lunes, 11 de junio de 2018

LA ESCUELA NORMAL Nº 2

Por Patricia Tica*

 
 




Enclavada en el centro de la ciudad de Rosario, en la esquina de Córdoba y Bal-carce se alza el edificio de la Escue­la Normal N° 2, a pocos metros de la plaza San Martín y del señorial Boulevard Oroño. La piedra fun­damental fue colocada el 8 de mayo de 1904 por el Gobernador Rodol­fo Freyre y funcionó en sus insta­laciones, desde el 20 de marzo de 1905, la "Casa central de las escuelas de Rosario"
La génesis, como institución educativa dedicada a la formación de maestras, está directamente enlazada a la conmemoración de los cien años de la Revolución de Mayo, porque esa generación pro­gresista que jerarquizó la educa­ción como vía para la construcción del "ciudadano argentino", ins­truido en los conocimientos de la lengua castellana, la matemática, la historia y la geografía nacional, decidió la apertura en distintos puntos del país, de veinte escuelas de maestras.
La ciudad de Rosario contaba por entonces con una única institución normal, frente a la plaza Sarmien­to, la escuela "Nicolás Avellane­da", y el aumento de la población, por la llegada de gran cantidad de inmigrantes, así como su progreso económico y edilicio, hacían necesaria la creación de nuevas escuelas.
Por decreto del Poder Ejecutivo del 14 de enero de 1910, que lleva la firma de los doctores José Figueroa Alcorta como presidente y Rómulo Naón como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, se creó la Escuela Normal N° 2 de Rosario. El mismo decreto nombró director al señor don Martín Herrera.
De manera inmediata, el Gobierno Nacional, realizó las gestiones para que el edificio conocido como "Escuela Freyre", construido por el Gobierno Provincial fuera adquirido. El contrato de venta se firmó el 20 de mayo de 1910 y el 1o de junio del mismo año empezó a funcionar la Escuela Normal N° 2. Con este acto se nacionalizaba una Escuela Provincial. Desde los primeros tiempos, la institución se proyectó hacia la comunidad con la realización de conferencias, conciertos y jornadas destinadas a la difusión de temáticas de interés. Destacadas personalidades nacionales e internacionales tuvieron en su seno la posibilidad de difundir sus ideas, porque desde la época de don Pedro Arias, Inspector General de Escuelas de Rosario, se bregó porque la "Escuela Normal sea una institución abierta a la vida..."
En la década del 20, el aumento del número de alumnas hizo necesario pensar en una serie de ampliaciones. La escuela poseía un terreno que lindaba con la calle Santa Fe; hacia esa dirección se proyectaron las obras. El progreso edilicio en el año 1931 se hizo a costa de la desaparición de la huerta que existía en ese terreno, en la que crecían un Jacaranda, una higuera, un palo borracho, una palmera y un pino, y del pequeño zoológico, en el que convivían un guanaco, un oso hormiguero, un ñandú, un zorro y un coatí, que entretenían a las alumnas.
El año 1934 fue de vital importancia para la institución: se creó el Jardín de Infantes, gracias al proyecto que contó con la iniciativa del Centro Estudiantil y de la entonces directora Dolores Dabat y el aval de la Asociación Pro-Cultura Popular y la inauguración de "La Querencia", un amplio recreo de deportes que había sido el mayor anhelo de las autoridades: contar con un lugar de esparcimiento para la comunidad educativa y para que el alumnado pudiera disfrutar y vivenciar la naturaleza.
Camino al centenario
A dos años del centenario de la escuela y tras gestiones realizadas por la Rectora Profesora Adriana Bertolotti, el Gobierno Provincial autorizó un importante aporte y nombró a un equipo dirigido por el arquitecto Zammito para llevar adelante la restauración completa del edificio en vistas al gran evento.
Junto a esta tarea, en el seno de la comunidad educativa, una serie de proyectos institucionales, organi­zados por docentes, directores, alumnos de los cuatro niveles edu­cativos que tiene la escuela, junto a los padres, la Asociación de ex­-alumnos y la Cooperadora, se están realizando para rescatar su historia, para poner palabras a la memoria, para procurar una revalorización de la trayectoria institucional que permita recrear el pasado para ser guía en el presente, y proyectarse hacia el futuro. Entre las propues­tas de trabajo se cuentan la reali­zación de entrevistas a protagonis­tas esenciales para rescatar la histo­ria oral, un relevamiento fotográfi­co que recupere "lo visible y o oculto " del edificio y el tradicional certamen para la elaboración de la quinta estrofa de la Canción del estudiante de la Escuela Normal Nº 2, que cada 25 años, se propone seleccionar.
El "palacio-escuela'' El edificio orgullo de la arquitectu­ra de su tiempo- conserva aún las características de "palacio-es­cuela" con un imponente portón de ingreso desde calle Córdoba que permite el acceso a un distinguido hall, con tres vitró, con majestuo­sos paisajes argentinos, donde se encuentra el busto del estadista, filósofo y político argentino Juan María Gutiérrez, que da nombre a la escuela. En el interior, se re­corren dos galerías con columnas monumentales, arcadas y capitales, que enmarcan el moderno salón de actos y un patio central de impor­tantes dimensiones. El edificio alberga también, la sala de las pin­turas, donde luce restaurado el óleo que Alfredo Guido realizara para la feria Internacional de Sevilla, donde obtuvo el gran premio de Sevilla en 1929. Pero, como sostiene la Asociación de ex -alumnos "Ana María Benito": "por sobre todas esas posesiones físicas, aún conserva inmutable su espíritu", guiado por la antorcha de formar profesionales docentes capaces de Saber pensar. Saber hacer. Saber ser.
Patrimonio Histórico Nacional

