sábado, 5 de enero de 2019

EL TRUENO DE LA MUERTE



Por. Héctor N. Zinni



Es hora de volver a Rosario. 1945 es el año en que desaparece un renombrado pintor local: Juan Berlengieri, quien comenzara desempeñándose en el taller de Alfredo Guido y completara su formación en talleres de instituciones artísticas de las que había formado parte. El 11 de abril ha muerto Cornelio Casablanca, el gran financista y benefactor que alcanzó a ver concretada su idea de fundar un hospital y una escuela de medicina costeados por la comunidad rosarina.1 

Por decreto del 28 de junio, el gobierno nacional designa con el nombre de Bernardino Rivadavia al Liceo Nacional de Señoritas, creado en marzo de 1934 sobre la base del turno de niñas —que funcionó desde 1921 a 1934— del Colegio Nacional NO 2. Al comenzar el mes de julio, la comunidad rosarina denota preocupación por la atención de los enfermos mentales "dada la carencia de medios —dice La Capital, en su edición del día 10— para que dicha asistencia pueda prestarse en forma eficiente", y agrega: "En Rosario no se ha contado hasta ahora más que con el Hospital de Alienados, que funciona anexo a la Facultad de Medicina. Pero un establecimiento de este género, por su dependencia de una casa de estudios, no puede llenar una verdadera función social". 

Próximo a cumplir sus juveniles 78 años, el diario fundado por Ovidio Lagos ocúpase cotidiana e ininterrumpidamente de asuntos que competen a la marcha de la ciudad y del país. Por supuesto que no faltan las informaciones y 'noticias internacionales, pero es en la prédica local y nacional donde finca sus mayores logros. No hay piedra que resista a la gota de agua de sus comentarios, ni hay institución que no se vea reflejada en sus páginas. 

Así es como el día 2 se hace referencia a las deficiencias y vacíos encontrados en textos de historia argentina, el 3 a la promoción de mejores niveles de vida, el 4 a las normas para el ejercicio de la función pública, el 5 al problema de las fronteras desguarnecidas y el 6 al Monumento a la Bandera en construcción: "Cuando se terminen de quitar los galpones que obstruyen desde el puerto la vista del Monumento, Rosario habrá recuperado, aunque sea en un breve trecho,' su río. Algún día —afirma— tal vez lo recupere del todo, o casi todo, y entonces ganará infinitamente en belleza; pero ya ese pequeño trozo de río que por requerimiento patriótico va a serle restituido es mucho, pues significa que se ha abierto la primera brecha en la cintura de monótonas construcciones que contribuyen a dar a la ciudad un aspecto fenicio, y la aíslan del río embellecedor". 

Este diario, decano de la prensa argentina, intérprete y vocero de las aspiraciones ciudadanas, anuncia en su edición del 10 de julio:

"Dos importantes obras públicas para la ciudad.
La población de Rosario ha tenido en estos días dos manifestaciones de que las autoridades nacionales y provinciales reconocen que la segunda ciudad de la República merece recibir de ambos gobiernos la atención necesaria para la solución de los problemas vinculados a su progreso.
A los efectos de contribuir al embellecimiento y mejor presentación de la zona adyacente al Monumento a la Bandera, las autoridades nacionales han dispuesto la eliminación de todas las construcciones que actualmente obstruyen el acceso del público al río Paraná.
El otro reconocimiento del derecho de Rosario a merecer la atención de los poderes públicos es la inminente construcción del Palacio de los Tribunales, que si bien se ubicará en un lugar alejado de la zona céntrica, ubicación a la que siempre opusimos reparos, permitirá contar con un local adecuado para el desenvolvimiento de las importantes funciones judiciales que hoy se vienen realizando en forma dispersa y en edificios insuficientes".



Conducen La Capital, en este período, tres de los nietos del fundador: Joaquín Lagos, Adolfo Lagos y Leopoldo Amadeo Lagos, conscientes de la responsabilidad de la hora que les está tocando vivir y que traerá aparejada una profunda división en la sociedad argentina. El 11 de julio el diario publica un comentario sobre economía y justicia retributiva donde se habla del equilibrio "que sólo puede existir mediante la espontaneidad con que obren los factores de la producción y del intercambio". El 12 se fustiga a una de las consignas fascistas que más agradaban a los dictadores totalitarios: "vivir peligrosamente". El 13 arremete contra la actual prestación de los servicios de riego y barrido de las calles rosarinas, sus paseos y la recolección domiciliaria de residuos "siempre deficiente por la sencilla razón de que las dificultades financieras en medio de las cuales se ha desenvuelto la administración municipal han impedido a la dirección de Maestranza atender su cometido con verdadera eficacia". 

