miércoles, 1 de julio de 2020

La dirigencia post peronista y el IFI



Por Miguel Angel De Marco ( h) 



El caso específico de Quilici, quien asumió por primera vez una cátedra universitaria en octubre de 1955, ilustra sobre el repentino y vertiginoso ascenso de nuevos actores sociales y políticos que vinieron a ocupar el espacio dejado por la proscripción del peronismo al mismo tiempo el restablecimiento de las redes configuradas por la dirigencia rosarina entre 1852 y 1945, vinculadas al libre comercio, el puerto la Universidad, las instituciones de la producción, las organizaciones profesionales, y la política. Durante el gobierno de la Revolución Libertadora puede advertirse en Quilici una valoración negativa de la experiencia económica peronista, en el sentido que ella habría significado para el país una reversión del desarrollo.37 

Los delegados interventores en la UNL garantizaron a las autoridades nacionales la composición de un cuerpo docente integrado por opositores al peronismo. Por su parte, el amplio sector del movimiento estudiantil que había apoyado el derrocamiento de Perón obtuvo la autonomía de las casas de altos estudios y su participación en el gobierno de las mismas. Los graduados, de extracción socialista, anarquista y radical tuvieron en adelante un lugar clave en la constitución de las nuevas relaciones de poder en la universidad .38 El 1 de octubre de 1955, en una asamblea conformada por la denominada Comisión Representativa de los Estudiantes de Ciencias Económicas, el Colegio de Doctores y Graduados en Ciencias Económicas y el Colegio de Doctores y Graduados en Diplomacia emitieron un comunicado público elevando al rector interventor de la UNL, José M. M. Fernández, una terna de candidatos a delegado interventor de la Facultad, integrada por Quilici, Calixto Armas Varea y Roberto Pérez, y anunciándole que se crearían comisiones para proponer profesores interinos .39 

Fernández designó a Pérez y éste reorganizó el cuerpo de profesores, el que fue designado por resolución del 17 de noviembre de 1955. Quilici tenía 30 años de edad cuando dejó la actividad universitaria y retornó con 42, con los bríos de una carrera ascendente, asumiendo como profesor titular interino de la cátedra Fundamentos de la Economía. En el mismo cargo pero en distintas materias hicieron lo propi9 quienes ejercerían un papel clave en la creación de la Escuela de Derecho y la futura Facultad de Derecho de Rosario, dependiente de la UNL, liberales, radicales, demócratas cristianos y demócrata progresistas: Mario Chiodin, Manuel J. de Juano, Julio Martínez de San Vicente, Camilo Muniagurria, José J. Bruera, Horacio R. Thedy, Francisco Lechini, Calixto Armas, Antonio Gaspar, Luis Premoli, Francisco L Garo, Héctor Enz, Samuel Gorbán, Sergio Díaz de Brito, Raúl Rodríguez Araya, Juan Lazarte, Carlos Stein Cousier, Celestino Araya, y Edgardo Diedirich, entre otros.40 Días más tarde se realizó en la Facultad "el acto de reasunción" y "reincorporación a la cátedra", tal como se lo denominó, cuando en verdad muchos lo hacían Sin haber sido cesanteados o perseguidos, aunque sí probablemente no convocados o admitidos, como Quilici. El ejerció un lugar protagónico en dicha reunión y habló el representación del Colegio de Graduados. Allí expresó que "las ideas sólo se combatían con las ideas, pues ellas vivían en el mundo del espíritu donde no había cárcel ni cesantías", y terminó dando un efusivo saludo a los profesores reincorporados.41 

En el 55 Quilici ingresó como profesor al colegio de la Asociación de Mujeres de Rosario, y allí dio su primera charla pública en ocasión al sesquicentenario del nacimiento de Juan Bautista Alberdi. 42 En 1956 fue convocado como asesor del Primer Congreso Municipal Radical (Comité Nacional), celebrado en Rosario, y en carácteri de presidente de Colegio de Graduados de Ciencias Económicas 43 fue convocado a la comisión de asesoramiento financiero de la Municipalidad de Rosario. Por otra parte se registra su primera participación en las filas de la Unión Cívica Radical al integrar el listado "de afiliados" convocados por las autoridades al mencionado Primer Congreso Municipal, junto a Héctor Gómez Machado, Isaías G. Brovoski, Alejandro Gómez Francisco Lechini, y Fernando Viñals 44, quienes asumirían notorio protagonismo en la instauración nacional y provincial del radicalismo frondicista.45 

