domingo, 6 de enero de 2019

El último café



Rosario hace culto de sus bares, billares, y confiterías 


Por Rubén Pereira 


“Llega tu recuerdo en torbellino, 

vuelve en el otoño a atardecer… 

Miro la garúa, y mientras miró 

gira la cuchara de café 


Es bueno iniciar esta crónica popular con las letras y acordes del recordado tango interpretado por el varón del tango, Julio Sosa, vocalizando la letra de Cátulo Castillo y música de Héctor Stamponi. 

¿Quién niega que el café se empareja con el tango, y viceversa? Típico sitio de historias de primeros encuentros. también de desencuentros. 

Para la vida cotidiana, los bares tienen la naturalidad de una panadería y en sus mesas se puede leer la historia de una comunidad, incluyendo sus sueños y fantasías. Los hubo de ramos generales, de copetín al paso, fondas de guisos suculentos y hasta en los trenes. Los hay buffet, snack y whiskerías.... También aquellos signados como los de "mala muerte" o simplemente "boliches". 

Escenarios de magos, músicos y bailarines, puentes para negocios y amores, glamorosos. 

Los bares y su anecdotario fueron el eje de las VI Jornadas de Historiadores y Cronistas Barriales, organizadas por el Museo del Barrio Refinería, y con la participación del Centro Cultural Cine Lumiere (de Vélez Sarsfleld 1027) y el Grupo de Historiadores Barriales. Las exposiciones tuvieron como eje historias de boliches famosos y legendarios, relatos sobre costumbres de dueños y parroquianos, evocaciones de mostradores, botellas y mobiliario en general. Además hubo reflexiones sobre roles ineludibles como el mozo y el papel de la mujer en la evolución de los bares. Tampoco faltó la mitología sobre las vivencias alrededor de sus mesas, pródigas en afectos, amores y negocios. Además, hubo una mirada sobre la actualidad de estos míticos sitios. 

Entre esos bares, los diarios anunciaban el "Café de París", en calle del Puerto, "digno de la cultura y el progreso de Rosario" y el Café de "Peyrano", donde en 1868 se recibían donaciones "a favor de dos niños cautivos de 10 y 4 años, arrebatados de su hogar por los aborígenes". 

Además del "muy bien instalado" "Café Arispe", sobre calle Córdoba, que en 1887 fue criticado por dejar jugar al billar en "mangas de camisa". 'Rogamos al propietario suprimir eso", escribió El Ferrocarril el 20 de enero de 1867. 

En 1891, los diarios hablaban del "espectáculo misterioso de fantasmas en el Café Español". 

"Los bares son espacios que suelen relacionarse con la bohemia y la tertulia literaria' dijeron las historiadoras Ana Bugiolacchi y Florencia Giménez, de la Universidad Nacional de Rosario, en su disertación sobre el poeta Jorge Isaías, en cuyos textos los cafés aparecen como escondite, oficina, punto de encuentro o trabajo. 


"Café para hombres" 

Los cafés de nuestra época hacia fines de los años 40 y principios de los 50 eran, tradicionalmente, para hombres con exclusividad. Se accedía al predio propicio para la confidencia, el escolazo y otras cosas, pero con dieciocho años cumplidos. Los menores eñtraban acompañados por sus padres. Y así la barrita de los dieciocho años se amontonaba en una, dos o tres mesas, mientras que más allá se sentaban los "mayores" (los que tenían de veinte años para arriba) y un poco más allá se juntaban los "viejos", algunos que ya eran jubilados, otros que todavía no lo eran y otros, los infaltables "mantenidos" por la familia, todos a conversar y jugar a los naipes... donde se permitía. En los barrios, los cafés generalmente tenían cancha de bochas en el patio de atrás que muchas veces era de tierra bien apisonada y un buen juego "del sapo". Algunos también tenían una o dos mesas de billar sobre la que jugaban los contertulios. 

La máquina de hacer café express consistía en un tanque niquelado, redondo y de gran tamaño, lleno de pocillos volcados arriba (para secarse) y de tres o cuatro canillas abajo así como el típico mostrador "de estaño", eran características infaltables en aquellos cafés que supimos conocer y frecuentar. 

Entre los del centro estaban: 

El "Siglo XX" con numerosos billares, en calle Corrientes entre Córdoba y Santa Fe; El "Imperial", en la esquina noreste de Corrientes y Santa Fe, debajo de LT2 donde muchas veces bajaba a tomar un cortado Juan Gerardo Mármora un serio periodista con quien hizo sus primeros palotes en opinar sobre deportes el actual comentarista de deportes del programa "de 12 a 14", Miguel Angel Tessadori, actualmente en canal 3, otrora ambos en "El clan' de canal 5. El bar, aún continúa en actividad y donde, en tiempos de la radiofonía con elencos estables, se agrupaban naturalmente los concurrentes en tres lugares distintos: los del radioteatro sobre la pared de la zona este; los músicos en las mesas del medio, y los parroquianos comunes en la parte oeste, sobre la esquina y al lado de las ventanas que dan por calle Santa Fe. 

