martes, 4 de octubre de 2016

LA REVOLUCION DEL 30 Y SU MANO DURA



La llegada autoritaria de Uriburu al poder se traduce en la imposición de un nuevo comisio­nado en Rosario. Corre el ano 30 y el funcionario, imbuido del es­píritu dictatorial vigente, comienza a tomar rápidamente medidas ar­bitrarias. En un mes decide el le­vantamiento de vías en Avenida San Martin, cambio de rieles en el centro y otras modificaciones que sólo acarrearían trastornos mayo­res al servicio.

Este funcionario es reemplaza­do poco tiempo después por un segundo, que llega esta vez con ánimo negociador. Comienzan las tratativas con la CGTER en busca de acuerdos y hay un Intento de regular en parte la competencia desleal de los ómnibus. Una ins­pección determinó en 1923 que de los 256 ómnibus existentes, sólo 16 estaban en condiciones de cumplir un servicio digno...

La CGTER envía un ultimátum el 10 de febrero de 1932 informan­do al Comisionado que "no se en­cuentra en condiciones de seguir prestando el servicio para el que fuera contratada, por lo cual se vé obligada, materialmente obligada, y muy a pesar suyo, a suspender el servicio de tranvías en el día de la fecha después de un cuarto de siglo en que ha servido a la po­blación de Rosario..."

El 11 la amenaza se cumple y no rueda ni un solo tranvía por las calles rosarinas. El mismo mes asume un nuevo intendente. Es­teban Morcillo, tras las elecciones generales, quien el día de su asun­ción intima a la compañía a res­tablecer el servicio, pero la res­puesta es negativa.

El paro de CGTER se prolonga durante 27 días y la Municipalidad da libertad de circulación a todo vehículo que se quiera afectar al transporte de pasajeros. Las calles se llenan de carricoches desven­cijados moviéndose en completa confusión.

En el mes de abril, por Orde­nanza NQ 30 del Concejo Delibe­rante se crea la Comisión Fiscalizadora de los Tranvías Eléctricos del Rosario, que toma una drástica medida: municipalización de todo el sistema de transporte urbano, incluyendo los ómnibus Nace asi la Empresa Municipal Mixta de Transporte del Rosario (EMMTR), ente monopólico que tiene entre sus atribuciones la de comprar las instalaciones de la CGTER y los ómnibus circulantes. El pago a la compañía tranviaria se fija en 38 cuotas anuales, correspondientes a los años de concesión que fal­taban. Era el principio del fin para el tranvía
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, Historias de aquí a la vuelta”. Fascículo N• 14 d Julio 1991. Autor:Juan Carlos Muñiz.