los últimos veinte años. El entendía que la inauguración  de la Biblioteca era un peldaño hacia la tan anhelada universidad local: “Las universidades deben dejar de ser patrimonio de las clases privilegiadas en organismos vivientes. Por eso no he escuchado argumento más inepto, contra el anhelo de fundar un instituto universitario, que al pretenderle negarle ambiente propicio para existir y desarrollarse. Más, si ha de dársenos universidad, que sea  amplia y autónoma, como corresponde a su importancia y a la vasta zona de la que Rosario es cabecera ".45
Por otra  parte. en 1907, se puso la piedra basal del edificio del Superior, en un terreno adquirido por la iniciativa de Julio Bello en un terreno sobre bulevar Oroño. El delegado del ministro de Educación de la Nación, José Bibiloni, manifestó que si bien los institutos de este tipo "estaban muy lejos a los que correspondía su valer", había comenzado una reacción por la demanda de las empresas. seguros y bancos, por contar con personal calificado para las tareas contables, y concluyó  definiendo a Rosario como "ciudad comercial por excelencia compuesta por la  población más independiente y trabajadora de la República".46
 El elegante palacio del Colegio Superior de Comercio fue inaugurado el 6 de julio de 1913. En la primera promoción de contadores públicos, peritos y tenedores de libros que tuvieron graduados ese mismo día en el flamante salón de actos se encuentran nombres que tuvieron una actuación destacada en las siguientes décadas: Armando Aprile( el primer rosarino graduado como doctor en Ciencias Económicas en la República Argentina); Eusebio Blotta, Francisco Bitetti, Esteban Isern, Máximo Pochat, Vicente Pusso, Ángel González Theyler, Alfredo Aprile, Eduardo Bruera, José  Lo Valvo, Hércules Tacón, Andrés Jáuregui, y Alberto Arrúe Gowland. Este último sería dirigente del Partido Demócrata Progresista, autoridad académica y docente de la Facultad de Ciencias Económicas, y promotor de la creación de la Escuela y Facultad de Derecho, entre otras actividades. Dentro de aquel complejo educativo moderno, que contempló el turno noche (el Colegio Nacional aún no lo había implementado) surgieron actividades como la creación del Banco Modelo para las enseñanzas prácticas  de las operaciones reales, estimular el hábito del ahorro y el cooperativismo y familiarizar a los alumnos con las modalidades empresariales, tal como ocurría en el Carlos Pellegrini de Buenos Aires. Por las proyecciones que éste alcanzó la acción  cultural que desplegó fue un establecimiento señero en su género en el país. 47
También funcionó en la Escuela un Centro de Estudiantes, un ámbito de participación para los jóvenes que luego serían docentes de la Facultad Económicas.48
    Como coronación de este proceso de consolidación institucional, el gobierno nacional resolvió  elevar el rango del establecimiento al convertirlo, a partir del 1 de enero de 1916, en Instituto Superior de Comercio de la Nación: "destinado a fomentar la investigación y solución de los problemas económicos que se relacionan con la riqueza argentina y a proporcionar los conocimientos comerciales, de acuerdo con el siguiente plan de estudios". Los argumentos del decreto, firmado por el presidente de la República, Victorino de la Plaza, y redactados por su ministro Tomás Cullen -uno de los viejos dirigentes del liberalismo mitrista que trabajó desde Buenos Aires por el progreso provincial- son por demás de representativos de lo que esta decisión perseguía: "Considerando que se acentúa la incorporación de los estudios mercantiles a las costumbres nacionales, como lo prueba el creciente aumento de alumnos en las escuelas del género en el país; que el estado actual de nuestras importaciones  y exportaciones, exige personas preparadas en las ciencias comerciales y económicas, capaces de estudiar eficientemente los problemas que surgen del acrecentamiento rápido de la riqueza argentina; que para ello es necesario perfeccionar las instituciones de enseñanza comercial, creando así organismos que puedan ser las bases futuras Facultades o Universidades de Comercio; que por su organización, número de alumnos, cursos que se dictan y técnica de los estudios, la Escuela Nacional Comercio del Rosario, es el instituto superior de enseñanza mercantil en la República que la importancia comercial del Rosario de Santa Fe, demanda una alta tal institución de cultura, donde se estudien los problemas económicos, formando profesionales técnicamente preparados para intervenir con eficacia en su mejor solución; que esa demanda se manifiesta por la aspiración pública de tener centros de educación superior, demostrada en diversas ocasiones por todos los órganos de la vida rosarina; que por otra parte, con escaso sacrificio para el erario, puede satisfacerse esa aspiración, que es a la vez una necesidad pública"49.