El 14 —día de la muerte de Esteban Piacenza2—, bajo el título Anomalías inadmisibles, toca de cerca el problema de la escasez señalando que "no puede racionalmente admitirse que cuando la producción vernácula es lo suficientemente abundante como para lanzar al mercado internacional masas ingentes de artículos vitales —carnes, cereales, oleaginosos, productos lácteos y hortícolas, etcétera—, grandes núcleos de población padezcan escasez en el propio país que las exporta". El 15, hace un llamado a

"La unión de los argentinos.
"Con unanimidad sumamente expresiva, los diversos sectores de la opinión pública —profesores, estudiantes, instituciones representativas, - de las fuerzas activas y dirigentes políticos— han expresado en este último tiempo a través de declaraciones, discursos y manifiestos, el anhelo de un pronto restablecimiento de la legalidad, sobre la base de levantar previamente el estado de sitio, restaurar las garantías individuales y la libertad de pensamiento y permitir la reanudación de las actividades cívicas.
Si el gobierno hubiese compulsado el estado de la opinión nacional para saber qué es lo que piensa y desea, no hubiera obtenido una' respuesta más categórica. El país, o mejor dicho, el pueblo, sin marbetes partidarios o ideológicos, sin diferencias de orden social o económico, desea que se ponga término al interregno constitucional en que se vive, que se convoque a elecciones y que éstas se realicen sin presiones ni candidaturas oficiales".

Como la escasez, sobreviene la carestía, La Capital, que no se da señalar todo tipo de distorsiones, puntualiza al día siguiente
"A cada aumento en los precios de aquellos artículos que se juzgan indispensable para la vida de la población, ésta —en cuanto es consumidora y se ve forzada a pagarlos— se pregunta si no existirá una fórmula realmente eficaz para resolver el problema que de tal fenómeno se deriva. Y hay que convenir en que el interrogante es tan lógico como oportuno. En efecto: como una superviviencia de la vieja contienda entablada entre el productor, que sólo aspira a obtener las mayores utilidades posibles por su trabajo y el capital que aplica a sus fines económicos, y el consumidor, que se esfuerza por reducir sus gastos habituales necesarios, la carestía de la vida en el momento actual cobra la significación de un fenómeno contradictorio con relación a las posibilidades del medio ambiente".



La próxima partida de Jacinto Benavente, de Barcelona a Buenos Aires, es informada por La Capital en su edición del día 19. Benavente, que en la travesía cumplirá 79 años y que viajará acompañado por Lola Membrives, declara humorísticamente que ha firmado incontable número de papeles en muchos consulados: "Me han confundido con un pianista —dice—, he tenido que poner las huellas de los diez dedos para que me sacasen las digitales. Antes sólo había que poner seis. Indudablemente, el mundo se complica". 

No existe tema de interés general que no aborde el diario de los Lagos: el 20 brega por que se dote a las escuelas técnicas de laboratorios y gabinetes con el instrumental y los elementos de enseñanza requeridos por los mismos: el 21, y con motivo de su fallecimiento, publica una semblanza de Paul Valery; el 22, advierte sobre los peligros de la propaganda totalitaria que "estuvo dirigida a la juventud, como que entre ella habría de encontrar el terreno más propicio para la nefasta siembra"; el 23 protesta por "los altos precios a que en la actualidad se expenden las carnes de consumo en nuestro país, precios que constituyen un justo motivo de preocupación en todos los hogares modestos y que en gran número de los mismos obligan a una abstención absoluta del producto alimenticio, denuncian la existencia de un hecho anómalo con todos los caracteres de un urgente problema a solucionar". 

El 24, hace un serio llamamiento para que no se distorsionen las prédicas de orientación:

"Nada más peligroso, actualmente, que la confusión que se apodera con tanta facilidad de las mentes jóvenes, frente a las corrientes de ideas divergentes en materia política y económica que son consecuencia de la extraordinaria agitación que impera en todo el mundo desde hace una década.
La prédica periodística, pues, ha de estar bien definida para contrarres. tar en lo posible las campañas orales o escritas que nan procurado y persisten todavía en desacreditar la democracia.
La economía dirigida puede resultar un arma de doble filo, y al ofrecer un bienestar material inmediato halagüeño puede, en cambio, representar la negación de la libertad individual y el derrumbe de la democracia".



Mientras en nuestro país, el coronel Perón hace declaraciones en favor del voto femenino, el día 26, informaciones procedentes de Londres indican que tropas norteamericanas, británicas y francesas se han unido a los rusos en Viena. El clima será aprovechado por Carol Reed, posteriormente, para rodar allí una película de suspenso y un acertado fondo musical. Su nombre habrá de ser El tercer hombre y actuarán como protagonistas Orson Welies, Joseph Cotten, Alicia Valli y Trevor Howard. El realizador catapultará a la fama, además, a un desconocido músico vienés, Anton Karas, autor del tema que da nombre a la película y de El vals del café Mozart. Ambas partituras, convenientemente arregladas, se constituirán en el 500/o del éxito del filme. 

