miércoles, 26 de agosto de 2015

UN ROSARINO, MÉDICO VOLUNTARIO EN LA GUERRA DEL CHACO



Por Gabriela Dalla-CorteCaballero

En el año 1926, Modesto Guggiari fue designado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Paraguay, con la tarea de gestionar unas novedosas relaciones diplomáticas con los tres paí­ses andinos en disputa: Perú, Bolivia y Chile. Junto a esta designación, circuló una llamativa información proveniente del Paraguay, en la que se mencionó la presencia de la secta reli­giosa de los menonitas procedente de Canadá, con la cual desde hacía años los propietarios de esas tierras, en particu­lar los descendientes del español Carlos Casado del Alisal, estaban gestionando la compra-venta de terrenos chaqueño Así lo demuestra la documentación histórica conservada en el Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile que analizamos en este texto'1.

Esta información llegó incluso al go­bierno chileno, este último interesado en saber cuál sería la respuesta del ejército boliviano ante las acciones paraguayas gestionadas en el Chaco Boreal'2'. De acuerdo a las cartas envia­das a La Moneda por Ricardo Ahumada Anguita, el Encargado de Negocios chi­leno en Paraguay, los terrenos chaqueños estaban en proceso de adquisición en manos de los menonitas provenien­tes de Canadá. En su informe titulado "Condiciones económicas y financieras del Paraguay", sostuvo que las familias menonitas querían formar "un verdade­ro estado en el país, pero diversas difi­cultades han impedido, hasta ahora, la venta a estos colonos"'3'. Sin embargo, el mapa que incluimos nos muestra la presencia menonita en el Chaco Para­guayo hasta la actualidad.

Ante esta situación, y a sabiendas de una futura Guerra del Chaco entre el ejército paraguayo y el ejército boli­viano, el Ministerio de Relaciones Ex­teriores de Chile comunicó a su delega­do en Asunción acerca del proyecto de otorgar becas de estudio a los oficiales paraguayos para formarse en los esta­blecimientos militares chilenos. En ese preciso momento, el gobierno paraguayo controlado por el Partido Liberal había contratado una Misión Militar france­sa para reorganizar a su Ejército, datos que llegaron al Ministerio de Guerra de Chile.'4' Cabe señalar que este oficio or­dinario enviado desde Paraguay se firmó dos con un grado superior al que tenían en el ejército francés. Para utilizar los servicios del personal, se había crea­do también un Centro de Perfecciona­miento Militar. Este centro fue ideado para que funcionara en la Escuela Mi­litar de Asunción del Paraguay, bajo la dependencia administrativa y discipli­naria de la dirección. La confección de los planes de estudio, programas, estudios prácticos, quedaron bajo la di­rección inmediata del Jefe de la Misión Militar francesa, la cual debía someter al Supremo Gobierno todas las propo­siciones referentes al funcionamiento del Centro. En el informe que circuló por Paraguay, también consta que el curso que se debía implementar entre los estudiantes paraguayos debía durar tres meses. En el caso de los oficiales y de los jefes de guerra y administración, de Mayor a Teniente 2°, el curso debía ser obligatorio. El Plan de Estudios para este primer curso se debía aplicar a quince alumnos durante el primer año de enseñanza, abarcando genera­lidades y nociones de Historia Militar, reglamentos de infantería, caballería, artillería, ingenieros y administración, excursiones tácticas, juego de guerra, y servicio de aviación. Ante esta situa­ción, el gobierno chileno decidió am­pliar el servicio telegráfico de propa­ganda hasta la ciudad de Asunción, con el objetivo de afianzar los comentarios más bien favorables a Chile. Esta am­pliación también debía servir a la colo­nia chilena asentada en Asunción para que estuviese al tanto de los principa­les acontecimientos que ocurrían en su país de origen, sin tener que depender, en los hechos, de la información con­centrada por el gobierno argentino.'6'

En los hechos, Paraguay se nutrió menonitas, franceses y militares rusos que se habían incorporado a diverso> ámbitos del ejército paraguayo. El per­sonaje más destacado fue Juan Belaieff. miembro de la infantería rusa que en sl país de origen recibió la condecoración de San Jorge. En la República del Para­guay, este ruso se convirtió en asesor de artillería del Estado Mayor, y en Jefe de los Departamentos de Operaciones, Or­ganizaciones e Informaciones. Después de la Guerra del Chaco, fue nombrado: Ciudadano Honorario de Paraguay. En el año 1936, el gobierno paraguayo creó el Patronato Nacional de los Indígenas, el organismo que al año siguiente quedó bajo la dirección de Belaieff. Fue Belaieff quien se encargó de elaborar el mapa central sobre la población indígena.

Ahora bien: la integración de este ruso  al ejército paraguayo fue acompañada por un elevado número de militares rusos que se exiliaron en Paraguay. Es más que llamativo el oficio confidencial que llegó a La Moneda de Chile, junto a la enorme lista de soldados rusos de origen lituano que acompañaron preci­samente a Belaieff, y que participaron en la guerra contra Bolivia. De acuerdo a los documentos que se conservan en el Archivo del Ministerio de Relacio­nes Exteriores de Chile, la responsable de enviar una enorme cantidad de rusos a Paraguay era la Liga de las Naciones. El jefe de este grupo era el General Wrangel. Por entonces esos rusos es­taban refugiados en el sur de Europa, para trasladarse a Paraguay ya que el gobierno paraguayo había ofrecido fa­cilidades, pero siempre que se hiciese una "selección de los elementos, para evitar la entrada de personas indeseables"(7). Incluimos la lista de rasos que desembarcaron en Paraguay poco antes de la Guerra del Chaco. Cabe señalar que entre los años 1933 y 1934, sus fa­milias se establecieron en las Colonias Pilar y Encarnación, asi como en la Co­lonia Independencia.

