miércoles, 9 de enero de 2019

DEL DESCENSO TAN TEMIDO AL ASCENSO TAN QUERIDO




Por Andres Bossio

Fueron 17 los equipos que integraron el lote de aspiran­tes al ascenso en ese torneo. A Central le tocó quedar libre en la primera fecha por lo que recién comenzó su actuación 11 de abril, ocasión en que e-frentó a Excursionistas. Un rival aparentemente sin mayo­res pretensiones pero que de­mostró, con el correr de las fechas, la inutilidad de los pro­nósticos temerarios en mate­ria de resultados deportivos: 

Excursionistas fue finalmente subcampeón, siendo a la pos­tre el más serio rival en las aspiraciones centralistas hacia el título. En principio, se pen­saba que elencos con mayores y más fundadas pretensiones al título debían buscarse en­tre un lote de clubes con his­toria, tales como Vélez Sárs-field, Quilines, Argentinos Jú-niors, Unión de Santa Fe, Ta­lleres o Témperley. Sin embar­go, fue Excursionistas un pri­mer escollo difícil y le costó mucho a Central empatar (1 a 1) un partido que iba per­diendo y que recién pudo em-parejar en el marcador casi so­bre el final, con un gol de Juan Carlos Heredia, el primer jugador auriazul que logró un tanto en la "B". 

A partir de allí el equipo de Arroyito enhebra una serie de tres triunfos consecutivos (8 a 2 a Sportivo Acassuso y 3 a 2 a Vélez, ambos en Arroyito, y 2 a 0 a Sportivo Alsina, en Buenos Aires), peleando la punta de la tabla con Argen­tinos Júniors. Justamente la sexta fecha llevó a los auri-azules hasta el barrio de La Paternal, cayendo por prime­ra vez en el torneo en esa jor­nada del 16 de mayo, por dos tantos contra cero. Formó Cen­tral aquel día con Juan A. Mar­tínez; Pedro Perucca y De Zor­zi; Casalini, Nicéforo Fernán­dez y Fogel; Heredia, De Cic-co, José A, Martínez, Aguirre y Vidal. La derrota de Central lo llevó a la segunda posición en la tabla, a un punto de su vencedor aunque con un parti­do menos jugado. En las dos semanas que siguen los auri-azules le ganan a Quilmes 4 a 1 y a Talleres 2 a 1 para lo­grar siete días después (el 7 de junio) una goleada históri­ca: 12 a 1 a Nueva Chicago, en el estadio de Arroyito. El abultado marcador no fue la única particularidad de aquel "partido, ya que la misma le permitió al "Torito" Aguirre marcar nada menos que seis goles. La hazaña, como vere­mos más adelante la repitió ante Dock Sur. 

Para la fecha siguiente —cuando todavía duraba la euforia de semejante empa­cho de goles— el calendario le marcaba a Central un siem­pre riesgoso viaje hacia la ca­pital de la provincia, para en­frentar a Unión. El partido, como casi todos los que juga­ba Unión como local, se pro­gramó para el domingo. El día anterior Argentinos Júniors —puntero hasta allí— había perdido con Vélez. La recien­te actuación centralista y esta derrota del líder motivó aún más a los aficionados centra­listas que produjeron un he­cho singular, que sólo recono­cía antecedentes con los mis­mos protagonistas: una verda­dera muchedumbre se trasla­dó a Santa Fe en todos los me­dios posibles. La empresa fe­rroviaria reforzó conveniente, mente los servicios habituales y, no siendo la medida sufi­ciente, hubo que habilitar un convoy especial para respon­der a la demanda. Fue una fiesta completa para los cen­tralistas porque a la hora de retribuir semejante sacrificio a tan grande cantidad de aficio­nados, los jugadores supieron cumplir: 5 a 0 ganó Central en Santa Fe, con 3 goles de Vidal, uno de Aguirre y otro de De Cicco. Allí el equipo que dirigía técnicamente Enrique Palomini y que ya tenía como masajista a| legendario Cisne-ros, tomó la punta y no la abandonó jamás.

Fuente: De la colección de Revista de Rosario Cetral. Autor Andres Bossio