Cuando el interventor federal en Santa Fe, Garzoni se opuso y denunció ante el ministro de Hacienda de la Nación la vigencia de la ley nacional Nº 12.956 sobre régimen de coparticipación impositiva, sancionada por el Congreso en 1946, recibió en forma pública numerosas adhesiones, entre ellas las del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas, firmada por Quilici como presidente, lo que seguramente incidiría en la cordial relación que la institución mantendrá con el interventor. 46 Si bien esta ley aumentó el porcentaje de coparticipación a las provincias y municipalidad del 17,5% al 21%, Quilici y Gorbán se opusieron desde el primer momento a la misma por considerar aún muy alto el porcentaje a favor de la Nación, que era de un 79%. Esta situación recién se revirtió con la ley 14.788 de 1959, en el que el total de los impuestos coparticipados se duplicó del 21 al 42 %. 47

El Interventor de Santa Fe al observar que su prédica a favor del federalismo y la reivindicación de los intereses provinciales despertaba tanto eco en la dirigencia económica y política santafesina, y en especial en los medios periodísticos del sector, (ya se mencionó las campanas pro reactivación del puerto), realizó una jugada arriesgada, que quizás fue uno de los aspectos que contribuirían más adelante en su alejamiento. El 28 de abril de 1956, escudándose en los principios de la Revolución Libertadora, se dirigió por nota al gobierno nacional planteando la disconformidad por el porcentual vigente y la deformación del federalismo por la política impositiva.48 Una fecha impelía al actual gobierno a tomar cartas en el asunto: el 31 de diciembre de 1956 vencían las normas de distribución existentes. 

Con una rapidez inusual el interventor federal decretó en acuerdo de ministros un Plan de Fomento Industrial para Santa Fe con la principal intención de orientar una política que lograra la radicación de capitales 49, una carrera a la que se aprestaron a participar otras provincias como Buenos Aires 50, basada en los principios de la libre empresa, comprendiendo a todas las industrias de transformación o manufactureras cualquiera fuera la naturaleza del producto ' su importancia 51incluyendo a las ya existentes, las que serían beneficiadas en proporción directa al incremento físico del nivel de producción.`Para aplicar e interpretar este decreto ley, que número 9132, Garzoni, creó el Instituto de Fomento Industrial (en adelante IFI) como organismo colegiado, asignándole una función "técnica y consultiva" que debía evaluar solicitudes de beneficios impositivos (que podrían contemplar el 100% hasta los primeros cinco años hasta llegar al 10% en el décimo año), proponer exenciones generales sobre capitales introducidos en la provincia para la formación o construcción de nuevas empresas industriales, intervenir junto al Poder ejecutivo en los pedidos de créditos bancarios para las empresas, y con su autorizaciones gestionar ante el gobierno de la Nación herramientas para el fomento industrial en la provincia, y la revisión de leyes o reglamentos vigentes que trastornaran su expansión y radicación.53 


La prensa liberal se congratuló que el IFI estuviese en manos "de conocedores de economía y organización industrial".., lo que lo pondría a salvo "de las intromisiones políticas". 54 Quilici fue designado en el flamante organismo como vocal por el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas de Rosario, acompañado por Samuel Gorbán como su suplente.55 

El 11 de septiembre tuvo lugar el acto de constitución del IFI. Quilici fue el único orador del directorio. "Este decreto, dado a luz en Rosario, que los rosarinos agradecemos fervientemente a manera de simbólico remate de una obra reivindicadora del federalismo argentino, que tiene su punto de arranque en la magnífica y altiva denuncia sobre coparticipación impositiva, ha significado para todos un certero impacto en el aletargamiento provincial generado, indiscutiblemente por la absorción porteña y agravado, en estos últimos años, por la acción nefasta del régimen depuesto"56, sostuvo. 

