miércoles, 12 de abril de 2017

LOS QUE SE FUERON

Por Héctor N. Zinni

El 15 de febrero de 1936, en horario central nocturno, Agustín Magaldi hace su primera presentación como artista único de un programa radiotelefónico. El locutor Dupuy de VOme, acuña aquella noche la "etiqueta" magaldiana que irá a pasar a la historia de la canción popular, asociada de manera indeleble a su nombre, como El Zorzal Criollo, para Carlos Gardel, o El Caballero Cantor, para Ignacio Corsini, o La Nata Gaucha, para Azucena Maizani. Ese 15 de febrero, nace en Radio Splendid: La Voz Sentimental de Buenos Aires.
Por el mismo éter en que la voz de Magaldi asciende a la gloria de su arte incomparable, sube el alma de un criollo de verdad, mientras un entierrito pobre lleva al camposanto los despojos mortales de Don Segundo Sombra en San Antonio de Areco.
Los que fueron de verdad, sus amigos, estuvieron presentes. Se aproximaron a mirarle muerto, cerrados los ojos, heladas las manos, los mismos que antes se habían complacido en escuchar las palabras de su sabiduría, hondo secreto de belleza, que el viejo explicaba deletreando intenciones; o sus confidencias, o sus cuentos gauchos, que decía como sobándolos, apretándolos entre las manos, acariciándolos antes de ofrecerlos.
Allí estaba, sereno en el último gesto, como fueron serenos todos los gestos de su vida. Y es que en la vida como en la muerte Segundo Sombra fue un consejo de serenidad. Era la herencia. Le venía de lejos, costumbre gaucha de mirar las cosas sin apuro, sin atropellarse, sin irse en palabras; pero sin madrugar tampoco: esperar que tiren, y después que se aguantaran la arrogancia empenachada de coraje que sabía abrirse paso a tajo limpio. ¡Entonces!...
Murió Segundo Sombra y allí estuvieron, junto a todas las flores que hubo ese día en San Antonio de Areco, sus amigos de siempre. Los que al lado suyo animaron la novela de Güiraldes. No podían faltar Ciriaco Díaz, Victoriano Nogueira, Pablo Falcón, Ramón Cisneros y Gregorio López. Una ternura emocionada, un respetuoso silencio.
Una cinta negra en el clavijero de la guitarra; apagadas las espuelas lloronas; el poncho en el brazo, descubierta la cabeza y una honrada tristeza en las caras de bronce. Eso hubo en la sencillez de la despedida. Y nada más le hacía falta a Segundo Sombra, ni pompas, ni lujos, lágrimas de la mentira, para pasar serenamente hacia la eternidad, montado con su humildad de siempre, en el flete manso del adiós definitivo" 1
En cuanto a Magaldi, otros dos años de actividad intensa se abren ante el cantor rosarino, siempre dentro de las fronteras de su patria. De esa época datan algunas de las canciones con que su nombre suele asociarse como auténticas creaciones propias: el vals Alma mía con letra de Héctor Marcó 2, su 'canción rusa" Nieve, con letra
de Ferradás Campos, su tango No quiero verte llorar, sus valses Sonata y ¿Quién eres tú?, la cueca Los sesenta granaderos, su tango Libertad.
El cantor Alberto Gómez le allana poco después el camino hacia la reconciliación de Don Jaime Yankelevich, el zar de la radiofonía argentina, y en el otoño de 1936, Magaldi se reincorpora al elenco de LR3. Debuta en mayo y sigue actuando casi sin interrupción - salvo una gira de un mes y medio por el sur del país - hasta promediar el año 1937. Es el año que sangra España en una guerra civil que la descuaja, el año en que primero un temporal y luego un ciclón, con diferencia de algunos meses, se abaten sobre Rosario. En Buenos Aires, cae El Pibe Cabeza.
El diario La Nación del 10 de febrero - en plena fiesta de Carnaval - recoge la siguiente información:
"En Rosario, en momentos en que se realizaba el Corso de la Avenida Costanera, poco después de las 22 horas, la estación radiotelefónica ubicada en el palco de la Comisión Organizadora que hasta el momento transmitía música, consejos los peatones y advertencias a los concurrentes, anuncié que en Buenos Aires, en el radio de la Seccional 42a., El Pibe Cabeza había sido muerto por la policía. Fue un momento de gran estupor y podría decirse que se paralizó un instante el ritmo de la fiesta. Los comentarios fluyeron rápidamente, todos querían saber más y fue necesario que media hora después se volviese a informar por el mismo conducto que se había confirmado la muerte del pistolero.
