lunes, 2 de septiembre de 2019

El peronismo se consolida en la ciudad



La relación de Rosario con el peronismo adquiere una trascendencia especial. No en vano la ciudad es conocida a partir de estos años como la capital del peronismo. Tampoco es casualidad que el propio Juan Domingo Perón agradeciera en su visita a la urbe que sus habitantes le hicieran el más alto honor de mi vida al titularme el primer trabajador argentino". 

Como en el resto del país, el fundador del peronismo y su carismática esposa, Eva Duarte de Perón, cuentan en esta ciudad con un apoyo popular difícilmente parangonable con los de otras época la historia argentina y local. 

También es cierto que la oposición política al gobierno, encabezada por la Unión Cívica Radical y otros partidos político distinto espectro ideológico cesa en su protesta por lo considera un régimen autor¡ que ejerce, entre otras cosas, férrea restricción de la liberta prensa. 

El procurador Ernesto Schmidt, intendente local 1 septiembre de 1947, se ve forzado a renunciar luego de una huelga del Sindicato de Trabajadores Municipales y la denuncia por cohecho que presentan ante la Justicia diputados provinciales. En 1949, el gobierno nacional dispone la intervención de la provincia se hace cargo del Ejecutivo santafesino el coronel Dalmiro J. Adato. 

Mientras tanto, la Municipalidad continúa su crónica crisis financiera, atribuible en gran medida la escasa participación de las rentas provinciales, a pesar de ser osario la ciudad más importante d territorio. Por esos años cuenta n el 28 por ciento de la población total de Santa Fe. 

El 29 de mayo de 1950 Eva Perón es declarada huésped ilustre la ciudad. Ingresa a Rosario en un automóvil que junto con otros la comitiva oficial toma por Avenida Arijón, luego por Ovidio Lagos y finalmente por bulevar 27 de Febrero, para llegar al local de Sociedad Rural, donde la esposa del presidente participa de un Almuerzo organizado por el gremio de los tranviarios, que conga a más de un millar de personas. 

Para contribuir a la labor que Evita desarrolla en beneficio de los trabajadores, el secretario de la filial local de la Unión de Tranviarios entrega a la primera dama un cheque por 377.884 pesos, donados por el gremio con motivo de los aumentos salariales que han recibido últimamente sus afiliados. Para que lo entregue al presidente, los trabajadores le regalan un cañoncito con una plaqueta de oro colocado en un gran estuche. 

En el discurso que pronuncia, Evita anuncia que el gobierno federal contribuirá con fondos para la iniciación de nuevas obras. Yo no puedo olvidar a los trabajadores rosarinos que me acompañaron con fe y esperanza; no puedo olvidar a esta masa de trabajadores cuyas inquietudes conozco y a quienes estrecho junto a mi corazón, alentando la esperanza de que se sientan felices como sueña y desea el general Perón", es la enfática caracterización que hace la esposa del presidente en la Sociedad Rural. 

Luego del almuerzo se traslada junto con su comitiva al local del Acíndar, en Ovidio Lagos al 4200, para colocar la piedra fundamental del barrio 17 de Octubre. 

Un par de meses más tarde, el 26 de octubre, Evita y Juan Domingo Perón asisten en Rosario al Y Congreso Eucarístico Nacional, cuya sesión de clausura, el 29 de octubre, moviliza a miles de fieles pese a la ligera llovizna que cae sobre la ciudad. 

Perón agradece a Dios "porque en vuestra infinita bondad nos habéis concedido la paz y las condiciones espirituales y materiales necesarias para trabajar construyendo esta nueva Argentina". 

La fuerza y la vehemencia d Eva Perón, definida como "la abanderada de los humildes", s apagan definitivamente el 26 d julio de 1952, a las 20.25 —según la versión oficial—, cuando un reagravamiento de su enfermedad le causa la muerte. Su marido la sobrevivirá varias décadas, influyendo, desde el país y desde e extranjero, en el curso de la historia política argentina contemporánea. 

En agosto de ese año Rosario se prepara para festejar el centenario de su declaración como ciudad. La muerte de Eva Perón eclipsa la algarabía con que las autoridades y el pueblo rosarino se aprestan a celebrar la fecha. Ambos acontecimientos —el fallecimiento dé Evita y el festejo por los cien años—tienen, por la proximidad de las fechas, una estrecha vinculación. 

Unos meses antes, en las elecciones de 1951, el país y la ciudad participan en las elecciones generales que incluyeron dos significativas variantes: la reelección presidencial y el voto femenino, conquista de notable relevancia para la mujer argentina que motoriza Eva Perón, quien declina la candidatura a vicepresidenta de la Nación en lo que da en llamarse por entonces renunciamiento histórico". 


Fuente: Extraído de la Revista del diario “La Capital Aniversario 125 años.” Año 1997.