miércoles, 5 de octubre de 2016

Las profundas transformaciones de la década del 30

Por Miguel Angel De Marco ( h)


La crisis económica mundial de 1929 marcó un punto crítico en la evolución de la agricultura nacional y provincial, que, paradójicamente, en ese mismo año había llegado a la mayor extensión de áreas cultivadas con trigo, lino y maíz. La República Argentina era el principal exportador del mundo de maíz y semillas de lino, y en cuanto a la producción triguera, se contaba entre los principales proveedores del mercado internacional. El país estaba vinculado directamente a los intereses de Gran Bretaña y la economía nacional se basaba en la exportación de productos agrarios. Por lo tanto se hallaba expuesta a las variables económicas de los mercados europeos. Por la depresión de aquel año fatídico inició la caída de la cotización de los cereales que se agregó la existencia de trigo acumulado en Norteamérica, y las restricciones impuestas a las importaciones de productos agrícolas por parte de varios países viejo mundo. La caída de los precios agrícola ganaderos, y la inflexible postura ferrocarriles de no adecuar sus tarifas a la situación de emergencia, condujo ah a un amplio sector de arrendatarios rurales, y hasta instituciones como la Federación Agraria Argentina pasaron momentos que hicieron peligrar su existencia.3

Por otro lado, los puertos de Rosario y Santa Fe disminuyeron su actividad y recién en la segunda mitad de la década comenzaron a revertir la tendencia, situación que fue observada con alivio en sus respectivos hinterland, que se veían al borde de la debacle. A su vez la crisis originó la restricción de créditos bancarios, lo cual re ti ría directamente sobre la producción agropecuaria de Santa Fe, y la expansión crediticia concedida para emprendimientos rurales se retrasó totalmente. Los productos santafesinos adoptaron una política cómoda y equívoca, ya que en vez de red áreas sembradas de los productos en baja en el mercado internacional y diversificar sus actividades, prefirieron aumentarlas o mantenerlas para compensar las pérdidas contra una mayor cantidad ofrecida. Nuevamente la abundancia de la tierra jugó contra de la inventiva y la iniciativa del productor. A partir de 1930, desaparecieron 10 mil chacras en la provincia y comenzó un proceso de desgaste y descapitalización en el plantel de maquinarias agrícolas, por el cierre de las importaciones. Ta había sucedido en crisis anteriores, la caída de la producción rural postró al público santafesino que no pudo cumplir con el pago de la deuda pública ni morigerar las consecuencias sociales de los crecientes índices de desocupación. síntoma de la crisis se observó el surgimiento de nuevos barrios, con distintos de carencia y marginalidad, en las principales ciudades de la provincia, que provocaron por otro lado el surgimiento de experiencias de asociación vecinal. ,A. desde el Estado se accedió a las peticiones de instituciones comerciales y rural sentido de suprimir el polémico y conflictivo impuesto a los cereales, lo que implicó una importante merma en la recaudación, que se procuró paliar con un impuesto al latifundio y al ausentismo del propietario de la tierra.

La crisis argentina fue atenuada por un hecho imprevisto: la sequía años 1934 y 1936 en los Estados Unidos, que dio lugar a que dicho país obligado a importar granos para el forraje. De modo que desde 1935 a: exportaron más de un millón de toneladas de maíz por año, hecho que originó reacción favorable para la economía agraria nacional. Para 1934 distintos indicadores señalaban el comienzo de la reactivación. Al estallar la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, disminuyeron las exportaciones y esto generó una reducción en la siembra de granos pero los productores sostuvieron la cantidad de hectáreas o tanto sembradas a la espera de que se lograra la paz. La evolución de mayor trascendencia que experimentó la economía agraria de la provincia la constituyó el aumento de cabezas de ganado, a medida que disminuyeron las áreas destinadas al cultivo de granos. Este proceso se aceleró a principios de la década del 40. Mientras aumentó el ganado porcino, vacuno y caballar, disminuyó sensiblemente de los lanar.4
Notas
1 OSCAR LUIS ENSINCK, Historia Institucional de Rosario, Imprenta de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1967.
2 JIMENA CARAVACA Y MARIANO PLOTKIN, "Crisis, ciencias sociales y elites estatales. La constitución del campo de los economistas estatales en la Argentina, 1910-1935", en revista Desarrollo Económico, de Ciencias Sociales, octubre, diciembre 2007. Vol. 47. N°187, p. 423.
3 CURTO E. HOTSCHEWER, Evolución de la agricultura en la provincia de Santa Fe. Su dependencia defactores geográficos; económicos, Ministerio de Hacienda Economía e Industria, Edición oficial, Santa Fe, 1953.
4 Ibídem.
Fuente: extraído del “Libro Ciudad Puerto Universidad y Desarrollo Regional De Marco, Miguel Angel De Marco ( h) – Rosario 1919-1968 “ Editado diciembre 2013.