viernes, 29 de agosto de 2014

LOS PRIMEROS ALOJAMIENTOS Y HOTELES DE ROSARIO



Por Lorena Ratner*

La costumbre del hombre de desplazar­se de un sitio a otro, en un principio en busca de alimentos y refugio, y más tar­de con fines comerciales, resultó en la necesidad del establecimiento de zonas delimitadas para hacer un alto en el camino, recupe­rar fuerzas, descansar y ali­mentarse para poder seguir el recorrido. Recordemos que la única alternativa para el transporte de mer­caderías y el servicio de mensajerías por el interior, era la vía terrestre a trac­ción de sangre. Durante el período colonial y hasta bien entrado el siglo XIX, en estos caminos o rutas, fueron surgiendo una se­rie de posadas en las que el viajero podía alojarse con sus caballos y comer a cambio de dinero. Estos establecimientos, denomi­nados "postas" se caracte­rizaban por las precarias condiciones sanitarias que ofrecían, en algunos casos, alojando a los huéspedes en los establos junto con el ganado. La posta, no era otra cosa más que una casa o rancho en donde se hacía el relevo de los caballos y se proporcionaba descanso a los viajeros de las carretas, diligencias y jinetes. Las primeras postas establecidas en el Pago de los Arroyos fueron para asistir a los correos del Paraguay y del interior. Más allá de lo precario de estos aloja­mientos, debían cumplir con algunos requisitos mínimos, como por ejemplo, las habitaciones debían estar provistas de camas, mesas, sillas, utensilios de cocina y puertas con llave. Las camas, en realidad, eran tarimas de adobe o es­trados, sobre los que se ponían pieles o cueros como colchón. Los viajeros Juan y Guillermo Parish Robertson hacen la siguiente descripción  acerca de las postas: "Las postas con pocas excepciones son todas iguales, simples ranchos de quinchos imperfectamente techados de  paja, muy sucios, con pisas de barro  y dos o tres niños tendidos sobre cueros . Cráneos de vaca se como sillas. Hay un apartado, no tan confortable como la habitación principal, destinada a los pasajeros: y una ramada abierta a toda» los vientos, de cuatro pies en cuadro, sirve de cocina". El tipo de alojamiento aludi­do anteriormente se ubicaba en zonas rurales y coexistía durante el siglo XIX. con los alojamientos de tipo urbano, denominados en un principio "fondas" o "fondines" y mas tarde, hoteles. Las fondas eran casas donde además de servir­se comida, se daba albergue. Con la llegada de los inmi­grantes el desarrollo edificio se vio potenciado gracias a las inversiones de los comercian­tes en la construcción de nuevas  propiedades, algunas de las cuales se utilizaban, pata brindar servicios de aloja­miento. A pesar se su incipien­te desarrollo urbano, ya a mi­tad del siglo XIX. la ciudad de Rosario contaba con un gran número de hospedajes, debido al continuo movimiento portuario y comercial  que se registraba en la rea primeros, podemos; de las Naciones, situado en  San Lorenzo y Comercio, el Hotel Colón, cons­trucción de dos plantas en la esquina de Córdoba y Aduana (Maipú), el Hotel del Comercio, sobre la calle Córdoba, el Hotel del Globo, establecido por José Capurro en la calle San Lorenzo frente a la Bajada principal, actual Sgto. Cabral, luego denominado Génova y que desapareció en 1968 al ser demolido. En el año 1865, se inauguró el Hotel de La Paix, de María R. de Mirat, en la calle San Lorenzo 88, esquina a la bajada de la Aduana (hoy Sto. Cabral), que clausu­ró en 1871. Años más tarde ocuparía la esquina de Sarmiento y Urquiza. El Hotel de la Paix ocupaba un amplio edificio. El constante crecimiento de la ciudad y el consecuente aumento de la clientela obligaron a su propietario a ex­tender su local y equiparlo acorde a los avances de la época. El edificio de tres plantas, fue refaccionado y ampliado y sus instalaciones sufrieron un cambio radical. Los salones comedores amplia­mente instalados en la planta baja tenían comodidades para 100 comensales.

Esta esquina siempre estuvo ocupada por hoteles, en el mismo edificio se ins­talaría más tarde, el Hotel Argentino y el Firenze.

Otro de los legendarios hoteles rosarinos, fue el Hotel Universal, de tres pisos, construido por Camilo Aldao en 1869. Funcionó hasta fines de la segunda década del siglo XX en la Córdoba 104 (actual Córdoba 94 terminó por demolerse en 1973. En su libro, Elvira Aldao de Díaz liza una breve descripción del ir. Allí relata que a pesar de su falta confort, duró varios años, tenía ha habitaciones sobre galerías abiertas, con o dos cuartos de baño por piso. galerías superpuestas con balcón de hierro, daban a grandes patio mayor con magnífico piso de blanco. En el centro una aravá plantada por Camilo Aldao, da sensación de frescura que el larg rano rosarino requería". (Alda Díaz, E., 1931).

 Hospedajes del mismo período Hotel Central, también llamado Castel Trento", en la esquina de las Jujuy y Corrientes, frente a la Estación Central Argentino. Posteriormente se establecieron Hotel del Norte, en la equina de Tucumán, el Grand Hotel Central, y  la calle Urquiza, y el Hotel Italia calle Maipú, inaugurado en 18S1 último originariamente sólo te» pisos, al que luego se le agrego cero entre 1900 y 1930. Durante largos años fue uno de los hoteles más importantes del país. Su construcción estuvo a cargo del ingeniero civil Italo Religa.