Luego de la gran movilización de la dirigencia y la sociedad rosarina por la modernización y puesta en funcionamiento del puerto de Rosario y la canalización del río Paraná (1898-1905), la creación de una Universidad fue una de las banderas regionales más convocantes. Desde 1890 existía en la ciudad de Santa Fe una Universidad fundada y sostenida por los gobiernos conservadores destinada los recursos para la gestión pública y la conducción de la burocracia provincial que aún  en la primera mitad del siglo XX seguía estando bajo el control de las catorce familias gobernantes -sostiene. Felipe Justo Cervera- cuyos miembros ejercieron  el poder entre 1815 y 1942: Candioti, López, Aldao, Rodríguez del Fresno, Fraga,  Oroño, Cabal, Zavalla, Gálvez, Crespo Rodríguez del Fresno, Iturraspe Freyre, Freyre Iturraspe, Echagüe, de Iriondo Candioti. 50
Esa Universidad y la élite que representaba, se encontraba completo de las aspiraciones educativas de un amplio sector de la dirigencia rosarina que quería su propia Universidad, con su propio perfil. En Santa Fe funcionaban las  carreras de Abogacía, Notariado, Farmacia y Obstetricia. Sin embargo, el proyecto conservador de mantener la conducción y entidad fundacional de la Universidad de Santa Fe sufrió las consecuencias de distintos procesos que atentaron contra la consolidación de ese objetivo: el crecimiento de las reivindicaciones regionalistas del  sur provincial; la pérdida del poder político de los círculos gubernistas del régimen con la llegada a la Casa Gris, a partir de 1912, del radicalismo; el nacimiento de un  movimiento estudiantil liberal y reformista; y la movilización de personas e instituciones de Rosario por convencer al Gobierno de la Nación de la necesidad de dotar a la segunda ciudad de la República de una Universidad propia. En los inicios del primer gobierno radical existían tres tendencias marcadas:
a- Los que querían mantener la Universidad de Santa Fe bajo el perfil conservador fundacional.
b- Los que aspiraban a la creación de una Universidad de Rosario.
c- Los que aspiraban a retener el control de la Universidad de Santa Fe pero con un matiz liberal o fuera del control de los conservadores.
La conjunción de estos dos últimos sectores llevaría a la conformación de frente para fin a la perpetuación de la Universidad de Santa Fe. En 1913, las autoridades y estudiantes de la Escuela Nacional de Comercio, adhirieron a la postura local de impulsar el surgimiento de la Universidad Federal de Rosario, tal como la denominaba el proyecto presentado ese año al Congreso de la Nación por el diputado nacional Estanislao Zeballos, referente nacional indiscutido del poderoso liberalismo rosarino y figura tutelar de la que sería siete años más tarde Facultad de Ciencias Económicas de Rosario. Esto sucedía al mismo tiempo que una comisión “Pro Universidad de Rosario", encabezada por el presidente de la Bolsa de Comercio local, Luís Colombo, inició una campaña en tal sentido, entrevistándose con el presidente de la República Roque Sáenz Peña para entregarle un solicitud suscripta por el comercio, la banca, el foro etc., dando además por cierta que se incluiría en la misma” una Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales", aspiración que se tornaba más que necesaria teniendo en cuenta que en 1911, y por razones presupuestarias, se había suprimido la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. 51
El director de la Escuela Superior de Comercio, profesores, padres de alumnos, autoridades de la Bolsa de Comercio, la Liga del Sur, la Asociación El Círculo, de la Biblioteca Argentina, el Colegio Nacional, entre otras instituciones firmaron dicho  petitorio que reunió siete mil firmas.52
La mismas autoridades de la Bolsa de Comercio participaron ese mes un acto de honda significación: la colocación de la piedra fundamental del futuro palacio de la Aduana nacional de Rosario, una iniciativa que tuvo una resolución aún mucho más lenta que la cuestión universitaria pero que puede enmarcarse dentro de un mismo accionar o accionar dirigencial. El viejo edificio de la aduana almenada había quedado por completo a tras mano de los progresos de la ciudad e inadecuada para sus fines. Hacia apenas diez años que se había iniciado la construcción del puerto de Rosario impulsando  una transformación sin antecedentes en relación con el incremento del desarrollo expansivo de la plaza mercantil. El 50 % de las importaciones que no entraban por el  puerto de Buenos Aires eran recibidas por el de Rosario, y las exportaciones  habían aumentado entre el 12 y el 19%, a pesar que la exportación de la producción. también salía distribuida por los puertos de Santa Fe, Villa Constitución y  San Nicolás. La aduana que en 1907 recaudaba 15 millones de pesos, pasó en 1910 a producir 17 millones y medio, y en 1913,25 millones de pesos.53
