viernes, 6 de mayo de 2022

MULLER, CHACO – MUSICO ( 1929-2000)

 




Por Marcelo Monichetti

Cantor de pampa y río

Fue el mayor compositor de música folclórica que haya dado la ciudad. Detrás de una máscara dura esncodía una gran sensibilidad y un profundo compromiso con su país y su tiempo.



El compositor de música folclórica más importante de Rosario vivió oculto tras una coraza que protegía su sensibilidad. Quizá por esa--razón Rodolfo "Chacho" Muller siempre tuvo un aura que lo convertía en un personaje casi inabordable. Sin embargo, aquel que pudiera vulnerar su primera línea de defensa se encontraba con un hombre conmovido por la injusticia, Con inagotable sed de perfección, esa que define al hecho artístico.

En realidad era frontal con una honestidad intelectual que impedía el doblez o el disimulo, aunque, eso le costara fricciones. Si había algo para decir, lo decía.

Había nacido en Esmeralda y Ayolas, en una época en que ese lugar era el confin sur del barrio Tablada. Detrás de su casa se extendía un campito que llegaba hasta Saladillo. Por esas tierras costeras, pobladas de ombúes, anduvo el joven Muller montado a caballo. Y en esos parajes, escucho a las primeras guitarreros criollos, que despertaran su genio creativo.

Su acercamiento a la música se produjo por placer. Mirando como su hermana tomaba clases de piano. Aprendió a tocar el instrumento. Un oído privilegiado y una curiosidad sin Iímites le permitieron tocar temas populares de la época, clásicos del jazz y de la música universal y, ya en la madurez, bucear en la composición de obras que se encuadran en el género denominado canción del Litoral.

Ese arribo a la creación de canciones se produjo tras un desafío que él mismo se hizo al escuchar un tema compuesto por su amigo el gran pianista Tucho Spinassi. “¿ Si el puede, por que un voy a poder yo?", se pregunto una. vez y compuso “Campo lindo”, como jugando. Después vendrían creaciones que quedaron en cancionero popular argentino. Le cantó al río, su territorio preferido. También rescató de la historia argentina a personajes que la historiografia oficial soslayó.

En sus primeros años integró distintas agrupaciones folelóricas. Inti Sumaj quizá fue el grupo más conocido en el que compartía el tiempo con "Pucho" Spinassi. Allí tocó hasta el charango, aunque se defendía mucho mejor con la guitarra o el piano. Pero sin dudas lo mejor lo dio con sus composiciones. Dueño de un curioso talento para escribir letras profundas y "redondas', también poseía habilidad para componer fuera de los cánones. Siempre imprevisibles, sus cauciones no pierden belleza a manos de la originalidad.

También se preocupó por rescatar ritmos regionales olvidados como el estilo y el triste. Marinero de agua dulce, tras su enamoramiento con el Paraná compró un viejo lanchón que Aerolíneas Argentinas utilizaba para trasladar los pasajeros del hidroavión que descendía frente al Monumento a la Bandera. En ese barco navegaron desde los integrantes de una orquesta sinfónica rusa hasta Mercedes Sosa. Atahualpa Yupanqui, hombre de tierra adenro. no subía. Con él compartía el tiempo. en su casa y fue el patriarca del folkolre argentino quien, tras escuchar "La isla” ya ha cumplido su deber de músico” anécdota que el mismo Chacho relataba con orgullo.

Su obra tuvo muchos interpretes: entre otros Mercedes Sosa, Miguel "Zurdo" Martínez, Raúl Carnota, Liliana Herrero, Los Arroyeños, Los Trovadores, Myriam Cubelos, Carlos Pino. Suma Paz, Omar Moreno Palacios y Jorge Fandermole. Muy buenos todos, sin dudas, pero también muchos menos de lo que su producción merece.

El 23 de mayo de 2003 dejó de luchar contra una, enfermedad que lo fue cercando. Hacía poco que su segundo disco, "Monedas de sol” había sido editado a con la producción es su legado y en él recogió algunas de. las excelentes obras que produjo. Quedan en la memoria páginas inolvidables como “la Isla”, "Pescadores de mi río", "Corazón de curupí", "Ay, si no" y "Juancito en la siesta", entre otras joya de una herencia que no tiene dueño, como las canciones que se meten en la memoria popular para con vertirse en folclóricos.

Fuente: Extraído de la Revista del diario “ La Capital” 140 aniversarios. 2007.