jueves, 25 de octubre de 2018

Historia del Barrio Tablada y de la Biblioteca C. C. Vigil



https://www.youtube.com/watch?v=qzaSgHMeN7Y

- Resumen del libro de Jorge Malla




Uno de los objetivos que nos planteamos al comienzo de nuestro trabajo fue investigar sobre la formación e identidad del barrio Tablada. Creemos que nuestro barrio tuvo una identidad propia, que lo hizo diferente a los demás. El rasgo más representativo fue el Matadero y de él se derivaron los demás, como lo fueron las Tabladas, las industrias, los conventillos, los primeros asentamientos (como el barrio de Villa Manuelita), los boliches y los ferrocarriles, que no sólo sirvieron para el transporte de pasajeros, sino también para trasladar el ganado hasta las cercanías del Matadero. También el transporte público, como el tranvía a caballo, estuvo vinculado al mismo, uniéndolo con el centro de la ciudad. Los asilos le dieron una particularidad propia, primero se instaló el de Mendigos y Dementes, después el Buen Pastor y por último el San Vicente de Paul.

Estos elementos le fueron dando a sus habitantes una característica muy particular. Era común ver por sus calles a gauchos de a caballo con su típico facón en la espalda y arreando ganado hasta el Matadero.

Pero como sabemos que la identidad es algo que va cambiando con el paso del tiempo, el deseo de sus habitantes de satisfacer sus necesidades materiales y de servicios, dieron lugar a la creación de vecinales, que una vez satisfechas las principales demandas se volcaron a llenar el vacío cultural que existía en el barrio. Fue así como se crearon las primeras bibliotecas. Es a partir de esta obra que el barrio comenzó a erigirse como un verdadero polo cultural de la ciudad. Es allí donde nace la Biblioteca Constancio C. Vigil, que en el término de veinte años, gracias a sus difundidas rifas, logró convertirse en un verdadero Complejo Cultural y Educativo, único por sus características en el país y que le dio una nueva identidad al barrio Tablada.

Pero esto sería imposible si no se hubieran dado ciertas condiciones para el desarrollo de las vecinales en la década del ’30. Esto estuvo vinculado con el golpe militar producido en 1930, que restringió las actividades políticas y sociales, proscribiendo al radicalismo y estableciendo el llamado “Fraude Patriótico”. Ello provocó que la población buscara nuevos canales de participación, que no fueran políticos, siendo alguno de ellos la creación de vecinales, bibliotecas, clubes, etc. Pero además tuvo mucho que ver con la aparición de una nueva cultura popular en los barrios, vinculada con la masiva alfabetización de la sociedad con un amplio espectro de editoriales dedicadas a la edición de libros baratos. Fue sobre todo en los barrios donde cobró forma esta nueva sociedad popular. Allí fueron conformándose nuevas redes sociales, que articulaban a diferentes tipos de trabajadores, sobre todo calificados, a empleados, maestros, profesionales, pequeños comerciantes y también desocupados. La vida en el barrio, unida al acortamiento de la jornada laboral, dio nuevas posibilidades a la vida en familia y al uso del tiempo libre y posibilitaron el surgimiento de nuevas formas de relación en las que los hombres, mujeres y niños participaban conjuntamente.

Pero las bibliotecas no se formaron solamente para el acopio de libros –que en muchas circunstancias no eran consultados- sino que posibilitaban que bajo su ámbito se realizaran otro tipo de actividades como: cursos de teatro, manualidades, festivales artísticos, funciones de cine, y por supuesto, las rifas, una actividad que la Biblioteca Vigil supo aprovechar al máximo de sus posibilidades. Aquí nos encontramos con la clave para develar el desarrollo de la Biblioteca Vigil, porque muchos habían intentado la venta de rifas, sin llegar a un éxito contundente. Fue la primera rifa pagadera en cuotas con premios muy importantes, pero sobretodo su éxito radicó en la aceptación que encontró, primero en la gente del barrio, porque empezó a venderse allí, y luego, en la de toda la ciudad, que comenzó a darle su apoyo a una obra cultural y educativa de características inéditas. Era una idea realmente original: destinar lo obtenido a través del juego volcándolo a la educación y a la cultura.