Por Ley 26.113 -presentada por los senadores santafesinos Roxana Latorre y Carlos Reuteman- y promulgada el 10 de julio de 2006, el Congreso de la Nación Argenti­na, declaró monumento histórico nacional al edificio de la Escuela Normal Superior N° 2 Juan María Gutiérrez, quedando éste bien amparado por las disposiciones de las Leyes 12.665 (modificada por la Ley N° 24.252) y 25.197 sobre patrimonio nacional. El buen estado de conservación del edificio, a lo largo de los años, habla del celo, del cuidado, de la dedicación tanto de las rectoras, como de cada una de las direccio­nes de los distintos niveles; quienes con el esfuerzo mancomunado de padres, alumnos y ex alumnos continúan trabajando muchos sábados -mañana y tarde- para mantener en excelentes condicio­nes las diferentes dependencias de la institución. Nervios vitales del funcionamiento de la escuela son: la Asociación de ex alumnos "Ana María Benito" y la Asociación Cooperadora. El cuidado material y el acrecentamiento del acervo cultural son los pilares de sus acciones.

Niveles de educación
En la actualidad se cursan en la Escuela Normal Superior N° 2 Provincial N° 35 los niveles de educación: Inicial, Primario y Secundario y Educación Técnico-Profesional en Tiempo Libre, Recreación y Turismo. Desde el año 1990, la formación de maestras se centró en el nivel terciario a través de los profesorados de Educación Inicial y de Educación Primaria. En el año 2003 la institución creció con la apertura del Profesorado para el Tercer Ciclo de la EGB y Educación Polimodal en Filosofía, el primero en la provincia de carácter laico, público y gratuito.
La Pérgola de la Escuela Normal N° 2 Ayer y hoy