En el mismo sentido afirmó que con el nuevo gobierno se iniciaban "momentos de recuperación moral, material y espiritual de la República".57` La ponderación también se centró en que el IFI se instituía sobre "un planeamiento prudencial, medulosarnente estudiado, profundamente valorado en sus alcances y proyecciones, que se había trazado una política fiscal, portuaria, crediticia, energética y vial, con asidero en la privilegiada situación geográfica de Santa Fe, su potencial económico, en la Capacidad de los hombres de empresas, ya sean argentinos o extranjeros, en la calidad de sus trabajadores manuales e intelectuales y particularmente en el libre juego de la iniciativa industrial, reconociendo como límite el orden social según fluye de las exigencias que impone la economía moderna".58 

Reconoció que en conversaciones sostenidas con el ministro y subsecretario de Hacienda de la Intervención Federal, había advertido criterios comunes tendientes a evitar "el estatismo burocrático" al que definió como "el clásico expediente criollo", consistente en "evitar el juego de los intereses personales o de sectores industrias" y apelar a "teorizaciones puras" que "desvanecían esfuerzos y desperdiciaban energías"59, términos por entonces también utilizados en el mismo sentido Por Arturo Frondizi.60 

Cuando Quilici asumió la cartera de Hacienda del gobierno de Sylvestre Begnis, en febrero de 1958 lejos de suprimir el IFI lo potenció, dándole nueva Vida y confiándole un lugar clave en la política de promoción industrial que llevó adelante y obtuvo que la legislatura santafesina, ratificara como ley permanente al decreto ley 9132 que le dio vida. 61 No es exagerado afirmar que la política de fomento industrial del desarrollismo santafesino se sustentó en la de la Intervención Federal que le precedió. 

El 27 de septiembre de 1956, en una conferencia que Quilici pronunció en la Filial del Colegio Libre de Rosario, y que tuvo difusión periodística nacional, sostuvo que con el restablecimiento de la Constitución de 1853, que se produjo el 1 de mayo de 1956, "caducaban las reformas centralistas de 1949", y que "la vigorosa acción federa. lista" del gobierno permitía observar "el despertar" del interior argentino, "resuelto a sacudir su aletargamiento", y así "tomar el lugar activo que le correspondía dentro del proceso económico", a fin de "asegurar el logro de una equitativa distribución de la riqueza y proyectar el progreso hacia todos los sectores de la Nación".62 

En su opinión el desequilibrio regional estaba provocado "por la ruptura del equilibrio que la Constitución tan sabiamente establecía" y no a la inversa. Era la vulneración de los principios y espíritu de los constituyentes del 53 y las normas allí establecidas la causa del centralismo y la ruptura de la estructura federal de la Nación, "La irracional distribución de la población, el caprichoso sistema de comunicaciones, los distintos estándares de vida, las tarifas diferenciales, el proteccionismo preferencial", eran por obra del centralismo porteño: "Y de esta manera las provincias, cada vez más sometidas económicamente, han ido cediendo poco a poco una parte de su autonomía a cambio de la limosna federal, sin la cual, desgraciadamente, muchas no podrían subsistir. Así se ha llegado paulatinamente al espectáculo doloroso de contar con provincias que sólo lo son en la ficción, y que en la práctica constituyen meras dependencias de un ejecutivo fuerte y absorbente" .63 

En este apego a la Constitución de 1853, heredera a su vez de la tradición de Mayo, la condena a la perdurabilidad del monopolio portuario, y la reiteración del concepto de "progreso" por sobre el de "desarrollo", que efectuó Quilici en sus trabajos hasta ese momento, podrían indicar el peso de la formación recibida en el SCfl0 de la dirigencia liberal rosarina (que en materia partidaria se enrolaban en la Unión Cívica Radical, la Democracia Progresista, conservadores, progresistas e independientes). Las citas de este escrito, lejos de comprender bibliografía internacional sustentaban en profesores de su Facultad entre ellos Alcides Greca y Juan Álvarez, quienes coincidían en señalar el efecto "perturbador" de Buenos Aires como unitario del mecanismo federal".64 

