domingo, 13 de enero de 2019

IMPRESIONANTE RECORD DEL "TORITO"



Por Andrés Bossio

Al iniciarse la segunda rue­da sufrió el equipo una baja momentánea aunque de capi­tal importancia: la del "Torito" Aguirre, que debió descansar casi quince días al sufrir la fractura de una costilla. Vol­vió y siguió haciendo goles hasta clavar un récord impre­sionante: 14 goles en cinco partidos, iniciando la serie con uno ante Colegiales (4 a 1); 2 ante Unión (5 a 0); 4 ante Al­magro (6 a 3); 1 ante All Boys y seis, sí, 6 ante Dock Sur (9 a 0). Podrá advertirse que el impagable "Torito" logró esa hazaña tal vez única en tor­neos oficiales de esta impor­tancia: dos veces logró 6 tan­tos en un solo partido (en otro logró "apenas" 4), por lo que naturalmente resultó goleador absoluto tíe su equipo y del torneo. 

Otra particularidad que no debe dejar de notarse: el 9 a 0 de la segunda rueda ante Dock Sur sepultó para siem­pre algunos resquemores, du­das y fantasmas que queda­ron flotando tras la polémica caída por 4 a 3 en cancha de San Lorenzo. Y el primer par­tido que incluimos en la serie goleadora del notable ex juga­dor charrúa (ante Excursionis­tas, 4 a 1) marcó también en aquella temporada de 1942 el inicio de los encuentros oficia­les nocturnos, que ya por en­tonces y a esa altura del año provocaba una respuesta aún mayor que la habitualmente bien predispuesta reacción de la hinchada centralista a las presentaciones de su equipo. No menos de 15.000 perso­nas fueron esa noche del 31 de octubre a gozar de la go­leada auriazul, cuyo equipo se acercaba firmemente a la me­ta ambicionada.afe­rraba desesperadamente a él, pero Vidal primero y el "Tori­to" después se encargarían c'e darle digno colofón a una campaña excepcional, brillan­te. El final del encuentro lo tu­vo ganador a Central por 2 a 1 y, por ende, campeón, y de­sató una euforia desconocida en nuestra ciudad. Ni bien terminó el partido las calles comenzaron a llenarse de gen­te que reía, bailaba, se salu­daba alborozada y feliz. El es­fuerzo de todo un año había fructificado; las tensiones de tantos fines de semana esta­llaban hacia afuera de cada al­ma centralista, colmando de gozo y felicidad aquella memo­rable tardecita del 21 de no­viembre de 1942. Como en los grandes estallidos espon­táneos que tienen sus oríge­nes en una auténtica pasión popular, una consigna implí­cita llevó a una multitud de hombres, mujeres, ancianos y niños, a ocupar las vías de acceso a la estación Rosario Norte. Hacia allí convergieron rumorosos y contentos miles de hinchas de todas las con­diciones y de todos los luga­res. La larga espera a la lle­gada del tren que traía de re­torno a la cuidad al equipo victorioso fue matizado con impresionante fiesta popular en la que no hubo una sola nota discordante. Música, can. ticos y bailes poblaban un am­plísimo escenario cuyo punto neurálgico estaba en los an­denes mismos de la estación. Hasta que finalmente el largo silbato anunció el arribo in­mediato del tren de la victoria. 

Fuente: Extraído de la Colección Rosario Central. Autor: Andrés Bossio