jueves, 7 de julio de 2016

URIARTE, Carlos. ARTISTA PLASTICO (1910-1995)

Metafísica al óleo

El poder de síntesis y los colores puros definen la obra de un creador de severo talento,
que dio cuenta -de su entorno físico de una manera tan intensa como personal

Por Fernando Farina
Hay imágenes inconfundibles, reconocibles, que llevan la marca del artista, como las famosas acuarelas de los hombres y mujeres que viven a la orilla del río pintadas durante años por Carlos Uriarte (Rosario, 1910-1995). Estas imágenes, que contaron con amplia aceptación del público, se convirtieron en una estampa en muchas casas no sólo de Rosario sino de todo el país.

Uriarte perteneció a una familia de origen vasco, fundadora, junto con otras, del barrio Echesortu. Con claras inclinaciones artísticas, comenzó su formación en la academia de Fernando Gaspary, pintor francés que le enseñó dibujo y pintura. En sus primeros trabajos las temáticas giraron en torno a su barrio y la quinta de sus abuelos, las cuales fueron reemplazadas luego por las costas del Paraná, sus islas y pescadores, una fuente de inspiración que perduró a lo largo de toda su producción.
En 1929 realizó su primera muestra individual y obtuvo un pronto reconocimien to en el medio, aunque su consolidación se produjo en los 50 cuando fundó el grupo Litoral junto con Juan Grela, Hugo Ottmann y Leónidas Gambartes, entre otros.
Esta agrupación, que logró posicionarse tanto en el campo artístico local como en el de Buenos Aires, reunió a artistas que coincidían en la necesidad de la renovación artística, a partir de la búsqueda de un lenguaje universal que pudiera dar cuenta de las problemáticas locales, en abierta oposición a la política cultural del peronismo.
Si bien cada uno de sus integrantes tuvo una estética propia, todos ellos fundaron una tradición de lo moderno en términos regionales, cuyas representaciones oscilaron entre la figuración y la abstracción.
Por entonces, la obra de Uriarte se alejó de la interpretación naturalista y se inclinó hacia las propuestas no figurativas, abogando por la síntesis de elementos y por la utilización de colores puros. No obstante, su lenguaje estético se definió a partir de la segunda mitad de la década del 50, cuando sin abandonar la representación, eligió trabajarla pintura con mayor libertad.
Entonces absorbió elementos de las corrientes informalistas y aunque continuó con sus temas predilectos, eligió quitarles a sus pinturas carga literaria o anecdótica.
Este tipo de obras le permitió ganar en 1965 uno de los galardones más importantes de la Argentina: el premio Palanza.
Destacado maestro, Uriarte fue profesor de dibujo y pintura en la Escuela Normal N 2 y en el Instituto Superior de Bellas Artes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNL. Y Rosario lo reconoció concediéndole el título de ciudadano ilustre.
Para la memoria colectiva quedan muchas obras fáciles de identificar: las pintaras metafísicas donde expresa la soledad de la vida de los pescadores y también las de los pueblos blancos españoles. Sin embargo estos trabajos producidos en serie nunca alcanzaron el reconocimiento de la crítica, que contrariamente no olvida aquellos óleos que realizó entre los 50 y los 60.

Fuente: Extraído de la Revista del “Diario La Capital” del 140 aniversario. Año 2007.-