En noviembre de 1932 el médico rosarino Carlos de Sanctis se trasladó a Asunción del Paraguay para incorpo­rarse al Cuerpo de Sanidad paraguayo(8). La Guerra del Chaco todavía no se había declarado formalmente, pero para Carlos de Sanctis estaba claro que ese conflicto ya había ido tomando forma en los años previos, en especial a partir del fin de la Primera Guerra Mundial. Gracias a su condición de "periodista corresponsal" del periódico rosarino "La Capital", prensa hoy día vigente, el Poder Ejecutivo paraguayo le permitió a Carlos de Sanctis fotogra­fiar su entrada a la ciudad de Asunción, el viaje que hicieron por el río Paraguay Para eíltrar al Chaco Paraguayo por el Puerto Casado (así llamado por el espa­ñol Carlos Casado del Alisal), así como el traslado del ejército hacia la zona del Fortín Arze que era dirigido por el Co­ronel Carlos José Fernández.9

Bajo el alero de lino de los ranchos del Fortín Arze, el rosarino Carlos de Sanctis se hizo fotografiar con el uni­forme militar paraguayo en diciembre de 1932. Aparecen a ambos lados los siguientes personajes: el Teniente Ro­berto A. da Ponte, jefe del Segundo Grupo de Aviación en Arce; el ruso Juan Belaieff, por entonces General de División del Ejército Paraguayo; el médico paraguayo Perazzo, quien ha­bía quedado a cargo de la Sanidad Mi­litar; y el joven estudiante de medicina, el paraguayo Rodríguez. Así consta en su colección llamada "Horrorosa visión de la guerra. Mi campaña en el Chaco, álbum de fotografías explica­das (1932-1933)".

La fotografía que se reproduce en esta página en la que figura el ruso Belaie­ff es parte del Álbum Fotográfico de Carlos de Sanctis, conservado en la Bi­blioteca-Archivo del Museo Histórico Provincial "Julio Marc", Rosario, Re­pública Argentina. El título de este ál­bum no es otro que: "Horrorosa visión de la guerra. Mi campaña en el Chaco, álbum de fotografías explicadas (19321933)". El mencionado Museo guarda también todos los recursos personales utilizados por el médico de Sanctis du­rante la guerra, en particular la vesti­menta que le sirvió para atender a los soldados paraguayos heridos durante el conflicto bélico contra Bolivia. Esa vestimenta se encuentra cubierta por sangre paraguaya, pero también por sangre boliviana, y es acompañada por una serie de objetos que el rosarino encontró junto a los soldados falleci­dos. Estos objetos son conservados por la Biblioteca-Archivo del Museo His­tórico Provincial "Julio Marc". Este tema histórico que presentamos a los lectores y a las lectoras, tiene vigencia hoy día: en el año 2010, la presidenta argentina Cristina Fernández intervino en la firma del Tratado de Paz definiti­vo entre Bolivia y Paraguay. Los presi­dentes Evo Morales y Fernando Lugo sellaron "La paz de la eterna guerra del Chaco.
Datos.

1  Ficha 1.051 A, Sección Diplomática O.C. 3, 30 de junio de 1926.

2  Gabriela Dalla-Corte Caballero, "Empresas y tierras de Carlos Casado en el Chaco Paraguayo. Historias, negocios y guerras (18( Asunción, Editorial Intercontinental.

3 Ficha 1.533, Yol 1.043, Asunción a Sanas de Chile, 18 de enero de 1926 y 2 de abril ..

4 Ficha 1.051 A, O.C. 1, Santiago de Ori* Asunción, 15 de marzo de 1926.

5 Juan de Uriquidi y Vega, "La cuestión de   Pacifico, frutos de la legítima reivindicación ningún caso de la conquista", Revista “ El Orden", Asunción, 10 de julio de 1925.

6 Ficha 1.533, Vol. 1.043 (LetraA), 0.0. Asunción a Santiago de Chile, 2 de agosto de 1925

7 Ficha 1.533, Vol. 1.043 (Letra A), de febrero de 1925 al 18 de septiembre de 1923 (acceso abierto). O.O. de la LChP al Ministerio. Relaciones Exteriores de Chile. O.O. 1, Ricardo Ahumada Anguita, Encargado de Negocios de Chile en Paraguay, "Condiciones económicas  financieras del Paraguay", al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, 18 de enero de de 1926.

8 Gabriela Dalla-Corte Caballero, "La Guerra del Chaco. Ciudadanía, Estado y Nación en el siglo XX. La crónica fotográfica de Carlos de Sanctis" (Rosario, Prohistoria Ediciones TEIAA: 2010; reedición Asunción del Paraguay : Editorial Intercontinental, 2010).

9 Carlos José Fernández (Coronel S. R.) “La guerra del Chaco", vol. I: Boquerón (Buenos Aires: Talleres de Impresora Oeste, 1956); vol. Saavedra (Buenos Aires; Talleres de Impresora Oeste, 1956); vol. III: Zenteno-Gondra, del 15 de abril al 11 de diciembre de 1933 (Buenos A re Talleres Gráficos Lumen, 1962).
Fuente: Extraído de la Revista “ Rosario, su Historia y Región” Fascículo Nº 132 de Agosto/ 2014