En la visión de Quilici, el desplazamiento del centro de gravitación de la Argentina del interior al litoral había transformado a Buenos Aires en un centro desde donde SC imponía a todo el país todas las directivas". Sobre una población de 19.300.000 habitantes, a fines de 1955, casi 4 millones, el 20%, "se apiñaban" en el perímetro de la Capital Federal, y el 68% de la población nacional se encontraba en los 700 mil kilómetros cuadrados del litoral argentino, mientras el restante 32% vivían en 2 millones de kilómetros cuadrados.65 Según el Censo de 1955, 45.479 de los 181.763 establecimientos fabriles que poseía el país, se encontraban dentro de los límites de la Capital Federal -representaban el 43% de los productos elaborados-absorbían el 33% del personal ocupado y el 50% de la fuerza motriz. El 82% de las importaciones ingresaban por el puerto de Buenos Aires, las que sufrían un considerable recargo en su transporte al interior. Lo mismo ocurría con la exportación con los costos que significaba viajar vía terrestre más de 500 kilómetros hasta su destino de embarque. En materia crediticia, los habitantes de Buenos Aires recibían el 62% del dinero aplicado a préstamos bancarios, y el monto depositado en sus cajas de ahorro representaban el 44% del total. Lo mismo ocurría con los créditos del Banco Hipotecario y los préstamos para la construcción, porque esa ciudad recibía el 48% del total. Coincidiendo con estudios efectuados por Samuel Gorbán, afirmó que las cargas impositivas que deberían pesar por igual sobre todos los habitantes de la nación eran absorbidas con evidente desmedro para las economías regionales, y que el 80% del presupuesto se empleaba íntegramente a favor de la Capital Federal. Además, el congestionamiento en la metrópoli había avalado un trato preferencial para con empresas subsidiarias.66 

Esta situación hacia evidente un desequilibrio económico que era agudizado por el Estado "con su legión de burócratas" y organismos que, radicados en la Capital Federal, pensaban y legislaban en función de sus intereses y no del país en el Conjunto: "Dirigiendo una mirada hacia el noroeste, vemos a Catamarca, La Rioja y Jujuy... sin agua, sin leche, sin teléfonos, sin servicios sanitarios. Hacia el este, Corrientes, y Entre Ríos, la Mesopotamia argentina, aisladas y separadas del resto del país por falta de caminos y accesos. La Pampa, Río Negro, Tucumán, clamando por oras de regadío, mientras que parte de la provincia de Buenos Aires, la Patagonia, Rio Negro, observan impotentes o indefensos el avance de la erosión. Y para colmar aún nuestro abatimiento, San Juan espera desde hace años su irrealizable reconstrucción 67 

Por todo lo expuesto proponía: "desmontar Buenos Aires", en el sentido de trasladar la Capital Federal al interior, como lo proponían Ezequiel Martínez Estrada, 

Bonifacio del Carril, y Alcides Greca, y como lo había resuelto Brasil con Río de Janeiro. Implementar "una eficiente distribución de la labor de gobierno" para que el proceso económico "evolucionara en sentido nacional"... "vivificando las diferentes , lejanas region del país" .68 

Una orientación debía ser el norte de estas medidas: "la formación de eco mías regionales, en proceso de interdependencia, de integración económica argentina y americana", y no de "autarquía", que en relación al comercio exterior, había impla mentado con negativos resultados, según sostenía, el peronismo.69 

Otro cargo aceptado por Quilici durante la Revolución Libertadora además de su vocalía en el IFI (que decayó en sus actividades y propósitos con el reemplazo de Garzoni por Arturo Carranza al frente de la Intervención Federal, en abril de 1957); la asesoría-en la comisión de finanzas de la Municipalidad; la vocalía de la Comisión Especial del Ministerio de Hacienda de la Nación para el estudio del problema del "Revaluación de los activos fijos" (1957); fue la de delegado administrado de la filial Rosario de las empresas editorial Democracia y Alea, propietarias de los diarios Democracia y Rosario. Este último fue un cargo un cargo técnico y contable pero sin responsabilidad en los contenidos de redacción ya que la dirección estaba a cargo de Noé León Gutman.70 Este periódico, como el resto de los editados en Rosario no ocultó su voluntad de alineación con los Estados Unidos de Norteamérica. 