El 30, la policía federal —que el 14 de este mes ha entregado la Casa del Pueblo a los socialistas—, prohibe un acto de la Unión Cívica Radical. Comienza agosto. El 2 es designado ministro del Interior el doctor Hortensio Jazmín Quijano y se dispone la libre comercialización de las cosechas de trigo, lino y maíz. El 6, es levantado el estado de sitio, la UCR cancela la afiliación partidaria de Quijano y aparece una declaración firmada por radicales, socialistas y demócratas oponiéndose al Es-tatuto de los partidos políticos. Pero, este día, sucede un hecho terrible para el mundo, que empalidece cualquier otro suceso: cae la bomba atómica sobre Hiroshima causando más de 100.000 víctimas en el momento de la explosión, número que luego aumentará hasta 250.000.3 

En realidad la bomba había estallado por primera vez el 17 de julio en el desierto de Alamogordo, cerca de la ciudad atómica de Los Alamos (EE.UU.) y, a la vista de la experiencia algunos de los científicos que la produjeron, renegaron de su obra pidiendo que nunca fuera utilizada. Pero era demasiado tarde. En el deseo de terminar la guerra con Japón cuanto antes, evitando así nuevas víctimas norteamericanas, el presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman —sucesor de Rooseveltasumía la responsabilidad del proyecto Manhattan, al que el gobierno norteamericano destinara miles de millones de dólares y en el que colaboraran numerosos científicos alemanes.4 

El 8 de agosto, Rusia entra en guerra contra el Japón ocupando los territorios de Corea, Manchuria, las islas Kuriles y la de Sajal(n. Al día siguiente, una segunda bomba atómica cae sobre Nagasaki. Prácticamente, Japón deja de combatir. El 10, este país ofrece la paz que es rechazada en principio, pero el 14 la Guerra Mundial termina a medianoche. La rendición incondicional es firmada el 10 de setiembre a bordo del acorazado Missourí, anclado en la bahía de Tokio, en presencia del general Mac Arthur, comandante supremo de las fueras aliadas. La guerra ha terminado al precio total de 55 millones de muertos, 35 millones de heridos Y 3 millones de desaparecidos.

NOTAS
1 Cornelio Casablanca, n. en San Nicolás de los Arroyos, en 1861. Se radicó en Rosario en 1894, desempeñando la gerencia del Banco Nacional (en liquidación).Luego ejerció las mismas funciones en el Banco Español del Río de la Plata. El 18/4/1910, próximo a celebrarse el centenario de la Revolución de Mayo, lanzó, en al Jockey Club de Rosario, la idea de fundar un gran hospital y una escuela de medicina. El proyecto fue aprobado de inmediato, de modo que, en vísperas de la fecha magna, se colocó la piedra fundamental de lo que $.ie el Hospital Centenario de la Facultad de Medicina en nuestra ciudad.
2 Esteban Piacenza, n. en Italia, llegó con sus padres al país en 1893, ocupándose como peón en tareas agrícolas. Aficionado a la lectura, fue después capataz y mayordomo de estancia. En 1904 se estableció por cuenta propia en Moldes, provincia de Córdoba, En 1912, con motivo de la primer huelga agraria, se vinculó con el doctor Netri, defensor de los colonos y fundador de la Federación Agraria Argentina, ayudándolo en la organización de dicha entidad. Después de la muerte de Netri —quien fue alevosamente asesinado en una calle de Rosario, por manos anónimas, el 5 de octubre de 1916—, fue designado sucesor en la presidencia, la que desempeñó hasta su deceso el 14.7.1945.
3 La primera bomba atómica que cayó en el Japón, se precipitó como un gigantesco trueno, como un impacto equivalente al de un ataque de 2.000 superfortalezas volantes, haciendo impacto en Hiroshima que desapareció en una nube de humo hirviente y llamas. Fueron arrasados completamente diez kilómetros y cuarto cuadrados de la ciudad —o sea el 60 por ciento de la zona edificada—, además, fueron destruidos cinco grandes objétivos industriales. La Capital. 8.8.1945.
4 "21.3.1942: He recibido un informe respecto a los últimos avances de la ciencia germana. Las investigaciones respecto a la desintegración atómica alcanzan un punto que permite esperar que sus descubrimientos puedan emplearse posiblemente en el transcurso de la misma guerra. Se afirma que pueden ocasionar tremendas destrucciones con un mínimo esfuerzo, de forma que son aterradoras las perspectivas de una guerra muy larga o de una guerra futura. La técnica moderna pone en manos de los seres humanos medios de destrucción que parecen increíbles. La ciencia germana está a la cabeza en esta materia. Es esencial que mantengamos nuestra superioridad, porque quien sea capaz de introducir novedades revolucionarias en esta guerra tiene las mayores posibilidades de ganarla". Dr. Joseph Goebbels, op. cit. Pág. 133.
Fuente: Extraído del Libro “ El Rosario de Satanas Tomo II . Editorial Fundación Ross.