Justamente se comentaba la ocurrencia de una comparsa de chicuelos mal en-trazados que acababa de hacer su entrada al desfile con un estandarte donde podía leerse "Banda del Pibe Cabeza" Esta comparsa, con muy buen juicio, fue disuelta por la policía" 3.
Sigue el auge del tango que, a partir de este año, tiene un flamante vocero: Troilo. El año de su "prehistoria" como él lo denomina. Forma orquesta y debuta en un santuario del porteñismo: el Marabú. También actúa en Radio Splendid y compone su primer tango - con versos de Contursi - al que titula Mi tango triste. Su nombre es Aníbal Cayetano Troilo, pero sus íntimos ya lo llaman como siempre lo ha hecho Felisa, su madre, y otros: Pichuco.
Agustín Magaldi realiza otra gira por el interior y, al comprobar el señor Yankelevich
que las entradas de las presentaciones del cantor superan a las de José Mojíca - por entonces en el pináculo de su fama -, le renueva el contrato con un sueldo mensual de 8.500 pesos. Es una suma fabulosa: casi tres mil dólares por mes. La reducción al tipo de cambio no da una idea de lo que significan 8.500 pesos, cuando el sueldo de un obrero capaz ascua entre 120 y 150... La gira, realizada por el interior de la provincia de Buenos Aires, ha durado cuarenta y cinco días. En octubre vuelve a la emisora y como en noviembre ya ha dejado el micrófono, una revista muy popular llamada La Canción Moderna se pregunta en una nota el por qué:
"La extraordinaria popularidad de que goza el cantor nacional Agustín Magaldi ha motivado que su ausencia provocara un gran revuelo entre sus numerosos admiradores. Sabemos que Agustín Magaldi se encuentra entre nosotros, sabemos que existe mucho interés por volver a escucharlo, pero lo que no sabemos y tratamos de averiguar por todos los medios es el por qué de su ausencia del micrófono siendo un numero que es reclamado constantemente".
La misma revista responderá a su pregunta una semana después, anunciando que "Magaldi firmó contrato para 1937", desvirtúandose así los rumores que lo daban dispuesto a emprender una gira por países americanos. El propósito en realidad existía, pero recién se organizó para dos años después. Y quedó trunco.
Sumas astronómicas, no solamente por sus ingresos fijos mensuales, sino en calidad de regalías por grabaciones y derechos de autor gana Agustín Magaldi en la plenitud de su gloria. Pero también gasta fortunas. Le gusta vivir bien, vestir impecablemente, rodearse de lujo. en su casa de Caballito tiene pájaros que atiende personalmente y sueña con comprar una casa de campo para cuando le llegue el momento de retirarse de la actividad artística...
Nito Farace (Salvador Pablo Farace, en los papeles), violinista excepcional, nacido en Arroyo Seco - localidad cercana a Rosario - en 1912, que entre todos sus maestros
consiguió que el violinista Dionisio Harrington (amigo de Jascha Heifetz) lo encaminara seriamente sobre el estudio del instrumento, en 1937 se halla radicado en esta ciudad. Integra la orquesta de Marcelo Gilberto Polato y más tarde pasa al conjunto Los provincianos, dirigido por el bandoneonista Héctor Lincoln Garrot. Farace permanecerá a esa hornada de músicos que honrarán y prestigiarán con su silencioso trabajo a numerosas agrupaciones orquestales 4.
El 17 de agosto de 1938, Magaldi hace una verdadera prueba de resistencia. Don Jaime Yankelevich ha establecido poco tiempo atrás la Primera Cadena Argentina de Emisoras, con varias en la Capital Federal y una serie de ellas en el interior del país. Ese día el cantor se presenta entre el mediodía y el anochecer, en Radio Belgrano, Radio Mitre (dos veces) y Radio Porteña. Cuando regresa a su casa se siente enfermo.
El médico familiar pide consulta de profesionales, disponiéndose su inmediata internación en el sanatorio O'amendi, de Azcuénaga y Paraguay. Indica el diagnóstico una grave afección hepática que impone una inmediata intervención quirúrgica, la que le es practicada el 19 de agosto, en las últimas horas de la tarde. El cirujano, que realiza su trabajo con verdadera maestría, encuentra, empero, una grave complicación: un derrame biliar ha provocado pancreatitis. Veinte días más tarde, el 8 de septiembre, a las 7 de la mañana, se produce el desenlace.