 Como tantos otros edificios de ma época, y por sus característica  particulares, fue declarado Patrimonio de  la Ciudad, y en la actualidad como la sede de Gobierno de  la Universidad Nacional de Rosario.

Su interior posee ornamentos realizadas por Domingo Fontana y Luis Levoni, cerámicos y vitrales de Salvador Buxadera, pintura y decoraciones-de Giuseppe Carmignani, puerta de cedro con sus marcos y terminaciones con importantes tallas y ensi­lados.

Del conjunto de estas majestuosas edificaciones, se destaca el Hotel de Frail­ee et d' Angleterre, en la calle Córdoba 625, propiedad del empresario francés J. Nogués. Una publicidad de la época lo describía así: "El establecimiento es especial para familias y posee grandes y lujosos departamentos magníficas piezas, salón de espera y de lectura, con piano: tiene igualmente departa­mentos para baños, peluquería y demás servicios. El hotel está completamente amueblado de nuevo, y cuenta con no­venta habitaciones, de las cuales, trein­ta en la planta baja; un restaurant á la carta y á precio fijo, de primer orden, está anexo al hotel y el servicio esme­rado, no dejan absolutamente nada que desear".

Ya en la primera década del siglo XX se construyeron nuevos edificios desti­nados a hoteles, entre los de mayor im­portancia se encuentra el Savoy Hotel. La idea de una gran construcción en la esquina de las calles San Martín y San Lorenzo había surgido ya en 1905 en su propietario, don Aquiles Chiesa, poderoso empresario y vecino de la ciu­dad. Por aquel entonces, la esquina, y en especial la calle San Lorenzo, era un punto neurálgico, conformado por bancos, entidades financieras, compañía  de seguros e importantes empresas El lujo desbordaba el inmueble en sus características arquitectónicas como en los detalles de su interior. Además de encomendar una refinada decoración, su propietario, Guilk Widmer, encargó toda la vajilla] cristalería a París y Alemania.

 Más allá de sus cómodas habitaciones el hotel contaba con salón de billar, bar, pastelería, salón de fiestas y un lavadero a vapor en la parte interna terraza. A lo largo de sus años de existencia, el Savoy sufrió algunas modificaciones internas, para adecuar su uso a las nuevas necesidades, con modificaciones externas, lo que su fachada se mantuviera prácticamente original. El edificio fue vendido en el año 2007, permaneciendo . hasta el 2009 cuando comen/ obras de refacción y restauración actualidad, el hotel es denominad “Esplendor Savoy Rosario" y es uno de los  iconos del patrimonio urbano rosarino.

 Dentro del mismo grupo, se distingue el Majestic Hotel, de estilo academicista, que fue construido alrededor; en la esquina de San Lorenzo y Sargen­to Cabral. A pesar de haber cambiado su fisonomía debido a un incendio que destruyó parte del edificio, el Majestic, declarado patrimonio histórico de la ciudad en el año 2006, aún conserva su imponente fachada.

Otro edificio del rubro corresponde al Hotel Britannia, ubicado en la calle San Martín al 300. De origen inglés, fue construido por Alejandro Máspoli con la intención de albergar a aquellos hom­bres que invirtieron en el desarrollo del ferrocarril. Sus características son similares a un hotel que aún existe en Londres. Además de los ejecutivos de la Compañía Británica del Central Argen­tino, se hospedaron allí, importantes comerciantes de la época. Sucesos de gran trascendencia se dieron en el hall central de este edificio, como la firma del acta de fundación del Club Newell's Oíd Boys y del Colegio San Bartolomé. Hacia mediados del siglo XX, era el  alojamiento elegido por gran parte de la farándula nocturna rosarina. Pero con el correr de los años, el hotel comenzó a mostrar señales de deterioro, por lo que se realizaron las reformas correspon­dientes para rehabilitarlo y actualmente funciona nuevamente como hotel. Desde 1960 en adelante se construye­ron edificios para hoteles como: Bil­bao, La Paz, Riviera, Plaza, Presidente, California, entre otros, y durante las últimas décadas, distintas cadenas de hoteles de cuatro y cinco estrellas se sumaron para acompañar el ritmo de crecimiento sostenido de la ciudad, la cual ha logrado posicionarse como uno de los centros turísticos del interior del país más elegidos por los viajeros.
* Lic. en Antropología. Archivo de Fotografía. Escuela Superior de Museología. Secretaría de Cultu­ra y Educación. Municipalidad de Rosario.


Bibliografía

Aldao de Diaz, Elvira. "Recuerdos Peuser. Buenos Aires. 1931.

 Asociación  Pro-Rosario. "Rosario mirando arriba: cúpulas, torres, remates" 2008.

 Brandt. Ernesto.  "La provincia de I el principio del siglo XX". Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco. Buenos Aires 1901.

 Diario "La Capital". 22 de abril de 2010.

 Diario "La Capital". 17 de diciembre de 2000.

Diccionario Mikielevich (inédito).

 Imágenes pertenecientes al Arel; fía de a ESM.

Luzuriaga, A.D. y Navasqués. S. “Album Historiológico de Rosario". Editorial The Rosario, 1914

Marini, Viviana. "El Savoy, cien años de vida de hotel” http://www.rosental.com/files/MEMORIA_SAVOY.pdf.

Plano topográfico. Pago de los Arroyos . Editorial . Santa Fe. C. 1860.

Robertson, J. P. "Cartas de Sudamérica: andanzas por el Litoral argentino • ( 1815-1816)

Emecé. Buenos Aires, 1950


Fuente: Extraído de la Revista, su Historia y Región . Fascículo N• 118 – Mayo de 2013.-