Dos años más tarde, la Cámara Sindical de la Bolsa de Comercio, a través de su presidente Luís Copello, apoyó públicamente el proyecto en el1 los diputados nacionales Lisandro de la Torre, Francisco E. Correa. Ovidio Lagos, Leopoldo Meló, creando en Rosario una Facultad de Ingeniería, por ser una necesidad evidente que insumiría mil pesos mensuales, cantidad que juzgaba “insignificante”,  teniendo en cuenta los beneficios que ella podría reportar a la ciudad, “centro de numerosas fábricas y usinas".54
Año a año se sucedieron nuevos proyectos presentados al Congreso, girando ­entre las tres tendencias señaladas, aunque todas coincidían en que aún estando la  sede en Santa Fe abriría en Rosario la Facultad de Ciencias Económicas. 55
 El movimiento estudiantil en la provincia intensificó su prédica pro universidad en Santa Fe, al que se sumó la Federación Estudiantil y el Centro de Libre Pensamiento. Los jóvenes representativos de aquel frente fueron Sixto Bayer, Guillermo Bonaparte, Luis Bonaparte (h), Isaac Francioni, Alcides Greca, Alejandro Grüning Rosas, Eduardo Laurencena, Jaime Kanner, Enrique M. Moca, y Cortés Pla, entre otros.56-
El 9 de julio de 1916 apareció el primer número de la revista Horizontes,  publicación mensual del Centro de Estudiantes de la Escuela Superior Nacional de  Comercio. En el segundo año de su aparición se explicaba que Horizontes implicaba tener la vista puesta en la enseñanza superior: "En la Escuela Superior Nacional de Comercio, a medida que fue dejando de ser una fuente de enseñanza superficial para  asumir su carácter de instituto universitario, hacíase sentir la ausencia de un órgano de publicidad".57
Hacia 1916 eran docentes de la escuela los contadores Alberto Avévalo, M. Fernández Romero, Carlos J. Ghirardi, Domingo B. Cabanillas, e Hiram . G. Calógero; los abogados: J. J. Colombo Berra, Avelino Ferreira, Julio Marc, Ernesto Marquardt, Antonio F. Cafferata y Emilio Cardarelli; los ingenieros Juna Bello y Manuel J. Cafferata y el médico Tomás Farsi.58
Autoridades, profesores y alumnos de esta institución y del Colegio Nacional se desempeñarían al frente de las cátedras de las facultades de la Universidad Nacional del Litoral. Juan Álvarez, Alfredo Arfini, Juan B. Arrospidegaray, Pedro Blanqué, José S. Cardarelli, Tomás Cerruti, Ricardo Foster, Jorge García González,   Fernando Gaspary, Pedro Giménez Meló, Oscar C. Meyer, Martin Munuce, Carlos J. Omnés, Ricardo Ortis. Emilio J. Pareto, Alberto Parody, Isidro Quiroga, Enrique Sempé, y Emilio F. Solari.59
La intensificación de la enseñanza comercial en la Escuela  de Comercio, a raíz del plan de estudio aprobado del 28 de febrero de 1910, motivó el acrecentamiento de la concurrencia de alumnos a la institución, lo que fue interpretado como  una demostración de la importancia que la ciudad concedía al desarrollo de la ciencia comercial. De 326 alumnos en 1912, llegó a 763 en 1916. El plan de estudio vigente asignaba al curso de Peritos Mercantiles cinco años de estudios (con la implementación de la escuela intermedia quedó reducida a tres), al término de los cuales el alumno egresado ingresaba directamente al curso de Contadores o Calígrafos. Por la noche funcionaba el curso nocturno de Tenedores de Libros, con el objeto de impartir la enseñanza indispensable para que el alumno pudiera llegar a ser un buen empleado establecimiento comercial, industrial, bancario, sociedades anónimas, etc. 60 . A principios de 1917 el ingeniero Julio Bello presentó su renuncia a la Dirección de la Escuela para asumir la dirección del Banco Provincial de Santa Fe, por pedido del gobernador radical Lehman, a quien le unía un deber no sólo como amigo sino como correligionario  de una facción que con mucho sacrificio había podido conquistar de la estructura interna del radicalismo. El docente creía que no creía que no correspondía tener ambos cargos por la dedicación que le exigirían, sin embargo el Centro de Estudiantes de la Escuela de Comercio y la Federación de Estudiantes de Rosario no compartían su criterio, dado que las nuevas funciones serían provisorias y que significaría una experiencia que redundaría a favor de un director de una Escuela de Comercio. 61


Bibliografía
38- Ibídem p.11.
