miércoles, 31 de marzo de 2021

Roberto Artemio Gramajo «El Chango»

 




Por Javier Armentano- Roberto Caferra




Roberto Artemio Gramajo. Canalla. El de los cuatro a Independiente, el del gol a NOB metiéndola un cachito detrás de la raya y mostrándosela a la hinchada, e/de/a potencia goleadora avasallante. El «Chango»







El chango la metio medio metro...




Chango, Chango, metiste en mi gualicho a la hinchada de Central», es el texto de un tango que la Ocal le dedicó en 1970 a Gramajo. El santiagueño apilador de rivales. Una gambeta burlona y goles. Muchos goles. En total 51. El primero se lo hizo a River el 5 de noviembre de 1967. El último a Independiente el 16 de abril de 1972, en un partido en el chiquero donde Central le ganó seis a cero con dos del Chango.

Gramajo recuerda a 1970 como su mejor año en el fútbol. «Ricardito (Palma) en los primeros años que jugué en Central me hacía hacer cada gol. Qué jugador que era él. «Qué calidad tenía», dice con el inconfundible acento santiagueño.

Mira a los ojos y sus pupicancha en aquellos años no la ha perdido. ¿Sabrá realmente quien es él para la memoria canalla?las brillan. La candidez y picardía que demostraba en la 


Su explosión nacional fue una tarde primavera de 1970. Si bien ya había convertido cerca de 25 goles para Central, recién el 2 de octubre de 1970 su nombre se elevó a lo más alto de las marquesinas del fútbol. En la cancha de Independiente Central le gana a los rojos con cuatro tantos de Gramajo y uno de Bóveda. «Fuimos a ver a Yazalde y nos encontramos con Grama-jo», tituló la revista deportiva El Gráfico ante la desazón porteña, absortos con ese intrépido santiagueño.

«Ése fue mi mejor partido. Todo el mundo hablaba de mí. En Santiago mis familiares y amigos estaban hinchados de gusto», recuerda el Chango. «Tenía 22 años y ese campeonato salimos subcampeones. Teníamos que haber sido nosotros los campeones», agrega.

Sin embargo tenía preparado otro show para la hinchada canalla. El 15 de noviembre de 1970, el Chango Gramajo, logró enloquecer a propios y extraños. «El compás de Gramajo le impusieron a Central una superioridad humillante», escribió el cronista de El Gráfico. El partido era en el Parque contra Ñuls. En la primera ronda Central le había ganado tres a uno en Arroyito. Los leprosos esperaban la revancha con ansias de venganza. Pero eso nunca llegó.

Central ganaba tres a uno y en un ataque Gramajo toma la pelota, encara al área, elude a Fenoy y avanza hacia el arco. Mete la pelota sólo medio metro adentro, la toma con la mano y se la muestra a la hinchada rival, que lo mira estupefacto.

La provocación santiagueña. Y un gualicho conocido.

¿Es la sonrisa del Chango la que tanto lo puede?

«Estaba un poco caliente con Fenoy», recuerda lejos de aquel gesto Gramajo. «Cada vez que había un comer a favor de Central, el hijo de puta me tocaba el celo y me cargaba. Me decía: 'qué pasa Chango ¿te veo mal hoy?'. Yo le respondí muy caliente que no me jodo porque yo iba o tener revancha y él no.

Y así fue. Cuando hice el gol. Apenas la entré medio metro detrás de la línea la levanté y la mostré no sólo a Fenoy sino a todos los hinchas de Ñuls. Qué baile le dimos ese día».

La tonada no la pierde. Y esa mirada pícara que aún busca un arco rival.




Fuente: Extraído del Libro “ Callanada Historia de la Pasión “. Homo Sapiens Ediciones. Año Diciembre 2000