•Otro café fue "La Cosechera" que estaba en Rioja 1002, esquina noroeste con San Martín. Allí, una mañana en que casi no había nadie se cayó un ventilador de techo que partió una mesita de aquellas con tapa de mármol marrón que eran características en aquel lugar. Años después en esa esquina se ubicó "Casa Seijo" una tienda para caballeros y niños, sucursal de la original de Buenos Aires fundada por Luis Seijo, antiguo presidente del club Huracán de parque Patricios. 

•Cruzando calle San Martín en la ochava noreste se encontraba "Los Dos Chinos", una paqueta confitería donde los "piojos-resucitados" que se querían hacerver"como adinerados" se sentaban en la mesa de la ochava y ponían sobre la tapa un paquete de cigarrillos Saratoga a la vista de los transeúntes que pasaban delante de la ventana. 

•En Rioja 978, a la vuelta de "Los Dos Chinos" y frente a la disquería de Max Gluksman (un empresario fundador de varios cines desde los años de la Primera Guerra Mundial) estaba "Los Veinte Billares", un bar-billar muy antiguo donde se disputaban campeonatos y que empezó y terminó llamándose "Olimpia". 

•Al lado (hacia Maipú) existía un café de japoneses más largo que ancho, llamado "Kamachi", mismo nombre que tuvo una confitería de cuya existencia hablaremos párrafos más adelante. 

•Debemos recordar casi obligadamente a otras dos confiterías del centro: la "Córdoba", en la esquina noreste de Córdoba y Mitre, donde después se instaló el "BarHobby" (ahoraun negocio de ropa) y "La Perfección" que estaba enfrente, o sea en la esquina noroeste, donde antes atendía la "Confitería Kamachi" que mencionamos antes, y años después la conocida "Farmacia Puiggari" hasta su cierre (ahora otro negocio de ropa). 

•"Confitería Palace" en Córdoba 1398 pegada al viejo cine Palace Theatre, esquina N.E. donde hoy está la «Confitería Augustus» fundada en 1964. 

•Otro más viejo era el «Londres», fundado en 1850 (el año que murió el general San Martín) siempre en la esquina suroeste de Maipú y Rioja donde aún se encuentra y que a raíz del conflicto con Inglaterra pasó a llamarse «Malvinas Argentinas», y que luego recuperó su antiguo nombre. 


El " Japoneses, al frente 



Es interesante e ilustrativo recordar la existencia de numerosos cafés atendidos por japoneses, como el "Kamachi" ya nombrado antes. 

•"Los 4 Japoneses", en San Martín 935, frente al cine "Capitol", con un costoso revestimiento de madera en sus paredes, espejos en las columnas, sillas acolchadas y palco para orquesta, donde actuaba una de señoritas, enfundadas en vestidos de lamé amarillo, color del agrado del dueño. Si no me dicen lo contrario, creo que es e. mismo local donde se ubicó la confitería "Royal" o la Copa Royal, famosa por su copa para 4 personas y sus increíbles panqueques con dulce de leche que nunca podía terminar cuando mi padre me llevaba a las infaltables "pelis" de acción del "Capitol" y de] "Belgrano", o a las tardes infantiles de dibujos animados en el "Heraldo". La Royal creo fue ocupada posteriormente por loterías "Los dos chinos". 

•El "Nuevo Japonés" estuvo en San Lorenzo 999 esquina sureste con calle San Martín (enfrente al Hotel Savoy que subsistió con varios nombres entre ellos el de "Bagdad Café") y todavía presta servicios. 

•El "Café Imperio" estaba en Córdoba 1134, donde hubo posteriormente otros, al lado del viejo cine "Radar” Hasta no hace mucho funcionó un bar y panquequería y terminó siendo ui local de negocio textil. 

•El "Nuevo Japonés", después "Sao Paulo", estaba afincado en Sarmiento 888 (enfrente de "La Capital", al lado de lo que luego sería la "Galería de Paseo"). Su propietario era don José Harakaki, condecorado por el mismo gobierno de Japón. 

•Otro era el "Café Japón", ubicado en Santa Fe 1069 (enfrente del Restaurant "La Querencia"), al que también concurrió muchos años el pintor don Arturo Zinny, quien dibujaba bailarinas de ballet al estilo Degas, acodado a una mesa de la vidriera por donde entraba el Sol y trabajando con su mano izquierda ya que la derecha la tenía inutilizada debido a una hemiplejía. Cesó aquel café cuando en el silencio nocturnal de una madrugada con luna y todo, se desplomó el techo del local. 

Otros cafés mentados fueron el "Gran Japonés" en Sarmiento 1198 esquina noreste con Mendoza, enfrente del palacio que ahora es el ex teatro Lavardén y el "Tokio" en San Martín 779, frente al Banco de la Nación y al lado de un salón de lustrar y peluquería. El tal salón era muy angosto, tenía tres sillas en lo alto de una tarima y era atendido por un tal Negro Palacios. 