39- Ibídem p.13.
40- Ibídem p.14.
41- Ibídem p.150.
42-La Capital de 30 de diciembre de 1977.
43- Página Web Colegio Carlos   Pelledrini.
44-Página Web del Colegio “ Jerónimo Luís Cabrera”.
45-Leonardo Kanner, ob. Cit. p.47
46- Ibídem p. 51.
47- Ibídem p.53.
48- Ibídem p.55.
49- Ibídem p.56
50- Felipe Justo Cervera, "Nepotismo y economía en Santa Fe. siglos XVII a XX", en la Revista de la Junta Provincial de estudios Históricos de Santa Fe. Santa Fe, 2004, p. 52.
51 –  Boletín Oficial de la Bolsa de Comercio de Rosario, del 30 de noviembre de 1913, N° 45, p. 1961
52—Encabezaron  las siete mil firmas reunidas en la nota de agosto de 1913: Luis Colombo, presidente de la Bolsa de : > Santiago Pinasco. vicepresidente; José Monserrat, presidente de la Cámara de Comercio: Nicolás Raffo. —presidente  de la Cámara de Cereales: Miguel Monserrat, presidente de la Cámara de Defensa Comercial; José Firpo. presidente del Mercado General de Productos Nacionales y Juan B. Cordiviola, secretario; Juan José Andino, presidente de Sociedad Rural, y Alejandro Carrasco, secretario; Cornelio Casablanca, presidente del Hospital Centenario Eduardo Paganini, presidente del Club Social; Alfredo J. Rouillón. presidente del Jockey Club. etc. También figuraban Juan Alvarez, Ciro Echesortu. Ricardo Schlieper, Manuel Ordóñez, Santiago Pusso, Victor Recagno. Santos Mnfredi, Enrique Thedy. Lisandro de la Torre, Carlos Brebbia. Gervasio J. Columbres, Alejandro Hertz. Ramón Lucero,Constancio Larguía. Manuel López Zamora, Joaquín Lagos. Fermín Lejarza. José Serrot, Carlos Lac Prugent. Luis Bello, . Luis B. Laporte, Isidro Quiroga, Camilo Muniagurria. Juan A. Ortiz, Clemente Alvarez y Tomás Cerruti. La composición de la secretaría de la comisión evidencia las instituciones sobre las que cargaría el peso administrativo y ejecutivo labor: Benjamín Rodríguez de la Torre. Alejandro Alvarez y Alfredo Lovell. por el Colegio Nacional, la Bolsa de Comercio de Rosario y la Escuela Superior de Comercio, respectivamente.
53 -Ibídem p. 1710.
54-  Boletín Oficial de la Bolsa de Comercio de Rosario, del 30 de septiembre de 1915. n° 89. p. 3.204.
55- Leonardo Kanner, ob. Cit. p.64.
56- Ibídem p. 76.
57- Entre   los integrantes de la Comisión Directiva figuraban los siguientes estudiantes: Francisco Casiello, José Luis Ferrari, Manuel Genolet. Luis Sacchi, H. Taconni. etc. Todos ellos podrían encuadrarse en la genera-Centenario de Mayo graduada en el Centenario de la independencia Argentina, y con actuación pública en del 20. Hacia 1916 egresaron Eduardo Bruera. Antonio Gaspar. Samuel Schamis. Ángel Rossini. Domingo Navarini. Amadeo De Santis. Mariano Enz, Vicente Aielli, Gerardo Van Oppen. y Raúl Rosselli, entre otros.
  Ibídem p.  Año II n° 8-9, agosto y septiembre de 1917, p. 424.
58- Ibídem  año II, mayo de 1917, N º 5 .P.352.
59-•Colegio Nacional del Rosario. Antecedentes reunidos con motivo del 43 aniversario de la apertura de los cursos, :1 Colegio Nacional, Rosario, 16 de julio de 1917.
60- Revista Horizobntes, año I , septiembre de 1916 , Nº 3 p. 115.
61-Ibídem, p. 26.

Fuente: Extraído  de el Libro De Marco, Miguel Angel  “Libro Ciudad Puerto – Universidad y Desarrollo Regional – Rosario 191-1968” de noviembre 2013.