lunes, 7 de agosto de 2017

La parafernalia noctámbula

  
Por: Rafael Ielpi
  
 Aquel apogeo iba a tener incluso algu­nos lugares paradigmáticos, que en muchos casos forman parte ya de la crónica nostálgica pero también histórica de la ciudad, como el Teatro Casino, el Edén Park, el Varíete Avenida, la Boite Marina, la Boite Ca­racol, los cabarets Bambú India y Moroco, y algunos nombres que, co­mo en el caso de El Taño Genaro, se convertirían en ejemplo de verda­deros ídolos populares.

Estos locales iban, además, a albergar a toda una larguísima serie de artistas de un género particularísimo, el de las variedades. Aquellos ar­tistas de variedades de entre 1930 y 1960, en su mayor parte olvidados, fueron -junto a los consagrados que llegaban desde Buenos Aires y en mu­chos casos desde el exterior- el sostén permanente de varietés, recreos, boi­tes y cabarets, donde magos, ilusionistas, acróbatas, cómicos y cantores, eran presencia imprescindible.
Fuente: Extraído de la Revista “ Vida Cotidiana” del diario La Capital