Levantado el Estado de Sitio en junio de 1957, fijada la fecha para las elecciones nacionales y provinciales, la segunda mitad del año fue protagonismo de intensas campañas proselitistas. El relevamiento de los-diarios de época permite afirmar que Quilici no intervino en los actos y giras de la UCRI, "traccionada" por las figuras de Frondizi en el orden nacional, y de "Sylvestre Begnis" envuelto más en su fama de oncólogo de renombre que de político. El futuro gobernador en los distintos actos hizo referencia al centralismo del puerto de Buenos Aires y a su compromiso por romper con los moldes tradicionales que deformaban el desarrollo integral de la Nación, aspectos coincidentes con el pensamiento de Quilici. Gracias a los votos "prestados", a través del acuerdo electoral entre Perón y Frondizi, las elecciones del 23 de febrero de 1958 proclamaron triunfante la fórmula Frondizi Gómez por sobre la de Balbín Del Castillo por la Unión Cívica Radical del Pueblo. Los cargos electorales del país quedaron para la UCRI. En el terreno provincial dicho partido casi triplicó en voto a la Democracia Progresista y a la Unión Cívica Progresista.71 Una vez electo Sylvestre Begnis como gobernador de Santa Fe le solicitó a Quilici "que lo acompañara a Santa Fe" para ser ministro de Hacienda, y éste recién entonces renunció a Molinos Semino, no sin gran sorpresa para la familia, porque implicaba algo con1PIe tamente novedoso: trabajar en Santa Fe, e interrumpir una rutina y una estabilidad de décadas.72 

Así llegó a la cartera de Hacienda un hombre formado en la FACECYP, dirigente de los graduados de dicha institución, y proveniente profesionalmente del sector privado de la región. Aún no había viajado al exterior y visitaría EstadoS Unidos y Europa recién a partir de 1960, en el ejercicio de la función pública. SU formación era en gran parte producto de los recursos profesionales generados por la ciudad puerto de Rosario y de su dinámica de interacción regional.73 


Nota 


37 CARLOS H. WAISMAN, Inversión del desarrollo en la argentina, políticas contrarrevolucionarias y sus consecuencias estructurales, Eudeba, Buenos Aires, 2006, p. 99. 

38 EDGARDO GARBULSKY, La Producción de! Conocimiento Antropológico-Social en la Facultad de Filosofía y Letras de la universidad Nacional del Litoral, entre 1956-1966. Vínculos y relaciones nacionales, en Cuadernos de antropología social, N°20 Buenos Aires jul./dic. 2004. 

39 La Capital, 2 de octubre de 1955. 

40 Democracia, 18 de noviembre de 1955. 

41 Ibídem, 22 de noviembre de 1955. 

42 Rosario, 26 de agosto de 1956. 

43 Ibídem.. 

44 La Capital, 12de julio de 1956. 

45 Rosario, 20dejunio de 1956. 

46 Ibídem, 11 de mayo de 1956. 

47 FERNANDO A. POSE-NORMA PIVETTA, Síntesis histórica de la cobarticipación federal, Buenos Aires, 1997, Consejo Federal de Inversiones. 

48 Ibídem. 

49 La Acción,de Rosario, 12 de julio de 1956. 

50 Ibídem. 

51 Democracia, 12de julio de 1956. 

52 La Acción, 12dejuliode 1956. 

53 La Capital, 5 de octubre de 1956. 

54 Ibídem, 17de julio de 1956. 

55 Rosario, 10 de septiembre de 1956. 

56 La Capital, 12 de septiembre de 1956. 

57 Ibídem. 

58 Ibídem. 

59 Ibídem 

60 Rosario, 29 de octubre de 1956. 

61 ANUART JARMA, La legislación vigente en la provincia de Santa Fe en materia de promoción industrial, Colegio de Graduados en Ciencias Económicas, Rosario, 1959, p. 12. 

62 JUAN A. QUILICI El federalismo y l centralización económica, en "Cursos y Conferencias", revista del Colegio Libre de Estudios superiores, volumen XLIX, N°275, año XXV, diciembre de 1956, p424. 

63 Ibídem,p.430 

64 Ibídem,p.425 

65 Ibídem p426 

66 lbidem,p 429 

67 Ibídem, p432. 

68 Ibídem. 

69 Ibídem. 

70 Crónica, Rosario, 10 de septiembre de 1956. 

71 MIGUEL ANGEL DE MARCO (h), Carlos Sylvestre Begnis, en el desarrollo del litoral argentino, ob. Cit. p. 203 a 223. 

72 Testimonio oral de Rita Quilici 

73 MARIA ROSA COZZANI, "Nuevas dinámicas migratorias internacionales en el proceso de cambio -global", Jornadas de Historica Económica, Montevideo, noviembre de 2001. 




Fuente: Extraído del Libro “ Ciudad Puerto- Universidad y Desarrollo Regional, Rosario 1910-1968” Autor : Miguel Ángel De Marco (h) Editado en diciembre 2013