Su velatorio, efectuado en el Luna Park, da lugar a una manifestación multitudinaria de pesar. Miles y miles de personas acompañan sus restos hasta la Chacarita. Agustín Magaldi acaba de convertirse en inmortal para los fieles públicos que ha conquistado y seguirá conquistando después de su muerte, a través de los años que vendrán 5.
Después de la muerte de Garde!- me dijo Cariño con una voz remota, diluída por la fatiga o por el sueño, "los argentinos sólo teníamos a Magaldi. Su fama no decayó ni siquiera cuando derivó hacia la cursilería y compuso canciones que aludían a los horrores de Siberia, con los que ningún oyente se identificaba (?). Con frecuencia, lo alcanzaba alguna enfermedad de la que se curaba con cataplasmas y ventosas, escondido en el caserón de la calle Alsina, sin aceptar otra compañia que la de la madre.
En los teatros, respondía a los aplausos con una inclinación fugaz y más de una vez se distrajo, mezclando la letra de una canción con la música de otra. Creí que estaba curado cuando se casó con una moza de Río Cuarto y anuncié que iba a ser padre. Pero esa dicha lo maté. Un derrame de bilis fulminante se lo llevó de un día para el otro. Evita trabajaba entonces en la compañía de Rafael Firtuoso. La noche del velorio, después de la función, sus compañeros desfilaron por el Luna Park para despedir a Magaldi. Ella se negó. Los esperé sola, en un bar de las cercanias, tomando con displicencia un café con leche" 6.

NOTAS
1- ¡A quí Está!. Año 1, Nro. 29, lIs. As. 29/8/1936.
2- Héctor Marcó (Marcolongo) nacido en Buenos Aires el 12/9/1906 y fallecido en la misma ciudad el 30/9/1987. Cantor, guitarrista, autor y compositor. Mientras se desempeñaba como chansonier en una orquesta de jazz porteña se estrenó el foxtrot de su autoría La hija del pescador, llevado luego al disco por Agustín Magaldi. De allí su conocimiento con la Voz Sentimental de Buenos Aires, lo que lo relacionó a su vez con los guitarristas Diego Centeno y Rosendo Pesoa, componiendo con el primero la letra del vals Alma mía y con ambos el vals Yo tengo una novia. Curiosamente, este vals fue interpretado y filmado por Magaldi para la película Monte criollo y, por circunstancias inexplicables, se excluyó luego aunque posteriormente, sin que autores e intérpretes supieran la razón, fue inserto en las copias que se enviaron al extranjero, copias éstas que, como podrá deducirse, son imposibles de hallar en la actualidad. V. Carlos .losé Fakíh. Héctor Marcó, en Tango y Lunfardo. Nro. 102. Chivilcoy (pcia. Bs. As.) 16/2/1994.
3- Marcelo Vallejos - Ernesto Zambrini. El Pibe cabeza, en Todo es Historia, Nro. 325. Bs. As., Agosto 1994. V. además: El Rosario de Satana del autor, op. cit. Tomo II Págs. 106. 107 y 109.
4- Farace, que estudió armonía con el profesor Richard Engelhretch, director de la Orquesta Sinfónica de Rosario, fue requerido en 1947 por Miguel Caló, en cuya orquesta permaneció cono, violinista hasta 1951. En 1952 pasó a la orquesta del músico uruguayo Esteban Martínez (Princho). en 1953 ingresó a la orquesta de Aníbal Troilo integrando, simultáneamente, la orquesta de Atilio Stampone y de Carlos Figari. Con Troilo permaneció hasta 1975 y al año siguiente viajó a Japón con Leopoldo Federico, para después integrarse al conjunto de arcos de Antonio Agri. Cincuenta títulos autorales y numerosas grabaciones jalonan la trayectoria de este músico que, como otros, constituye parte de los cimientos que sostienen al tango. V. Nilo Farace, por Angel Giuseppetti, en Tango y Lanfardo, Nro. 104. Chivilcoy, 16/4/1995.
5 -Revista.Así, id. id.
6- Tomás Eloy Martínez, Santa Evita. op. cit.
Fuente: Fragmento extraído de Libro “Rosario era un espectáculo” “¡ arriba el Telón ¡” de Héctor Nicolás Zinni . Ediciones Del Viejo Almacén . Año 1997