La pérgola de la Escuela Normal Superior N° 2 se erige desde 1928 en un espacio de encuentro, de diálogo, de risas, de secretos compartidos, de juegos animados por alumnos de todas las edades.
Reconoce su origen en una de las siempre activas reuniones de la comisión organizadora de la Fiesta del árbol, presidida en agosto de 1926- por el señor Leopoldo Uranga. Allí se vislumbró la idea de transformar la antigua cortada en un jardín.
En el año 1928, la entonces direc­tora de la escuela, profesora Dolo­res Dabat solicitó al intendente municipal señor Solari, la cons­trucción de una pérgola, en la antigua cortada que desde años atrás fuera anexada a la escuela. Ante la aceptación de la solicitud por parte del intendente, la Di­rección de Paseos Públicos se puso al frente de la construcción de la misma con una extensión de 83 metros de largo y engalanada con enredaderas y rosales fue inaugura­da el 7 de mayo de 1928- como consta en el artículo del diario La Capital que por gentileza del doctor Miguel Ángel De Marco hijo, pudimos consultar.
El Ministro de Instrucción Pública de la Nación, doctor Antonio Sagarna, junto al embajador de México, en nuestro país, asistieron a la inauguración de la glorieta. En esa ocasión la directora en un encendido discurso agradeció la entrega de la pérgola e hizo luego alusión a las obras de ampliación que iban a iniciarse en la escuela.
La pérgola se construyó, en parte de la cortada que -con el nombre de pasaje Juan María Gutiérrez- ya había sido cedida por la Municipalidad a la escuela.
La dirección de la institución, llevó adelante la tarea de sustitución de las paredes que cerraban dicha cortada por verjas artísticas, que permiten en el presente compartir los tiempos de juegos de los alumnos de Nivel Inicial.
Dolores Dabat y la Escuela Nueva
Una personalidad clave en la historia del Normal N° 2 es la de Dolores Dabat; la entrerriana que egresada de la Escuela Normal de Paraná, en 1909, empezó a ejercer la docencia en la institución en el año 1912, a los 23 años, desempeñándose como vice regente y desde el 20 de marzo de 1924 como directora nombrada por el Ministro de Educación de la Presidencia de Alvear: Antonio Sagarna.
Profesora de Ciencias y Letras, se dedicó desde los inicios de su carrera al estudio de las Ciencias Natura­les y trabajó activamente para dar a la institución un protagonismo esencial. Formada en la filosofía de la Escuela Nueva orientó la enseñanza y la dirección de la escuela, procurando dejar de lado el verbalismo y bregó por una nueva educación que fuera activa, que preparara para la vida real y que partiera de los intere­ses reales que tenía el niño. Por eso dio gran importan­cia a la afectividad, al protagonismo, al hacer. El interés del niño, es el punto de partida del aprendizaje, sostiene la Escuela Nueva. Es imprescindible tener en cuenta el desarrollo del niño. Es necesario que la escuela se impregne de la vida misma. La escuela es activa si incluye todas las formas de actividad humana: tanto la intelectual como la manual y la social. La valoración positiva que realiza de la energía del niño en educa­ción, apuntala su libertad y el trabajo colectivo, en conjunto, porque -sostiene- es en la situación de enseñanza social, donde se cimentan los conocimien­tos. El lema de esa escuela era Amar, Pensar y Obrar. Esta es la filosofía que impregnó Dolores Dabat a la escuela y a su dirección. Como se expresa en la publicación "90 Años Escuela Normal Superior N" 2 " como mujer activa, laboriosa y entusiasta "sostuvo a la escuela como referente cultural y espacio ideal para inculcar valores democráticos, y promovió la belleza como dimensión inseparable del acto de educar ".
A su impulso e iniciativa se debió la creación en el año 1936 del Profesorado en Artes Plásticas. Se ocupó de la organización y orientación del Museo de la escuela; dirigió la publicación Quid Novi y apuntaló la incorpo­ración de un grupo de artistas que se unieron al personal de la institución. Su gestión estuvo acompa­ñada de un gran dinamismo y de una entrega cabal a la tarea de enseñar.

*Doctora en Historia Regente de Nivel Superior de la Escuela Normal N"º 2
 
Fuente: Extraída de la Revista “Rosario, su Historia y Región” . Fascículo Nº 66 de Agosto de 2008.-