Los renombrados 

•El "Saigo", también conocido como el "de los japoneses", en la esquina suroeste de Corrientes y avenida Pellegrini, visitado por taitas, malevos y también trabajadores, pegado al mítico cine "Sol de Mayo". En el esplendor del Mercado Central sito en la manzana entre Pasco, Mitre, Sarmiento y Amenábar (hoy plaza de la Libertad), fue visitado por los puesteros y estibadores. Me comentaron que eran parientes de la familia Teruya, ellos vinculados con los tintoreros. 

•Donde hoy está la casa Ortiz y Ortega, en calle Mitre al 800, entre Rioja y Córdoba, (hoy sería enfrente del bar Junior, fundado en 1952, y de la misma sede de Rosario Central), funcionó "La Voz del Hambre", así bautizado por los artistas de variedades que después de sus actuaciones generalmente en el teatro "La Comedia", concurrían a satisfacer sus naturales necesidades gastronómicas por algunas monedas. 

•"El Cairo" que aún funciona en la esquina de Santa Fe y Sarmiento, antiguamente asiento de la tienda y casa de artículos para hombres "Dos Mundos" En el enorme salón que tenía "El Cairo" había muchas mesas de billar y a h entrada una tarima hacía las veces d escenario donde actuaban orquestas. 

•Otro café muy conocido y muy con currido era el "Nuevo Madrid" o "Madrid", como le llamaban todos, en Mitre 898, en la ochava noroeste donde ahora se ubica una sucursal de la librería Lader, ahí se jugaban campeonatos de billar y hacían exhibiciones afamados billaristas corno el rosarino Perés, y también los porteños Navarra ("Navarrita") y los famosos hermanos Carrera. Además podía jugarse al dominó y al ajedrez, habiéndose prohibido los naipes. Como el café estaba abierto día y nocle, tenía un quiosco de cigarrillos a la entrada que también estaba abierto las 24 horas, igual a otro ubicado enfrente del teatro "La Comedia", entre la sombrerería de Calderini y el "Restaurant National" en el que se podía comer un buen puchero a la española en horas de la madrugada. 

•"La Capilla", en la esquina noroeste de Mendoza con bulevar Avellaneda, enfrente de la iglesia de la congregación franciscana. Se comentó que iba a ser demolida para construir un edificio de departamentos, pero se inauguró un nuevo bar. 

Subsiste aún el Café "La Capital" que supo ser de Francisco Parés, en Sarmiento 750, frente al matutino "La Capital". 

Aparte de los cafés nombrados estaban los llamados Café y Bar, que eran más o menos lo mismo. Como bar figuraba el "Pancho's Bar" en San Martín 647 "El Pampa" en Córdoba y Paraguay, el "Perú" en esquina S.E. de Rioja y Entre Ríos; el "Teléfono", en Santa Fe y Entre Ríos; "La buena medida", de Buenos Aires y Rioja ahora con nuevos dueños. 

•"Los Colonos", en esquina noroeste de San Luis y Entre Ríos; el "Astral en Rioja 970, que tenía el mismo nombre del cine a pocos metros que se incendió y desapareció un enero de 1970 el de don Ramón Cifré en Sarmiento 716; el "Central" en Corrientes 715 el "Ideal" en Córdoba 950, el "Urquiza" en Corrientes 499 en la esquina noroeste, enfrente del "Teatro Colón que años después tuvo como dueño don Vicente de la Mata, famoso futbolista que triunfó en Newell 's Old Boy, Independiente de Avellaneda. 

•Quién no recuerda el bar "Olimpo” en ochava noroeste de Mitre esquina Urquiza, que todavía se encuentra, e memoria del teatro de mismo nombre que se ubicaba por calle Mitre 520 aproximadamente, donde si no me equivoco ahí se ubicó una conocida concesionaria automotriz. 

Para el amante de los billares están le de San Martín y Montevideo ochava, suroeste, y el de San Martín al 156; famosos donde se comentaba que ad más del casín circulaban las apuesta de carreras clandestinas, y otros qi escapan a nuestra memoria. 

En cuanto a los cafés y bares de mi barrio, podemos citar: 

Café y bar "Villamil", primero en Salta y Riccheri (ahora "Pichincha"), y luego en Salta y Ovidio Lagos. 

Café y bar "Gibraltar" en Salta y Sr pacha, ahora cerrado. 

El de Salta y avenida Francia, ochava suroeste. El de avenida Francia y Urquiza, enfrente del Hospital del centenario, ochava noroeste. 

El de Richieri y Brown, esquina S.E. que modernizado "con wifi inclusive” aún persiste. Como así también el de Richieri y Jujuy, ochava suroeste, incorporados a la movida del barrio Pichincha.. 

Fuente: Extraído la Revista “ Rosario, su Historia y Región” Fascículo N.º 145 de Octubre de 2015