En nuestro trabajo nos habíamos propuesto dar cuenta de los orígenes de la Biblioteca Vigil, ya que éste había sido uno de los aspectos menos trabajados y más oscuros de su historia. Para ello recurrimos a las actas de la vecinal que había sido su origen y nos encontramos con que al momento de su creación, en 1933, ya existía otra vecinal en la zona, permaneciendo ambas unidas por el término de seis años. Su separación se debió a que la antigua vecinal no daba respuesta a los problemas concretos del barrio y a un conflicto de poderes que surgió entre los miembros de ambas entidades. Esta nueva vecinal se llamó Tablada y Villa Manuelita, creando en 1944 una biblioteca, que comenzó a competir con la que poseía desde 1935 la otra vecinal, llamada Tablada y Calzada. La creación de la biblioteca produjo conflictos internos entre sus miembros, situación que trajo aparejada que se perdiera el nombre de sus fundadores y se lo confundiera con el creador de la vecinal. Sin embargo, el verdadero momento de despegue de lo que más tarde sería la biblioteca Vigil fue en 1953, cuando se formó una Subcomisión de Biblioteca, como un anexo dentro de la propia vecinal. Es allí cuando se incorporaron los jóvenes del barrio, que con su empuje hicieron renacer a la alicaída biblioteca. Entre ellos estaban los que más tarde serían sus directivos y que lograrían independizarse en 1959. Durante éste período la biblioteca consiguió su logro más importante, que fue la creación de la rifa, que le posibilitó durante veinte años una entrada de dinero muy significativa, permitiéndole el desarrollo del Complejo Cultural y Educativo de la Biblioteca Constancio C. Vigil.

La Biblioteca Popular Constancio C. Vigil tuvo la característica de haber surgido como respuesta a las necesidades propias de la comunidad barrial. Surgió desde las bases, siendo ellas las que proyectaron y llevaron adelante con su esfuerzo toda la obra, que fue totalmente independiente y autárquica. Se manejaron con el concepto de educación popular que se proponía la participación de la gente y el conocimiento en el manejo de sus propias instituciones.

Una de las cosas que más rescatamos es la propuesta de poner en manos de la gente con menos recursos el mejor nivel educativo, partiendo de la base de que todos tienen la misma capacidad intelectual. Esto nos parece muy importante porque tal vez, en cuanto a lo educativo y dentro del sistema, el poner en manos de los sectores populares herramientas intelectuales que le permiten conocer y abordar la realidad, es uno de los objetivos más elevados.

Este proyecto educativo procuraba una transformación social, económica y cultural, constituyéndose en un sistema que necesariamente molestaba a la estructura social en que estaba inscripto. Esta propuesta alternativa, casi sin precedentes, permitió a todas las familias acceder a formar parte de ella, ya sea pedagógicamente, en lo recreativo o como fuente de trabajo. Y aquí encontramos las razones por las que fue tan perseguida y tildada de “comunista”.

Esto nos permite concluir que una propuesta pedagógica por sí misma, es decir, una isla dentro de la educación cómo lo fue la Vigil, es incapaz de transformar el sistema si al mismo tiempo no se constituye dentro de un proyecto que posibilite una transformación social concreta.

Transitando este período democrático nos preguntamos porqué los gobiernos nacionales y provinciales evitan el resurgimiento de la Vigil. Dada que una propuesta de esta naturaleza tiene para todos los países latinoamericanos, caracterizado por la dependencia política, económica, cultural, consideramos que no es casual que no se difundan este tipo de experiencias. Lógicamente ellas implican una apertura ideológica que viene a subvertir los órdenes preestablecidos por los grupos que detentan el poder.

Si tuviéramos que realizar una periodización de lo que fue la Biblioteca Vigil, podríamos diferenciar distintas etapas:

Una primera etapa que iría desde la fundación misma, en 1944, hasta la aparición de la rifa en 1956. Durante este período no se diferencia del resto de las bibliotecas populares que surgen en los distintos barrios. La segunda etapa es a partir de la rifa hasta aproximadamente 1966. La Biblioteca comienza su desarrollo y en ese último año es cuando participa en la licitación de la Lotería provincial y es acusada por primera vez de comunista.

La tercera etapa, que va desde 1966 hasta 1977, marcaría el momento más floreciente de la Biblioteca, con un período en el que se realizarían las experiencias más innovadoras en materia educativa, que podríamos considerarlo como un verdadero proyecto alternativo de los sectores populares (este período abarcaría entre 1970 y 1975). A partir de 1975í se desataría la crisis económica, que culminaría en la intervención militar de 1977 que pone fin a la Vigil.

Luego comenzaría la cuarta etapa, caracterizada por la destrucción de la Biblioteca, volviéndose a aplicar el sistema de enseñanza tradicional, hasta que en 1980 la Provincia de Santa Fe la compra y le cambia el nombre por el de Complejo Educativo “Pedro de Vega”, trasladando allí la Biblioteca “Eudoro Díaz” y la Delegación local del Ministerio de Educación de la Provincia.

La última etapa comienza en 1984 con la formación de la Primera Comisión de Recuperación, que dos años mas tarde se disolvería al no encontrar eco en las autoridades gubernamentales de turno. Veinte años después, es decir en el año 2004 y ante el anuncio del gobernador Jorge Obeid de devolver los bienes de la Biblioteca Vigil a sus legítimos dueños, se abre una nueva expectativa, por lo que se forma la Segunda Comisión de Recuperación, que por razones ideológicas se divide en julio de 2004, formándose dos grupos: la Comisión Directiva Provisoria y la Comisión Asamblea de Socios.

Jorge Malla